WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

“Importancia para el desarrollo y el comercio, evolución del contexto y perspectivas futuras” — Ginebra

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Señoras y señores,

Bienvenidos a este Simposio sobre el Acuerdo sobre Contratación Pública (“el ACP”).

Son varias las razones por las que es conveniente celebrar un evento de este tipo en estos momentos. La crisis económica nos ha recordado que los mercados exigen mecanismos de gobernanza adecuados, si queremos que funcionen correctamente.

Aunque evidentemente es necesario evitar una reglamentación innecesaria o excesiva, podría ser que la simple eliminación de los obstáculos al comercio no garantizase, por sí sola, resultados óptimos si no existieran normas que aseguraran procedimientos imparciales, una transparencia suficiente de los mercados y un comportamiento responsable en materia de competencia que fuese sostenible desde el punto de vista del medio ambiente. Ha llegado el momento de reconocer que esas normas son una contrapartida indispensable de la apertura del mercado.

El ACP es el paradigma de un instrumento para la apertura del comercio que también reconoce la necesidad de contar con mecanismos de gobernanza -en este caso, las normas de procedimiento que deben seguir las Partes en el Acuerdo para garantizar prácticas de contratación justas y transparentes y el examen nacional o los mecanismos de impugnación de las licitaciones que el Acuerdo obliga a todas las Partes a establecer-. Esas normas y mecanismos de aplicación de la ley se basan en los principios fundamentales de la OMC, a saber, no discriminación, transparencia y equidad procesal.

Actualmente, el ACP parece estar adquiriendo mayor importancia dentro de la constelación de Acuerdos de la OMC. Lo digo a la luz de lo siguiente: en primer lugar, el aumento gradual del número de Partes en el Acuerdo, y las negociaciones actualmente en curso para la futura adhesión de importantes economías en desarrollo y en transición; en segundo lugar, la importancia que ha adquirido el gasto en infraestructuras públicas en el contexto de la crisis económica, como un elemento de las estrategias de recuperación de muchos países; en tercer lugar, las inquietudes conexas con respecto a la aplicación de políticas de “compre nacional” por algunos países durante el año transcurrido, y la importancia que podrían alcanzar como obstáculo al comercio; y en cuarto lugar, y posiblemente lo más importante, los progresos alcanzados en las reformas de la contratación pública en muchos países que no son parte en el ACP, y que podrían aproximarlos más, con el correr del tiempo, a una situación en la que estarían dispuestos a considerar su adhesión al ACP.

Con respecto a las adhesiones al Acuerdo, me complace saber que Armenia acaba de presentar esta semana una oferta de adhesión revisada, y ha solicitado que se examine con rapidez. Asimismo, la solicitud de la condición de observador de la India en el Comité de Contratación Pública, que tengo entendido se aprobó ayer, es, sin lugar a dudas, de gran importancia para el Comité y el Acuerdo.

Con respecto a las reformas que se han emprendido en numerosas economías en desarrollo y en transición, cabe decir que han sido impulsadas, a su vez, por políticas e iniciativas de instituciones de préstamos multilaterales y regionales, encaminadas a facilitar un mayor uso de los sistemas nacionales de contratación pública como vehículos para la prestación de asistencia para el desarrollo. En ese sentido, veo una importante sinergia entre la labor de esas organizaciones y las metas y las modalidades del ACP.

El Simposio, los días de hoy y mañana, será también una oportunidad de examinar juntos los puntos destacados del texto revisado del ACP, que ha sido provisionalmente convenido, pero cuya entrada en vigor está pendiente hasta que culminen las negociaciones sobre el ámbito de aplicación. Tal vez el acuerdo entre el Canadá y los Estados Unidos, anunciado el viernes pasado, que supondrá la presentación por el Canadá de una enumeración de entidades gubernamentales subcentrales anteriormente no incluidas en sus listas del ACP, a cambio de beneficios recíprocos de los Estados Unidos, ayudará a facilitar el avance en las negociaciones sobre el ámbito de aplicación en términos más generales.

El texto revisado del ACP preserva los principales elementos y principios del ACP de 1994, pero actualiza el texto, lo simplifica de manera importante e introduce una nueva flexibilidad para las Partes que es posible, por ejemplo, gracias a la utilización de medios electrónicos para las contrataciones.

El texto revisado también incluye nuevas medidas transitorias para los países en desarrollo en proceso de adhesión que son de carácter más específico y concreto que las que ofrece el Acuerdo existente. Esto aboga claramente a favor de una rápida entrada en vigor del ACP revisado.

Por otro lado, hay una diversidad de cuestiones interesantes y estimulantes relativas a las políticas nacionales en materia de contratación pública y a la coordinación internacional de esas políticas, que exigirán la atención de las Partes en el ACP y de otros Miembros de la OMC en los próximos años. Figuran entre ellas cuestiones tales como el trato de las políticas ambientales en relación con el ACP. La necesidad de asegurar la sostenibilidad medioambiental es un reto fundamental en todas las esferas de la formulación de políticas en los planos nacional e internacional. En el texto revisado del ACP se esclarece ya el ámbito de aplicación de las especificaciones técnicas para promover la conservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. Tengo entendido que durante el Simposio se examinarán con mayor amplitud no solamente esas disposiciones sino también la cuestión de la contratación pública sostenible, y la mejor forma de promoverla de manera compatible con las normas internacionales.

Otra cuestión que vale la pena examinar es la articulación entre el ACP y las disposiciones relativas a la contratación pública de los acuerdos comerciales regionales. La mayoría de los acuerdos regionales que se han notificado a la OMC en los últimos años contienen por lo menos algunas disposiciones en materia de contratación pública, y una buena parte de ellos, 37 de 138 acuerdos notificados desde el año 2000, según un recuento de carácter provisional, contiene disposiciones pormenorizadas sobre contratación pública.

Un aspecto innovador del texto revisado del ACP es una nueva disposición relativa a los procedimientos de contratación pública y a los medios de evitar conflictos de intereses y prácticas corruptas. Esa disposición será examinada en una de las sesiones de este Simposio, junto con los perjuicios que pueden ocasionar las prácticas de colusión de los proveedores en las licitaciones, y el modo en que éstas se pueden impedir a través de la legislación nacional. Indudablemente se trata de una esfera en la que existen importantes complementariedades entre la apertura del comercio y las políticas nacionales de competencia.

Considerando la gama de cuestiones con las que guarda relación el ACP y el carácter del propio Acuerdo, me parece que se trata del paradigma de una esfera en la que una buena política exige no solamente la eliminación de los obstáculos a una competencia internacional eficiente, sino también la creación de normas e instituciones adecuadas que rijan el comercio y el comportamiento competitivo. El reto que enfrentamos todos nosotros consiste en lograr que esas normas y disposiciones institucionales estén actualizadas y en consonancia con las realidades comerciales, asegurando al mismo tiempo a los ciudadanos una buena gobernanza.

Ciertamente, la OMC no es la única organización que se ocupa de estas cuestiones en el plano internacional. Me complace constatar que Ia CNUDMI, cuya Ley Modelo sobre la Contratación Pública se complementa con el ACP en aspectos importantes, participa en el programa. También aguardamos con interés los comentarios y observaciones de los representantes de otras organizaciones intergubernamentales participantes, como el Banco Mundial, la UNCTAD, el Centro de Comercio Internacional y el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento, y de las diversas organizaciones no gubernamentales que han sido invitadas en calidad de observadoras.

Concluyo así mis observaciones iniciales. Celebro la presencia de tan numerosos participantes en el Simposio y aguardo con interés los informes sobre sus deliberaciones.

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