WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

LA ADHESIÓN A LA OMC COMO INSTRUMENTO PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD


MÁS INFORMACIÓN:
> Discursos: Pascal Lamy

  

Excelencias,
Señoras y señores,

Es para mí un placer estar hoy aquí con ustedes en esta prestigiosa Universidad de Addis Abeba. Qué mejor lugar para hablar de la competitividad en África — el tema de mi intervención de hoy — que una universidad, un lugar repleto de miles de estudiantes con espíritu competitivo y creativo. Hace unos días se presentó aquí, en Addis Abeba el informe del Foro Económico Mundial sobre la competitividad en África. El informe es una plataforma ideal para seguir reflexionando sobre la relación entre el comercio, el crecimiento y la competitividad y para analizar cómo pueden aprovechar los países el sistema multilateral de comercio, y en especial el proceso de adhesión a la OMC, para ganar competitividad.

Por tanto, centraré mis observaciones de hoy en los siguientes aspectos:

  • en primer lugar, los beneficios que aporta la pertenencia a la OMC en lo que se refiere a la elaboración de las políticas económicas;
  • en segundo lugar, las perspectivas de la competitividad en África; y,
  • por último, la adhesión a la OMC como herramienta para mejorar la competitividad mediante reformas internas.

 

La pertenencia a la OMC

Hace mucho tiempo que se reconoce el papel que puede desempeñar el comercio como motor del crecimiento y el desarrollo. Al crear un entorno empresarial competitivo, la apertura del comercio impulsa la asignación eficiente de los recursos económicos, mejora la producción y la productividad y aumenta los beneficios generales en términos de bienestar. La historia nos lo muestra claramente: cuando hay graves impedimentos al comercio — tanto a nivel internacional como a escala nacional —, el crecimiento económico se ve obstaculizado. De ahí que generalmente sean las economías más abiertas y orientadas a la exportación las que han triunfado en sus esfuerzos en pro del desarrollo, aunque no se trate de una fórmula automática. La política comercial no es independiente del entorno y requiere políticas complementarias.

 

Los gobiernos deciden adherirse a la OMC por diversos motivos

En primer lugar, a nivel general, pertenecer a la OMC da más credibilidad a las políticas de un gobierno e indica claramente a los inversores que el gobierno de un país está resuelto a que su economía sea abierta. En este sentido, la aplicación de las normas de la OMC equivale a aceptar una serie de prácticas óptimas reconocidas internacionalmente. A su vez, esto fomenta la entrada de inversión extranjera y de conocimientos tecnológicos.

En segundo lugar, a nivel específico, las empresas nacionales pueden beneficiarse enormemente del establecimiento de un entorno comercial transparente y previsible, resultado de la conclusión de los procesos de adhesión a la OMC. De hecho, en esencia las normas de la OMC tienen por objeto mejorar el entorno comercial en beneficio de los operadores del sector privado nacionales y extranjeros. Por ejemplo, en el caso de Etiopía y de otros muchos países africanos, los principales beneficios de la pertenencia a la OMC se derivan, entre otras cosas, de la adopción y aplicación de las normas comerciales de la OMC. Además, también en el caso de Etiopía, es probable que los operadores orientados a la exportación salgan directamente beneficiados al garantizárseles un mejor acceso a los mercados de todos los Miembros de la OMC sobre una base NMF, sin la incertidumbre de las preferencias.

Así pues, en muchos aspectos, el proceso de adhesión a la OMC puede considerarse un proceso gradual de inversión en la seguridad jurídica y la competitividad de un país en el futuro.

 

La competitividad en África

África ha capeado la reciente crisis económica mundial mejor que otras partes del mundo. Entre 2001 y 2010, en promedio el PIB de África creció un 5,2 por ciento. El principal factor que ha impulsado el crecimiento de África recientemente ha sido el aumento de los precios de los productos básicos, lo cual no necesariamente se traduce en una mayor productividad. Para mantener el crecimiento, los países africanos tienen que mejorar su competitividad y su productividad y aprovechar mejor el comercio internacional mediante una mayor integración a escala regional y mundial.

Estos son algunos de los desafíos a que se enfrenta África actualmente:

    i) sus exiguos mercados nacionales;

    ii) países sin litoral con infraestructuras deficientes; y

    iii) la composición de las exportaciones y las pautas del comercio tradicionales. A pesar de que en el último decenio los niveles de crecimiento de los países africanos se aceleraron, el crecimiento de sus exportaciones, impulsado en su mayor parte en recursos naturales, va a la zaga del de otras regiones en desarrollo.

El comercio entre países africanos representa en la actualidad el 12,3 por ciento de las exportaciones de la región, lo cual constituye una mejora frente al 9,4 por ciento del año 2000, pero esta cifra sigue siendo baja en comparación con los niveles internacionales.

Sigue habiendo aspectos positivos y negativos, y es evidente que hay margen para lograr una integración regional mayor y más competitiva. Un mejor suministro y una mejor logística regionales facilitan la expansión del comercio, la diversificación de las exportaciones y la posibilidad de atraer inversión extranjera directa, lo cual contribuye a la competitividad al mejorar los conocimientos en materia de gestión y la capacidad tecnológica. La integración global hace que un país esté más conectado con los mercados internacionales y que la demanda se amplíe más allá de las fronteras nacionales y más allá de la región. A su vez, la economía globalizada ofrece a las empresas acceso a nuevas tecnologías, conocimientos y recursos financieros.

África está ganando competitividad gracias a la introducción de políticas fiscales más sostenibles, la reducción de la deuda y los bajos niveles de deuda. Los gobiernos están retirándose de las actividades del sector privado para abrir algunos sectores que hasta ahora estaban dominados por el sector público, como sería el caso de las telecomunicaciones. Hay mejoras en la eficiencia del mercado laboral. A modo de ejemplo concreto, los recientes éxitos de Rwanda se pueden atribuir a bazas como instituciones que funcionan bien, tecnologías de la información de última generación, bajos niveles de corrupción, una mejor seguridad, mercados de trabajo eficientes y mercados financieros relativamente desarrollados.

A pesar de estas tendencias positivas registradas recientemente, no debemos darnos por satisfechos ya que queda mucho por hacer. La estructura y el entorno económicos generales en que operan las empresas deben mejorar para aumentar al máximo la ventaja que representan el bajo costo de la mano de obra y la disponibilidad de recursos naturales. La logística del comercio, la infraestructura y el entorno empresarial también deben mejorar rápida y constantemente. La legislación y la política que regulan la propiedad de la tierra y la protección de los derechos de propiedad intelectual requieren mejoras urgentes. Estas mejoras contribuirán a una mejor absorción de la tecnología y de los conocimientos de gestión modernos.

Las exportaciones se ven obstaculizadas por los trámites burocráticos, las demoras en aduanas y en los puertos y los elevados costos del tránsito interior.  Es preciso hacer frente a esos obstáculos para que las economías africanas empiecen a ganar competitividad y a crecer de manera sostenible.

El proceso de adhesión a la OMC contribuye a poner en marcha un sólido marco jurídico, normativo y administrativo para el comercio, así como un entorno comercial previsible para atraer inversión extranjera directa. De ahí que las reformas internas necesarias para adherirse a la OMC puedan servir de base y de instrumento para mejorar la competitividad de un país.

 

La adhesión a la OMC y las reformas nacionales

El sistema multilateral de comercio basado en normas lleva más de seis decenios ayudando a los países a modernizar sus economías. Así lo demuestra la ampliación de la familia de la OMC: al principio había 23 Miembros, que ahora han pasado a ser 155. En un momento concreto de su historia, los dirigentes y las partes interesadas de cada país se enfrentan a la necesidad de modernizarlo y abrirlo al exterior. Pero reformar una economía no es nada fácil. A menudo la modernización suscita la oposición de grupos de la "vieja escuela" y entraña una reducción del papel del Estado en la economía, y una mejora de la transparencia y de la identificación con el proceso de decisión a nivel interno.

La pertenencia a la OMC ha demostrado ser un catalizador de las reformas internas en la esfera del comercio. La mayoría de las reformas del régimen de comercio exterior se efectúan introduciendo leyes nuevas o modificando las existentes, con objeto de asegurar la observancia de las normas de la OMC. Esas reformas también incluyen compromisos vinculantes sobre el acceso a los mercados de mercancías y servicios.

Además, la pertenencia a la OMC también es un instrumento esencial para consolidar las reformas. Brinda apoyo a los países que emprenden reformas internas. El cumplimiento de las normas de la OMC impulsa a los gobiernos hacia una mejor gobernanza y una mayor cooperación internacional. Los compromisos vinculantes refuerzan la posición de los partidarios de las reformas y son como un seguro contra la tentación de volver a las viejas formas de actuar, que son poco competitivas.

Un régimen de comercio exterior abierto, transparente y previsible es como la "infraestructura intangible" que garantiza un intercambio de mercancías y servicios sin tropiezos con interlocutores de todo el mundo. Esta infraestructura de apertura, transparencia y previsibilidad del régimen de comercio exterior establece el entorno que necesitan los inversores para tomar sus decisiones empresariales. La entrada de nuevas inversiones genera puestos de trabajo, transfiere tecnología y conocimientos, diversifica la economía y las exportaciones y aumenta el bienestar general.

De los 54 países que tiene África, 41son Miembros de la OMC y nueve1 están en proceso de adhesión a la Organización. De esos nueve, seis son países menos adelantados. La adhesión proporciona a los gobiernos de los países que se adhieren la posibilidad de negociar las condiciones de entrada en la OMC. En términos ideales las negociaciones de adhesión deberían ir acompañadas de estrategias nacionales de reforma y de lucha contra la pobreza. Cada adhesión responde a las necesidades específicas del país en cuestión, no hay un enfoque único que sirva para todos. En las negociaciones de adhesión, el objetivo que comparten los Miembros de la OMC y los gobiernos de los países que solicitan su adhesión es llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes, fortalezca las disciplinas del sistema multilateral de comercio y promueva un crecimiento económico más rápido y sostenible.

Desde 1995, los países que se han incorporado a la OMC en virtud del artículo XII del Acuerdo de Marrakech han crecido con más rapidez.  En general, también han resistido mejor las conmociones externas.

2011 fue un año fructífero para la OMC en lo que a adhesiones se refiere. Cuatro gobiernos completaron con éxito su proceso de adhesión: Samoa, Montenegro, la Federación de Rusia y Vanuatu.

Es importante seguir aprovechando estos resultados positivos. En este sentido, me complace señalar que, en la Octava Conferencia Ministerial, celebrada en diciembre de 2011, los Miembros de la OMC adoptaron por unanimidad la decisión de estudiar la manera de seguir racionalizando y haciendo más operativos los procedimientos de adhesión para los PMA.

Para concluir, permítanme señalar que los Miembros están muy bien predispuestos a que la adhesión de Etiopía concluya rápidamente. Etiopía debe corresponder comprometiéndose firme y permanentemente a concluir sus negociaciones de adhesión. En lo que a las negociaciones se refiere no hay atajos, y es bastante lo que queda por hacer. Etiopía no está sola y cuenta con la amistad y el apoyo de la comunidad internacional, no sólo durante su proceso de adhesión, sino más allá.

Por último, como Director General de la OMC, deseo dar las gracias al Primer Ministro, Sr. Meles Zenawi, por su liderazgo nacional e internacional, en particular por el impulso que ha dado recientemente al proceso de adhesión de Etiopía. Aprovechemos ese impulso para llegar a buen puerto.

Gracias por su atención.

 

Notes :

1. Argelia, las Comoras*, Etiopía*, Guinea Ecuatorial*, Liberia*, Libia, Santo Tomé y Príncipe*, Seychelles y Sudán* (los asteriscos indican que se trata de un PMA). volver al texto

 

Servicio de noticias RSS

> Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.