En su intervención, el Embajador Castillo señaló que se había reunido con los representantes de 26 delegaciones de Miembros de la OMC los días 18 y 19 de enero a fin de conocer sus opiniones sobre esas tres cuestiones y mantener el impulso para obtener resultados en Ginebra, especialmente en cuestiones de importancia crítica, como la respuesta de la OMC a la pandemia.

La Directora General Okonjo-Iweala dijo que sus consultas revelaban que “parecía estarse trazando una vía común y que era necesario que trabajásemos de manera inteligente, basándonos en los progresos realizados y continuando la labor en Ginebra en todas las esferas en que se requería mayor empeño. Seguidamente, se debía tratar de involucrar a nuestras capitales según fuese necesario y avanzar dondequiera y cuandoquiera que pudiésemos”.

“Todo ello debería ser posible gracias a un proceso dinámico, un proceso que nos permitiese hacer avanzar las negociaciones sobre todas las cuestiones, trabajar en todos los frentes y luego tratar de obtener resultados paso a paso sin esperar un big bang ministerial en presencial”.

En lo que respecta a la convocatoria de la Duodécima Conferencia Ministerial (CM12), que se aplazó debido a la aparición de la variante ómicron del coronavirus días antes del inicio previsto a finales del pasado noviembre, el Presidente del Consejo General dijo que la mayoría de las delegaciones con las que había hablado indicaron que podía ser prematuro fijar una nueva fecha a la luz de la situación actual de pandemia.  Muchas delegaciones señalaron también que solo se debía considerar una nueva fecha cuando se hubieran registrado suficientes progresos en Ginebra en todas las esferas fundamentales sujetas a debate, de modo que solo quedasen muy pocas cuestiones pendientes para que las resolvieran los ministros.

Varias delegaciones subrayaron la importancia de organizar la CM12 de manera presencial, mientras que otras declararon que se podía estudiar un formato virtual para que los ministros adoptaran decisiones, siempre que el trabajo de mayor calado se concluyera por adelantado en Ginebra.

La Directora General Okonjo-Iweala dijo que los Miembros debían concentrarse en lograr progresos sustantivos, en lugar de distraerse con la fijación de la fecha de la CM12. 

“Tenemos que adoptar un enfoque integral pero progresivo”, dijo. “Y, sobre la base de lo que hemos escuchado, realmente espero que en algún momento podamos hacer balance en febrero y decidir cuándo podremos celebrar una conferencia ministerial y estar en condiciones de acordar una fecha... Simplemente digo que nuestra forma de trabajar no debería estar supeditada a eso, sino que deberíamos avanzar”.

Con respecto a las cuestiones sustanciales en el marco del Consejo General, particularmente el documento final de la CM12, el Embajador Castillo dijo que las delegaciones a las que había consultado parecían estar de acuerdo en la importancia de preservar la labor realizada hasta la fecha en relación con el documento final, aunque habían manifestado opiniones diferentes sobre cuándo reanudar los trabajos sobre el texto.

En cuanto a la cuestión específica de la reforma de la OMC, se formularon varias propuestas sobre cómo se podría proceder y se expresaron distintos puntos de vista acerca de si debía crearse un nuevo marco institucional para esas conversaciones o si debían celebrarse en el seno del Consejo General.

En lo tocante a la respuesta de la OMC a la pandemia, el Presidente declaró que todas las delegaciones que se habían manifestado indicaron que esa cuestión seguía siendo una prioridad absoluta para los Miembros y para la Organización en su conjunto. 

El Presidente dijo que tenía previsto celebrar el 27 de enero una reunión específica sobre la respuesta de la OMC a la COVID-19. El debate abarcaría tanto los aspectos de la respuesta a la pandemia relacionados con la política comercial, como la propuesta de exención respecto de determinadas disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC.

El Embajador Castillo explicó que la decisión de convocar la reunión era el resultado de la ronda de conversaciones que había mantenido en las últimas semanas, en la que todas las delegaciones estuvieron de acuerdo en que solo “un resultado holístico, integral y equilibrado” sobre la cuestión sería creíble. Las delegaciones dijeron también que tenían “la voluntad y el deseo de seguir trabajando en ese tema crucial con el objetivo de lograr resultados, y de hacerlo sin demora”, añadió el Presidente.