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Excelencias,
colegas y amigos,
señoras y señores,
 
Es un gran placer para mí estar aquí con ustedes para inaugurar esta Geneva Trade Week 2021, cuyo tema es “Comercio para la paz”.

Quiero dar las gracias a la Geneva Trade Platform por sus esfuerzos de sensibilización con respecto al papel de la política comercial en el empeño de abordar los desafíos mundiales. La labor que ustedes realizan complementa la que nosotros estamos desarrollando esta semana en el Foro Público de la OMC, con lo que incorporamos aún más voces al diálogo sobre la política comercial. Las ideas son importantes, y ustedes se dedican a concebir ideas en el ámbito de la política comercial.

Es un honor compartir esta plataforma con el honorable Dr. José Ramos Horta, ex Presidente de Timor-Leste, Premio Nobel de la Paz y Enviado Especial del g7+.

En la historia del sistema multilateral de comercio, el Comercio y la Paz aparecen totalmente entrelazados, aunque muchos lo hayan olvidado. Marcados aún por la experiencia de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, los arquitectos del orden económico posterior a 1945 se proponían fomentar la integración económica, basándose en la idea de que cuando las mercancías no cruzan las fronteras, las cruzan los ejércitos.

Sin embargo, hoy día, el comercio y la paz no suelen mencionarse juntos.  Cada uno tiene su propia comunidad y su propio bloque.   Pero el comercio, la pobreza y la paz siguen estrechamente vinculados. Según estimaciones del Banco Mundial, en 2030 hasta dos tercios de la población mundial en extrema pobreza vivirá en alguno de los aproximadamente 30 países frágiles y afectados por conflictos. Esos suelen ser los países menos integrados en el comercio mundial. Por eso tiene especial trascendencia que el Instituto Universitario, que acoge la Trade Platform y la Peacebuilding Platform, haya empezado a derribar los muros que separan a esas dos comunidades. Para utilizar el comercio con el fin de crear oportunidades económicas en los países frágiles y afectados por conflictos, tendremos que pensar desde una perspectiva multidisciplinaria y adoptar enfoques inclusivos.

Incluso en estos tiempos difíciles marcados por la pandemia y los desastres naturales resultantes del cambio climático, el comercio, por el hecho de mejorar el acceso a los alimentos y a suministros médicos muy necesarios, puede ayudar a aumentar la resiliencia, en particular en los países frágiles y afectados por conflictos, lo que a su vez contribuye a consolidar la paz.

El objetivo fundamental de la cooperación multilateral — artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas — es mantener la paz y la seguridad internacionales. En la OMC, insistimos en que el comercio no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un fin. El comercio puede apoyar el crecimiento, la reducción de la pobreza y la inclusión socioeconómica. Los economistas Paul Collier y Anke Hoeffler han documentado que, en los países pobres con una trayectoria de conflictos civiles, un mayor crecimiento económico per cápita se asocia a un menor riesgo de reanudación de las hostilidades, y viceversa.

Por tanto, si bien el sistema multilateral de comercio ha contribuido a generar prosperidad, paz y reducción de la pobreza a una escala que sus arquitectos difícilmente habrían podido imaginar, no todos los países disfrutan de estos beneficios.  En diciembre de 2017, un grupo de países menos adelantados frágiles y afectados por conflictos aspirantes a adherirse a la OMC se unieron para formar el Grupo g7+ sobre Adhesiones a la OMC. Encabezado en la actualidad por Liberia y Timor-Leste, el Grupo incluye también a las Comoras, Santo Tomé y Príncipe, Somalia, Sudán del Sur y el Sudán. Estos países consideran que la OMC tiene un papel que desempeñar en el esfuerzo de ayudarlos a utilizar la integración en el comercio como medio para promover la paz y la estabilidad, y pasar así de la fragilidad a la resiliencia.

La División de Adhesiones de la Secretaría de la OMC ha estado trabajando con el Instituto Universitario para ayudar al Grupo g7+ a hacer realidad su visión.  Esta asociación empezó con un estudio titulado “Comercio para la paz: examen de la función de los Miembros de la OMC en la promoción de la paz en el Cuerno de África”, que realizaron tres estudiantes de máster en el marco del proyecto Capstone.  Este estudio planteó preguntas y cuestiones fundamentales sobre el nexo entre el comercio y la paz.  

Una de las contribuciones de este estudio fue el examen, por un lado, de las cláusulas de los acuerdos comerciales relacionadas con la paz y, por otro lado, de las cláusulas comerciales y económicas incluidas en los acuerdos de paz.  Cabe señalar que de 558 acuerdos comerciales registrados en la base de datos de la OMC, solo diez — o aproximadamente uno de cada 50 — contenían cláusulas relacionadas con la paz, principalmente en arreglos comerciales negociados por la Unión Europea.  Por otra parte, 157 de los 828 acuerdos de paz registrados en la base de datos “UN Peacemaker”, casi uno de cada cinco contienen diversos tipos de cláusulas económicas o relacionadas con el comercio.  Las referencias incluyen, entre otras cuestiones, la cooperación económica regional (47), la libre circulación de mercancías (43), la justicia económica (17), las aduanas (11), la buena gobernanza económica (10) y la gestión de los recursos (8).  En el estudio se recomienda llevar a cabo un análisis más exhaustivo, en el que se examine si los conflictos que requirieron en último extremo acuerdos de paz se vieron avivados por los obstáculos al comercio y se formule un “modelo de acuerdo de paz” con cláusulas comerciales concebidas para promover una paz duradera.

También existen sólidos argumentos en favor de estudiar a fondo cuáles son las condiciones sociopolíticas y económicas que permiten que el comercio apoye a la paz, centrándose en cuestiones tan diversas como el cambio climático y la creación de empleo.

Espero que estas ideas sean un buen material para la reflexión sobre posibles esferas de colaboración entre las comunidades del comercio y la paz que se reúnen en el Instituto Universitario.  En último extremo, el objetivo es aunar experiencias y conocimientos que permitan que el comercio propicie la paz y la consolidación de la paz.

No me cabe duda de que, tras sus debates, tendremos una idea más clara de cómo lograr que el comercio esté al servicio de todas las personas en todas partes, en particular en los países frágiles y afectados por conflictos.

Les deseo a todos un provechoso debate.

Muchas gracias.

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