MEDIDAS SANITARIAS Y FITOSANITARIAS

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Los representantes de organismos de reglamentación y los profesionales del ámbito de las MSF expusieron ejemplos de buenas prácticas de reglamentación, como la transparencia, las consultas, los ejercicios de balance y los programas de reglamentación orientados hacia el futuro, que se estaban aplicando en toda Asia para modernizar y mejorar las reglamentaciones MSF.

“Las buenas prácticas de reglamentación fomentan la buena gobernanza y pueden hacer que aumente la confianza del público, así como la de los inversores y los interlocutores comerciales, a largo plazo,” dijo el Director General Adjunto de la OMC Jean-Marie Paugam, refiriéndose a la Guía sobre buenas prácticas de reglamentación del STDF, como recurso práctico para los organismos de reglamentación MSF.

Todos los países adoptan MSF para asegurar la inocuidad de los alimentos e impedir la propagación de plagas y enfermedades entre animales y plantas. Las buenas prácticas de reglamentación contribuyen a mejorar la calidad y la eficacia de las MSF, de manera que se puedan alcanzar con ellas los resultados previstos de las políticas.

Entre las ventajas de recurrir a buenas prácticas de reglamentación, los participantes mencionaron un mejor cumplimiento por los exportadores del Acuerdo MSF de la OMC y una mayor armonización con las normas internacionales (del Codex Alimentarius, de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria y de la Organización Mundial de Sanidad Animal), así como una reducción de la carga normativa y un aumento de la confianza en los procesos de reglamentación MSF. 

El resultado es la facilitación de un comercio seguro en todo el mundo, en particular para los agentes de los países en desarrollo y los países menos adelantados, que tienen más dificultades para cumplir las normas de calidad y de inocuidad de los alimentos. El cumplimiento de las normas internacionales es, sin embargo, necesario para acceder a mercados de calidad.

“Este proceso es continuo”, dijo Marlynne Hopper, Vicesecretaria del STDF. “Se trata de planificar, aplicar y examinar MSF, y de modificarlas o actualizarlas según sea necesario, para lograr alcanzar con ellas aquello para lo que estaban concebidas.”

Según Mary Grace Mandigma, Directora Adjunta de la Oficina de Normas de Productos Agropecuarios y de la Pesca de Filipinas, la transparencia en los procesos de reglamentación y las consultas sobre los proyectos de reglamentos son clave para crear un sentido de pertenencia y asegurar el cumplimiento los mismos.

Actualmente, la Oficina se está beneficiando de una donación para la preparación de proyectos del STDF con el fin de aplicar buenas prácticas de reglamentación, incluidas evaluaciones del impacto de la reglamentación, con miras a mejorar la reglamentación MSF y la coordinación entre organismos públicos. La Sra. Mandigma también subrayó la necesidad de hacer balance de los reglamentos existentes antes de elaborar nuevos, adoptando un enfoque común a todos los niveles del Gobierno.

En Sri Lanka, los organismos de reglamentación están digitalizando los servicios para simplificar los procesos MSF. Este país de Asia Meridional fue el primero en utilizar a título experimental certificados fitosanitarios electrónicos (ePhytos) en Asia, una iniciativa que según explicó Thushara Wickramaarachchi, punto de contacto oficial del país para la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), que se encarga de gestionar los certificados ePhytos, había permitido no solo reducir los costos y acelerar los plazos de tramitación, sino también reforzar la confianza y la responsabilidad.

Respecto de la aplicación de buenas prácticas de reglamentación para mejorar la calidad y eficacia de las reglamentaciones MSF, Sithar Dorjee, experto del STDF originario de Bhután, recomendó adoptar el enfoque de “Una sola salud”, por el que se da prioridad a la salud de las personas, los animales y los vegetales en múltiples sectores. También subrayó la necesidad de desarrollar el fortalecimiento de las capacidades a nivel regional para fomentar el reconocimiento mutuo y la confianza.

Medidas adaptadas a los objetivos

Aunque los organismos de reglamentación ya están aplicando buenas prácticas de reglamentación, una aplicación más extendida permitiría facilitar aún más el comercio seguro. En el seminario web se señaló que las buenas prácticas de reglamentación no añadían nuevas prescripciones sustantivas para los organismos de reglamentación MSF. Al contrario, se trata de procesos destinados a velar por que las MSF “se adapten a los objetivos” y protejan la salud de las personas, los animales y los vegetales manteniendo las corrientes comerciales. 

Además de promover la eficacia y eficiencia de los sistemas MSF y mitigar los costos, las buenas prácticas reglamentarias también permiten mejorar en general la elaboración de políticas ya que se toman en consideración diversos factores a la hora de elaborar y aplicar MSF.

Sírvanse descargar la Guía de buenas prácticas de reglamentación, publicada por el STDF y sus asociados, para consultar consejos paso a paso sobre la aplicación de esas prácticas, ejemplos de logros repetibles y enlaces a diversos recursos. La Guía está disponible en español, francés e inglés. También se puede consultar una nota informativa de dos páginas en la que se resumen los puntos destacados.

El STDF es una asociación mundial de múltiples interesados que facilita el comercio seguro e inclusivo, establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el Grupo Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), que alberga y gestiona la asociación.

El STDF responde a la evolución de las necesidades, impulsa un comercio inclusivo y contribuye al crecimiento económico, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, en apoyo de los objetivos mundiales de las Naciones Unidas.

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