Lo que está ocurriendo en la OMC

NOTICIAS:  COMUNICADOS DE PRENSA 1995

PRESS/30
20 de noviembre de 1995

Con la mundializaci�n de la econom�a aumenta el impacto de las pol�ticas de competencia nacionales en el comercio internacional - dice Renato Ruggiero

“Es urgente analizar los v�nculos entre la pol�tica de competencia y la pol�tica comercial.”

“La mundializaci�n de la econom�a hace que sean cada vez mayores las repercusiones internacionales que tienen las diferencias de las normas de la pol�tica de competencia y el grado en que esas normas se hacen respetar”, dijo Renato Ruggiero, Director General de la OMC, hoy (20 de noviembre) en su Conferencia sobre Defensa de la Competencia, en Roma.
“A medida que las sucesivas Rondas de Negociaciones Comerciales han ido limitando las posibilidades de medidas gubernamentales que limiten o distorsionen las condiciones de la competencia internacional, inevitablemente la atenci�n se centra cada vez m�s en las medidas del sector privado que tienen efectos similares pero no est�n sujetas a normas internacionales”.

“La OMC est� cada vez m�s implicada en las pol�ticas gubernamentales internas que afectan al comercio. En particular, se preocupa no s�lo del trato dado a las mercanc�as originarias de los territorios de sus Miembros sino tambi�n del trato a las compa��as extranjeras que operan en el territorio de sus Miembros. Si la comunidad internacional desea negociar normas que exijan que los pa�ses concedan derechos a las compa��as extranjeras, es casi inevitable que se plantee tambi�n la cuesti�n de la cooperaci�n internacional para tratar los posibles abusos de esos derechos. De hecho, en el art�culo 9 del Acuerdo de la OMC sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio se establece expl�citamente esta vinculaci�n, al preverse para antes del fin del siglo el examen y la negociaci�n de disposiciones relativas a la pol�tica de inversiones y a la pol�tica de competencia”.

“En realidad, el v�nculo entre el comercio y la pol�tica de competencia est� siendo examinado ya por los gobiernos Miembros de la OMC en las negociaciones sobre telecomunicaciones b�sicas. Un elemento clave de esas negociaciones es la manera de garantizar que los proveedores dominantes no limiten el acceso ni distorsionen las condiciones de la competencia. Estos temas guardan relaci�n con el acceso de los proveedores a las redes f�sicas, e incluyen el costo de ese acceso y la facilitaci�n de la informaci�n necesaria para asegurar la compatibilidad t�cnica; y se refieren tambi�n a las salvaguardias de la competencia en lo que respecta al riesgo de que los proveedores dominantes concedan subvenciones cruzadas y vinculen ese acceso al cumplimiento de otros requisitos. Estas cuestiones son ya objeto de activa negociaci�n. En este contexto, uno de los temas es el de saber si el mejor m�todo para tratar estas cuestiones es mediante normas internacionales sobre requisitos reglamentarios espec�ficos para el sector de las telecomunicaciones o mediante la aplicabilidad de principios jur�dicos de competencia m�s generales que sean aplicables a las posiciones de dominio del mercado”.

El Sr. Ruggiero puso de relieve ejemplos de las posibles repercusiones de la pol�tica de competencia en el comercio, tales como el trato de los c�rteles de exportaci�n, que en general quedan al margen del campo de aplicaci�n de la legislaci�n sobre competencia en la mayor�a de los pa�ses. “Se sugiere a menudo que los pa�ses deben convenir en aplicar plenamente a los c�rteles de exportaci�n su legislaci�n sobre la competencia, para evitar los efectos perjudiciales que tales c�rteles tienen para los intereses comerciales de otras naciones. Otro ejemplo de posible uso de la pol�tica de competencia por motivos de pol�tica industrial es la esfera de las pol�ticas de control de las fusiones de empresas. Desde la perspectiva de la pol�tica comercial, pueden plantearse problemas especialmente cuando el control de las fusiones de empresas se utiliza como instrumento para fortalecer la posici�n competitiva de empresas nacionales o transnacionales en los mercados internacionales, a expensas de los interlocutores comerciales. Finalmente, tambi�n puede tener una dimensi�n de pol�tica industrial la aplicaci�n de la pol�tica de competencia a las iniciativas de investigaci�n y desarrollo en cooperaci�n, en particular cuando esas iniciativas implican �nicamente a empresas nacionales y reciben un trato m�s favorable que las iniciativas en las que participan empresas de propiedad extranjera o controladas desde el extranjero”

El Sr. Ruggiero previno de que, a falta de un proceso de examen general de los v�nculos existentes entre la pol�tica comercial y la pol�tica de competencia, hay peligro de que esas cuestiones se traten caso por caso y de manera pragm�tica y ad hoc, sin que necesariamente formen parte de una visi�n coherente de la manera en que la pol�tica comercial y la pol�tica de competencia deben apoyarse mutuamente.

“Es pues imperiosamente necesario un an�lisis desapasionado, en el plano multilateral, de los v�nculos globales que existen entre la pol�tica de competencia y la pol�tica comercial, especialmente para identificar los problemas que puedan exigir medidas y las opciones que se ofrecen para tales medidas”.

Para concluir, el Sr. Ruggiero dijo que es oportuno y adecuado abordar la pol�tica de competencia en el marco del sistema multilateral. “Pero es igualmente claro que debe hacerse una gran cantidad de trabajo preparatorio, tanto para aclarar las cuestiones como para llegar al consenso necesario para abordar esas pol�ticas en la OMC”.