Gracias, Nicole.
Excelencias,
Señoras y señores:

Me complace estar hoy aquí con ustedes para hablar del empoderamiento económico de las mujeres. El Día Internacional de la Mujer ha pasado, pero podemos seguir celebrando a las mujeres durante todo el mes de marzo, que es el Mes Internacional de la Historia de la Mujer.

Quiero dar las gracias a la División de Adhesiones por los esfuerzos que ha realizado para apoyar la participación de los Estados frágiles y afectados por conflictos en la OMC a través del Programa de Comercio para la Paz, que se centra esta vez en el empoderamiento de las mujeres, en particular de las mujeres empresarias y las empresas dirigidas por mujeres. Estoy convencido de es fundamental incorporar sus voces y sus perspectivas a los debates sobre el comercio y la paz, no solo para sensibilizar sobre los desafíos a los que se enfrentan en términos de igualdad de género, sino también para encontrar soluciones que permitan lograr una paz sostenible a través del comercio en los Estados frágiles y afectados por conflictos.

Si bien en la actualidad las mujeres desempeñan un papel más importante en la política, la economía y el desarrollo, sigue habiendo disparidades de género. Las mujeres representan la mitad de la población mundial, pero solo contribuyen al 37% del PIB mundial⁽¹⁾. Esto no es suficiente Podemos lograr mucho más, porque toda la humanidad — hombres y mujeres, jóvenes y mayores — se beneficiaría del empoderamiento económico de las mujeres.

No hay duda de que el comercio puede contribuir al empoderamiento económico de las mujeres al crear oportunidades de empleo y aumentar sus salarios. El comercio aporta más recursos a los hogares, lo que a su vez tiene un efecto positivo en el aumento de los niveles de vida, incluso para las generaciones futuras. El debate de hoy es muy oportuno, ya que estudiaremos las distintas maneras en que las mujeres pueden participar en el comercio, en particular las comerciantes o empresarias de Estados frágiles y afectados por conflictos, como las que nos acompañan hoy. Por ejemplo, ¿qué tipo de políticas se necesitan para apoyar las oportunidades comerciales de las mujeres? Habida cuenta de las circunstancias sumamente difíciles en las que se encuentran los Estados frágiles y afectados por conflictos, ¿qué más puede hacer la comunidad internacional para apoyar a las mujeres empresarias y las empresas dirigidas por mujeres en esos países?

Espero con mucho interés escuchar en esta mesa redonda el testimonio de las empresarias del Afganistán, de Somalia y de Sudán del Sur. También espero con interés entender los desafíos a los que se enfrentan en la gestión de sus empresas y descubrir las soluciones innovadoras que han encontrado.

La Directora General, Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, dice siempre que la OMC se centra en las personas y en mejorar sus vidas, y ello ha de incluir a las mujeres, en particular las de los Estados frágiles y afectados por conflictos. Considero que es esencial entablar la conversación, pero eso no basta. Hay que pasar de las palabras a los actos. Espero que el Programa de Comercio para la Paz pueda ser una plataforma para debatir e intercambiar ideas sobre medidas concretas que puedan tener repercusiones en los Estados frágiles y afectados por conflictos a través del empoderamiento económico de las mujeres.

Muchas gracias.