WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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Gracias a todos por su asistencia. Como todos conocen ya el comunicado de prensa, hablaré sólo de algunos de los titulares.

Es evidente que el crecimiento del comercio mundial ha atravesado varios años difíciles.

En 2009, como secuela de la crisis financiera mundial, el comercio sufrió el mayor descenso que se ha registrado: un 12% en términos de volumen y un 23% en dólares, respecto del año precedente.

Desde entonces no ha habido más descensos, y eso es una buena noticia; sin embargo, aparte del repunte parcial de 2010, el crecimiento ha seguido siendo muy inferior al promedio histórico.

Y en los dos últimos años ha sido lento.

Veamos qué ha sucedido en 2013 y si se han cumplido nuestros pronósticos.

Como todos los pronósticos, éstos no pretenden predecir cifras exactas. Si lo logran es, francamente, por casualidad, no por exactitud matemática.

Lo que realmente se trata de predecir es la tendencia.

Y creo que en 2013 hemos acertado. Preveíamos una situación general de crecimiento contenido.

Nuestra previsión inicial fue del 3,3%, que posteriormente redujimos al 2,5% al empeorar las previsiones de crecimiento del PIB a lo largo del año.

En ello se pone de manifiesto el método que hemos seguido en esta labor.

Como todas las previsiones, nuestros pronósticos comerciales se basan en una serie de supuestos. La medida en que esos supuestos se materialicen es importante para la exactitud de nuestras previsiones. Si los supuestos no se materializan, reajustamos nuestros resultados.

Entre esos supuestos ocupan un lugar prominente las previsiones de crecimiento del PIB elaboradas por otras instituciones internacionales, como el FMI y la OCDE.

En 2013, la recesión en la Unión Europea finalizó en el segundo trimestre, no en el primero como esperábamos, mientras que en las grandes economías en desarrollo tanto el comercio como la producción tuvieron un crecimiento más lento de lo previsto. Por lo tanto, hubo que revisar las previsiones de crecimiento anual del PIB y, en consecuencia, también nuestras previsiones de crecimiento del comercio.

En 2013 el crecimiento del comercio mundial se desaceleró, alcanzando tan sólo el 2,1% en términos reales de volumen, una tasa ligeramente inferior a la del año precedente, lo que confirmó la situación de crecimiento contenido que habíamos previsto.

Veamos ahora lo que podría suceder en 2014 y 2015.

Si se cumplen los pronósticos de crecimiento del PIB, prevemos una recuperación generalizada, aunque moderada, del volumen del crecimiento del comercio mundial en 2014, y una consolidación de ese crecimiento en 2015.

En 2014 el comercio mundial debería crecer un 4,7%. Esta tasa no alcanza aún el nivel del promedio histórico, pero es mejor que la del año pasado. Y sería sin duda un paso en la buena dirección.

Las previsiones para 2015 son mucho más inciertas, porque, como es lógico, se basan en supuestos a más largo plazo sobre la evolución de la economía mundial.

Teniendo presente esa salvedad, prevemos que el comercio mundial crezca un 5,3% en 2015. Esta cifra sería acorde al promedio de los últimos 20 años.

Estos cálculos se basan en la expectativa de que el crecimiento del comercio seguirá siendo mayor en Asia que en otras regiones y Europa seguirá quedando rezagada, ya que en esa región el alto nivel de desempleo frenará la demanda de los consumidores aún durante algún tiempo.

El retorno a tasas de crecimiento positivas en las corrientes comerciales de la Unión Europea también contribuirá de manera muy importante al crecimiento del comercio mundial, porque la Unión Europea representa en torno a un tercio del comercio mundial. Por lo tanto, seguiremos observando atentamente para determinar si la recuperación en la Unión Europea no está a la altura de nuestras previsiones.

Podemos entrar en detalles en el turno de preguntas. Por el momento, quisiera señalar dos puntos de interés.

En primer lugar, la relación entre crecimiento del comercio y crecimiento del PIB.

Desde mediados del decenio de 1980 la relación es, aproximadamente, de 2 a 1: el comercio crece el doble que el PIB.

Sin embargo, en los dos últimos años, hemos estado más cerca de una relación de 1 a 1.

Aunque no es la primera vez que el comercio y PIB crecen aproximadamente lo mismo durante dos años, es un fenómeno muy poco frecuente.

Aún es demasiado pronto para decir si se trata de una tendencia, pero es algo que, evidentemente, vigilaremos de cerca.

El segundo punto de interés es lo que ha estado sucediendo en los países menos adelantados, que es algo que siempre debemos tener muy presente. Son los países más pobres entre los Miembros de la OMC y debemos seguir atentamente su evolución.

En general, los resultados económicos de los PMA están más estrechamente ligados al entorno que los de los mercados emergentes, que son mayores y están más diversificados. Y es evidente que la desaceleración mundial en los dos últimos años ha repercutido fuertemente en los PMA.

El valor de las exportaciones de los PMA, expresado en dólares, creció un 1% en 2012 y un 5% en 2013. Estas cifras son muy inferiores al 13% de crecimiento medio registrado desde 2005, y representan un pronunciado descenso frente al aumento del 24% alcanzado en 2011.

En cambio, los PMA pueden obtener un beneficio proporcionalmente mayor de cualquier mejora de la economía mundial, porque una gran parte de sus exportaciones -casi el 20%- está destinada a una Unión Europea en vías de recuperación.

Disponemos de menos datos fiables respecto de estas economías, pero ésta será una esfera que también observaremos atentamente y a la que dedicaremos aún más atención en el futuro.

Para concluir, es evidente que el comercio mejorará a medida que también mejore la economía mundial.

Sin embargo, sé que a los Miembros de la OMC no les bastará con esperar a que haya un crecimiento automático del comercio.

Podemos apoyar activamente el crecimiento del comercio evitando el proteccionismo en momentos de incertidumbre y, por supuesto, actualizando las normas y logrando nuevos acuerdos comerciales.

El acuerdo concluido en Bali el pasado diciembre es un ejemplo de ello. Reducirá drásticamente el costo de hacer negocios a través de las fronteras, particularmente en los países en desarrollo y, al mismo tiempo, ayudará a los PMA a obtener un acceso preferencial a los mercados.

Sin embargo, es evidente que podemos hacer mucho más.

Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para concluir el Programa de Doha para el Desarrollo lo antes posible.

Ya hemos realizado progresos en esa labor, aprovechando el impulso de Bali.

Ahora estamos examinando nuevas ideas y nuevos enfoques que nos ayudarán a llevar a cabo esa tarea, y a hacerlo rápidamente.

La conclusión de la Ronda sentaría unos cimientos sólidos para el futuro del comercio y sería un fuerte estímulo en el contexto actual de lento crecimiento.

Comunicado de prensa sobre las estadísticas comerciales 

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