DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Excelencias,
Señoras y señores:

Deseo dar las gracias al Embajador Ford por invitarme a esta importante y oportuna reunión. También deseo felicitarlo por su excelente labor como coordinador del Grupo.

Este es un momento ideal para reflexionar y estudiar maneras innovadoras de hacer avanzar nuestra labor.

En la Undécima Conferencia Ministerial hubo muchos aspectos positivos. La reunión fue completamente abierta y transparente, y los niveles de participación, óptimos, y quiero dar las gracias a todos por ello. Además, en Buenos Aires observamos un gran apoyo político a la labor que realizamos aquí.

No obstante, a pesar de todo eso, y a pesar de la energía que se observó con respecto a diversas cuestiones, el resultado general fue a todas luces decepcionante.

El resultado sobre las subvenciones a la pesca constituyó un avance, y contribuirá a definir la orientación de nuestra labor. Yo confiaba en que pudiéramos llegar más lejos, pero no fue así.

Pese a nuestro máximo empeño, no hemos podido cumplir el plazo para resolver la cuestión de la constitución de existencias públicas.

También es preocupante que ni siquiera pudiéramos ponernos de acuerdo sobre la elaboración de programas de trabajo más detallados en numerosas esferas.

Así pues, debemos hacer frente a los problemas que se nos plantean.

Todo el mundo parece dispuesto a respaldar el sistema. Pero, como dije en la ceremonia de clausura de Buenos Aires, aunque el apoyo político es esencial, no es suficiente.

Es necesario que las palabras se traduzcan en hechos.

Los Miembros deben preguntarse qué esperan realmente de la OMC.

Si no están ustedes dispuestos a ponerse en el lugar del otro o a llegar a las soluciones de transacción necesarias para encontrar un terreno común, difícilmente podremos avanzar.

Si creemos en el multilateralismo, debemos estar dispuestos a tomar las medidas necesarias para asegurar su buen funcionamiento.

Por tanto, ¿ahora qué hacemos?

Con respecto a nuestra labor de negociación, me complace que se hayan reanudado los trabajos sobre las subvenciones a la pesca, habida cuenta del importante compromiso contraído por los Miembros en la Argentina y de la necesidad de cumplir el plazo establecido para la consecución de los ODS, esto es, 2019.

Esa es claramente una cuestión importante para este Grupo. Deseo encomiar la ardua labor desempeñada por el Embajador Wayne McCook y la Ministra Kamina Johnson Smith presidiendo y facilitando los debates sobre este tema. Y animo a todos a seguir participando activamente.

En la actualidad, el Grupo de Negociación sobre las Normas no tiene Presidente. Mientras se resuelve esta cuestión, los animo a que sigan adelante con un Presidente Interino. He dado instrucciones al Director de la División de Normas para que facilite la celebración de reuniones, según proceda.

Confío en que veamos avances significativos en otras esferas importantes para su Grupo, entre ellas las relacionadas con el trato especial y diferenciado, los servicios y el algodón y la agricultura, esfera esta en la que también está pendiente el nombramiento de un Presidente para el Grupo de Negociación.

Por lo que se refiere a la reanudación de la labor en cada una de estas esferas, creo que no podemos contentarnos con seguir como hasta ahora. Hemos de procurar no repetir enfoques que han demostrado ser infructuosos, para no obtener los mismos resultados insatisfactorios.

Debemos, pues, reflexionar, pero de manera activa. Por lo tanto, esta sesión de intercambio de ideas no podría ser más oportuna.

Me gustaría que los Presidentes de los Grupos de Negociación propiciasen también un debate sobre estas cuestiones. A mi modo de ver, el objetivo debe ser encontrar un marco para nuestras conversaciones que sea suficientemente abierto y creativo para que surjan nuevas perspectivas y se estudien nuevos caminos. Eso no significa que abandonemos las propuestas ya planteadas.

Este proceso no se prolongaría eternamente: requeriría solo una o dos reuniones. Necesitamos volver a encarrilarnos cuanto antes. Y, por supuesto, podemos llegar a conclusiones diferentes en los distintos grupos de negociación. Eso, como siempre, dependerá de los Miembros.

Yo ayudaré de buen grado a facilitar ese proceso de la forma en que los Miembros consideren útil.

Como dije en mi declaración final en la Undécima Conferencia Ministerial, el desarrollo y, en particular, las perspectivas de los PMA deben permanecer en el centro de nuestra labor. Y creo que debemos hacer un profundo examen de conciencia.

Como muchos de ustedes señalaron en Buenos Aires, existen muy diversos puntos de vista sobre la cuestión del desarrollo y sobre el trato especial y diferenciado. En muchos sentidos, algunas de esas diferencias constituyen las causas principales de algunos de los bloqueos observados.

Algunas propuestas se inspiran en los principios fundamentales en que se basan los Acuerdos, como las MIC, por ejemplo. Apartarse de esos aspectos esenciales del conjunto de normas de la OMC puede ser sin duda motivo de controversia.

Si bien no hubo resultados sobre esta cuestión en la Undécima Conferencia Ministerial, sí se entabló un diálogo provechoso al respecto. Es muy posible que los Miembros tengan ideas sobre la manera de avanzar. Hemos de celebrar ese debate.

En un sentido más amplio, debemos reflexionar acerca del diálogo político sobre la función deliberativa de la OMC iniciado por la Ministra Malcorra en la Undécima Conferencia Ministerial. Pienso que debemos profundizar el debate sobre ese tema.

También tenemos que hacer frente a las preocupaciones relacionadas con el Órgano de Apelación.

Esta es sin duda una cuestión prioritaria para los Miembros, habida cuenta de la urgencia de la situación. Debemos tratar de resolverla lo antes posible. También debemos reflexionar sobre cómo asegurar el funcionamiento del sistema hasta que encontremos una solución.

A este respecto, los Miembros tendrán que tomar la iniciativa, y, de hecho, ya hemos observado ciertos esfuerzos en ese sentido.

Hacer frente a estas cuestiones fundamentales será un importante desafío en 2018.

También quiero expresar mi reconocimiento por las declaraciones formuladas por varios grupos de Miembros en Buenos Aires -entre ellos, algunos miembros del Grupo ACP- sobre el comercio electrónico, la facilitación de las inversiones, las MIPYME y el empoderamiento económico de la mujer.

Corresponderá a los proponentes promover esas iniciativas.

Resulta alentador constatar que, en todos los casos, los proponentes dejan claro que las iniciativas serán lo más abiertas, inclusivas y transparentes posible.

Siempre he hecho hincapié en que esas iniciativas no deben apartarse del multilateralismo, sino que han de ser una manera de favorecerlo y apoyarlo.

Insisto, pues, en que estos procesos deben llevarse a cabo con mucha cautela. Tienen que ser realmente abiertos, inclusivos y transparentes, y tomar en consideración todos los puntos de vista.

Por tanto, esta es la situación en la que ahora nos hallamos.

Tengo mucho interés en oír esta mañana sus opiniones e ideas sobre cómo debemos tratar de avanzar. Como siempre, estoy dispuesto a colaborar con ustedes para velar por que sus intereses sigan en el centro de nuestra labor durante este año y en el futuro.

Estos debates se llevarán adelante en el marco de los grupos de negociación y de los debates entre los Miembros. Al igual que en noviembre del año pasado, tengo previsto convocar una reunión informal de todos los Miembros antes de la próxima reunión del Consejo General para que tengamos la oportunidad de oír todos los puntos de vista.

Muchas gracias por su atención. Aguardo con interés sus comentarios.

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