DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANGELA ELLARD

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En respuesta a una pregunta sobre la repercusión de la COVID-19 en las cadenas de suministro mundiales, la Directora General Adjunta (DGA) Ellard señaló que entre las cuestiones más apremiantes en relación con la política comercial se incluían: i) el acceso a vacunas, productos terapéuticos y otros productos necesarios para hacer frente a la pandemia; ii) otras cuestiones más amplias relacionadas con las cadenas de suministro; y iii) el efecto global de la pandemia en el empleo y la vida de las personas.

Indicó más concretamente que era fundamental disponer de cadenas de suministro resilientes para luchar contra la pandemia, y que la participación en las cadenas de valor mundiales era clave para el bienestar económico de muchos países en desarrollo. También dijo que, en lugar de centrarse simplemente en “relocalizar” la producción, los países debían plantearse si esa acción resolvería realmente el problema o si, por el contrario, debían cooperar con sus interlocutores comerciales con miras a diversificar las fuentes de suministro y adoptar medidas de facilitación del comercio.

La DGA Ellard destacó la labor que la OMC había llevado a cabo para identificar obstáculos y medidas de facilitación relacionados con el comercio a fin de ayudar a los encargados de la formulación de políticas.  Indicó además que la OMC tenía previsto llevar a cabo una recopilación de datos y un análisis más exhaustivos sobre cuestiones vinculadas a las cadenas de suministro, y sugirió que era una esfera importante en la que la OMC podía colaborar con el sector privado.

Con respecto al aplazamiento de la CM12, la DGA Ellard hizo hincapié en la necesidad de mantener el impulso y proseguir las negociaciones en todas las esferas. Destacó que los Miembros de la OMC estaban razonablemente cerca de concluir un acuerdo sobre las subvenciones a la pesca y que era importante seguir adelante con la misma ambición para lograr un resultado significativo en ese ámbito.

Al mismo tiempo, señaló que seguía habiendo cuestiones complejas por resolver, como la manera de hacer frente a las necesidades de los países en desarrollo. Observó además que, debido a las incertidumbres relacionadas con la pandemia, los Miembros tenían que buscar soluciones creativas, de fondo y de procedimiento, a fin de conseguir resultados y concluir las negociaciones.

Cuando se le preguntó si había algún aspecto de las negociaciones que pudiera considerarse “al alcance de la mano”, la DGA Ellard respondió que ya se habían logrado resultados en diversas esferas. En particular, indicó que los Miembros habían concluido las negociaciones plurilaterales sobre la reglamentación nacional en el ámbito de los servicios. También se refirió al fin de las labores relativas a la Declaración Ministerial Conjunta sobre la Promoción de la Igualdad de Género y el Empoderamiento Económico de las Mujeres en el Comercio, cuya adopción estaba prevista para la CM12.

Por último, respondiendo a una pregunta sobre el cambio climático y la OMC, la DGA Ellard observó que la proliferación de sistemas de tarificación del carbono estaba generando confusión y perturbaciones para los exportadores. Señaló que la OMC se encontraba en una posición única para ayudar a sus Miembros a concebir y establecer un sistema de este tipo. Destacó que lograr un resultado negociado sería mucho mejor que establecer políticas mediante procedimientos contenciosos que aborden la compatibilidad con las normas de la OMC de los distintos sistemas de comercio de carbono. La OMC puede servir de foro para los debates y ayudar a los Miembros a reunir información para que sus decisiones de políticas sean pertinentes, concluyó.   

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