DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANGELA ELLARD

Más información

  

Excelentísimos Señores Parlamentarios,
Señoras y señores:
Buenas tardes.

En primer lugar, quisiera dar las gracias al Secretario General Chungong y a los copresidentes del Comité Directivo, eurodiputado Lange y Excmo. Sr. Nadir, por invitarme.

Es para mí un placer y un honor dirigirme hoy a ustedes en relación con el estado de las negociaciones en el período previo a la CM12.

Habiendo ejercido más de 25 años de mi carrera en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, la mayor parte de ese tiempo como Consejera Comercial Principal, valoro profundamente la labor que ustedes realizan. Estoy convencida de que la participación de los parlamentarios en cuestiones relacionadas con la OMC es vital para que nuestra labor sea eficaz, tangible y pertinente.

Ustedes son el principal interlocutor entre las instituciones internacionales, como la OMC, y el público en general. Los acuerdos negociados en la OMC se convierten en legislación nacional a través de los parlamentos. En muchos casos, los Acuerdos de la OMC se aplican y se cumplen a través de los parlamentos. Y las preocupaciones internas se transmiten a la comunidad internacional a través de los parlamentos.

Mediante las funciones legislativa, de control, presupuestaria y representativa, ustedes desempeñan un papel único y de gran peso en muchas esferas de la labor de la OMC, tan diversas como la salud pública, las medidas comerciales correctivas o la política agrícola.

En la OMC, deseamos estrechar aún más nuestra relación con los parlamentos y sus miembros en todo el mundo. Una ocasión para ello es la Conferencia Parlamentaria Anual sobre la OMC que se celebra en la sede de la OMC aquí, en Ginebra, y que esperamos reanudar tras la interrupción a causa de la pandemia. Otra ocasión son nuestras Conferencias Ministeriales.

Deseamos sinceramente continuar con nuestras conversaciones en ambos sentidos para que ustedes nos transmitan las prioridades de sus ciudadanos, y nosotros, en colaboración con ustedes, ayudemos al público a ser consciente de la importancia de las normas comerciales internacionales y a entender por qué son importantes.

El pasado mes de noviembre, en el marco de los seminarios web para parlamentarios sobre comercio y salud, nuestra Directora General Ngozi Okonjo-Iweala les habló sobre la labor de la OMC en la esfera del comercio y la salud y, de manera más general, sobre los preparativos para la CM12. Parece que fue ayer, pero han pasado muchas cosas desde entonces.

Nuestra Conferencia Ministerial tuvo que ser aplazada debido a la aparición de la nueva variante ómicron del coronavirus. Fue una decisión muy difícil que tomaron nuestros Miembros tan solo un día antes de la llegada prevista de los Ministros,  pero era la única decisión que se podía tomar en esas circunstancias.

Pese a la frustración del momento, los Miembros estaban decididos a mantener el impulso. De hecho, hace tan solo unas semanas, cuatro Miembros importantes alcanzaron una solución de avenencia significativa con respecto a los derechos de propiedad intelectual en relación con las vacunas contra la COVID-19; volveré sobre esto en breve.

El 23 de febrero, los Miembros de la OMC acordaron volver a convocar la CM12 durante la semana del 13 de junio de 2022.

Como saben, al día siguiente, el 24 de febrero, estalló una trágica guerra en Ucrania, que está acabando con tantas vidas y que está infligiendo una destrucción económica y un sufrimiento humano inconmensurables. Esta guerra ha tenido un impacto considerable en el sistema mundial de comercio y en la OMC. 

Huelga decir que la carga más pesada de esta guerra recaerá sobre Ucrania. Ucrania estima que sus pérdidas económicas a largo plazo ascenderán a 1 billón de dólares. Según las previsiones iniciales del FMI, este año el PIB de Ucrania debía crecer un 3,5%. Según nuestras estimaciones, esa cifra podría reducirse hasta en una cuarta parte.

No obstante, las graves consecuencias económicas de la guerra repercutirán mucho más allá de las fronteras ucranianas. Nos enfrentamos a una crisis alimentaria mundial.  Ucrania y Rusia apenas representan conjuntamente el 2% del PIB mundial, y solo el 2,5% de las exportaciones de mercancías, pero son proveedores esenciales de alimentos, energía, abonos y determinados metales. Como resultado de ello, las perturbaciones económicas causadas por la guerra, como el aumento de los precios de los alimentos y la energía, trastocarán las vidas de personas de todo el mundo.

Entre los que corren más peligro hay docenas de países pobres y decenas de millones de personas de África, Asia y Oriente Medio que compran una gran parte de su trigo, girasoles, maíz y cebada a Ucrania y Rusia. Europa también se verá afectada, ya que los campos de Ucrania, el granero de Europa, corren el riesgo de quedar en barbecho este año. La guerra está perturbando las cadenas de suministro que acaban de empezar a recuperarse de las dificultades provocadas por la pandemia. Debemos evitar un desastre económico. Debemos emplear la cooperación en el comercio para minimizar la crisis de la cadena de suministro, evitar la limitación de las exportaciones y colaborar en la facilitación del comercio.

Ante este sombrío pronóstico, la tentación de replegarse es muy fuerte. No obstante, para reforzar la resiliencia económica necesitaremos más cooperación a nivel mundial, no menos. Por el contrario, la concentración de las fuentes de suministro y de la producción en el territorio nacional crea nuevas vulnerabilidades. Esta es la lección que deberíamos haber aprendido de la pandemia y ahora debemos aplicarla.

También sentimos los efectos del conflicto en la OMC. Los Miembros hacen declaraciones regularmente en nuestras reuniones, algunos Miembros han retirado el trato NMF, y se han introducido sanciones y contrasanciones comerciales. Al mismo tiempo, todos los días vemos que los Miembros se están esforzando por seguir siendo pragmáticos y dejar que la OMC continúe con su labor sustantiva y sus operaciones ordinarias.

Como institución multilateral, debemos dar ejemplo de por qué el multilateralismo es tan necesario, como un instrumento indispensable que nos une para hacer frente a los desafíos mundiales.  De hecho, el comercio forma parte de la solución a los problemas más acuciantes que del patrimonio mundial. 

A tal efecto, nos estamos preparando de manera muy activa para nuestra Conferencia Ministerial en junio. Concebimos la Conferencia como una conferencia ágil y pragmática, que tendrá lugar íntegramente en nuestra sede de Ginebra; una conferencia que, pese a la falta de pompa y ceremonia, demostrará el poder del multilateralismo, dando resultados significativos e importantes.

Pasaré ahora al fondo de las negociaciones. La CM12 se basa en cuatro pilares principales: la respuesta a la pandemia; las subvenciones a la pesca; la agricultura; y la reforma de la OMC.

La respuesta a la pandemia

En primer lugar, en lo que respecta a la respuesta a la pandemia, teniendo en cuenta que aún hay 2.800 millones de personas que no han recibido una sola dosis de la vacuna, el mundo va a incumplir el objetivo de vacunar al 70% de la población mundial contra la COVID-19 para mediados de 2022. Además, el acceso a las vacunas todavía no es equitativo. En países como los Emiratos Árabes Unidos, Portugal, Cuba, Chile y Singapur, más del 90% de la población ha recibido dos dosis de la vacuna. En cambio, solo el 14,4% de la población de los países de ingresos bajos ha recibido al menos una dosis.

La falta de equidad vacunal no es solo moralmente aborrecible, sino también económicamente peligrosa, incluso para los países que ya se creían a salvo de la pandemia. Cuanto más tiempo pase el virus circulando libremente por distintas partes del mundo, más probabilidades hay de que surjan y se propaguen nuevas variantes peligrosas. Resulta muy trillado, pero no deja de ser cierto que nadie estará a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo.

Nuestra labor relacionada con la pandemia gira en torno a dos ejes. En el marco del primero, trabajamos durante muchas semanas difíciles con un pequeño grupo de importantes Ministros (India, Sudáfrica, los Estados Unidos, y la UE) para encontrar una solución de avenencia significativa y aceptable con respecto a la propiedad intelectual y las vacunas contra la COVID-19.  Aún nos queda mucho por hacer mientras trabajamos de manera urgente para consolidar este logro. La OMC toma sus decisiones por consenso, de manera que la solución de avenencia tiene que ser aceptada por todos los Miembros de la OMC para que sea vinculante.

El segundo eje de nuestra labor sobre la pandemia se refiere a los aspectos de la respuesta a la pandemia relacionados con el comercio, como la facilitación del comercio, las restricciones a la exportación y la cooperación en materia de reglamentación. Los Miembros están trabajando en diferentes configuraciones para reducir las diferencias.

Durante la pandemia, muchos Miembros han subrayado la necesidad de que la OMC dé una respuesta a la pandemia equilibrada, significativa e integral, que abarque tanto los aspectos relacionados con el comercio como con la propiedad intelectual. Estamos trabajando mucho para lograr estos resultados, y yo soy optimista. Ustedes, como legisladores, tienen un papel importante que desempeñar a este respecto.

Subvenciones a la pesca

Permítanme pasar ahora a las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca. Desde el punto de vista ambiental, económico y humanitario, es indispensable concluir estas negociaciones. Estamos viendo una brusca y alarmante disminución de las poblaciones mundiales de peces: si cuando empezaron las negociaciones hace más de 20 años un tercio de las poblaciones estaba en riesgo, ahora lo está el 50%.  Las subvenciones que fomentan la pesca ilegal o que dan lugar a la sobrepesca son una de las principales causas de este problema. Por eso es absolutamente imperioso que concluyamos las negociaciones. Como tan acertamente ha señalado el Fondo Mundial para la Naturaleza: “Las palabras vacías de ahora se traducirán en un océano vacío en el futuro”.

En noviembre estuvimos muy cerca de alcanzar un acuerdo, aunque aún persistían desacuerdos sobre algunas cuestiones importantes, como la naturaleza y el alcance de las flexibilidades para los Miembros en desarrollo. En los últimos meses, los Miembros han redoblado sus esfuerzos para concluir estas negociaciones mediante reuniones informales y en pequeños grupos. Nuestro objetivo es salvar todas las diferencias posibles antes de presentar el resultado a los Ministros en la CM12.  El acuerdo está a nuestro alcance. Debemos seguir insistiendo para obtener la voluntad política necesaria para conseguirlo.  En este caso, los legisladores también son fundamentales para alcanzar un acuerdo.

Agricultura

Las negociaciones sobre la agricultura siguen siendo difíciles. Los Miembros continúan los debates sobre la base de un proyecto de texto distribuido en noviembre del año pasado por el Presidente del Comité de Agricultura. Algunos Miembros consideran que el texto es una base realista para las negociaciones futuras y han insistido en la necesidad de evitar cualquier retroceso. Otros Miembros han subrayado lo que perciben como insuficiencias o una falta de equilibrio, y han exigido que el texto sea modificado de manera considerable.

La constitución de existencias públicas y la ayuda interna siguen siendo importantes puntos de fricción. A algunos Miembros les gustaría adoptar una solución permanente a la cuestión de la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria en la CM12. Otros consideran que es necesario proseguir la labor técnica y desearían ver resultados en todas las esferas de negociación.  Tenemos que encontrar una solución que logre un delicado equilibrio entre las dos posturas.

Con respecto a la ayuda interna, los Miembros están de acuerdo en que la asistencia que distorsiona el comercio debe someterse a disciplinas más rigurosas,  pero discrepan en cuanto a la forma exacta de alcanzar este objetivo. 

También se están examinando otros temas, como la transparencia, el acceso a los mercados, las restricciones a la exportación y la competencia de las exportaciones, con el ánimo de alcanzar un resultado general equilibrado en el ámbito de la agricultura.

Reforma de la OMC y solución de diferencias

Pasemos ahora a la importante cuestión de la reforma de la OMC.  Aunque todos los días recordamos la importancia de la OMC para la economía mundial, también somos muy conscientes de que aún hay un margen considerable para mejorar sus tres funciones básicas: negociación, vigilancia y solución de diferencias.

Un elemento fundamental para fortalecer la función de negociación consiste en obtener resultados en las negociaciones multilaterales con respecto a la respuesta a la pandemia y las subvenciones a la pesca, que acabo de mencionar.  No obstante, muchos Miembros también quieren ampliar la cesta de instrumentos para fomentar la elaboración de normas bajo el paraguas de la OMC. Por ejemplo, seguimos viendo una serie de iniciativas plurilaterales entre Miembros de ideas afines que estos tratan de integrar n el sistema de la OMC mediante diversos medios.  

Además, debemos trabajar a través de nuestras instituciones de la OMC para mejorar la transparencia y nuestra función de vigilancia de la evolución del comercio y de las nuevas leyes, políticas y prácticas adoptadas por nuestros Miembros, lo cual es sumamente importante en estos tiempos de turbulencias comerciales.

Es poco probable que se alcancen resultados sustantivos específicos sobre la reforma de la OMC en la CM12, pero los Miembros sí deberían poder mostrar un claro apoyo político para formular recomendaciones en esta esfera de cara a la labor posterior a la CM12.

Esto también incluye la reforma del sistema de solución de diferencias, que sé que tiene una enorme importancia para muchos de ustedes. De hecho, el valor de las normas depende, entre otras cosas, de la eficacia con que se puedan hacer cumplir esas normas. Por eso, para los Miembros de la OMC y sus partes interesadas, es de vital importancia contar con un sistema de solución de diferencias que funcione correctamente, y está muy claro que para que funcione eficazmente, el sistema de solución de diferencias necesita el apoyo y la aceptación de todos los Miembros.

En este momento, el Órgano de Apelación no funciona por falta de quorum.  Las distintas opiniones, en ocasiones opuestas, acerca de cuál debía ser la función del Órgano de Apelación de la OMC, cómo debía operar e incluso si debería existir, explican en gran medida la actual situación de estancamiento. Como resultado de la paralización de esta parte del sistema de solución de diferencias, hay 24 decisiones de grupos especiales que están por concluir y se encuentran en el limbo.  Aunque se siguen planteando asuntos a los grupos especiales y los Miembros están buscando medios alternativos para resolver las diferencias, a largo plazo, la falta de un carácter definitivo — si es así como los Miembros acaban definiendo la situación — no es sostenible.

La CM12 es una oportunidad para que los Miembros reafirmen su compromiso de mantener un sistema vinculante de solución de diferencias y convengan en la necesidad de establecer un plan de acción para después de la CM12.

Iniciativas plurilaterales

Además de las negociaciones multilaterales que acabo de describir, hay un nuevo orden del día muy interesante que se ha incorporado en las iniciativas plurilaterales relacionadas con declaraciones conjuntas.

  • En las conversaciones sobre la reglamentación nacional en el ámbito de los servicios ya se alcanzó un acuerdo el pasado mes de diciembre. Estimamos que gracias a ello los proveedores de servicios ahorrarán 150.000 millones de dólares al año.
  • Las negociaciones sobre el comercio electrónico siguen su curso, y los participantes están tratando de lograr una convergencia sobre la mayoría de las cuestiones para finales de año.
  • Las negociaciones sobre la facilitación de las inversiones están avanzando.
  • En diciembre se pusieron en marcha tres iniciativas ambientales, concretamente sobre los plásticos, las subvenciones a los combustibles fósiles, y el clima y la economía circular.
  • También hay en marcha iniciativas para lograr que el comercio sea más inclusivo mediante la integración de más mujeres y más microempresas y pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor regionales y mundiales.

Señoras y señores:

Los acontecimientos del mes pasado nos recuerdan de manera dolorosa la importancia del orden internacional basado en normas y el multilateralismo. Y un componente esencial es una OMC que trabaje y obtenga resultados.
Ahora bien, un orden multilateral basado en normas no aparece por casualidad.
Tenemos que forjarlo; sustentarlo; fortalecerlo; y renovarlo constantemente.
Estoy convencida de que nuestros Miembros son capaces de hacerlo.

Necesitamos su ayuda para hacer que el mundo sea más seguro y más próspero a través del comercio. Les pido que sigan colaborando con sus respectivos Gobiernos y con los legisladores de otros países para ayudarnos a obtener resultados.

Muchas gracias. Aguardo con gran interés el debate.

Compartir

Compartir


Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.