WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY
“La importancia y disponibilidad de las líneas de financiación de los productos básicos en el sistema mundial de comercio”
Conferencia Mundial sobre la Financiación de los Productos Básicos, Ginebra, miércoles 9 de junio de 2010
Señoras y señores:
Buenos días,
Permítanme empezar dando las gracias a los organizadores de esta
Conferencia por haberme invitado. Me agrada ver que el Sr. Jean-Francois
Lambert preside esta reunión. El Sr. Lambert es un miembro activo del
Grupo de Expertos sobre Financiación del Comercio, que se encarga de
examinar los acontecimientos en esta esfera a escala global, lo que nos
permite enriquecernos con sus fundadas opiniones así como con las de
otros actores prominentes en el universo de la financiación del
comercio.
Para nosotros, en la OMC, esta Conferencia es muy oportuna por dos
motivos: primero, porque estamos finalizando nuestra publicación anual
estelar, el Informe sobre el Comercio Mundial 2010, cuyo tema será
“Comercio de recursos naturales: Desafíos en la gobernanza mundial”. Por
tanto, seguiremos atentamente los debates que aquí se mantengan.
Segundo, la financiación del comercio figurará en el menú de la cumbre
del G-20 que se celebrará en Toronto a final de mes. Será una buena
oportunidad para examinar los progresos logrados en el cumplimiento del
paquete de apoyo a la financiación del comercio que el G-20 preparó el
pasado año en la cumbre de Londres, e intentar centrar más este paquete
en los proveedores de financiación del comercio y en los comerciantes
que más lo necesitan.
La mayoría de ustedes se dedica al comercio financiero con productos
básicos y, en la OMC, nuestros Miembros establecen y aplican las normas
que regulan el comercio mundial, lo que incluye sin duda el comercio de
productos básicos. Por tanto, creo que puedo afirmar que nuestros
objetivos son similares, es decir, posibilitar el comercio, conseguir
que la correa de transmisión entre la demanda y la oferta funcione
correctamente.
En el comercio mundial, los productos básicos son un componente
importante de las exportaciones de los Miembros de la OMC, en particular
de las economías en desarrollo y emergentes.
El comercio de productos obtenidos de recursos naturales representa una
parte importante, y cada vez mayor, del comercio mundial. En 2008, en el
momento culminante de la subida de precios de los productos básicos,
representaba en torno al 24 por ciento del comercio mundial de
mercancías medido en dólares. Por supuesto ese porcentaje incluye el
comercio de petróleo y combustibles, minerales y productos básicos
alimenticios.
Merece también destacarse que hoy se reconoce en los mercados
financieros mundiales que los productos básicos son un activo
importante, que genera aproximadamente el 15 por ciento de los ingresos
fijos de los bancos. Según un trabajo reciente de los analistas de
Citigroup, se espera que los ingresos que los bancos obtienen del
comercio sean entre un 15 y un 20 por ciento inferiores a los de 2009, y
que los productos básicos sean el único sector en el que se prevea un
crecimiento.
Para los países en desarrollo, los productos básicos, entre ellos el
algodón, el cacao, los minerales y otros, representan un componente
importante de sus exportaciones, que llega en algunas economías de
África y el Caribe a niveles del 80 por ciento.
Por consiguiente, la cuestión no es si el comercio de productos básicos
es importante para la recuperación global sino cómo conseguimos que los
productos básicos desempeñen el papel que les corresponde en esta
recuperación. Parte de la respuesta estriba en la disponibilidad de
financiación para el comercio de productos básicos, y en su
accesibilidad, en todas las regiones del mundo, en particular en las más
dependientes de ese comercio. La segunda parte de la respuesta tiene que
ver con las normas multilaterales que regulan el comercio mundial de
productos básicos.
La financiación del comercio es el aceite que engrasa las ruedas del
comercio mundial, y de ahí nuestro activo interés y nuestra
participación en iniciativas mundiales para reducir el impacto de la
crisis financiera mundial en la disponibilidad y el precio de la
financiación del comercio. La realidad es que el 80 por ciento del
comercio mundial se financia con algún tipo de crédito.
Todos ustedes saben que, en plena crisis financiera, la oferta de
financiación del comercio fue muy inferior a la demanda, tanto en
volumen como en valor, en un contexto de escasez de liquidez y
reconsideración del riesgo contractual, alimentando así los temores de
que se profundizara el colapso del comercio y por tanto la recesión. Se
nos ha informado de que ha habido dificultades para sindicar la
financiación de algunas operaciones importantes con productos básicos en
países en desarrollo, en particular en África, por ejemplo, la
prefinanciación de la exportación de la cosecha de cacao de Ghana en
2009.
Sin embargo, desde el segundo semestre de 2009 la situación del mercado
mundial de financiación del comercio ha mejorado. Según los expertos en
este tema, que se reunieron el 18 de mayo de 2010 en la OMC, los
mercados han recuperado la liquidez en la mayoría de las áreas del
comercio. A pesar de este panorama general positivo, la experiencia
varía mucho en función de las regiones, siendo los mercados emergentes
quienes lideran la recuperación. Pero aunque la liquidez haya perdido
protagonismo, el problema sigue siendo el temor al riesgo, en particular
cuando se trata de pequeños actores en mercados pequeños.
Nuestros expertos nos dicen que hay un gran deseo de riesgo y una amplia
liquidez cuando se trata de financiar el comercio de China, la India, el
Brasil y Corea, pero que en el otro extremo del mercado las dificultades
siguen siendo grandes. Tal es el caso, en concreto, del África
Subsahariana, en la que parece haberse perdido alguna capacidad de
financiación. De momento no es posible determinar si se trata de una
situación permanente o temporal. La explicación ofrecida por los bancos
comerciales mundiales es que los gastos que representa obtener
información sobre los riesgos contractuales son altos, a lo que se une
la escasa rentabilidad de las pequeñas empresas de la región, todo lo
cual hace que la financiación del comercio siga siendo poco atractiva,
en particular la financiación de las importaciones.
Dada la dependencia de estos países de los productos básicos, esta
situación sigue suscitando graves preocupaciones: financiar la
exportación de productos básicos, y no la importación, sería una
estrategia miope. La financiación de las importaciones permite también
obtener insumos fundamentales para que las futuras exportaciones, aunque
se basen en los productos básicos, sean competitivas. Si en los planes
de ustedes entra el deseo de considerarse asociados a largo plazo en su
desarrollo, quizá les corresponda seguir facilitando la financiación de
lo esencial de los intercambios comerciales de los países de renta baja
y mantener abiertas las líneas de crédito no solo para las operaciones
más rentables con productos básicos, para las que imagino que la
competencia por ofrecer financiación se endurecerá cuando los precios
empiecen a subir de nuevo.
En lo que respecta a las instituciones con respaldo público, que han
hecho un buen trabajo de apoyo a la financiación del comercio en el
último período, en particular en las regiones que han sufrido las
consecuencias del repliegue de las instituciones financieras
comerciales, debemos evitar la supresión del paquete de apoyo al
comercio del G-20 con excesiva rapidez. Está claro que durante algún
tiempo será necesario seguir prestando apoyo al riesgo crediticio, pero
también que las ayudas oficiales y los fondos de emergencia no se
mantendrán indefinidamente. Les corresponde a ustedes, por eso, aceptar
un riesgo mayor en lugares como África, América Central, Asia Central y
otras zonas en las que el acceso a la financiación del comercio sigue
siendo problemático porque los precios no han vuelto a unos niveles
soportables.
La financiación del comercio de productos básicos es fundamental para
garantizar el fluir de las corrientes comerciales, pero también es
fundamental el entorno en el que este comercio se produce. Por eso,
durante los últimos nueve años, los Miembros de la OMC han trabajado
duro para mejorar las normas que regulan el comercio multilateral y
equilibrar mejor el terreno de juego. Como ustedes saben, el comercio de
productos básicos sufre unas distorsiones que pueden remontarse a la
época colonial y que, como tales, se estructuran en favor de los países
ricos a costa de los países en desarrollo. Sirva de ejemplo el hecho de
que las normas de la OMC muestren todavía un desequilibrio entre la
exigencia de las aplicables a la importación y la laxitud de las
dedicadas a la exportación, o que los aranceles aumenten a medida que
los productos son transformados y adquieren valor añadido, antigua
característica del régimen colonial que finalmente desaparecerá si se
concluye la Ronda de Doha.
Para concluir la Ronda de Doha será necesario abordar no solo los
aranceles sino también las subvenciones y los obstáculos no
arancelarios, reduciéndose así considerablemente las actuales
distorsiones de los mercados mundiales de productos básicos, en
particular aquellos que influyen en los resultados comerciales de los
países en desarrollo, incluidos sectores tales como el algodón o la
pesca, por no citar más que unos pocos.
Corresponde a los países Miembros decidir si la OMC sigue avanzando en
el examen de las normas del comercio de productos básicos más de lo
previsto para las negociaciones aprobadas. Sobre ello ofreceremos a los
Miembros, y a todos ustedes, amplia información sobre esta cuestión a
finales de julio, cuando presentemos en Shanghai nuestro Informe sobre
el Comercio Mundial 2010, que estará dedicado al comercio de recursos
naturales.
De momento, permítanme terminar diciendo que la conclusión a tiempo de
la Ronda de Doha, sumada a las mejores condiciones del mercado de
financiación del comercio, permitirán avanzar mucho en la búsqueda de
una pronta salida de la actual crisis. Como ya podemos ver, de hecho, la
recuperación que actualmente se anuncia es atribuible en gran medida a
los productos básicos. Así pues, en su interés está conseguir que la
recuperación sea sostenida.
Gracias por su atención.
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