DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Excelencias,
Señoras y señores,

Buenos días. Es para mí un placer estar en Bulgaria y reunirme hoy con todos ustedes en la Asamblea Nacional. Les agradezco su amable invitación.

Me complace especialmente estar aquí durante la Presidencia búlgara del Consejo de la Unión Europea.

Se trata de un momento importante para el país y, por supuesto, para el pueblo búlgaro, con el que se reconoce la decisión adoptada por Bulgaria de emprender importantes reformas para integrar el país en Europa (cuya culminación fue la adhesión del país a la Unión Europea en 2007), y también en el mundo.

Precisamente ayer participé en una reunión con los ministros de comercio de la Unión Europea, presidida por el Ministro Emil Karanikolov.

El mensaje a la comunidad mundial en su conjunto es claro: Bulgaria está abierta a la actividad empresarial.

Aunque, por supuesto, como en cualquier economía, sigue habiendo dificultades. Promover la estabilidad, la transparencia y la prosperidad es una labor incesante. Por ello, nos satisface que el país siga adelante con una serie de reformas para modernizar la infraestructura y crear un entorno empresarial favorable.

La integración mundial es una parte importante de esta estrategia, y tengo la convicción de que la OMC puede ser un aliado muy importante para conseguirla, ya que es la única organización que se ocupa de las normas comerciales a nivel mundial. Nuestra función es garantizar que los intercambios comerciales tengan lugar de la forma más fluida y previsible posible. Actualmente tenemos 164 Miembros, que representan alrededor del 98% del comercio mundial.

La Organización también vela por que las diferencias comerciales no degeneren en conflictos mayores. Si se producen desacuerdos, contamos con un reputado mecanismo de solución de diferencias para que se puedan resolver de manera transparente e imparcial.

Todo esto contribuye a mantener la estabilidad y el imperio de la ley en las relaciones económicas mundiales. Por su parte, estos factores ayudan a los países a usar el comercio como una herramienta para impulsar el crecimiento, el desarrollo y la creación de empleo.

Bulgaria se adhirió a la OMC en 1996, tras un largo proceso de reformas económicas.

El actual Embajador de Bulgaria ante la OMC, Atanas Paparizov, era el Ministro de Comercio y Cooperación Económica Exterior y encabezó la labor para que Bulgaria fuera Miembro de la OMC. Describió de manera acertada la adhesión exitosa del país como "un logro importante".

En mi opinión, este sistema basado en normas ha sido beneficioso para Bulgaria.

El comercio es un importante motor económico del país. Entre 1996 y 2016, las exportaciones de productos búlgaros se multiplicaron por cinco. Actualmente, 4 de cada 10 empleos en Bulgaria están relacionados con las exportaciones.

Debemos garantizar que el comercio siga teniendo consecuencias positivas para Bulgaria, y que ayude al país a mantener su rumbo hacia una mayor integración, lo cual es especialmente importante en el panorama económico actual.

Tras años de lento crecimiento, la expansión del comercio está repuntando en todo el mundo, y se está registrando un ritmo de crecimiento constante que no habíamos visto desde la crisis financiera mundial.

El pasado año, el comercio mundial creció alrededor de un 3,5%, y los primeros indicios para 2018 son positivos. Nuestro Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial más reciente muestra que el volumen del comercio de mercancías, los pedidos de exportación y el transporte de fletes marítimos y aéreos están todos por encima de la tendencia, lo que indica que el crecimiento del comercio durante el primer trimestre debería continuar a buen ritmo.

A pesar de que se haya especulado mucho al respecto, no se está observando un aumento del proteccionismo.

Desde la crisis de 2008, los Gobiernos se han mantenido relativamente firmes en resistir la tentación de aplicar medidas proteccionistas. De hecho, en este período menos del 5% de las importaciones mundiales se vieron afectadas por las restricciones al comercio.

Pero, por supuesto, debemos seguir siendo precavidos y estar pendientes de que no se introduzcan estas medidas, que podrían debilitar muy rápidamente el crecimiento futuro del comercio, y por lo tanto perjudicar el crecimiento económico, el desarrollo y la creación de empleo.

Por ello, debemos seguir reforzando el comercio mundial y el sistema multilateral de comercio. Debemos garantizar que el sistema sea fuerte, y que responda a las necesidades y prioridades de sus Miembros.

Una parte importante de esta labor es llevar adelante nuevas reformas, y ya hemos demostrado que la OMC puede obtener resultados significativos en este ámbito.

En las Conferencias Ministeriales de Bali, en 2013, y de Nairobi, en 2015, los Miembros de la OMC acordaron algunas de las reformas del comercio más importantes en toda una generación, entre las que se cuentan:

    • el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio,
    • la decisión de abolir las subvenciones a las exportaciones agropecuarias, y
    • la eliminación de los aranceles aplicados a una amplia gama de productos de tecnología de la información de nueva generación.

Estas medidas tendrán un impacto económico importante. A modo de ejemplo, solamente la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio podría reducir los costos comerciales en Bulgaria entre un 12,2% y un 13,9%.

Quisiera agradecer a Bulgaria y a la UE el firme apoyo prestado para el logro de estos resultados.

En diciembre del año pasado, celebramos en Buenos Aires la última Conferencia Ministerial. A diferencia de las dos anteriores, no logramos fraguar acuerdos finales sustantivos.

Fue una decepción, pero no sería realista esperar acuerdos significativos cada dos años. Además, es más importante el hecho de que se consiguieron avances.

En relación con las subvenciones a la pesca, por ejemplo, los Miembros se comprometieron a alcanzar un acuerdo sobre la meta 6 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 antes de que acabe 2019.

También es apreciable que los Miembros se comprometieran a proseguir las negociaciones sobre todos los asuntos, incluidos aquellos en los que no habíamos conseguido avances desde que se inició la Ronda de Doha. Y también se dieron enormes muestras de apoyo político a la Organización. Así que seguiremos trabajando, y animaré a los Miembros a que encuentren nuevos enfoques que nos permitan progresar en esta labor.

Si bien es cierto que no se dieron grandes pasos adelante en Buenos Aires, en algunos temas hubo un renovado dinamismo.

Un grupo de 71 Miembros de la OMC iniciaron labores relacionadas con el comercio electrónico, confiando en que esto prepare el terreno para futuras negociaciones. Estos Miembros representan alrededor del 77% del comercio mundial.

Además, un grupo de 70 Miembros emprendieron trabajos relacionados con la facilitación de las inversiones. Estos Miembros representan alrededor del 66% del volumen mundial de entradas de inversión extranjera directa (IED).

Un grupo de 87 Miembros empezó a trabajar en la reducción de los obstáculos que impiden que las microempresas y pequeñas y medianas empresas realicen actividades comerciales.

Y 118 Miembros y observadores de la OMC acordaron tomar medidas sobre el comercio y el empoderamiento económico de las mujeres.

Bulgaria, como miembro de la UE, forma parte de todas estas iniciativas.

Es muy importante mirar la composición de estos nuevos grupos. No representan una división entre el Norte y el Sur, sino que engloban países desarrollados, en desarrollo y menos adelantados, grandes y pequeños, y permanecerán abiertos a todos los Miembros.

Además, todos estos temas son de una importancia económica apremiante para todos los Miembros, incluida Bulgaria.

Las labores sobre el comercio electrónico y la facilitación de las inversiones podrían contribuir a impulsar el sector tecnológico de Bulgaria, que aporta un 3,6% al PIB del país y es una importante fuente de empleo para los jóvenes.

Las pequeñas empresas proporcionan más de tres cuartas partes del empleo en Bulgaria. Si podemos ayudar a más empresas como estas a que comercien, podría tener repercusiones positivas en varios sectores de la economía.

Se presentan algunas oportunidades interesantes en este ámbito. Sin embargo, me gustaría resaltar que todo esto es muy reciente y se trata de trabajo en curso que se encuentra ahora mismo solo en fase de debate. Tenemos que ver cómo evolucionan estas iniciativas.

No me cabe duda de que la participación de Bulgaria, junto con la de la UE, será muy importante para hacer avanzar estas conversaciones.

De hecho, creo que Bulgaria puede ofrecer un punto de vista interesante.

He oído que hay un dicho en búlgaro que se podría traducir más o menos como "juntos, un grupo unido puede levantar una montaña".

Esta frase puede inspirarnos para afrontar los retos y las oportunidades que se nos presentan actualmente.

Sigamos trabajando juntos para levantar y apartar los obstáculos al comercio, para que este pueda seguir propiciando el crecimiento, el desarrollo y la creación de empleo en Bulgaria, y en todo el mundo.

Muchas gracias.

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