WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

“Concretar el papel del Grupo ACP en las negociaciones comerciales internacionales”


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Secretario General Chambas,

Excelentísimos Señores Ministros de Comercio de los países ACP,

Embajadores,

Señoras y señores:

Celebro esta oportunidad de dirigirme a ustedes esta tarde con ocasión de la sesión inaugural de la Reunión de Ministros de Comercio de los países ACP.  El grupo de Miembros de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) es uno de los más enérgicos e influyentes en la defensa de sus intereses y en las negociaciones en la OMC.  Por su extensión geográfica y por las contribuciones de sus miembros, el Grupo ACP sigue teniendo un papel determinante en el avance de los debates en Ginebra.  Ustedes se han caracterizado siempre por su capacidad de superar sus diferencias y de aglutinarse en torno a prioridades y posiciones estratégicas comunes.

Mi propósito hoy es exponer brevemente algunos elementos del contexto comercial actual y discutir con ustedes la manera en que, a mi juicio, el Grupo ACP puede promover un programa comercial que le resulte favorable.

En primer lugar, las previsiones para la economía mundial siguen siendo poco alentadoras.  Recientemente, la OMC revisó a la baja las proyecciones de crecimiento del volumen del comercio para 2012 al 2,5 por ciento, frente al 3,7 por ciento pronosticado en primavera.  El FMI ha rebajado su previsión de crecimiento mundial para este año al 3,3 por ciento, y la OIT prevé que en 2013 7 millones de personas más pasarán a engrosar las filas de los 200 millones de desempleados.

En segundo lugar, tenemos la crisis de la zona euro, los riesgos que entraña el llamado “precipicio fiscal” de los Estados Unidos y la desaceleración de las economías emergentes.  Lo bueno de todo esto es que los países en desarrollo, como son los países ACP, están ajustando sus prioridades y considerando los mercados no tradicionales y el comercio dentro sus regiones un complemento importante de sus mercados de exportación tradicionales.

En tercer lugar, tenemos la volatilidad de los mercados de alimentos, con una nueva escalada de los precios, los cuales, sin embargo, no han alcanzado el nivel registrado en 2008.

Paso ahora a tratar las negociaciones en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo.  En la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada el pasado mes de diciembre hubo consenso en que no hay perspectivas de concluir el programa completo a corto plazo.  Sin embargo, también hubo consenso en tratar de lograr resultados inmediatos a más corto plazo.

A principios de año vimos un primer resultado inmediato con la adopción de las directrices para simplificar los procesos de adhesión de los países menos adelantados (PMA) a la OMC.

El problema que hoy tienen ustedes ante sí es el siguiente:  ¿cuáles son las cuestiones en las que se pueden lograr resultados a más corto plazo que revisten importancia práctica para el Grupo ACP?  Y a medida que sus economías adquieren nuevas facetas y nuevas dimensiones, también se amplía su radio de acción.  El abanico de cuestiones que reclama su atención es más amplio.

Por consiguiente, un segundo problema que se les plantea hoy es también el de cuáles son las cuestiones económicas a más largo plazo de que debería ocuparse el Grupo ACP.

Centraré mi breve intervención en cinco esferas fundamentales.  Ninguna de ellas es “nueva”.  Todas están ya en el radar de los países ACP.  Pero lo que tal vez exija un nuevo enfoque es su interrelación.  Si algo hemos aprendido de la crisis económica de 2008 y de la lenta recuperación que aún dura, es que estamos interconectados y que las políticas económicas adoptadas en una parte del planeta pueden tener repercusiones en otras.

Comenzaré por la cuestión que reclama su atención de forma más inmediata.  Digo inmediata porque existe la posibilidad de lograr un resultado a corto plazo que se ajusta al programa regional del Grupo ACP.  Me refiero a la facilitación del comercio.  Como bien saben, la facilitación del comercio consiste esencialmente en hacer que el comercio, tanto las importaciones como las exportaciones, sea más fácil y menos costoso.  Consiste en aumentar la productividad de las aduanas, mejorar la recaudación de impuestos en frontera, reducir el alcance de la corrupción y hacerse más atractivo para la inversión extranjera directa.  Basta consultar el informe anual “Doing Business” del Banco Mundial para ver que los países que han ascendido en la lista son los que han invertido en una facilitación del comercio y unos procedimientos en frontera eficaces.  Un acuerdo de la OMC sobre facilitación del comercio aumentaría la transparencia y la previsibilidad del comercio y de la actividad empresarial, y es una excelente póliza de seguros para consolidar las reformas internas que la mayoría de ustedes ya están llevando a cabo con fines nacionales o regionales.

Las cifras son elocuentes:  el costo de la circulación del comercio por todo el mundo representa actualmente en torno al 10 por ciento del valor del comercio.  Un acuerdo de la OMC sobre facilitación del comercio podría reducirlo al 5 por ciento;  de ahí la repercusión económica que tendría simplificar los trámites burocráticos y uniformizar los procedimientos.  Las negociaciones ofrecen a los países en desarrollo, en especial a los PMA y los países en desarrollo sin litoral, una oportunidad importante de modernizar sus estructuras para llevar a cabo los intercambios comerciales.

La novedad de la negociación de la OMC sobre facilitación del comercio es que por primera vez un Acuerdo de la OMC reconoce explícitamente la relación entre la adopción de compromisos en el marco de la OMC y la asistencia técnica necesaria para aplicarlos.  Se trata de un enorme avance respecto de la concepción tradicional de los Acuerdos de la OMC.  Un avance que puede desempeñar una importante función en el futuro.  Por consiguiente, mi consejo como amigo de ustedes es que participen activamente en esta negociación y formulen el nexo entre la asistencia técnica y los compromisos en términos claros e inequívocos.  En diciembre de 2013 celebraremos en Indonesia la Novena Conferencia Ministerial de la OMC.  Como es natural, las autoridades indonesias desean asegurarse de que en la Conferencia que van a organizar se presenten elementos que puedan ser objetos de resultados inmediatos.  Sin embargo, todos sabemos que, dada la complejidad técnica que encierra un acuerdo sobre la facilitación del comercio, tal cosa no se conseguirá en el último minuto.  Lograrlo antes de la pausa estival del año próximo sería, a mi juicio, un objetivo razonable.

La facilitación del comercio, que es un elemento esencial de la integración transfronteriza, me lleva a mi segundo punto, la integración regional.  El Grupo ACP se basa en el reconocimiento de que el crecimiento y el desarrollo exigen una política de economías de escala y una mayor integración de las economías pequeñas.  Hay diversos grados de integración entre las regiones del Grupo ACP, pero creo que todos estaremos de acuerdo en que se necesita un mayor esfuerzo para lograr una verdadera integración de todas las regiones que lo integran.

Por ello, la reciente decisión de la Unión Africana relativa al fomento del comercio intraafricano y la atención que se prestó a este tema en las reuniones de Jefes de Estado y Ministros de Comercio de la Unión Africana son avances positivos en esa dirección, como lo es la especial atención que se prestará a la relación entre la integración regional, la productividad de la agricultura y la seguridad alimentaria en la reunión de Ministros de Comercio y Agricultura de la Unión Africana que se celebrará en Addis Abeba la semana próxima.  Los esfuerzos que se están realizando en el Caribe y el Pacífico para elaborar estrategias regionales de Ayuda para el Comercio centradas en la integración regional también son prueba de la importancia que se da a esta cuestión.  Estamos dispuestos a apoyarles en esos esfuerzos.

Mi tercer punto es la Ayuda para el Comercio.  En 2010, los recursos de la Ayuda para el Comercio alcanzaron su nivel más alto, 45.000 millones de dólares EE.UU., destinados en su mayoría a los PMA y los países de ingreso bajo.  Se ha reafirmado la importancia de mostrar los efectos y los resultados, lo que es especialmente importante en una situación de restricciones presupuestarias.  Prevemos que en el futuro los compromisos se mantendrán sin cambios.  Esto significa utilizar la asistencia para complementar otras formas de financiación, y el Marco Integrado mejorado sigue cumpliendo eficazmente ese papel para los PMA.  La Ayuda para el Comercio es un componente esencial de las políticas comerciales de sus países, ya que les permite crear capacidad y desarrollar sus infraestructuras relacionadas con el comercio.  El próximo mes de julio llevaremos a cabo el cuarto Examen Global de la Ayuda para el Comercio, en el que espero contar con la presencia del mayor número posible de ustedes.  Y, antes de ello, espero también contar con su colaboración para facilitar la información que en breve pediremos a todos los interesados.  El tema será “Conectarse a las cadenas de valor” y se destacará el importante papel complementario del sector privado.

Esto me lleva a mi cuarto punto, las cadenas de valor mundiales.  No son un fenómeno nuevo.  Lo que es nuevo es su alcance, su profundidad y su potencial, derivados de los avances en las tecnologías de las comunicaciones y el transporte.  Las cadenas de valor unen a los países y, dado que el Grupo ACP se ha centrado en gran parte en reforzar la integración regional, deben verse como una oportunidad;  una oportunidad de incorporar partes de sus economías a una red regional y mundial de producción y distribución en la que sea posible transferir tecnología y ascender en la cadena de valor.  Actualmente, los productos intermedios o el comercio de tareas representan casi el 60 por ciento del comercio de mercancías.  En torno al 40 por ciento de las exportaciones mundiales son, de hecho, insumos importados, lo que demuestra la inutilidad del proteccionismo comercial.  Con frecuencia, los productos y los servicios van unidos.  Las cadenas de producción ofrecen a los países ACP la posibilidad de ascender en la escala del valor.

El último punto que abordaré hoy son las medidas no arancelarias (MNA).  La importancia de los aranceles está disminuyendo y actualmente hay mayores posibilidades de que las medidas no arancelarias, por ejemplo las normas técnicas, las prescripciones en materia de salud y seguridad y la reglamentación de los servicios, sean obstáculos al comercio.  Las medidas no arancelarias pueden estar destinadas a atender preocupaciones legítimas, y nuestro objetivo colectivo debe ser establecer condiciones de igualdad para garantizar que se apliquen de manera uniforme y transparente.  Por ello es esencial crear capacidad y ayudar a los países a reconocer, identificar y abordar esas medidas.  El Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF) cumple ese papel en la esfera de las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF), y los programas de Ayuda para el Comercio pueden ser vectores importantes para reforzar el cumplimiento de esas medidas por los países en desarrollo.  A este respecto, muchos de ustedes ya han señalado la cuestión de las normas privadas.  Estoy de acuerdo en que merecen ser examinadas y debatidas específicamente en el órgano pertinente de la OMC, el Comité MSF.

Lo que se desprende claramente de estos cinco elementos que he tratado brevemente hoy es lo interconectados que están y lo importante que es la labor que ustedes llevan a cabo en la OMC para abordar los que son pertinentes para el comercio de sus países.  Es posible que la Ronda de Doha para el Desarrollo no tenga el nivel de actividad que todos desearíamos, pero, como ven, sigue siendo necesario trabajar en muchos frentes importantes, especialmente en esferas que interesan directamente a los países ACP.

Para concluir, una breve observación acerca del Grupo de Reflexión sobre el Futuro del Comercio que constituí a principios de año.  Las opiniones del Grupo ACP sobre cuáles son a su juicio las prioridades actuales y futuras del sistema multilateral de comercio son esenciales para que este proceso sea pertinente y útil.  El ex Presidente de Botswana, Sr. Mogae, que amablemente accedió a poner su experiencia al servicio del Grupo de Reflexión, y yo organizaremos una reunión sobre este asunto coincidiendo con la próxima reunión de Ministros de Comercio de la Unión Africana, y espero con interés sus contribuciones a la misma.

 

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