DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Observaciones del Director General Azevêdo

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Buenos días a todos.

Bienvenidos a la OMC y al Examen Global de la Ayuda para el Comercio de 2017.

Es magnífico que este importantísimo evento cuente con tan elevado número de participantes. No me cabe duda de que en los próximos días se celebrarán debates dinámicos y fructíferos.

Para empezar, esta mañana disponemos de un elenco de excelentes oradores.

Me complace contar hoy aquí con la presencia de:

  • la Vicepresidenta de Gambia, Sra. Fatoumata Tambajang,
  • el Secretario General de la OCDE, Sr. Ángel Gurría,
  • el Secretario General de la UNCTAD, Sr. Mukhisa Kituyi,
  • el Director Ejecutivo de la Corporación Internacional Islámica para la Financiación del Comercio, Sr. Hani Salem Sonbol,
  • la Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional, Sra. Arancha González,
  • y la Directora Senior del Banco Mundial, Sra. Anabel González.

Este es uno de los mayores Exámenes Globales celebrados hasta la fecha.

Participan más de 1.500 delegados de todo el mundo.

Más de 20 ministros.

Y dirigentes de muy diversas organizaciones internacionales.

Gracias a todos por estar aquí con nosotros y por haber viajado a Ginebra. Es un gran placer acogerlos esta semana.

Excelencias,
Señoras y señores,

Hace 17 años, los líderes mundiales se reunieron para comprometerse a reducir la pobreza extrema a la mitad antes de 2015.

Cumplieron ese objetivo, y mucho antes de la fecha prevista. Sigue siendo uno de los logros más asombrosos de nuestro tiempo. Y el comercio contribuyó en gran medida a impulsar el crecimiento y el desarrollo que llevaron a ese éxito.

Luego, hace dos años, justo después del último Examen Global, los líderes mundiales volvieron a reunirse. En esta ocasión se comprometieron a poner fin a la pobreza antes del año 2030.

Aplaudo esa ambición, y pienso que los objetivos como ese son esenciales. Nadie ha subido nunca a lo alto de una montaña sin fijar antes la mirada en la cumbre.

Por tanto, ese objetivo es un desafío para todos nosotros, unido a la lista completa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y para alcanzarlo, el comercio debe desempeñar una vez más un papel central.

Naturalmente, eso no significa simplemente abrir las puertas a los mercados de todo el mundo. Significa velar por que la gente disponga de los instrumentos necesarios para comerciar y competir.

Significa asimismo velar por que se disponga de las infraestructuras adecuadas, entre ellas:

  • la infraestructura física esencial de carreteras, puertos, aeropuertos, redes ferroviarias, etc.;
  • la infraestructura no física de normas e instituciones que ayudan a las empresas a llevar a cabo sus actividades, junto con las aptitudes que necesita la gente para participar;
  • y la infraestructura digital que permite a la gente conectarse al mercado mundial por un costo muy inferior al de otros tiempos. Esto puede beneficiar especialmente a las empresas micro, pequeñas y medianas, que constituyen el eje central de todas las economías, tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo. Y es fundamental para empoderar a las mujeres empresarias, que en muchos lugares constituyen la mayoría de los comerciantes.

Necesitamos, pues, tener verdadera incidencia en todas estas esferas; por eso es tan importante la Ayuda para el Comercio.

Desde que esta se puso en marcha hace más de un decenio, se han desembolsado más de 300.000 millones de dólares en el marco de la iniciativa Ayuda para el Comercio, distribuidos entre 146 países. Y cada dólar se ha destinado a ayudar a esos países a crear infraestructuras y capacidad comerciales.

Resulta ciertamente impresionante, y se están produciendo cambios concretos sobre el terreno. Ahora disponemos de abundantes datos de investigación, entre ellos unos 500 relatos de experiencias concretas que ilustran los notables efectos de la Ayuda para el Comercio. Señalaré, pues, tres breves ejemplos.

  • En Kenya, hoy día más de 1.000 artesanos pueden vender sus productos por Internet gracias a un proyecto patrocinado por la iniciativa Ayuda para el Comercio.
  • En Tonga, la población disfruta ahora de una conectividad mejor gracias a un nuevo sistema de cables submarinos de fibra óptica, financiado y mantenido por la iniciativa Ayuda para el Comercio, y ello ha ayudado a impulsar las industrias nacionales de los servicios y el turismo.
  • Y en el puesto de frontera con ventanilla única de Busia, entre Uganda y Kenya, la racionalización de los controles aduaneros ha reducido en un 80%, en promedio, el tiempo necesario para que las mercancías crucen las fronteras.

De hecho, mañana estableceremos conexión en directo, por gentileza de TradeMark East Africa, con el puesto de frontera de Busia para conocer mejor sus experiencias sobre el terreno.

Debemos tratar de trabajar sobre la base de estos éxitos, y otros muchos similares.

Porque está claro que si bien hemos subido un buen trecho de montaña, nos hallamos aún muy, muy lejos de la cumbre.

Más de 800 millones de personas todavía viven en condiciones de extrema pobreza.

Y muchas siguen sin poder acceder a los posibles beneficios del comercio.

La participación de los PMA en el comercio mundial sigue situándose por debajo del 1%. De hecho, entre 2015 y 2016 la participación de los PMA en las exportaciones mundiales registró un pequeño descenso, pasando del 0,97% al 0,94%.

Todavía hay unos 4.000 millones de personas sin acceso a Internet. En África, solo 1 de cada 4 personas utiliza Internet, y en los PMA, solo 1 de cada 7. Más de la mitad de la población mundial no puede participar en el nuevo mercado mundial que representa Internet. En ese sentido, esta brecha digital es también una brecha en el acceso a los mercados.

La adopción de medidas en todos estos frentes puede servir de gran ayuda para crear un sistema de comercio más inclusivo, que contribuya plenamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El Examen Global es una plataforma para debatir cómo podemos lograr más resultados, y lograrlos más rápidamente.

El tema de este año es 'Promover el comercio, la inclusividad y la conectividad en favor del desarrollo sostenible', que guarda relación con todas las cuestiones de las que vengo hablando en el día de hoy.

Muchos factores dificultan la conectividad y la inclusividad, entre ellos las carencias de la infraestructura, los elevados costos del comercio y la discriminación por razones de género. Y todos ellos imponen importantes limitaciones al desarrollo sostenible.

Los esfuerzos para eliminar estos obstáculos pueden contribuir en gran medida a conectar a más gente y mejorar las vidas de más personas.

Tal es el caso del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC, que entró en vigor en febrero de este año. Es el mayor acuerdo comercial mundial de este siglo. Gracias a él, se reduce el tiempo necesario para que los productos crucen las fronteras y, por lo tanto, los costos comerciales disminuirán drásticamente.

La plena aplicación del Acuerdo podría reducir los costos del comercio a nivel mundial en alrededor del 14,3% en promedio.

Es significativo que vayan a ser los países en desarrollo y los menos adelantados los que más se beneficien, y que estos países puedan obtener además asistencia técnica para aplicar las reformas necesarias.

Esta es solo una de las esferas en que desplegamos nuestros esfuerzos bajo el estandarte de la Ayuda para el Comercio, pero ilustra bien la repercusión que puede llegar a tener esta labor.

El mensaje que deseo transmitirles en la presentación de este Examen Global es muy sencillo: hemos de hacer más.

Sabemos cuáles son nuestros objetivos. Sabemos cómo obtener resultados significativos. Ahora, por tanto, necesitamos hacer más para llevar a término esa labor.

Esta semana nos brinda la oportunidad de examinar con precisión dónde hay que desplegar más esfuerzos, y cómo podemos encauzar mejor la ayuda y las inversiones necesarias.

Para comprender mejor estas cuestiones, presentamos hoy la publicación "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2017".

Los invito a todos a examinarla. De hecho, muchos de ustedes han contribuido a las constataciones que contiene, y les doy las gracias por ello.

Asimismo, quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas de la OMC que han hecho posible esta semana, en particular a Shishir Priyadarshi, Michael Roberts y todos los que forman aquí en la OMC el equipo encargado de la Ayuda para el Comercio.

Como he dicho al principio, seamos ambiciosos.

El comercio ha ayudado a sacar de la pobreza a mil millones de personas en el curso de nuestras vidas. Sabemos lo que puede lograrse.

Ahora, pues, redoblemos nuestros esfuerzos para proseguir esa labor. Creemos un sistema de comercio más inclusivo, que apoye los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible y que allane el camino hacia un mundo mejor.

Muchas gracias.

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