DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANGELA ELLARD

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La DGA Ellard destacó los beneficios del multilateralismo y la labor de la OMC para establecer normas, vigilar su observancia y ofrecer un mecanismo vinculante de solución de diferencias. Hizo hincapié en que algunas cuestiones solo pueden gestionarse de forma multilateral. Estas cuestiones incluyen los profundos desafíos que atañen al patrimonio mundial, como la salud y la sostenibilidad de los océanos, el cambio climático y las pandemias mundiales. “Para afrontarlos de manera eficaz, necesitamos la participación de tantos países como sea posible, grandes y pequeños, desarrollados y en desarrollo”, dijo.

La DGA Ellard señaló que, en la OMC, las decisiones se adoptan por consenso de todos los Miembros, y no por votación.  Resaltó que la ventaja de la adopción de decisiones basadas en el consenso es que “por definición, existe una aceptación de todos los signatarios porque son “dueños” del resultado y será más probable que lo respeten”. Subrayó que, en la OMC, la mayoría no domina a la minoría, y cada Miembro tiene una voz y un lugar en la mesa, independientemente de su tamaño, forma de gobierno, sistema económico o nivel de desarrollo económico.

La DGA Ellard señaló además que, en la reciente y fructífera Duodécima Conferencia Ministerial, los Miembros de la OMC, colectivamente y por consenso, tomaron importantes decisiones que mejorarán la salud de los océanos, abordarán los aspectos de la COVID-19 y las pandemias futuras relacionados con el comercio y paliarán las amenazas a la seguridad alimentaria de los más pobres. Además, pusieron en marcha el proceso de reforma de la OMC con el fin de adecuarla para afrontar sus desafíos.

“Es cierto que podríamos haber logrado aún más, y que nuestra ardua labor continúa”, dijo. “No obstante, ha sido sumamente gratificante observar el crecimiento de la confianza en la OMC, tanto entre nuestros Miembros como en el mundo. Esa confianza nos permitirá reforzar nuestras contribuciones para hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo”. 

La DGA insistió en que el nuevo Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca allanará el camino para asegurar que el gasto anual estimado de USD 20.000 millones en subvenciones perjudiciales se destine en cambio a la sostenibilidad. El Acuerdo pondrá freno al agotamiento de las poblaciones de peces y asegurará los medios de subsistencia de 260 millones de personas que dependen de la pesca marítima. 

Explicó que para que las nuevas normas empiecen a aplicarse y dar resultados para la sostenibilidad de los océanos, el Acuerdo debe entrar en vigor, lo que exige que dos tercios de los Miembros depositen sus instrumentos de aceptación en la OMC. Subrayó que, dada la terrible situación de los oceános, los países deben actuar con urgencia y finalizar sus procesos de aceptación lo antes posible, y que lo ideal sería hacerlo en los próximos seis a nueve meses. Instó a los Miembros de la OMC a acelerar sus procesos internos de aceptación, para que el Acuerdo pueda entrar en vigor rápidamente.

La DGA Ellard señaló además que la OMC puede y debe trabajar más para facilitar la atenuación del cambio climático y la adaptación a sus consecuencias a través de la utilización de instrumentos comerciales. Dijo que hay dos formas en que la OMC puede ayudar.  En primer lugar, observó que para hacer la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, los países necesitan un acceso asequible a las tecnologías avanzadas, y que la apertura del comercio desempeña una función decisiva en proporcionar ese acceso. 

“Nuestras investigaciones preliminares indican que la eliminación de los aranceles y los obstáculos reglamentarios al comercio sobre un conjunto de bienes ambientales relacionados con la energía permitiría reducir las emisiones mundiales de CO2 en un 0,6% en 2030, solo gracias a la mejora de la eficiencia energética”, dijo la DGA Ellard.  Añadió que sería útil identificar esas tecnologías verdes y también, idealmente, servicios verdes, y trabajar en la reducción de los derechos y otros obstáculos al comercio mediante un Acuerdo sobre Bienes Ambientales.

Además, la DGA Ellard dijo que, con su amplia y variada composición, la OMC puede ayudar a crear un enfoque común de la fijación de los precios del carbono. Subrayó la necesidad de que la OMC colabore con otras organizaciones internacionales para crear enfoques comunes y no discriminatorios con respecto a la fijación de los precios del carbono y abordar, al mismo tiempo, las necesidades de los países en desarrollo para permitir una transición justa e inclusiva.

La grabación íntegra del evento se puede consultar aquí.

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