DIRECTOR GENERAL ADJUNTO JEAN-MARIE PAUGAM

Su discurso completo figura infra.

Más información

  

Buenos días a todo el mundo
Bienvenidos a la OMC

Quisiera dar las gracias a Gambia y Francia por su invitación a participar en este debate organizado por “Sustainability Rounds”.  Me complace intervenir junto a mi colega y amigo, el Director General Adjunto Zhang. El DGA Zhang se ocupa de las cuestiones relacionadas con el desarrollo y yo de las del medio ambiente: ¡y juntos trabajamos por el desarrollo sostenible! Y lo hacemos con gran convicción.

Quisiera formular tres observaciones simples sobre cómo nos ocupamos del medio ambiente y de la cuestión de los plásticos en la OMC.

La primera observación es que somos plenamente conscientes de que la cuestión de la sostenibilidad ambiental está remodelando toda la economía. Todo lo relacionado con la concepción, la producción y el intercambio de bienes y servicios se va a transformar para ser sostenible desde el punto de vista ambiental. Nuestra Directora General, la Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, lo dice frecuentemente: “el futuro del comercio es verde”.

Esta ecologización tiene dos motores. Uno es el mercado: la demanda en general se orienta hacia productos duraderos. Un ejemplo es el auge del automóvil eléctrico. Y el otro motor es político: los ciudadanos piden a sus Gobiernos políticas y reglamentaciones ambientales: políticas denominadas de “net-zero” (cero neto en emisiones), descarbonación, lucha contra la deforestación, preservación de la biodiversidad, circularidad, etc. Este fenómeno está muy avanzado en las economías desarrolladas, pero afecta a todos los países: la India y China tienen, por ejemplo, prescripciones ambientales muy altas. Esta transformación afecta al núcleo de los modelos de negocios de las empresas.

Mi segunda observación se refiere al papel de la Organización Mundial del Comercio: ¿Qué se debe hacer? ¿Qué se puede hacer en relación con esta transformación? Históricamente, la OMC no se ocupa de cuestiones ambientales. En nuestros acuerdos se reconoce el medio ambiente, pero esencialmente como una excepción, legítima, a la regla normal del comercio, que es el principio de no discriminación. Ahora bien, hoy en día la transformación ambiental afecta cada vez más al comercio internacional.

— Por una parte, la proliferación de nuevas normas ambientales públicas y privadas da lugar a nuevos tipos de obstáculos al comercio, aumenta los costos de las transacciones — por ejemplo, los relacionados con la auditoria ecológica de los productos y con la certificación — y afecta al funcionamiento de las cadenas de valor. Sin cooperación internacional para examinar estas cuestiones, habrá consecuencias negativas para el comercio, el desarrollo y el medio ambiente.

— Por otra parte, el comercio internacional es una fuerza formidable que puede acelerar el logro de los objetivos ambientales. Cuando se inventa una tecnología verde en un país, por ejemplo, una alternativa al plástico o una tecnología de reciclado, el comercio permite que circule muy rápidamente hacia otros países. Y eso es lo que deben fomentar las políticas comerciales.

He mencionado el plástico, que nos une a todos. Esta será mi última observación. La cuestión de la lucha contra la contaminación producida por los plásticos es un buen ejemplo de todo lo que acabo de decir. La contaminación producida por los plásticos constituye un problema global, tanto en tierra como en el mar. Los países reaccionan individualmente con políticas para hacer frente a esa contaminación: prohíben las importaciones de desechos, regulan los productos y subvencionan el reciclado. Estas políticas son legítimas, pero sin cooperación internacional pueden causar problemas y ser ineficaces.

Pondré un único ejemplo: la eliminación de las bolsas de plástico de un solo uso. Existen decenas de formas diferentes para definir lo que es una bolsa de plástico de un solo uso: por ejemplo, en función del espesor de la bolsa. Si se lograse armonizar esas definiciones en el plano internacional, se crearía un mercado mucho más importante para las alternativas. Se podrían reducir los derechos de aduana aplicables a las alternativas al plástico.

Esta labor sobre el comercio y la lucha contra la contaminación producida por los plásticos se inició en la OMC hace cuatro o cinco años. Fue propuesta inicialmente por mi colega, el Director General Adjunto Zhang, que era el Embajador de su país en aquella época, por lo que me permito aplaudir su visión. Nuestros Miembros han realizado un importante trabajo técnico, cuyos primeros resultados se presentaron la semana pasada. Tendrán la oportunidad de debatirlo hoy, ya que el equipo encargado, dirigido por la Sra. Tamiotti y el Sr. Ramos, participará en su debate.

Para terminar, me gustaría dar las gracias a las empresas que participan en este evento. En la OMC los Gobiernos negocian, pero son las empresas las que realizan las inversiones. No habrá transformación ambiental sin esas inversiones. Por consiguiente, nos complace mucho participar en este tipo de intercambios y doy las gracias a las organizadoras, la Sra. Stéphanie Noël y la Sra. Virginia Tassin Campanella, cofundadoras de “Sustainability Rounds”.

Muchas gracias.

Compartir

Compartir


Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.