DISCURSOS — DG NGOZI OKONJO-IWEALA

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Muchas gracias, Clarisse.

Excelencias, colegas, señoras y señores: Les doy la bienvenida y les expreso mi agradecimiento por asistir a esta sesión sobre la aplicación del Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la OMC, centrada en los desafíos y las oportunidades para los Miembros en desarrollo. Para empezar, me complace anunciar la presentación de nuestra publicación sobre este tema, a la que me referiré en breve. Estoy muy orgullosa de lo que el equipo de subvenciones a la pesca ha sido capaz de hacer y quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerle su labor.

El Acuerdo

Como todos ustedes saben, los Miembros de la OMC, en nuestra Duodécima Conferencia Ministerial, adoptaron un nuevo Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca. Se trata del primer acuerdo multilateral amplio y vinculante sobre la sostenibilidad de los océanos. También es el primer Acuerdo de la OMC en el que la sostenibilidad ambiental ocupa un lugar central. Creo que aquí debo hacer un alto para transmitirles a ustedes el entusiasmo que percibí en Lisboa durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, donde se habló de este Acuerdo. Puedo decirles que, al anunciarse el Acuerdo, todos los presentes en la sala prorrumpieron en aplausos y dirigieron al Embajador Wills una clamorosa ovación. Comento esto solo para que vean que la labor que ustedes han realizado — son los Miembros quienes negociaron y concluyeron este Acuerdo — se reconoce en otras partes.

Este Acuerdo era una necesidad urgente. Según datos de la FAO, en 1970, solo el 10% de las poblaciones mundiales de peces estaban sobreexplotadas. Hoy día, según algunas estimaciones, entre ellas las de la fundación Minderoo de Australia, casi el 50% de las poblaciones evaluadas están sobreexplotadas. Se calcula que los Gobiernos destinan anualmente 22.000 millones de dólares EE.UU. en forma de subvenciones perjudiciales a incentivar la pesca no sostenible. Las pérdidas económicas son enormes: según estimaciones del Banco Mundial, el costo de los incentivos indebidos, sumado a otras deficiencias en la ordenación pesquera, asciende a alrededor de 83.000 millones de EE.UU. al año en pérdidas económicas, sin contar los 22.000 millones de dólares EE.UU. que acabo de mencionar. Si permitimos que se recuperen las poblaciones de peces, esta grave situación podría revertirse, con lo que esas pérdidas se transformarían en beneficios netos y, por consiguiente, en estabilidad económica para millones de personas, sin necesidad de subvenciones.

La utilización de nuestro sistema de normas comerciales multilaterales vinculantes para abordar un problema que afecta al patrimonio común de la humanidad es algo nuevo, que además resulta sumamente prometedor para la OMC, los océanos y el planeta. Pero a la vez resulta muy prometedor para las personas. Para los muchos millones de personas, en su mayoría pobres, que dependen de la pesca para su subsistencia, empleo y nutrición, la sostenibilidad de los océanos representa sostenibilidad económica. Ahí interviene, por supuesto, la Ayuda para el Comercio — a la que, como vengo diciéndole a todo el mundo, tendremos que cambiarle el nombre el año que viene, para pasar a llamarla Inversión para el Comercio, lo que supondrá un nuevo enfoque — , ya que apoya a los desfavorecidos de todo el mundo para que se integren en el sistema mundial de comercio y disfruten de sus beneficios.

Aplicación y asistencia

Alcanzar este Acuerdo era un paso de vital importancia para invertir la situación en que se hallan las poblaciones de peces de todo el mundo, pero lo que de verdad cuenta es su aplicación. Cuando los Miembros pongan en práctica plenamente las nuevas disciplinas y exijan su cumplimiento, se eliminarán las subvenciones a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la pesca de poblaciones sobreexplotadas y la pesca en las zonas no reguladas de alta mar, y se concederá un papel central a la sostenibilidad en el uso futuro de las subvenciones a la pesca.

La aplicación del Acuerdo de modo que pueda aprovecharse plenamente planteará dificultades a todos los Miembros de la OMC, en especial a los países en desarrollo y los PMA Miembros. Entre esas dificultades se incluyen, por ejemplo:

    • la integración de elementos relacionados con la pesca en las políticas de subvenciones,
    • el establecimiento de sistemas internos para garantizar que las prescripciones relacionadas con la pesca del Acuerdo se tomen en consideración de maneras específicas al conceder subvenciones a la pesca, y
    • el cumplimiento de las nuevas prescripciones de notificación, en particular sobre la información relacionada con la pesca, además de la información sobre las subvenciones.

    Para los países en desarrollo y los PMA Miembros, la aplicación requerirá tiempo, esfuerzo y dinero. En atención a esos Miembros, el Acuerdo prevé un período de dos años adicionales para cumplir algunas de las normas en forma de cláusulas de paz para la solución de diferencias. Prevé asimismo apoyo para la aplicación por medio de asistencia técnica y creación de capacidad, en particular a través del establecimiento de un mecanismo de financiación voluntario de la OMC.

    Este Fondo será administrado por la OMC junto con organizaciones asociadas — en particular, la FAO, el Banco Mundial y el FIDA —, a las que estoy agradecida por acceder a colaborar con nosotros en esta labor. Las dos primeras están representadas en la mesa redonda de hoy. La misión del Fondo consistirá en llenar las lagunas en la asistencia actual, y garantizar así que los beneficiarios cuenten con lo necesario para aplicar plenamente el Acuerdo. Gracias a la colaboración con tan distinguidos y experimentados asociados, tendremos a nuestra disposición profundos conocimientos técnicos y prácticos para utilizar el Fondo de la mejor manera posible con el fin de aprovechar la asistencia existente. Los donantes al Fondo de la OMC ya han hecho promesas de contribuciones por valor de aproximadamente la mitad de nuestro objetivo inicial de 10 millones de dólares EE.UU., y estamos trabajando para poner el Fondo en funcionamiento cuanto antes.  

    La sesión de hoy del Examen Global de la Ayuda para el Comercio coincide con el establecimiento del Fondo, con lo que es una ocasión idónea para iniciar una conversación entre las partes interesadas sobre los medios para apoyar la aplicación de las nuevas disciplinas. Eso conlleva hacer balance de la asistencia bilateral y multilateral existente para la pesca sostenible, de la relación de esta con las obligaciones contraídas en el marco del nuevo Acuerdo y de la forma en que el Fondo de la OMC puede ser un catalizador del apoyo a la aplicación.

EL NUEVO INFORME DE LA OMC

El nuevo informe de la OMC titulado ‘Implementing the WTO Agreement on Fisheries Subsidies: Challenges and opportunities for developing and least-developed country members’ (Aplicación del Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la OMC: Desafíos y oportunidades para los países en desarrollo y menos adelantados Miembros) ayuda a establecer el contexto para esta importante conversación. Se han distribuido en esta sala copias físicas del informe, que también puede consultarse en el sitio web de la OMC.

Además de resumir el Acuerdo y lo que significa para los países en desarrollo y los PMA Miembros, el informe presenta datos de la OCDE sobre la actual financiación para el desarrollo dirigida al sector pesquero, en particular a la pesca marina sostenible. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la OCDE, también representada en la mesa redonda de hoy, por toda su ayuda con esta información.

Entre 2010 y 2020, se destinó asistencia por valor de casi 5.000 millones de dólares EE.UU. a la pesca en la economía oceánica, dirigiéndose a la pesca sostenible el 65% de esa cantidad Mediante esta asistencia, los países y organismos donantes apoyaron la formulación y la puesta en aplicación de políticas y prácticas pesqueras sostenibles. Esta medida encaja perfectamente con la orientación hacia la sostenibilidad de las nuevas disciplinas de la OMC en materia de subvenciones a la pesca y lo que se necesita para aplicarlas. Por tanto, esta labor ha de proseguir y ampliarse.

Un dato estadístico destacado del informe, sin embargo, es que la asistencia a la pesca marina sostenible otorgada durante diez años queda empequeñecida por los 22.000 millones de EE.UU. anuales en concepto de subvenciones a la pesca perjudiciales.

La eliminación de esas subvenciones, en principio, liberaría un gran número de recursos que podrían redirigirse a promover y apoyar la ordenación y las prácticas pesqueras sostenibles por todos los Miembros, incluidos los países en desarrollo y los PMA Miembros. Eso es lo que necesitamos para encauzar las poblaciones de peces mundiales hacia la recuperación por un camino sostenible.

Me complace enormemente disponer hoy de esta oportunidad para iniciar nuestra labor concreta en apoyo de la plena aplicación del nuevo Acuerdo.

Observaciones finales

Para concluir, doy las gracias a todos los aquí presentes por su interés en este evento. Tenemos una excelente mesa redonda con representantes de los beneficiarios y los donantes, así como de instituciones multilaterales, entre ellas nuestros asociados en la financiación; nos acompañan también el extraordinario Presidente de las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca, Embajador Santiago Wills, y, por supuesto, la Directora General Adjunta Ellard, que también trabajó arduamente en este Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca. Sé que en el debate se identificarán importantes sinergias y oportunidades para nuestra labor colectiva hacia una pesca sostenible y rentable en todo el mundo. Aunque tengo que marcharme en breve, espero con mucho interés recibir información sobre este debate. Desde la OMC, seguiremos colaborando plenamente con todos ustedes a medida que la aplicación y el correspondiente apoyo avancen. Quiero dar las gracias en especial a los Embajadores que han accedido a participar en la mesa redonda.

Por último, deseo subrayar lo importante que es que el Acuerdo entre en vigor cuanto antes. Dado el grave estado en que se encuentran los océanos, no hay tiempo que perder. Para que entre en vigor, es necesario que dos tercios de los Miembros de la OMC depositen sus instrumentos de aceptación en la Secretaría. El sitio web de la OMC y nuestra nueva publicación contienen información al respecto, y la Secretaría está dispuesta a proporcionar toda la asistencia necesaria. Me alegra que muchos Miembros hayan iniciado ya sus procesos de aceptación, y creo que, con el compromiso de los Miembros, es del todo factible que este Acuerdo entre en vigor en menos de un año. Normalmente, tardamos dos o tres años en poner en vigor los acuerdos; estamos intentando batir ese récord y conseguirlo en menos de un año. Puedo decir que nosotros personalmente estamos impulsándolo con todos los Jefes de Estado y Gobierno en la medida de nuestras posibilidades. Hace poco estuve en África para asistir a la Conferencia de la Unión Africana, y les dije que me complacería que ellos fueran los primeros. Luego fui a mi propio país y les dije que quiero que ellos sean los primeros. Y al Presidente del Gobierno español, cuando vino aquí, le pedí que él fuera el primero. Esperamos con verdadero interés ver quién es el primero. Les ruego a todos, pues, que pidan a sus Gobiernos que pongan todo su empeño en esa labor para que el Acuerdo sea operativo y aplicable.

Así que muchas gracias a todos. Espero que disfruten de un excelente debate. Tengan la amabilidad de distribuir este informe de la manera más amplia posible. Será de una gran ayuda.

Muchas gracias.

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