WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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Discursos: Roberto Azevêdo

  

Excmo. Sr. Ministro Ricardo Luna,
Excmo. Sr. Ministro Eduardo Ferreyros Küppers,
Excelencias,
Señoras y señores,

Gracias a todos por brindarme la oportunidad de hacer uso de la palabra en esta reunión. Y permítanme recordar el excelente debate que mantuvimos con ocasión de la reunión de los Ministros de Comercio celebrada en mayo en Arequipa.

Desde entonces, ha habido muchos cambios.

Las perspectivas de crecimiento del comercio han disminuido considerablemente. En septiembre, la OMC revisó a la baja, del 2,8% al 1,7%, las previsiones de crecimiento del comercio para el año 2016. Si esas previsiones se confirman, la tasa de crecimiento del comercio será la más baja desde el comienzo de la crisis financiera.

La semana pasada informamos de que la tasa de aumento de las nuevas restricciones comerciales impuestas por los miembros del G-20 se había mantenido estable. Por consiguiente, no se prevé una disminución de la tendencia que venimos observando desde 2009.

Sin duda, el entorno comercial también podría verse afectado por algunos de los acontecimientos políticos recientes, como el referéndum sobre el "Brexit" en el Reino Unido o los resultados de la elección del nuevo Gobierno de los Estados Unidos, así como de las próximas elecciones en muchos de los grandes países comerciantes. Es muy pronto para saber cuáles serán los efectos, pero debemos mantenernos alerta.

A este respecto, también debemos reconocer el claro sentimiento que anima a algunas comunidades, en particular en las economías avanzadas, de que el comercio no les reporta beneficios, y darle respuesta. Sabemos que el comercio no es la principal causa de inestabilidad en los mercados laborales sino que cabe atribuir esa inestabilidad a las nuevas tecnologías y al aumento de la productividad. Aun así, debemos reconocer que, en algunos casos, el comercio puede tener efectos desestabilizadores.

Podemos tomar medidas para que el comercio sea más inclusivo y beneficie a los países más pobres, a las empresas más pequeñas y a quienes se ven privados de sus ventajas. Es indispensable que velemos por que el comercio siga siendo un elemento positivo que apoye el crecimiento económico y la creación de empleo. Y es indispensable asimismo que se advierta que cumple esa función.

Desde luego, para que eso ocurra, es fundamental que nuestra labor en la OMC siga avanzando en todos los frentes.

En Ginebra, el estado de ánimo sigue siendo, en general, muy positivo y constructivo, como lo era la última vez que nos reunimos. Los resultados positivos de las dos últimas Conferencias Ministeriales han motivado a los Miembros.

Hacía tiempo que no se observaban los actuales niveles de participación y dinamismo. Esto puede afirmarse tanto de los Miembros como de diversas partes interesadas, entre las que se cuenta el sector privado. Los Miembros están planteándose ahora si es posible lograr resultados de aquí a la Undécima Conferencia Ministerial, que se celebrará en Buenos Aires el próximo mes de diciembre.

Muchos de ustedes asistieron el mes pasado a la reunión ministerial informal convocada por el Gobierno noruego en Oslo. Un gran número de Miembros participaron en ella (países desarrollados, países en desarrollo y países menos adelantados), así como los coordinadores del Grupo Africano, el Grupo de PMA y el Grupo ACP.

En esa oportunidad el debate fue muy constructivo, y los Ministros llegaron a varias conclusiones importantes:

  • En primer lugar, casi todos los presentes en Oslo aunaron sus voces para pedir que en la Undécima Conferencia Ministerial se obtengan resultados concretos.
  • En segundo lugar, los Ministros convinieron en que, al menos a corto plazo, para obtener resultados debía procederse con tiento en lugar de a grandes pasos.
  • En tercer lugar, los participantes reconocieron el valor de la participación a nivel ministerial en los preparativos de la Undécima Conferencia Ministerial.

Esta última cuestión reviste especial importancia si queremos evitar que se repita la experiencia de Nairobi. En ese caso, fue mucho lo que se dejó para negociar en la propia Conferencia Ministerial. La labor en Ginebra necesita mayor orientación política e impulso, a fin de que los llamamientos políticos no queden para el último momento.

Eso exigirá un diálogo continuo entre los Ministros y mayor claridad con respecto a las prioridades y los intereses de los Miembros en una fase temprana.

Esas contribuciones, y otras de la reunión de Oslo, se utilizarán en los debates que han de celebrarse en Ginebra.

Los Miembros han estado presentando ideas sobre una gran variedad de cuestiones, tanto en el marco de las cuestiones de Doha como fuera de él. Algunas esferas están logrando atraer mayor atención.

Así, en la esfera de la agricultura, se han presentado varios documentos con ideas y preguntas sobre una amplia gama de cuestiones, entre las que figura la ayuda interna. La labor relativa a la constitución de existencias públicas y el mecanismo de salvaguardia especial está en marcha, pero me preocupa la falta de progresos. Se han programado reuniones para seguir examinando esas cuestiones.

En la esfera de los servicios, ha habido algunas novedades interesantes como resultado de la presentación de una nota conceptual sobre la facilitación del comercio de servicios y el correspondiente debate inicial, y una comunicación sobre la reglamentación nacional.

También ha habido una evolución positiva en la esfera de las subvenciones a las pesquerías. A este respecto, cabe señalar que se están examinando diversas ideas a nivel multilateral. Algunos Miembros han presentado propuestas específicas y se espera recibir otras más. Además, como complemento de esos esfuerzos, un grupo de Miembros ha empezado a trabajar con miras a concertar un acuerdo separado encaminado a limitar las subvenciones perjudiciales, que son la causa de la pesca excesiva.

En cuanto a la mayoría de las cuestiones relacionadas con el PDD, en general los progresos han sido lentos. Si queremos avanzar, necesitamos debates más focalizados en lugar de la repetición de posiciones consabidas. Es necesario que encontremos los medios de superar el estancamiento que ha caracterizado a algunos de esos debates. Los presidentes de los grupos de negociación han estado celebrando consultas para tratar de encontrar la forma de hacer avanzar el proceso de negociación. Los insto a todos ustedes a que presten expresa atención a esta serie de cuestiones.

También se han celebrado muchos debates sobre muchas otras cuestiones, entre las que figuran las pymes y el comercio electrónico. Me complace ver que ambas cuestiones figuran en el orden del día de esta tarde.

Para examinar estas cuestiones, han tenido lugar en Ginebra varias reuniones e iniciativas, en las que han presentado sus ideas tanto países en desarrollo como países desarrollados.

Con respecto al comercio electrónico, cabe señalar que se han recibido varias comunicaciones y que están celebrándose consultas para ver de hacer avanzar los debates. Entiendo, no obstante, que los Miembros tienen opiniones diferentes sobre la forma de llevar a cabo esa labor. Así que seguiremos atentamente este asunto.

No obstante, debo insistir en que, especialmente con respecto a estos nuevos temas de debate, a menudo lo que se necesita es un impulso adicional y una mayor claridad a nivel de los propios proponentes, quienes deben interactuar en mayor medida con las delegaciones que se muestran más cautas. La mayoría de las veces, la falta de participación obedece sencillamente a la existencia de recelo con respecto a las consecuencias de la conversación propuesta, a sus objetivos y a sus repercusiones en otras cuestiones que ya se están examinando.

Si queremos definir los posibles resultados de la Undécima Conferencia Ministerial, deberemos intensificar las conversaciones a fin de aclarar las expectativas de los Miembros en todas las esferas, y ver la forma de atender a las preocupaciones más apremiantes.

Además, para poder avanzar, es importante que todos obtengan algo en la negociación, lo que incluye lograr resultados que favorezcan el desarrollo, en particular, de los PMA.

Espero, pues, que los Miembros den prueba de amplitud de horizontes al considerar qué elementos conviene llevar adelante.

Todas las ideas y propuestas merecen ser evaluadas cabalmente.

Todos los Miembros deben tener la posibilidad de que sus ideas sean escuchadas y, a la vez, deben estar dispuestos a escuchar las ideas de los demás.

Permítanme ahora señalar algunas cuestiones relativas al formato y el proceso. Al considerar las posibilidades, debemos tener presentes lo que nos han enseñado nuestras reuniones ministeriales anteriores en lo que respecta a los diversos enfoques que pueden adoptarse.

Creo que tenemos éxito cuando los Miembros están dispuestos a ser flexibles. Debemos reconocer las diversas circunstancias de los distintos Miembros.

Buen ejemplo de ello es el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

El Acuerdo permite mucha flexibilidad, ofrece apoyo para su aplicación en los casos en que es necesario y, al mismo tiempo, mantiene un enfoque multilateral.

Todos sabemos que una negociación multilateral solo es posible si hay consenso para avanzar. Por mi parte, espero que, en el futuro, todas las negociaciones sean verdaderamente multilaterales, a pesar de que algunos proponentes han indicado que están dispuestos a proceder también a nivel plurilateral.

Desde luego, hemos visto que el enfoque plurilateral puede ser un medio eficaz para que los Miembros avancen en determinadas esferas. La ampliación, en Nairobi, del Acuerdo sobre Tecnología de la Información fue un gran logro. Actualmente varios Miembros están trabajando arduamente para concluir el Acuerdo sobre Bienes Ambientales de aquí a finales del año. Esta es una iniciativa muy positiva y un ejemplo de lo que puede hacer el comercio en pro de la sostenibilidad y el medio ambiente.

El examen de diferentes soluciones y enfoques puede ser útil, pero, sea cual fuere el formato que los Miembros decidan examinar, es importante que las conversaciones sigan siendo inclusivas y de carácter abierto, y que se dé a todos y cada uno de los Miembros de la OMC la oportunidad de participar.

En efecto, creo que es importante que puedan celebrarse en la OMC conversaciones sobre diversas cuestiones, como se ha hecho este año.

Si estas conversaciones no pueden celebrarse en la OMC, no por ello dejarán de tener lugar. Sencillamente se desarrollarán en algún otro lugar de manera menos inclusiva y menos transparente.

Debemos tratar de dar los pasos que sea posible dar, dondequiera que podamos darlos. No debemos sucumbir al desaliento si en un debate tropezamos con elementos espinosos. Nada de lo que hagamos será el final del camino; más bien, será un paso más en la dirección correcta. Debemos avanzar en la medida en que sea factible hacerlo en un momento dado y tratar de utilizar los progresos realizados como base para avanzar en el futuro.

Antes de concluir, me referiré a algo de lo que depende nuestra capacidad de negociación: la puesta en aplicación.

La aplicación de los acuerdos ya concertados es indispensable para crear confianza entre los Miembros y dar credibilidad al proceso.

Este es el caso del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Tenemos actualmente un poco menos de 100 ratificaciones, por lo que estamos muy cerca del umbral de las 110 ratificaciones necesarias para que el Acuerdo entre en vigor.

Al día de hoy, han ratificado el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio 17 economías del APEC; Filipinas, México y el Perú lo hicieron con posterioridad a nuestra reunión de mayo. Tengo entendido que Chile pronto presentará su ratificación.

Los Miembros también deben notificar su aceptación de la enmienda del Acuerdo sobre los ADPIC relativa al acceso a los medicamentos. Esta medida está aún más cerca de entrar en vigor que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Han notificado ya su aceptación de la enmienda 19 economías del APEC. Papua Nueva Guinea lo hizo con posterioridad a nuestra reunión de mayo.

Exhorto a quienes no lo hayan hecho aún a que agilicen los respectivos procesos internos a fin de que esas dos medidas puedan entrar en vigor en un futuro próximo.

Por último, subrayo una vez más la importancia de que se mantenga el compromiso político -de que ustedes mantengan el compromiso- con nuestra labor, así como la importancia de proceder con espíritu amplio.

Si queremos avanzar, debemos estar dispuestos a hacerlo dondequiera que sea posible.

Esto será fundamental cuando empecemos a definir los posibles resultados de la Undécima Conferencia Ministerial y creo que es un elemento fundamental para que nuestros esfuerzos sirvan para fortalecer y mejorar el sistema multilateral de comercio.

Muchas gracias por su atención.

 

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