WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Observaciones iniciales del Director General Roberto Azevêdo


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Discursos: Roberto Azevêdo

  

Buenas tardes, y bienvenidos todos.

Es para mí un placer estar hoy aquí con ustedes, y estar presentando esta nueva publicación de la OMC sobre los ACR y el sistema multilateral de comercio.

Estos acuerdos son anteriores al GATT, y su número sigue creciendo en la actualidad. Por lo tanto, se trata de una relación muy vieja pero que continúa evolucionando.

Actualmente hay 267 acuerdos comerciales regionales (ACR) notificados a la OMC en vigor.

Y con la notificación de un ACR entre el Japón y Mongolia a principios de este año, en la actualidad todos los Miembros de la OMC son parte en al menos un ACR.

La publicación que estamos presentando hoy es un nuevo paso para mejorar nuestra comprensión sobre las repercusiones de los ACR y sobre qué podría hacerse en la OMC.

Los capítulos se presentaron primero en el seminario de la OMC celebrado en septiembre de 2014, y se han ido elaborando desde entonces, utilizando las observaciones formuladas por los Miembros.

Pero el origen de esta publicación se remonta a una decisión adoptada por el Consejo General de la OMC hace casi 10 años, en diciembre de 2006, a fin de establecer un mecanismo de transparencia para los ACR. Este mecanismo ha permitido a la Secretaría recopilar una base de datos sobre los ACR impresionante, con información que recoge no solo el número de ACR actualmente en vigor, sino también la descripción detallada de sus principales disposiciones.

La información recopilada nos ha permitido llevar a cabo un análisis más pormenorizado de muchas de estas disposiciones, que es el que les presentamos hoy en este libro.

Ese análisis abarca una amplia gama de disposiciones, por ejemplo sobre el acceso a los mercados, las normas de origen sobre las mercancías, la defensa comercial, la facilitación del comercio, las normas, las normas sobre servicios, los derechos de propiedad intelectual y la solución de diferencias.

Una característica muy importante es que el libro no se limita a examinar estas disposiciones en determinados ACR, como han hecho otros estudios, sino que analiza las disposiciones de todos los ACR notificados a la OMC. Se trata de una tarea ingente, y rindo homenaje a todos los que han participado en ella.

El libro pone de manifiesto que, en determinadas esferas, los ACR van más allá de las normas multilaterales y añaden nuevas capas de normas entre las partes, mientras que en otras tienden a no modificar las disciplinas existentes de la OMC.

Es interesante señalar que, en las esferas en que los ACR están introduciendo nuevas normas, parece que los Miembros adoptan enfoques comunes. Podemos observarlo, por ejemplo, en ámbitos como las normas sobre los servicios, la solución de diferencias y los derechos de propiedad intelectual.

Este hecho disipa en cierta medida los temores de que los ACR representen una fragmentación del sistema comercial mundial.

Además, esta constatación puede ser buena para los exportadores, y especialmente para las pymes, que a menudo se encuentran en una situación de desventaja en los contextos de proliferación de normas diferentes. Pero, obviamente, los ACR podrían asistir en mayor medida a esos exportadores.

Por ejemplo, las normas de origen, que a menudo determinan si un exportador puede o no acogerse a las preferencias previstas en un ACR, se han hecho más complejas con el paso del tiempo.

Una forma de mitigar esta complejidad consistiría en admitir la acumulación entre un grupo más amplio de países. Por ejemplo, las normas de origen paneuromediterráneas permiten la acumulación entre más de 20 interlocutores comerciales (contando a la UE como uno solo interlocutor), permitiendo que los comerciantes se beneficien de las cadenas de valor regionales.

Ciertamente, se puede hacer más por promover la coherencia.

Aquí en Ginebra, hemos obtenido una serie de éxitos. Tras un largo período en que los ACR estaban en primera línea del debate sobre el comercio, creo que estamos empezando a presenciar un cambio.

A comienzos de este mes asistí como Director General a mi cuarta reunión del G-20, y pude observar cómo la OMC ocupaba un lugar central en el diálogo como no había visto antes.

Obviamente, se ha tomado nota del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, de la decisión de eliminar las subvenciones a la exportación de productos agrícolas y de otros logros.

Estas dos cuestiones también se abordan en los acuerdos comerciales regionales, pero está claro que un acuerdo multilateral entre 164 Miembros de la OMC tiene repercusiones mucho mayores.

En consecuencia, proseguiremos nuestros esfuerzos en el ámbito multilateral. Y mientras tratamos de mejorar la coherencia entre las diferentes iniciativas, no tengo ninguna duda de que los ACR seguirán coexistiendo con el sistema multilateral y reforzándolo en el futuro como lo han hecho siempre en el pasado.

Para terminar, me gustaría rendir homenaje una vez más a todos los que han participado en la publicación, y especialmente a los autores, que se ocuparon de examinar todos y cada uno de los ACR notificados a la OMC. Enhorabuena por una publicación fantástica, así como por su tenacidad.

Doy especialmente las gracias a Rohini, que ha sido la impulsora de este proyecto.

El libro constituye una aportación importante a las publicaciones sobre los ACR, y estoy convencido de que les resultará una lectura interesante y esclarecedora.

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