DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Excelencias,
Señoras y señores:
Buenas tardes.

Me complace estar aquí para clausurar este importante evento: la primera Conferencia Europea de Investigadores de PI, integrada en el Coloquio anual OMPI-OMC para profesores de PI.

El evento de hoy tiene un formato innovador. Por primera vez, el Coloquio integra una nueva iniciativa, la Conferencia Europea de Investigadores de PI, con la que concluye su programa de dos semanas de duración.

Confío en que, gracias a ello, los intercambios de opiniones hayan sido aún más productivos y constructivos. Tengo mucho interés en conocer con más detalle los resultados del debate teórico.

Deseo expresar mi agradecimiento a todos los que han contribuido a esta iniciativa, en particular:

  • a nuestros anfitriones de la OMPI, concretamente a mi amigo el Director General Gurry;
  • al Director Ejecutivo de la Academia de la OMPI, Sr. Sherif Saadallah;
  • y a sus respectivos equipos.

Doy las gracias también a la Universidad de Ginebra, en especial al Profesor Jacques de Werra, así como a la Profesora Irene Calboli.

Y, naturalmente, también deseo expresar mi gratitud a nuestros colegas de la Secretaría de la OMC.

Resulta muy alentador ver que la propiedad intelectual suscita tan vivo interés, y en académicos tanto jóvenes como experimentados.

Como es sabido, las leyes y las políticas en materia de propiedad intelectual constituyen un tema de gran complejidad técnica. Al mismo tiempo, son de vital importancia para numerosas cuestiones de política pública.

Hoy día cuesta concebir una cuestión a nivel mundial en la que la propiedad intelectual no constituya un elemento significativo.

Pensemos, por ejemplo, en la salud pública, la innovación y el acceso a los medicamentos; o en el cambio climático y el desarrollo de las tecnologías verdes. La propiedad intelectual es un componente central en todas estas cuestiones.

Y, por supuesto, también tiene gran importancia en lo que concierne al comercio.

Basta con echar una ojeada a los titulares de hoy para constatar los lazos existentes entre la propiedad intelectual y el comercio. De estos mismos titulares se desprende claramente lo compleja, o incluso lo controvertida, que puede ser esa relación.

Sin ir más lejos, la propiedad intelectual constituye una preocupación fundamental en las actuales tensiones que, como vemos, están surgiendo entre los principales interlocutores comerciales.

Ayer mismo se presentó un informe de un grupo especial de la OMC sobre la diferencia acerca de las medidas de empaquetado genérico aplicadas por Australia a los productos de tabaco en el que se analiza la compatibilidad de estas medidas con el Acuerdo sobre los ADPIC y el derecho de la OMC. En este informe se abordan todas estas cuestiones pormenorizadamente.

El Acuerdo sobre los ADPIC de la OMC trata muy diversas cuestiones jurídicas y de política, entre ellas, los derechos humanos, el medio ambiente, la seguridad alimentaria, la brecha digital, las políticas de innovación y muchos aspectos del desarrollo sostenible.

Sabemos que estas cuestiones pueden ser complicadas y a veces causar división. No obstante, en el propio Acuerdo sobre los ADPIC se establece que el sistema de propiedad intelectual tiene como objetivo favorecer a todos.

Eso se refiere a que tanto los productores como los usuarios de las nuevas tecnologías deben beneficiarse mutuamente. Y el Acuerdo no deja lugar a dudas sobre la función que debe desempeñar la propiedad intelectual en la promoción del bienestar social y económico.

El gran desafío para la comunidad internacional es cómo lograr eso en la práctica, y cómo aprender de la experiencia acumulada hasta la fecha.

A eso se suman las numerosas novedades que se han producido recientemente.

El año pasado entró en vigor la enmienda del Acuerdo sobre los ADPIC. Fue la primera modificación de las normas de la OMC en la historia de la Organización. La enmienda crea una nueva vía jurídica para acceder a medicamentos genéricos asequibles en los países más vulnerables. Por consiguiente, ocupa un lugar central en muchos de los debates sobre el sistema de propiedad intelectual en tanto que instrumento para llevar a cabo políticas públicas.

Esta enmienda se basa en la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública. Con esta Declaración, los Ministros de Comercio de todo el mundo afirmaron que la salud pública es una cuestión que interesa y preocupa a todos. Añadieron que las normas de la OMC -en concreto el Acuerdo sobre los ADPIC- deben constituir un aspecto positivo de la solución.

Tras la entrada en vigor de la enmienda el año pasado, ahora estamos desplegando esfuerzos con el fin de crear capacidad y desarrollar las asociaciones necesarias para llevar a la práctica este importante nuevo instrumento jurídico.

Los legisladores, los responsables de la formulación de políticas, los administradores y la judicatura están todos intentando hacer efectivos en la práctica los amplios principios del Acuerdo sobre los ADPIC. Por tanto, existe a todas luces una gran cantidad de experiencia práctica en la que basarnos.

Es esencial que aprovechemos estas enseñanzas. La manera de enmarcar, administrar y garantizar la observancia de las leyes de propiedad intelectual tiene una importante repercusión en el crecimiento y el desarrollo en todo el mundo.

Reconocer que el sistema de propiedad intelectual desempeña una función esencial también es fundamental para ayudar a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La propiedad intelectual tiene una importancia vital para ayudar a generar las innovaciones que permitirán alcanzar esos ambiciosos objetivos.

La orientación de los expertos es fundamental para ayudar a los responsables de la formulación de políticas a abrirse camino en este desafiante panorama normativo.

Por eso es tan importante el papel de los investigadores en la esfera de las leyes y las políticas en materia de propiedad intelectual. Estos proporcionan una valiosa perspectiva sobre el lugar en que nos hallamos hoy. También proporcionan ideas e instrumentos para planificar el camino a seguir.

Los profesores de derecho de la propiedad intelectual y sus investigaciones pueden ayudar a los países y a los responsables de la formulación de políticas a elaborar los sistemas de propiedad intelectual nacionales que necesitan para alcanzar objetivos de política específicos.

El evento de hoy es una clara prueba de eso. Este Coloquio, desde su creación en 2004, ha sido un elemento permanente de la cooperación entre la OMPI y la OMC. Ahora el Coloquio se ha ampliado con la incorporación de la Conferencia para investigadores celebrada hoy, que ha puesto de manifiesto la diversidad y la importancia de la investigación en esta esfera.

Uno de los verdaderos puntos fuertes del Coloquio es que constituye una auténtica conversación entre el mundo académico y nuestras organizaciones. Además, ha contribuido a crear una plataforma en la que participan profesores y universidades de todo el mundo, tanto de países desarrollados como de países en desarrollo.

A resultas de ello, el Coloquio ha dado lugar a una considerable red de antiguos participantes, que con el tiempo han pasado a su vez a desempeñar destacados papeles como profesores y responsables de la formulación de políticas.

Resulta muy alentador ver que esta iniciativa genera una demanda cada vez mayor y una respuesta positiva. En consecuencia, decidimos ampliarla y desarrollar una serie de sesiones a nivel regional, que empezaron el año pasado en Asia, han continuado este año en África y pronto, confiamos, se celebrarán en América Latina.

Otro de los resultados del Coloquio ha sido una importante revista académica, editada y revisada por especialistas, WIPO WTO Colloquium Papers, que ofrece un conjunto único de material de investigación centrado en el mundo en desarrollo, donde se está observando una interesante evolución de las políticas en el ámbito de la propiedad intelectual.

Animo a los participantes a informarse más sobre esta iniciativa.

Por último, confío en que este seminario de hoy haya propiciado un diálogo constructivo, sentado las bases de una colaboración continuada y promovido la formación de redes académicas.

Como investigadores, profesores y participantes en debates sobre políticas públicas, necesitamos que sigan ustedes ayudándonos a comprender las importantes novedades que se producen en este ámbito complejo. Su labor puede contribuir a arrojar luz sobre este fascinante panorama jurídico y político.

Gracias, pues, a todos por su participación en el evento de hoy, por su curiosidad intelectual y por su cooperación.

Prosigamos esta buena labor.

Gracias y buenas tardes.

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