DISCURSOS — DG NGOZI OKONJO-IWEALA

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Excelencias, señoras y señores: Me complace estar hoy aquí con ustedes para hacer balance de la evolución reciente de la política comercial.

Muchas gracias, Embajadora VILLALOBOS (México), por sus observaciones introductorias.

Se ha referido usted a la CM12 y su éxito. Uno de los hilos conductores de las cuestiones abordadas ha sido el papel fundamental de la transparencia — para los mercados de productos alimenticios y sanitarios y en lo que respecta a las subvenciones que tienen un impacto en la pesca —.

La transparencia es fundamental para las personas y las empresas que hacen funcionar la economía mundial. Esa es la razón por la que los Miembros han puesto la transparencia en el centro del sistema multilateral de comercio — y de este ejercicio de vigilancia, que les proporciona a ustedes una plataforma basada en hechos para el análisis y el examen no jurídico por homólogos —.

Todos habrán visto el informe que se distribuyó a los Miembros el 13 de julio. La Embajadora VILLALOBOS ya ha mencionado algunas de las principales conclusiones del informe. Permítanme exponerles brevemente lo que yo he retenido de él y ponerlos al día sobre algunas cuestiones que estamos siguiendo de cerca y que han evolucionado desde el final del período examinado en el informe, que abarca de mediados de octubre del año pasado a mediados de mayo de este año.

En general, el informe indica que los Miembros han recurrido de forma moderada a la utilización de restricciones comerciales. El comercio abarcado por las medidas de facilitación de las importaciones es muy superior al abarcado por las medidas restrictivas de las importaciones. Eso es positivo y demuestra que los Miembros entienden la importancia de mantener abiertos los mercados y permitir que los intercambios comerciales sean fluidos. Al mismo tiempo, es evidente que no debemos subestimar los riesgos generados por la pandemia, que todavía sigue muy presente entre nosotros, ni las perturbaciones más recientes asociadas a la guerra en Ucrania, y tampoco las nuevas enfermedades que están apareciendo, como la viruela de los simios, y que esperemos no se transformen también en pandemias.

La situación mundial de la seguridad alimentaria es un buen ejemplo, y la estamos siguiendo muy de cerca. A los altos precios de los alimentos y los abonos se han sumado las restricciones a la exportación, aunque sabemos por experiencia que esas medidas pueden hacer que las subidas de los precios sean mucho mayores. La vigilancia permanente que lleva a cabo la Secretaría ha permitido constatar que, desde el comienzo de la guerra a finales de febrero, 30 Miembros y observadores han introducido 55 medidas que prohíben o restringen las exportaciones de alimentos, piensos y abonos. Desde entonces, 15 de esas medidas han sido eliminadas gradualmente, lo que está muy bien, pero 25 Miembros y observadores mantienen 40 medidas. Según las estimaciones preliminares de la Secretaría y sobre la base de la información disponible a mediados de mayo, se ha calculado que el valor del comercio abarcado por esas medidas restrictivas de las exportaciones relacionadas con el conflicto asciende a USD 70.000 millones, aproximadamente el doble del valor correspondiente al comercio abarcado por las medidas de facilitación de las importaciones relacionadas con el conflicto.

Naturalmente, esas cifras cambian a diario. Los últimos acontecimientos hacen abrigar la esperanza de que los productos agrícolas que estaban retenidos puedan empezar a llegar a los mercados mundiales. Todos acogemos con satisfacción el acuerdo que abrirá un corredor para los cereales ucranianos. Continuaremos haciendo un seguimiento de la situación con la cooperación de los Miembros en el marco de la preparación del informe de vigilancia del comercio de final de año.  

Por lo que se refiere a la pandemia, el informe muestra que el comercio ha sido fundamental para luchar contra la COVID-19 y que el sistema multilateral de comercio ha desempeñado un papel decisivo al alentar la moderación en el uso de medidas restrictivas del comercio en respuesta a las conmociones relacionadas con la pandemia. De las 436 medidas comerciales y relacionadas con el comercio introducidas en relación con las mercancías desde el comienzo de la pandemia, dos tercios han estado orientadas a facilitar el comercio y un tercio a restringirlo. Las restricciones a la exportación representaban el 82% de todas las medidas restrictivas del comercio relacionadas con la COVID-19, pero casi tres cuartas partes de ellas ya se han eliminado. El valor estimado del comercio abarcado por las medidas de facilitación del comercio relacionadas con la pandemia aún en vigor (unos USD 150.000 millones) es ahora superior en casi un 50% al del comercio abarcado por las medidas restrictivas del comercio (USD 100.000 millones). El número de nuevas medidas relacionadas con la COVID-19 aplicadas a las mercancías y a los servicios ha disminuido considerablemente durante el período examinado, lo cual es claramente positivo. No obstante, y creo que todos lo sabemos muy bien, todavía no hemos salido del atolladero, y en los ámbitos en que los Miembros tienen que dar muestras de moderación, como se reafirmó en la CM12, la Secretaría tiene que seguir desarrollando una labor de vigilancia.

Otro desafío que ha surgido, pese a ser menor el número de restricciones comerciales relacionadas con la pandemia, es lo que está sucediendo en la esfera de las cadenas de suministro mundiales. El comercio abierto y las cadenas de valor mundiales han favorecido siempre el aumento de la competencia y la especialización y una producción a mayor escala. Sin embargo, en los dos últimos años, la pandemia ha revolucionado las cadenas de suministro: el cierre de fábricas y las restricciones de los transportes han limitado la oferta, mientras los consumidores se han alejado de los servicios en favor de bienes duraderos, incluso cuando el estímulo fiscal y monetario impulsaba la demanda agregada.

Todo ello ha contribuido al aumento de la inflación, que ha alcanzado un promedio del 7,1% en los países desarrollados y del 13,8% en los países en desarrollo, lo que refleja la proporción mucho mayor de los alimentos en la cesta de consumo de estos últimos. Déjenme decirles que este tema de la inflación y las diversas perturbaciones con que nos enfrentamos llevaron ayer al FMI a revisar a la baja sus previsiones para la economía mundial. Esas previsiones han pasado de un 3,6% en abril de 2022 a un 3,2% ahora y a un 2,9% el año próximo, y existe el riesgo de que empeoren aún. Así pues, la situación se presenta sumamente difícil para nosotros, y vamos a tener que funcionar en un entorno en que la inflación sigue siendo muy alta. Por lo tanto, habremos de tener en cuenta esto cuando consideremos lo que estamos haciendo nosotros mismos con respecto a las medidas comerciales.

Un tercer reto que merece nuestra atención, aunque de entrada no acapare los titulares como las perturbaciones de la cadena de suministro o la inflación, es el relacionado con el volumen del comercio sujeto a restricciones de importación, que ha venido creciendo de manera constante desde que comenzó el ejercicio de vigilancia del comercio en 2009. A mediados de mayo de 2022, el 9% de las importaciones mundiales seguía siendo objeto de restricciones a la importación aplicadas desde 2009 y aún en vigor. El hecho de que esa cifra no disminuya afecta al buen funcionamiento del comercio mundial, y hemos de comprender mejor qué se puede hacer para reducir el volumen del comercio sujeto a restricciones. Espero realmente que podamos lograrlo.

Esas son cuestiones y hechos que debemos vigilar, en vista de su impacto en la situación general del entorno comercial mundial. Y lo haremos ahora que nos disponemos a recabar la participación de los Miembros en la elaboración del informe de vigilancia del comercio de final de año.

Así pues, en resumen, este informe de la OMC de vigilancia del comercio refleja los múltiples desafíos a los que se enfrenta la economía mundial desde octubre del año pasado y aporta ideas sobre los tipos de cuestiones que podría ser necesario examinar más a fondo a medida que avancemos. Los insto también a que examinen la hoja informativa de cuatro páginas contenida en el informe que la Secretaría ha preparado y publicado en el sitio web y que les permite tener una visión general de las principales conclusiones del informe.

Permítanme referirme a una última cuestión. El ejercicio de vigilancia del comercio, que es el único ejercicio de transparencia transversal y multilateral llevado a cabo en el marco de la OMC, es tan sólido como quieran los Miembros que sea. En otras palabras, su participación es decisiva.  Por eso estamos tan agradecidos de que tantos Miembros hayan participado en este importante trabajo y estén aquí hoy.  Insto a todas las delegaciones a que se animen a ayudarnos a mejorar este ejercicio de transparencia.

Estoy deseando conocer sus impresiones sobre este informe. Lamentablemente, tengo que marcharme para acudir a otra cita — esta sobre la Ayuda para el Comercio —, pero el DGA Adjunto Paugam estará aquí y me informará sobre sus intervenciones y hacia dónde tenemos que ir.

Muchas gracias.

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