DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Observaciones del Director General Azevêdo

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Buenos días a todos.

Bienvenidos a la OMC, y a la 34ª Semana en Ginebra. Como de costumbre, es un placer tenerlos aquí.

En mi opinión, esta iniciativa desempeña un papel muy importante. Contribuye a ponerlos a ustedes al corriente de la situación actual en la OMC y les permite mantener contactos más estrechos con la Organización.

Confío en que saquen el máximo provecho de esta semana, y que su asistencia a este evento los ayude, a ustedes y a sus delegaciones, a prepararse para nuestra Undécima Conferencia Ministerial, que se celebrará en Buenos Aires en diciembre del año en curso.

De hecho, en la última reunión del Consejo General, el Presidente del Equipo de Trabajo para la Undécima Conferencia Ministerial, el Director General Adjunto Shark, hizo un llamamiento para solicitar donaciones destinadas a un fondo fiduciario especial cuya finalidad es facilitar la participación de los países menos adelantados en la Conferencia Ministerial. Instaré a los Miembros a que realicen donaciones a ese fondo.

Me consta que a lo largo de esta semana tienen ustedes por delante una agenda apretada. Permítanme, pues, dar las gracias a todos aquellos que han contribuido a elaborar el programa, muy en especial a la División de Desarrollo.

Deseo aprovechar la oportunidad que se me brinda hoy para informarlos sobre las novedades que ha habido en la OMC desde nuestra última reunión, en diciembre del año pasado, y sobre los preparativos para la Undécima Conferencia Ministerial. Y son muchas las cosas sobre las que tengo que ponerlos al corriente.

Empezamos el año con dos importantes logros.

En enero, tuvo lugar la entrada en vigor de la enmienda del Acuerdo sobre los ADPIC, que ayuda a los países en desarrollo a acceder a los medicamentos genéricos a precios más asequibles.

En febrero, entró en vigor el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Se trata del primer acuerdo multilateral concluido en la OMC, y creo que ya conocen ustedes bien sus beneficios.

Estos dos textos entraron en vigor al ser ratificados por más de dos tercios de los Miembros de la OMC. Esto es de por sí importante. Muestra que los Miembros están comprometidos con el sistema multilateral de comercio y es prueba de su voluntad de acordar reformas y velar por su aplicación.

Con respecto a estas dos cuestiones, los animo a hablar con sus respectivos gobiernos y a instarlos a que ratifiquen esos acuerdos, si aún no lo han hecho. Ello es de vital importancia para que también sus países puedan beneficiarse de esos acuerdos, en particular de la asistencia técnica prevista en el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

A título personal, también deseo darles las gracias, a ustedes y a sus capitales, por apoyar a finales de febrero mi nombramiento para un segundo mandato como Director General de la OMC.

A mi juicio, la OMC es mucho más fuerte hoy de lo que era hace tan solo unos años. Y pienso que debemos continuar trazando el camino a seguir, especialmente habida cuenta del entorno económico mundial en el que ahora vivimos.

Nos enfrentamos a un largo período de crecimiento moderado.

Según nuestros últimos datos, publicados hace tan solo dos semanas, en 2016 el comercio mundial creció un 1,3%. Fue el crecimiento más lento registrado desde la crisis financiera.

A pesar de los indicios de que este año las cifras pueden mejorar, parece muy probable que 2017 sea el sexto año consecutivo con una tasa de crecimiento del comercio inferior al 3%, lo que no ha ocurrido nunca en los 70 años de historia del sistema multilateral de comercio.

Esta situación merece nuestra atención.

Hace ya tiempo que se ha demostrado que el comercio es un motor de crecimiento, creación de empleo y desarrollo. En los últimos decenios ha contribuido a sacar de la pobreza a 1.000 millones de personas, y es un elemento fundamental de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por consiguiente, en estos momentos es esencial fortalecer el sistema multilateral de comercio y la OMC.

Eso implica seguir realizando nuevas reformas en el sistema de comercio que ayuden a participar en él a un mayor número de personas y a difundir más ampliamente los beneficios del comercio.

La OMC empieza a acostumbrarse a obtener resultados importantes. En el transcurso de los tres últimos años, los Miembros han ultimado:

  • el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio,
  • un acuerdo para eliminar las subvenciones a la exportación de productos agropecuarios,
  • y diversas decisiones importantes para ayudar a los países en desarrollo y los PMA a integrarse en el sistema de comercio.

Serán los países en desarrollo y los PMA los que se lleven la parte del león de los beneficios generados por estos logros.

Ahora los Miembros de la OMC están examinando cómo podemos seguir progresando.

Las conversaciones han estado avanzando en distintas esferas. En muchos casos, se centran en las cuestiones de larga data que forman parte de la Ronda de Doha.

Los debates siguen su curso, por ejemplo, en la esfera de la agricultura, en la que se presta gran atención a la ayuda interna y a las cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria, como la constitución de existencias públicas en los países en desarrollo. Los Miembros también están estudiando un acuerdo para limitar las subvenciones que conducen a la sobrepesca.

Se observa asimismo un creciente interés por debatir otras varias cuestiones en la OMC, por ejemplo, el comercio electrónico o cómo ayudar a las pequeñas y medianas empresas a participar en el comercio.

Además, algunos grupos de Miembros han organizado seminarios o diálogos informales para seguir debatiendo sobre estas cuestiones, en particular sobre el comercio electrónico y las pymes. Y hay otras actividades en preparación. Me complace ver la energía que estas sesiones informales insuflan a nuestra labor.

Es importante señalar que en el enfoque adoptado por los proponentes se observa una actitud verdaderamente abierta. Se ha invitado y animado a todos los Miembros a que participen activamente.

Por tanto, albergo la esperanza de que seamos capaces de mantener este impulso y esta participación constructiva.

Naturalmente, eso debe incluir medidas relativas al desarrollo y en apoyo de los PMA, así como disposiciones en las esferas en las que existe un mandato para la Conferencia de Buenos Aires, como la constitución de existencias públicas.

Pienso, no obstante, que todavía nos queda un largo camino por recorrer con respecto a todas las cuestiones que he mencionado.

Está claro que el tiempo apremia. Espero que en las próximas semanas avancemos en los preparativos para Buenos Aires con las ideas más claras y mayor determinación. Será esencial un compromiso político continuo.

Pero, por supuesto, la labor no terminará ahí. Será necesario ver qué es factible para la Undécima Conferencia Ministerial y preparar el terreno para otros posibles resultados en el futuro.

Un momento fundamental para ayudarnos a centrar nuestros debates será el Sexto Examen Global de la Ayuda para el Comercio, que tendrá lugar en julio de este año.

Estoy seguro de que volverán ustedes a oír hablar del Examen Global a lo largo de esta semana, pero desearía simplemente hacer hincapié en su importancia.

La ayuda para el comercio desempeña una función fundamental en la creación de capacidad comercial.

Los últimos datos de que disponemos sobre las corrientes de ayuda para el comercio muestran que los desembolsos totales ascendieron a 39.800 millones de dólares EE.UU. en 2015, el monto más alto para un solo año hasta la fecha. Es importante que mantengamos ese impulso y maximicemos los efectos de esa ayuda.

De eso tratará el Examen Global, y también de cómo puede contribuir la ayuda para el comercio al logro de los ODS, en particular las metas relativas a la erradicación de la pobreza y al empoderamiento económico de las mujeres.

Tanto en esta esfera de nuestra labor como en cualquier otra, son esenciales los puntos de vista y las ideas de todos ustedes.

Esta es su Organización. Queremos hacer cuanto esté en nuestras manos para ayudarlos a aprovechar al máximo lo que ofrece.

Me ha complacido observar cómo los Miembros que antes no disponían de representación permanente y que han abierto misiones en Ginebra están dejando ver su participación en la labor de la OMC.

Lo hemos visto con Fiji, que ha coordinado la labor de la secretaría del Foro de las Islas del Pacífico y ha participado muy activamente en las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca.

También lo estamos viendo ahora con Guyana, el actual coordinador del Grupo ACP, que ha podido empezar a trabajar de inmediato y coordinar las propuestas presentadas en nombre de este amplísimo grupo.

En los dos casos, gracias a la Semana en Ginebra, estos Miembros estaban preparados para intensificar su participación.

Aprovechen, pues, esta oportunidad para obtener de todas las fuentes disponibles -otros Miembros, la Secretaría, los Presidentes- toda la información sobre la labor en curso. Utilicen luego esa información para formular sus opiniones y darlas a conocer a todos.

Pueden contar para ello con todo mi apoyo, así como el de la Secretaría.

Muchas gracias por su atención.

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