WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

“El comercio en la actual crisis económica”


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Sr. Ishige, Presidente de JETRO, distinguidos miembros del Instituto de Investigación, señoras y señores

Es para mí un gran placer dirigirles la palabra esta mañana.  Espero que luego podamos celebrar un debate constructivo sobre el tema que nos ocupa.

Vivimos en un mundo que está experimentando una profunda transformación.  Las antiguas teorías e hipótesis en las que se basaba nuestro enfoque del comercio en el siglo XX deben calibrarse mejor teniendo en cuenta las nuevas realidades del comercio en el siglo XXI.  Los institutos de investigación, como el Instituto de Economía, Comercio e Industria (RIETI), son sumamente importantes para dirigir y promover un debate basado en hechos concretos sobre la función que puede desempeñar el comercio en los esfuerzos por restablecer el equilibrio mundial.

La situación económica mundial sigue caracterizada por una profunda turbulencia.  Las tasas de crecimiento siguen dando muestras de falta de vigor y las de desempleo siguen siendo excesivamente elevadas en todo el mundo.  Están surgiendo nuevas amenazas a la seguridad alimentaria y sigue habiendo dudas acerca de cómo encarar con eficacia la cuestión del cambio climático.  Apenas el mes pasado la OMC revisó a la baja las proyecciones del segundo trimestre relativas al aumento del volumen del comercio, del 3,7 por ciento al 2,5 por ciento, o sea, más de lo previsto.

Recientemente ha habido algunas señales positivas en lo que respecta a las medidas para reforzar el euro y estimular el crecimiento en los Estados Unidos.  Pero lo cierto es que la crisis de la deuda soberana en Europa aún no ha amainado, y ello sigue teniendo consecuencias para el ajuste fiscal en las economías periféricas de la zona del euro y en los mercados de los países en desarrollo, en particular los de África, dados los fuertes vínculos que los unen a Europa.  Los datos sobre la producción y el empleo en los Estados Unidos son menos positivos que lo previsto, en tanto que las cifras de la producción industrial en China indican que esa economía seguirá creciendo más lentamente.  Dado que China es el principal exportador mundial, este hecho tiene repercusiones de gran alcance en el entorno económico mundial.

Incluso sobre la base de la información disponible, y de confirmarse una serie de supuestos, la OMC prevé que el crecimiento del comercio repuntará ligeramente a un 4,5 por ciento en 2013, con un aumento de las exportaciones de los países desarrollados y en desarrollo del 3,3 y el 5,7por ciento, respectivamente, y un incremento de las importaciones de un 3,4 y un 6,1 por ciento.  Es evidente que el mundo sigue luchando por superar la crisis.

Todo esto corrobora lo que hemos sabido intuitivamente desde hace algún tiempo.  Seguimos a merced de la crisis, y es posible que transcurran muchos años más antes de que podamos decir sin temor a equivocarnos que ésta es una etapa de recuperación sostenida.  Las realidades del mundo actual también confirman que nunca nuestra interdependencia ha sido mayor.  Como la mítica mariposa que bate sus alas en la costa de África y causa vientos huracanados que atraviesan el Atlántico, las medidas que adopta un país o una región tienen repercusiones, positivas o negativas, en todos los demás países y regiones.

Todo lo que sabemos sobre nuestra creciente interdependencia debe determinar cómo hemos de articular colectivamente las políticas comerciales económicas del futuro.  Nuestra forma de encarar la gobernanza mundial debe estar más sincronizada con las intrincadas redes económicas que caracterizan el comercio y las políticas nacionales en el siglo XXI.  En lugar de centrarnos en nuestros propios intereses, debemos adoptar un enfoque que abarque todo el mundo.

La topografía del mundo está cambiando.  La simple ecuación Norte-Sur ya no se aplica.  La creciente influencia e importancia de las economías emergentes ha alterado el equilibrio de poder;  algunos dirían que el poder se ha desplazado oeste a este, o del oeste al resto del mundo.  El mundo del siglo XXI es realmente multipolar.  Los existencialistas dirían que nos encontramos en una “era de transición”.  Los defensores de las teorías de Ricardo considerarían que este estado de cosas es una progresión natural de las ventajas relativas, en tanto que, según el modelo de Westfalia, ello significaría el desmoronamiento del sistema de naciones Estado.  Yo lo interpreto como una forma contemporánea de multilateralismo en el que las realidades de la interdependencia ponen a prueba los actuales conceptos de soberanía.  Lo veo como una oportunidad:  una oportunidad para que los responsables de la adopción de políticas y los investigadores vuelvan a examinar las fuerzas que impulsan el comercio y el debate político-económico.

Desde hace muchos años, los investigadores y los economistas han destacado el papel Asia como potencia industrial.  No se puede negar la destreza con que los mercados asiáticos enfrentaron la crisis.  La política de asignar importancia primordial al comercio para estimular el crecimiento en circunstancias en que la situación de la economía mundial estaba empeorando tuvo éxito y demostró que la decisión de mantener los mercados abiertos y de dejar fluir las corrientes de bienes y servicios fue acertada.  No obstante, esto no protege a Asia, ni ciertamente al Japón, de las persistentes perturbaciones mundiales.  Las exportaciones del Japón prácticamente no han variado desde mediados de 2010, pero aumentaron un 8,5 por ciento de año en año en el segundo trimestre de 2012;  las importaciones también se han mantenido a un nivel relativamente estable.  En el caso de China, las corrientes comerciales de mercancías han aumentado en volumen de año en año;  sin embargo, el incremento de las exportaciones se redujo al 2,9 por ciento y el de las importaciones, al 2,8 por ciento en el primer trimestre de 2012, antes de repuntar ligeramente en el segundo trimestre.  Los datos provisionales disponibles parecen indicar que los resultados del tercer trimestre posiblemente sean aún más decepcionantes.

Las políticas proteccionistas adoptadas en los mercados de exportación asiáticos son un factor que seguirá repercutiendo en el crecimiento si no se le pone freno en medida suficiente.  En el informe de la UNCTAD, la OMC y la OCDE sobre las medidas proteccionistas adoptadas por las economías del G-20 en las esferas del comercio y la inversión se señala que los gobiernos han seguido introduciendo nuevas medidas de restricción del comercio sin acelerar la eliminación de las tomadas previamente.  Por consiguiente, esas restricciones se han ido acumulando desde octubre de 2008, y se corre el peligro de que socaven, lenta pero inexorablemente, los beneficios de la apertura del comercio.  Según algunos observadores, la tendencia al proteccionismo es comprensible en un entorno en que, como ha señalado la OIT, hay un retraso en la creación de empleos a nivel mundial equivalente a 200 millones de puestos de trabajo, y en que el número de desocupados ha aumentado en 27 millones desde el inicio de la crisis.  Pero la experiencia nos enseña que una medida proteccionista trae aparejadas otras y también sabemos que el proteccionismo no protege el empleo.  En último término, habría un debilitamiento general aún mayor de la demanda en el mundo, lo cual exacerbaría el problema del empleo en todas partes.

En un mundo en que la interdependencia es la norma y ha dejado de ser la excepción y en que el alcance y la magnitud de las cadenas de valor mundiales y regionales están aumentando, la restricción de las corrientes de bienes y servicios es contraproducente y tiene escasa justificación económica a mediano y a largo plazo.

No sólo están evolucionando las corrientes comerciales sino que también está cambiando la naturaleza misma del comercio.  Se está ampliando en el mundo el comercio de tareas y de productos con valor añadido, y la forma en que se producen y comercian los bienes y servicios tiene consecuencias para las políticas que adoptemos a fin de aumentar al máximo la contribución del comercio al crecimiento y al desarrollo.  La OMC ha estado colaborando estrechamente con académicos, institutos de investigación y funcionarios responsables de la adopción de políticas, incluso en el Japón, así como con otras organizaciones, como la OCDE, para proyectar más fielmente la verdadera imagen del comercio en el siglo XXI.  El comercio de productos intermedios representa más de la mitad de las exportaciones mundiales de mercancías y los bienes de exportación tienen un contenido de insumos importados de un 40 por ciento, o sea más del doble que hace 20 años.  Todo esto, sumado a la disminución de los costos del transporte y las comunicaciones y a la mayor fragmentación de la producción en todo el mundo, nos obliga a cambiar nuestra concepción del comercio.

El Japón también ha estado a la vanguardia de esta nueva caracterización del comercio.  Las cadenas de valor mundiales y el comercio de tareas han constituido la base de la industria del automóvil en el Japón desde hace décadas.  Es más, el comercio de tareas ciertamente ha dado lugar el surgimiento de Asia como potencia industrial.  Actualmente, afirmar que un producto ha sido fabricado en el país X o el país Y tiene escasa utilidad y su veracidad es cuestionable.  En el caso de muchos productos, la adición de valor ocurre no solo en uno o dos países sino en varios, por lo que lo correcto sería decir que esos productos han sido “hechos en el mundo”.

Esta sustitución del “comercio de bienes” por el “comercio de tareas” tiene repercusiones concretas en la forma de abordar el comercio y brinda oportunidades importantes para la investigación y el análisis en instituciones como el RIETI.  Para darles un ejemplo, la metodología convencional asignaría el valor comercial total de un producto importado a un único país de origen.  Pero cuando se aplica a la nueva plataforma “Hecho en el mundo”, esa metodología puede dar lugar a una valoración exagerada de las balanzas comerciales bilaterales y a una subvaloración en las etapas en que se añade valor.  Esta incongruencia tiene dos efectos principales:  por un lado, puede conducir a la sobrevaloración del comercio bilateral y exacerbar la hostilidad contra el comercio, y por otro, conducir a la adopción de políticas que no reflejen la rapidez, la dirección y las realidades de la producción y el comercio mundiales.

¿Qué pueden hacer los responsables de la formulación de políticas y ustedes mismos, como investigadores, para hacer frente a algunos de estos desafíos?

Una cuestión que reviste especial interés para los países de todos los niveles de desarrollo y también para las empresas es la facilitación del comercio.  Hay un amplio consenso en el sentido de que la facilitación del comercio tiene importancia primordial para ayudar a los países a intensificar sus actividades comerciales y abaratar su costo, y permitir que los países en desarrollo en particular, ofrezcan condiciones más favorables para la inversión y tengan posibilidades de acceder a las cadenas de valor.  Para las empresas, un régimen de facilitación del comercio y procedimientos internos eficaces son cuestiones no negociables.  El estudio de los vínculos entre la facilitación del comercio, la IED y las cadenas mundiales de valor en la región de Asia y el Pacífico sería una contribución inmediata y concreta que el RIETI podría aportar al diálogo internacional sobre este tema.

El Japón y, de hecho, muchos países de la región han creado el modelo básico para la utilización eficaz de las cadenas de valor.  Es necesario que esos países compartan el saber y la experiencia que han adquirido y acumulado con los países de África, América Latina y el Caribe y de la misma región del Pacífico.  Asia puede ser una de las principales fuentes de conocimientos en este ámbito.  Por lo tanto, insto a las instituciones como la entidad a la que ustedes pertenecen a ampliar este intercambio interregional de conocimientos.

La investigación y la política deben estar armonizadas entre sí.  En muchos casos, una influye en la otra.  A veces las investigaciones se llevan a cabo una vez establecida una política.  Sé que una cuestión que reviste especial interés para ustedes es la forma de promover el interés de las empresas en la política comercial;  en mi opinión, las investigaciones deben preceder las políticas e influir en ellas.  Las investigaciones basadas en datos empíricos sobre las cadenas de valor, las medidas no arancelarias y los sistemas de reglamentación, así como los análisis de las oportunidades y desafíos que entrañan los acuerdos comerciales mundiales y regionales teniendo en cuenta los intereses de las empresas son importantes para asegurar que las investigaciones se renueven y sigan siendo pertinentes.

En el plano multilateral, debemos asegurarnos de que se ponga freno al proteccionismo.  Al nivel de la política mundial, los gobiernos deben seguir prestando al Programa de Doha para el Desarrollo toda la atención que merece.  La conclusión de estas negociaciones sería un importante estímulo para repartir los beneficios de las cadenas de valor mundiales y eliminar al mismo tiempo algunas de las distorsiones que afectan al comercio mundial de productos agrícolas;  también crearía en el sector de la agricultura condiciones propicias para un aumento de las inversiones en las cadenas de valor.  Al margen del PDD, hemos de avanzar gradualmente en cuestiones como la ayuda para el comercio y el Acuerdo sobre Contratación Pública y en las deliberaciones relativas al Acuerdo sobre Tecnología de la Información.  Deseo felicitar al Japón por su contribución a esos procesos.  No obstante, hay muchas otras cuestiones relacionadas con el acceso a los mercados, los servicios y las normas que también requieren la atención y el esfuerzo de todos.

Espero que estas breves palabras hayan contribuido a aclarar algo las ideas acerca del entorno económico mundial en que debemos actuar y también acerca de las oportunidades que tienen los responsables de la formulación de políticas y los investigadores de ampliar y profundizar los conocimientos en este nuevo diálogo sobre el comercio internacional.

Tengo sumo interés en escuchar sus opiniones al respecto.

Muchas gracias.

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