DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANABEL GONZÁLEZ

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La DGA Anabel González destacó que las empresas se enfrentaban en todas partes a una creciente incertidumbre en el comercio mundial a causa de las continuas perturbaciones de las cadenas de suministro, la pandemia de COVID-19, el cambio climático, las tensiones comerciales, la guerra, la amenaza de crisis alimentaria y la inflación galopante. “Pero también es un momento que ofrece oportunidades, y las empresas que sean ágiles, flexibles e imaginativas estarán en condiciones de cosechar los beneficios de un entorno comercial en rápida evolución”, añadió.

Refiriéndose a la creciente importancia de los servicios y los conocimientos en las cadenas de valor mundiales, la DGA González instó a las empresas y a los gobiernos a “trabajar juntos para poner las políticas comerciales a la altura de las realidades de una economía basada en el conocimiento y de un mercado mundial de servicios basado en datos.” Señaló que no hacerlo privaría a los países de un importante motor de crecimiento y desarrollo en el siglo XXI.

La DGA González pidió también a los representantes de las empresas que adoptaran soluciones inocuas para el clima y ayudaran a acelerar la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono para beneficio de todos. “La política comercial puede ser su aliada en la transición verde”, dijo la DGA; y observó que “la reforma de las políticas comerciales para permitir que las empresas con modelos de negocio verdes y circulares amplíen sus actividades es esencial para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París”.

“Asistimos también a una reubicación gradual de las cadenas de suministro que podría abrir la puerta a nuevas oportunidades comerciales y de crecimiento, especialmente para las pequeñas empresas de los países en desarrollo”, dijo la DGA, advirtiendo de que las políticas de desmantelamiento de las cadenas de suministro y retirada del comercio “perjudicarían a todos y no beneficiarían a nadie”.

“Los Gobiernos deben promover la diversificación, pero no la desconexión, y las empresas deben encontrar nuevas formas de competir en un mercado mundial en el que prevalezca no solo la eficiencia, sino también la debida diligencia, la descarbonización y la evolución de las preferencias de los consumidores hacia la entrega rápida de productos personalizados”, añadió la DGA.

La DGA González valoró el resultado de la Duodécima Conferencia Ministerial de la OMC como “un signo esperanzador de que la OMC puede responder a los grandes desafíos de nuestro tiempo.” El histórico conjunto de acuerdos alcanzados por los Ministros era “bueno para la gente, bueno para el planeta y bueno para las empresas”.

Para terminar, dijo que la decisión de los Ministros de iniciar el proceso de reforma de la OMC brindaba una oportunidad de oro a las empresas y otros colectivos interesados de todo el mundo para ayudar a crear un sistema de comercio “eficaz para las empresas, las comunidades y las personas en el mundo de hoy.”

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