“La
Quinta Conferencia Ministerial de la OMC se celebrará en Cancún
dentro de menos de un año, y aún nos queda mucho por hacer hasta
entonces. Todos sabemos que hemos de lograr rápidamente progresos
sustantivos en todas las esferas del Programa de Doha para el
Desarrollo si queremos que la Conferencia sea un éxito. Confío en
que podremos hacerlo y tengo la intención de tomar parte activamente
en esta empresa colectiva.
Esta
Conferencia está prevista como un examen a mitad de período. Esto
significa que para entonces habremos de tener una idea clara de lo que
se puede lograr en el programa de negociaciones. Sólo así podrán
los Ministros estar en condiciones de impartir la orientación
política adicional que se requiere para conseguir completar el
Programa de Trabajo de Doha en el plazo establecido, a saber no más
tarde del 1º de enero de 2005.
Los
informes que han presentado hoy los presidentes de los grupos de
negociación, y los debates que han seguido a esos informes, muestran
claramente que hemos empezado con bastante buen pie, pero aún queda
mucho por hacer y el tiempo pasa rápidamente.
Me
preocupa que algunas delegaciones no hayan aclarado suficientemente su
postura. Esta reunión del CNC marca el inicio de una nueva fase en
las negociaciones -la fase del compromiso sustantivo-. Sólo
acelerando nuestro trabajo, elaborando y debatiendo propuestas
concretas cuando sea necesario podremos hacer progresos reales en
todas las esferas. Nuestra labor no sólo debe estar orientada al
cumplimiento de los distintos plazos clave, sino también a fomentar
un sentido global de las negociaciones.
En
diciembre vencen varios plazos importantes para cuestiones relativas a
la aplicación, el trato especial y diferenciado para los países en
desarrollo y la solución del problema del suministro de productos
farmacéuticos en los países que carecen de capacidades de
fabricación suficientes. Estas cuestiones son de suma importancia
para los países en desarrollo. Es preciso que continuemos progresando
en estas cuestiones para que pasen a ser parte de nuestro proceso de
avance, y no sean un obstáculo a éste.
Quiero
también subrayar la importancia de los plazos establecidos entre
marzo y mayo de 2003. Durante ese período habremos de cumplir plazos
en las negociaciones sobre la agricultura, los servicios, el acceso a
los mercados para los productos no agrícolas y la solución de
diferencias. Somos muchos los que pensamos que lo que sucederá
entonces será determinante para el resto de nuestro proceso. Si no
conseguimos atenernos a esos plazos intermedios, la tarea que nos
espera en Cancún será muy ardua.
Es
importante que respetemos todos estos plazos. Pero un plazo no es un
fin en sí. Los plazos son importantes porque nos permiten evaluar
nuestros progresos. Y todos sabemos que hemos de avanzar
progresivamente en la parte sustantiva de las negociaciones en todas
las esferas del programa de negociaciones, como un todo.
Ustedes
deben esperar del CNC que sea más activo. Conforme a ese principio,
yo seré un activista como Presidente del CNC y trabajaré
estrechamente con los demás presidentes para prestarles mi apoyo y
ayuda cuando considere que puede ser útil. Activamente también,
mantendré consultas con las delegaciones a medida que nos preparamos
para las importantes cuestiones que tendremos ante nosotros en
diciembre.
El
éxito del Programa de Doha para el Desarrollo es esencial para el
futuro de nuestras sociedades. Sólo conseguiremos un mayor grado de
apertura y previsibilidad en las relaciones internacionales si nos
ajustamos todos al mismo conjunto de normas y si aspiramos a objetivos
similares. Esto es precisamente lo que esta Organización puede
ofrecer.
El
Programa de Doha para el Desarrollo se lanzó en un momento en el que
la situación económica mundial se consideraba desfavorable. Desde
entonces no ha mejorado y las perspectivas son inciertas en muchos
sentidos. Por ello es aún más importante que obtengamos resultados
en esta Ronda. Las perspectivas de futuro de mucha, mucha gente,
depende de ello”.