WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

Haití y el comercio internacional: una relación necesaria, Academia Diplomática, Puerto Príncipe, Haití


MÁS INFORMACIÓN:
> Discursos: Pascal Lamy

  

Señoras y señores:

Es para mí un gran placer estar aquí, en la Universidad Estatal de Haití, para abordar con ustedes, durante este momento que vamos a pasar juntos, la cuestión del desarrollo de Haití. Se trata de un tema del que se ha hablado hasta la saciedad y que sin duda ya han estudiado ustedes en numerosas ocasiones. Por eso voy a presentarles un punto de vista particular, hablándoles de las ocasiones y las oportunidades que el sistema de comercio mundial brinda a Haití.

A primera vista, se trata de un tema vasto y ambicioso. Haití es el país del Caribe menos abierto al comercio — que representa tan sólo el 60% del PIB, mientras que sus vecinos suelen superar el 100%. Sus exportaciones están poco diversificadas y consisten sobre todo en productos textiles. Hasta ahora el sistema de comercio mundial rara vez ha contribuido al desarrollo de Haití. Eso obedece a muy diversos motivos: geográficos e históricos, políticos y económicos. No deseo explayarme a este respecto. El pasado es el pasado, y aunque nunca debe olvidarse, hay que mirar hacia el futuro. Sobre todo teniendo en cuenta que las transformaciones actuales del sistema de comercio mundial crean nuevas oportunidades para Haití.

En primer lugar, porque la evolución del comercio mundial y de la tecnología van en el mismo sentido que las ventajas comparativas de Haití.

En segundo lugar, porque la gobernanza del comercio mundial por la OMC ha evolucionado y sigue evolucionando para tener más en cuenta las especificidades y necesidades de Haití y de los demás países menos adelantados.

Así pues, examinemos ante todo de qué está hecho el paisaje económico mundial. Entre los grandes trastornos que se están produciendo, Haití puede beneficiarse de una evolución que gira en torno a dos grandes ejes: la reorientación del comercio mundial hacia los servicios y la difusión de las tecnologías de la información y las comunicaciones en todo el mundo.

Cuando pensamos en el comercio internacional, nos imaginamos de inmediato grandes puertos en los que se descargan cada día miles de contenedores. Pensamos en el comercio de mercancías, por lo que creemos en la irremediable necesidad de pasar por una fase de industrialización para poder incorporarnos a las cadenas de valor mundiales. Algunos países han optado por esta vía para desarrollarse, pero no es la única manera de lograrlo, sobre todo en el mundo actual, que se caracteriza por la expansión del comercio de servicios. Este tipo de comercio es por naturaleza menos visible que el comercio de mercancías físicas. Sin embargo, si lo medimos en valor añadido a los productos finales, y no en corrientes comerciales brutas, el comercio mundial de servicios ocupa un lugar más importante que el comercio de mercancías en el sistema de comercio mundial.

¿A qué se debe esta evolución? A que hoy en día las cadenas de producción están segmentadas, divididas entre los países en función de las ventajas comparativas que pueden ofrecer. Cuando un país se beneficia de una ventaja en lo que respecta a un proceso de producción, las empresas localizan en él su producción para beneficiarse de esa ventaja y aumentar su eficiencia. Por consiguiente, las cadenas de producción de muchos productos están cada vez más internacionalizadas, hasta el punto de que actualmente se habla de cadenas de valor mundiales. Sin embargo, estas cadenas no están constituidas sólo por productos intermedios que ulteriormente se montan para obtener un producto final. También están constituidas cada vez más por servicios diversos y variados, que representan una proporción creciente del comercio mundial.

Una segunda evolución clave — incluso hablaría de revolución — es la importante reducción de los costos relacionados con la distancia. En la actualidad, hay empresas separadas por miles de kilómetros que pueden mantener relaciones de prestación de servicios, mientras que antes los servicios se caracterizaban por la proximidad. Hoy, los centros de atención telefónica, los servicios financieros y los servicios de tratamiento de datos pueden trabajar en la India para una empresa estadounidense, o en África para empresas europeas. Así pues, la revolución tecnológica permite crear nuevas relaciones comerciales.

Esto resulta especialmente beneficioso para las empresas de los países en desarrollo, que de esta manera pueden conectarse a las cadenas de producción mundiales y a empresas de todo el mundo para exportar servicios. Esto es aún más ventajoso si se piensa que este nuevo comercio mundial de servicios no requiere demasiada infraestructura. En comparación con el comercio de mercancías, que requiere importantes inversiones en puertos y carreteras, el comercio de servicios no implica cuantiosos gastos. Si consideramos África, su fuerte crecimiento actual se debe en gran parte al bajo costo de las redes de telefonía móvil y de acceso a Internet. Estas redes permiten a todo el continente, incluidas las zonas rurales, conectarse al resto del mundo y acceder al desarrollo.

¿Qué repercusiones tienen estas transformaciones para Haití? Son una nueva oportunidad de aprovechar el sistema de comercio y las cadenas de producción que se crean a nivel mundial. El comercio de servicios crece: he aquí un mercado por conquistar. Las nuevas tecnologías permiten conectarse a clientes de todo el mundo, lo que representa una ocasión para exportar servicios y crear empleos. Esas nuevas tecnologías y esas exportaciones de servicios sólo requieren infraestructuras ligeras: un medio para reconstruir la economía haitiana con más rapidez, tras el trágico terremoto ocurrido en 2010.

Por otra parte, el potencial de la economía haitiana no se resume a la implantación de un sistema de producción de servicios a distancia. Los servicios turísticos también constituyen un importante mercado por desarrollar.

El proceso de integración regional en el marco de la CARICOM es otro motor de crecimiento de la economía haitiana, ya que le permite acceder a los consumidores y a los recursos de los otros países de la región. Así pues, esta integración debe desarrollarse para aumentar los beneficios económicos resultantes de un comercio regional activo entre los países miembros.

Como pueden ver, la economía de Haití es una constelación de posibilidades; posibilidades que son más accesibles gracias a las transformaciones de la economía mundial. Sin embargo, el sistema de comercio mundial no es sólo económico, sino también jurídico. Para que este sistema fomente al máximo el desarrollo, se debe basar en normas que se adapten a las especificidades de los países en desarrollo, en particular, de los países menos adelantados. Esa es la función actual de la OMC. El principio de un trato especial y diferenciado para los países en desarrollo está inscrito en las normas de la OMC desde finales del decenio de 1970. Este principio reconoce que los países en desarrollo no pueden tener las mismas obligaciones que los países desarrollados, y les da más flexibilidad en su política comercial para que ésta se adapte a sus realidades económicas.

Si las negociaciones que se están celebrando en la OMC, en el marco de la Ronda de Doha, concluyen con éxito, algunas de estas normas específicas saldrán reforzadas. De hecho, en el mandato de negociación de Doha se prevé que los Miembros de la OMC se comprometan a otorgar a los productos procedentes de los países menos adelantados, como Haití, un acceso a los mercados sin derechos de aduana ni contingentes.

Las normas de origen también podrían simplificarse en el caso de los productos procedentes de los países menos adelantados. También se estudia la posibilidad de conceder preferencias específicas a los exportadores de servicios de esos países. Si se llega a un acuerdo en diciembre, es probable que incluya varias disposiciones favorables a los países menos adelantados y, por tanto, a Haití.

Otra medida que la OMC pone en práctica para reforzar la integración de Haití en un sistema de comercio mundial favorable al desarrollo es la Ayuda para el Comercio. Hay muchos países en desarrollo que tropiezan con obstáculos que limitan su capacidad para desarrollar su comercio internacional. Esos obstáculos pueden ser físicos, como la falta de redes de transporte o de telecomunicaciones. Pero también pueden ser intangibles y guardar relación con las dificultades que supone cumplir con las obligaciones reglamentarias de los mercados de exportación. Si un exportador de flores cortadas de un país en desarrollo no puede obtener una etiqueta que demuestre que sus flores no contienen un plaguicida prohibido en la UE, no exportará sus flores a la UE, pese a que ésta aplica derechos de aduana nulos. Mediante la ayuda para el comercio, la OMC coordina las aportaciones de fondos que necesitan los países en desarrollo, en particular los menos adelantados, a fin de aumentar su capacidad de exportación. Aun así, es necesario que los países en cuestión sean capaces de exponer sus necesidades y de gestionar ese apoyo. Ese es el objetivo del Marco Integrado, cuyas medidas a tal efecto están reservadas a los países menos adelantados.

Acabo de referirme a un conjunto de tendencias actuales que permiten confiar en una mayor integración de Haití en el sistema de comercio mundial. El nuevo ambiente económico brinda nuevas posibilidades. Las normas comerciales de la OMC se adaptan a las necesidades de las economías menos avanzadas. Los programas de ayuda para el comercio refuerzan la capacidad de exportación.

Por todas estas razones confío en la capacidad de Haití para sacar partido del sistema de comercio mundial a fin de desarrollarse. Esta confianza en el futuro de Haití, la comparten todos ustedes, la juventud haitiana. A ustedes precisamente van dirigidas mis últimas palabras: Haití puede desarrollarse, Haití puede beneficiarse del intercambio comercial mundial, y la OMC está a su lado para que esas oportunidades puedan hacerse realidad.

Muchas gracias por su atención.

Servicio de noticias RSS

> Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.