Lo que está ocurriendo en la OMC
NOTICIAS:  COMUNICADOS DE PRENSA 1999

PRESS/149
17 de noviembre de 1999

La secretaría de la OMC publica el informe anual de 1999

En el Informe Anual de la OMC de 1999, publicado hoy (23 de noviembre), se subraya el hecho de que a raíz de las presiones económicas que comenzaron con la crisis financiera de algunos países de Asia Oriental, el buen tino de los gobiernos y las normas y disciplinas de la OMC ayudaron a que se mantuviesen abiertos los mercados de bienes y servicios.

El comercio hizo una contribución importantísima a la recuperación. Ahora que los gobiernos se preparan para nuevas negociaciones comerciales, esta recuperación es un ejemplo patente de la utilidad de mantener y fortalecer el sistema multilateral de comercio abierto y basado en normas.

Se prevé que en 1999 el aumento en el volumen del comercio sea del orden del 4 por ciento, aproximadamente igual que en 1998. Una vez más este aumento será superior al crecimiento de la producción global. Con un crecimiento superior, el volumen del comercio en el año 2000 podría aumentar en un 6 a 7 por ciento, lo que se aproxima a la tasa media correspondiente al decenio de 1990.

En el capítulo I se indica que la situación económica es más sana ahora que hace un año. En aquel momento, con la crisis económica que había comenzado casi un año antes, en algunos países del Asia Oriental se manifestaba todavía gran inquietud por el riesgo de contagio y de recesión profunda. Ahora la recuperación está bien encaminada; las políticas macroeconómicas ordenadas y la reforma estructural en los países más afectados por la crisis así como la apertura de los mercados desempeñaron plenamente su función al permitir y respaldar la recuperación actual. Ahora se prevé que el crecimiento de la producción mundial será del orden del 3 por ciento en 1999 y que ascenderá hasta un 3,5 por ciento en el 2000; el crecimiento del volumen del comercio se ha estabilizado, tras una caída pronunciada en 1998, y se pronostica un pujante crecimiento en el 2000. En el Informe se advierte que no debemos darnos por satisfechos, particularmente porque grupos de intereses especiales seguirán ejerciendo presión sobre los gobiernos para que tomen medidas proteccionistas. La aplicación de tales medidas no sólo sería contraproducente, sino que además podría socavar un clima económico favorable para la celebración de nuevas negociaciones multilaterales.

En el capítulo II del Informe se pasa revista a la evolución del comercio mundial en 1998 en términos globales, así como en función de los productos y de las zonas geográficas. Se proporcionan datos pormenorizados sobre las corrientes comerciales en 1998 en el volumen de Estadísticas
-El Comercio Internacional, que se publica simultáneamente con el Informe Anual. Figura también infra información adicional más reciente sobre las corrientes comerciales. Tras haber registrado una tasa de crecimiento excepcionalmente elevada, del 10,5 por ciento, en 1997, las exportaciones efectivas de mercancías aumentaron en un 4 por ciento en 1998, una tasa comparable a la tasa media anual de crecimiento del volumen de las exportaciones durante los años comprendidos entre 1990 y 1993. La notable disminución del crecimiento tuvo origen en la crisis financiera de los países del Asia Oriental y en el descenso de los precios de los productos básicos. Las exportaciones efectivas de productos agropecuarios disminuyeron, de hecho, en un 0,5 por ciento y el volumen de las exportaciones de manufacturas y productos mineros, a pesar de haber aumentado, fue considerablemente inferior al registrado en 1997. No obstante, el comercio denotó nuevamente un ritmo de crecimiento superior al de la economía en general, acrecentado una vez más la participación del comercio internacional en la actividad económica mundial.

A través de la evolución de la política comercial, expuesta en el capítulo III del Informe, se subraya que la situación general del entorno comercial mundial es buena. Se observa en el Informe que en 1998 y 1999 no se registraron importantes inversiones de la tendencia de las políticas comerciales, y no hay indicios de retorno a las medidas proteccionistas. Por el contrario, diversos países han adoptado medidas concretas para ampliar la liberalización de sus regímenes económicos y de comercio. En el Informe se subraya que al rechazar con firmeza el proteccionismo, los países más afectados por los acontecimientos en Asia Oriental, así como sus interlocutores comerciales, depositaron gran confianza en el sistema multilateral de comercio. Un rasgo de la evolución reciente es que se ha recurrido poco a nuevas medidas “legales” de protección. A pesar de que la mayoría de los países directamente afectados por la crisis financiera contaban con un margen importante que les permitía aumentar los aranceles aplicados sin infringir sus consolidaciones en el marco de la OMC, por lo general no lo habían hecho. Tampoco se tiene constancia de que haya habido niveles inusitados de actividad por lo que respecta a la mayoría de las medidas disponibles para salvaguardar la rama de producción nacional, a la balanza de pagos, a las salvaguardias de transición para los textiles y el vestido, o a las medidas compensatorias. Parece haber habido, en cambio, cierto aumento en la iniciación de investigaciones antidumping, impulsado por varios casos recientes muy destacados relacionados con el acero, aunque las medidas en vigor han disminuido.

Acontecimientos recientes en relación con los flujos comerciales a nivel internacional

Tanto la producción como el crecimiento del comercio mundiales se redujeron fuertemente en 1998. Todas las regiones y todas las categorías de productos se vieron afectadas por la desaceleración. Las importaciones procedentes de Asia se desplomaron por primera vez en 20 años y la participación de los países en desarrollo en el comercio mundial de mercancías disminuyó por primera vez en un decenio. Cerca de las dos terceras partes de las economías del mundo registraron una disminución en sus ingresos de exportación de mercancías, lo que constituyó el peor resultado del decenio de 1990. El valor del comercio de mercancías se redujo en un 2 por ciento, a 5,27 billones de dólares EE.UU. El valor de los intercambios de servicios comerciales se mantuvo estancado en unos 1,32 billones de dólares EE.UU. en 1998. Además de reflejar la difícil situación económica, la disminución general de los ingresos de exportación se debió en parte al descenso de los precios de los productos básicos. Este descenso permite explicar la menor participación de los países en desarrollo en el comercio mundial. El volumen del comercio aumentó en un 4 por ciento, casi el doble que el crecimiento del PIB mundial.

En 1998, el valor de las exportaciones de todas las categorías de productos primarios registró una disminución, de menos del 5 por ciento en el caso de los productos alimenticios hasta alrededor del 25 por ciento en el de los combustibles. El valor de las exportaciones de materias primas agrícolas y de menas y minerales -que reflejan el descenso en los precios de los productos básicos no elaborados de manera más intensa que los alimentos- registró una disminución de cerca del 10 por ciento. La parte de los combustibles en el comercio mundial disminuyó hasta el 6,5 por ciento, lo que constituyó el nivel más bajo registrado después de la segunda guerra mundial. A medida que iba disminuyendo la parte de los productos primarios en el comercio total, la parte de los productos manufacturados rebasó el 75 por ciento por primera vez.

El comercio de productos manufacturados superó los 4 billones de dólares EE.UU. por primera vez, pero a pesar de ello registró su crecimiento nominal más bajo desde 1993. Los cambios interanuales fueron relativamente uniformes entre los grupos de productos. El comercio de productos de la industria automotriz registró una tasa de crecimiento de cerca del 6 por ciento y fue el único grupo de productos cuyo crecimiento se aceleró en 1998. El comercio del hierro y acero disminuyó ligeramente en valor pero registró un crecimiento en volumen. América del Norte y Europa Occidental registraron aumentos de sus importaciones de productos de hierro y acero, del 12 y el 8 por ciento respectivamente, mientras que las importaciones en Asia disminuyeron en más del 25 por ciento. Esas evoluciones divergentes suscitaron presiones proteccionistas en algunos de los principales países exportadores. El comercio de textiles registró una disminución del 5 por ciento, la más pronunciada entre los productos manufacturados, debido en gran parte a la lentitud del crecimiento del comercio intrarregional de Asia.

El estancamiento de las exportaciones mundiales de servicios comerciales constituyó el peor resultado desde 1980. A medida que los precios de los servicios comerciales fueron estancándose o disminuyendo ligeramente, probablemente la tasa de crecimiento real fue también ligeramente negativa, y por tanto permaneció por debajo de la tasa de crecimiento real del comercio de mercancías.

En 1999 se prevé una moderada consolidación del crecimiento económico mundial. Es probable que el crecimiento de la producción sea de un 3 por ciento mientras que el volumen del comercio de mercancías podría situarse en torno a un 4 por ciento de promedio, igual que en 1998, siempre que la aceleración del crecimiento del comercio mundial observada en el segundo trimestre se mantenga durante la segunda mitad de 1999. Durante la primera mitad de 1999, el valor del comercio mundial de mercancías permaneció inalterado con respecto al nivel del año anterior. El valor en dólares de las importaciones de América Latina, las economías en transición y Europa Occidental registró crecimientos negativos. Las importaciones de Asia experimentaron una marcada recuperación durante los primeros seis meses de 1999 y rebasaron el nivel del año anterior en más de un 5 por ciento durante el segundo trimestre, y en más de un 10 por ciento en el tercer trimestre. Durante el primer semestre de 1999 el crecimiento de las importaciones de mercancías en los Estados Unidos se situó en un nivel cercano al 8 por ciento, valor algo más vigoroso que el correspondiente a 1998.

Las previsiones relativas al crecimiento en 1999 son superiores (alrededor del 3 por ciento) debido en gran medida a los inicios de recuperación en Asia Oriental y a la persistencia de un fuerte crecimiento en los Estados Unidos. Pero el crecimiento durante el año se verá frenado en cierta medida por el crecimiento más bajo que se prevé en Europa Occidental, las economías en transición y América Latina. El crecimiento más lento en Europa Occidental a principios de 1999 y la baja expansión de la producción en América Latina son factores que repercuten en el crecimiento del comercio mundial, que, si se sitúa cerca del 4 por ciento como se prevé, será del mismo orden que en 1998. Sin embargo, la recuperación de las importaciones de Asia podría resultar aún más intensa que la que se vaticinaba, sobre todo si el impulso favorable observado en el primer semestre de 1999 se mantiene. El crecimiento de las importaciones de América del Norte siguió siendo fuerte, y las importaciones de los Estados Unidos registraron un aumento de cerca del 10 por ciento en el primer semestre de 1999. Se prevé que el crecimiento de las importaciones superará al de las exportaciones en América del Norte, Europa Occidental y, quizás, partes de Asia, lo que permitirá que otras regiones, en particular América Latina y las economías en transición, registren un crecimiento más acelerado de las exportaciones netas.

Resulta difícil pronosticar la evolución de la economía mundial en el año 2000, aunque los primeros indicadores hacen pensar que habrá una recuperación continua tanto de la producción como del comercio. El Fondo Monetario Internacional pronostica una aceleración del crecimiento de la producción hasta el 3,5 por ciento en el año 2000, debido en gran medida a un mayor crecimiento en los países en desarrollo. Es probable que el comercio aumente entre el 6 y 7 por ciento, un valor cercano a la tasa media de crecimiento observada en el decenio de 1990. Estos pronósticos dependen mucho de la evolución económica en los Estados Unidos, Europa Occidental y el Japón.

Evolución del comercio por regiones

En lo que respecta al valor de las exportaciones mundiales de mercancías, una característica destacada fue que todas las regiones registraron un crecimiento negativo en 1998, con la notable excepción de Europa Occidental, cuyas exportaciones aumentaron en cerca de un 3 por ciento. La más intensa disminución de las exportaciones de todas las regiones principales se registró en África, con una disminución de más del 15 por ciento, y en Oriente Medio, donde se redujeron en más del 22 por ciento. Esa disminución se debió a que las exportaciones de ambas regiones consisten, en gran medida, en petróleo bruto. En América del Norte y América Latina la disminución fue inferior al 2 por ciento, y en las economías en transición de cerca del 5 por ciento. En cambio, en Europa Central y Oriental el valor de las exportaciones aumentó en más de un 9 por ciento, gracias a los buenos resultados de los productos manufacturados.

En cuanto a las importaciones, las de Asia disminuyeron en casi el 18 por ciento, con una reducción en aproximadamente el mismo porcentaje, de las importaciones japonesas y una disminución de más del 30 por ciento de las importaciones combinadas de Indonesia, la República de Corea, Malasia, Filipinas y Tailandia. El crecimiento de las importaciones de Asia se mantuvo por debajo de la media mundial por tercer año consecutivo. El valor de las importaciones también disminuyó en Oriente Medio y en las economías en transición, pero se recuperó para alcanzar casi un 5 por ciento en Europa Occidental; en América del Norte y América Latina el crecimiento se situó en torno a un 5 por ciento, pero, aun así, fue sustancialmente inferior al del año precedente.

El estancamiento de las exportaciones de servicios comerciales fue evidente en todas las regiones principales, con excepción de Europa Occidental que registró un aumento del crecimiento, que pasó del 2 por ciento en 1997 al 6 por ciento en 1998. Asia fue, entre todas las regiones, la que registró la mayor contracción tanto de las exportaciones (menos 15 por ciento) como de las importaciones (menos 11 por ciento); la contracción mas pronunciada de las exportaciones probablemente refleja su mayor dependencia del comercio intrarregional.

El crecimiento de la demanda de importaciones de América del Norte fue el agente más dinámico de la expansión del comercio mundial en 1998. El vigor mostrado por el comercio norteamericano en 1998, en contraste con el debilitamiento de la economía mundial, tal vez se perciba mejor en los flujos del comercio de mercancías medidos en precios constantes, es decir, en términos de volumen. Mientras que las importaciones de mercancías de América del Norte crecieron a un ritmo superior al doble del comercio mundial (con un 10,5 por ciento), las exportaciones de la región redujeron su ritmo hasta un 3,5 por ciento, es decir, algo menos de la media mundial. Como los precios de importación y de exportación disminuyeron en un 3,5 y un 5 por ciento, respectivamente, el valor de las exportaciones de América del Norte se redujo ligeramente y las importaciones se incrementaron en menos de un 5 por ciento. En las cifras globales correspondientes a América del Norte coexisten evoluciones bastante divergentes de las economías estadounidense y canadiense. La confianza depositada por el Canadá en el vigoroso mercado de los Estados Unidos, la depreciación de su moneda y la debilidad de su demanda interior garantizaron el mantenimiento de un elevado crecimiento de las exportaciones, mientras que las importaciones registraron una disminución. Por el contrario, el vigor de la demanda interna de los Estados Unidos dio lugar a un aumento de las importaciones estadounidenses que rebasaron sobradamente las exportaciones. La función de los Estados Unidos en el sostenimiento de la expansión del comercio mundial ha sido muy importante.

La elevada producción y el crecimiento del comercio que se registraron ininterrumpidamente en América Latina durante todo el decenio de 1990 sufrieron una caída en 1998. El Brasil y otros exportadores de productos primarios se vieron fuertemente afectados por las repercusiones de una demanda más débil en Asia y por el descenso de los precios de los productos básicos. México, que es un exportador importante de productos manufacturados, presentó resultados comerciales llamativamente diferentes en 1998 a los de los demás países de América Latina debido en gran parte al fuerte aumento de sus exportaciones al mercado de los Estados Unidos. Mientras que las importaciones de mercancías de México aumentaron en un 14 por ciento, las de otros países latinoamericanos se estancaron. En cuanto a las exportaciones de mercancías, la diferencia es de la misma magnitud, ya que las exportaciones de México crecieron en un 6,5 por ciento, mientras que las de los demás países de América Latina se redujeron aproximadamente en el mismo porcentaje. Las tasas medias anuales del crecimiento del comercio de mercancías de la región ocultan una fuerte desaceleración en el curso de 1998 y a principios de 1999. Unas ganancias por exportación reducidas, vinculadas con precios más bajos y una demanda más débil en Asia, junto con la reducción de las entradas netas de capital privado, causaron un pronunciado declive de las importaciones en el segundo semestre de 1998, que prosiguió durante la primera parte de 1999.

El crecimiento real de las exportaciones de Europa Occidental fue del 5 por ciento en 1998, debido en gran parte al vigor del comercio intrarregional y de los envíos a América del Norte, y a pesar de la disminución de la demanda en Asia y las economías en transición. El crecimiento de las importaciones de mercancías fue del 7,5 por ciento en términos de volumen en 1998, un valor sólo ligeramente inferior al correspondiente al año anterior. Debido en gran medida a las incidencias en materia de tipo de cambio los valores en dólares de los Estados Unidos, tanto de las importaciones como de las exportaciones, pasaron de tasas de crecimiento negativas en 1997 a un 3 y un 5 por ciento, respectivamente, en 1998. Las exportaciones de productos agrícolas de Europa Occidental disminuyeron ligeramente en 1998, pero se registró un fuerte incremento en las exportaciones de productos de la industria automotriz, que se elevaron en un 10 por ciento. El comercio interregional de Europa Occidental, que representa más de las dos terceras partes del comercio total, se recuperó vigorosamente en términos de dólares de los Estados Unidos; las exportaciones de Europa Occidental a América del Norte, a América Latina y a Europa Central y Oriental crecieron más rápidamente que su comercio interregional. Las exportaciones a Asia y a Rusia registraron reducciones del orden de los 2 dígitos -los envíos a los países inmersos en la crisis de Asia Oriental se redujeron en más de un 25 por ciento- pero las importaciones procedentes de Asia se elevaron en un 8 por ciento, una tasa más alta que la correspondiente al total de las importaciones de Europa Occidental. Debido en gran parte a la disminución de los precios del petróleo y de los productos básicos, las importaciones de Europa Occidental procedentes de África disminuyeron por segundo año consecutivo.

El comercio de mercancías de las economías en transición disminuyó en 1998 en la medida en que la reducción del orden de 2 dígitos de las exportaciones e importaciones de Rusia no quedó compensada por la fuerte expansión tanto de las exportaciones como de las importaciones de mercancías de Europa Central y Oriental. Este último grupo de países registró una aceleración del crecimiento del comercio respecto del año anterior, debido en gran parte a su creciente integración económica con Europa Occidental. La parte destinada a Europa Occidental en las exportaciones de mercancías de Europa Central y Oriental rebasó las dos terceras partes en 1998, mientras que la de Rusia cayó por debajo del 5 por ciento. Otro factor importante es la composición por productos del comercio de mercancías: más del 50 por ciento de las exportaciones de mercancías de Rusia consiste en productos primarios, mientras que más del 80 por ciento de las exportaciones de Europa Central y Oriental se compone de productos manufacturados.

El crecimiento económico de África superó el 3 por ciento en 1998, un nivel básicamente idéntico al del año anterior, ya que las pronunciadas bajas de las exportaciones quedaron compensadas por los buenos resultados en el sector de la agricultura. La débil demanda en los mercados mundiales de productos básicos, provocada en parte por la contracción de las importaciones asiáticas, junto con la fuerte baja de los precios del petróleo y otros productos básicos primarios, afectaron gravemente a los ingresos de exportación de los numerosos exportadores de materias primas de la región; el valor de las exportaciones de Sudáfrica disminuyó casi en el 9 por ciento y el de las exportaciones de combustibles de los principales países exportadores en un 31 por ciento. Los combustibles, los metales y los productos agrícolas siguen representando más de las dos terceras partes de las exportaciones de mercancías de África. Las exportaciones de mercancías de Oriente Medio todavía dependen en gran medida de las exportaciones de combustibles. El marcado descenso de los precios del petróleo fue en gran medida responsable de la disminución en más de una quinta parte de los ingresos derivados de la exportación de mercancías y del nuevo estancamiento del crecimiento del PIB en Oriente Medio. Los ingresos disminuyeron a pesar del aumento de la producción de petróleo bruto y del incremento de las exportaciones de petróleo, debido a un intenso aumento de la producción y del comercio del Iraq. La disminución de los ingresos derivados del petróleo hizo que bajaran en cerca de un 5 por ciento las importaciones del Oriente Medio.

La crisis financiera de Asia Oriental dio lugar al estancamiento de la producción económica de Asia en 1998 por primera vez desde la segunda guerra mundial. Aunque China y la India registraron tasas de crecimiento elevadas, tanto el PIB del Japón como el de los cinco países involucrados en la crisis (Indonesia, la República de Corea, Malasia, Filipinas y Tailandia) disminuyeron por primera vez en 25 años. La recesión en el Japón y la crisis financiera contribuyeron a que el valor de las importaciones de mercancías de Asia disminuyera en cerca de un 20 por ciento; las exportaciones de mercancías se redujeron en un 6 por ciento mientras que la intensa contracción del comercio intrarregional asiático -que representa más de la mitad del comercio total- quedó compensada sólo parcialmente por el aumento de los envíos a las Américas y a Europa Occidental. La demanda mundial relativamente débil y la baja de los precios de material de oficina y equipo de telecomunicaciones, que representan una cuarta parte de las exportaciones de Asia, fue otro elemento que contribuyó al declive del valor de las exportaciones de mercancías de Asia. Entre los productos manufacturados, las exportaciones de textiles registraron el más fuerte descenso (en un 11 por ciento), mientras que las exportaciones de prendas de vestir se estancaron.

El FMI estima que el crecimiento del PIB de los 48 países menos adelantados fue del 4,5 por ciento en 1998. Se estima que sus exportaciones de mercancías disminuyeron en cerca de un 10 por ciento en 1998, debido en gran parte al descenso de los precios del petróleo, los metales y el algodón. Las importaciones de los principales países industriales procedentes de los países menos adelantados disminuyeron ligeramente en 1998. Mientras las importaciones de productos manufacturados siguieron aumentando, las de productos agrícolas y combustibles disminuyeron intensamente. Los productos manufacturados representaron la mitad de las importaciones de mercancías de la Unión Europea, el Japón y los Estados Unidos procedentes de los países menos adelantados, en alza con respecto al 25 por ciento que representaban al comienzo del decenio de 1990. Se estima que las exportaciones de los países industriales a los países menos adelantados han sido en 1998 inferiores en un 5 por ciento a las del año anterior.