“La presentación de este informe coincide con la CP27. Espero que de esta Conferencia y de otros foros surja una vía hacia la facilitación del comercio y la inversión que apoye la transición justa hacia una economía con bajas emisiones de carbono”, dijo en el prefacio del informe la Directora General Ngozi Okonjo-Iweala, que participa en la cumbre sobre el clima. “Según el informe, el comercio es una fuerza positiva para el clima y constituye una parte de la solución para lograr una transición con bajas emisiones de carbono, resiliente y justa”, dijo.

La Directora General presentará el informe durante un evento de alto nivel destinado a los dirigentes mundiales el 8 de noviembre, en el marco de la CP27, titulado “Time to Act: Implementing Trade-Related Contributions to the Global Response to Climate Change” (Es hora de actuar: aplicación de las contribuciones a la respuesta mundial al cambio climático relacionadas con el comercio).

El informe transmite cuatro mensajes principales: en primer lugar, el cambio climático es una amenaza importante para el crecimiento y la prosperidad futuros debido a las posibles pérdidas de productividad, la escasez de producción, el daño a la infraestructura de transporte y las perturbaciones en la cadena de suministro. Además, si las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyen significativamente, es probable que las ventajas comparativas de muchos países sufran cambios; la agricultura, el turismo y algunos sectores manufactureros, por ejemplo, son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático.

En segundo lugar, el comercio tiene un efecto multiplicador en lo que respecta a los esfuerzos de adaptación de los países frente a las perturbaciones climáticas, reduciendo los costos de las tecnologías y de las mercancías y los servicios esenciales. A largo plazo, la apertura de los mercados internacionales ayudará a los países a lograr el ajuste económico y la reasignación de recursos necesarios. Esto es especialmente importante para las economías más vulnerables — los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral —.

En tercer lugar, el comercio puede reducir el costo de la mitigación del cambio climático — apoyando la reducción o prevención de las emisiones de gases de efecto invernadero — y acelerar la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y la creación de empleos verdes. Las simulaciones de la OMC presentadas en el informe sugieren que la eliminación de los aranceles y la reducción de las medidas no arancelarias respecto de un subconjunto de bienes ambientales relacionados con la energía podrían aumentar las exportaciones un 5% de aquí a 2030, lo que daría lugar a un aumento de la eficiencia energética y del uso de las energías renovables, reduciendo así las emisiones mundiales un 0,6%.

Por último, el informe hace hincapié en que la cooperación internacional en cuanto a los aspectos de la política climática relacionados con el comercio es fundamental para que las medidas climáticas sean más eficaces y la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono más justa, minimizando las fricciones comerciales y la incertidumbre de los inversores. El informe muestra que, sin una cooperación mundial en materia de políticas climáticas ambiciosas, el mundo no logrará el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura mundial a mucho menos de 2 grados centígrados.

El informe puede descargarse aquí. Se pueden obtener ejemplares impresos en la Librería en línea de la OMC.

El resumen del informe puede consultarse aquí.