DIRECTORA GENERAL ADJUNTA ANABEL GONZÁLEZ

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La Directora General Adjunta González señaló que el panorama del comercio mundial estaba experimentando cambios profundos, impulsados en parte por los esfuerzos de las empresas mundiales por recalibrar sus cadenas de suministro para lograr un mejor equilibrio entre la eficiencia y el riesgo en las decisiones sobre inversión y abastecimiento. “Según la mayoría de las encuestas de coyuntura que he visto, la estrategia dominante de los gestores de cadenas de suministro hasta la fecha no ha consistido en relocalizar, sino más bien en aumentar las existencias de insumos y diversificar, lo que está causando un desplazamiento de la producción entre países, especialmente en Asia,” dijo.

La Directora General Adjunta González señaló que “otras fuerzas, sin embargo, están empujando en una dirección diferente y más preocupante” y adujo que las tensiones geopolíticas, la rivalidad entre grandes potencias, las políticas industriales restrictivas del comercio y el tecnonacionalismo podían dar lugar a una menor diversificación del comercio, una mayor concentración de los mercados y unas economías más débiles y vulnerables. “En ese escenario, no habría ganadores, solamente perdedores, y los países pobres serían los más afectados”, afirmó.

Según la Directora General Adjunta González, las subvenciones podían ser un instrumento positivo y potente para alcanzar objetivos legítimos de política pública. “Sin embargo, si no se gestionan bien, el impulso para promover sectores estratégicos por razones de seguridad económica y nacional podría agravar las tensiones comerciales y dar lugar a carreras de subvenciones mutuamente perjudiciales”, dijo, y señaló que “nada menos que el 46% del comercio mundial de mercancías concierne actualmente a productos y rutas comerciales para los que al menos una empresa ha recibido una subvención, frente al 11% en 2009”.

“No podemos eludir la geopolítica, pero tampoco podemos eludir la necesidad de cooperación si queremos tener una oportunidad de afrontar los grandes desafíos de nuestro tiempo, desde el cambio climático a las pandemias mundiales, y desde la inseguridad alimentaria al aumento de las vulnerabilidades relacionadas con la deuda, entre otros”, dijo la Directora General Adjunta González. Desde una perspectiva comercial, “la prioridad debe ser crear garantías que reduzcan al mínimo las posibilidades de que las crecientes tensiones comerciales desborden la cooperación comercial y el sistema de comercio basado en normas”.

La Directora General Adjunta González dijo que "la Duodécima Conferencia Ministerial de la OMC celebrada el año pasado ha demostrado que es posible una cooperación comercial eficaz y significativa a pesar de la competencia en materia de geopolítica, tecnología y seguridad".

“El pragmatismo y la flexibilidad mostrados por los 164 Miembros de la OMC contribuyeron en gran medida a lograr resultados multilaterales sobre cuestiones fundamentales del patrimonio común, particularmente un acuerdo histórico para restringir las subvenciones a la pesca perjudiciales, una decisión de eximir a las compras de ayuda alimentaria de las restricciones a la exportación y un compromiso arduamente conseguido en materia de propiedad intelectual para las vacunas contra la COVID-19”, dijo. “Queda mucho trabajo por hacer, así que remanguémonos y sumemos fuerzas para obtener resultados aún mejores”, concluyó.

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