DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Más información

  

Buenos días a todos.

Permítanme comenzar deseándoles un feliz Día Internacional de la Mujer.

Me complace tener la oportunidad de celebrar este día una vez más en la OMC. Este año, las Naciones Unidas han centrado el Día Internacional de la Mujer en el tema "Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio". En esa dirección orientamos nuestros esfuerzos todos nosotros. Pienso, pues, que este tema se ajusta bien al evento que celebramos hoy en la OMC.

Hoy también tenemos la oportunidad de hacer balance de los logros alcanzados hasta la fecha y de presentar nuevas iniciativas sobre comercio y género.

Las cuestiones de género son un aspecto fundamental de quienes somos como organización, y en los últimos dos años les hemos dedicado mucha más atención.

En 2017, un numeroso grupo de Miembros dio un paso decisivo con la Declaración de Buenos Aires sobre el Comercio y el Empoderamiento Económico de las Mujeres. Además, elaboramos el Plan de Acción de la OMC sobre Comercio y Género para 2017-2019

Así pues, las cuestiones de comercio y género están presentes en el programa de trabajo de la OMC como nunca antes.

La Declaración de Buenos Aires ofrece una plataforma para comprender mejor la relación entre el comercio y el empoderamiento de las mujeres.

En este marco, los Miembros se comprometieron a organizar una serie de talleres temáticos de marzo de 2018 a junio de 2019.

En estos talleres han estado analizando cómo puede el comercio promover mejor el empoderamiento económico de las mujeres y compartiendo sus experiencias y mejores prácticas nacionales, junto con relatos de experiencias concretas del sector privado.

Hasta ahora se han organizado tres talleres, en los que los Miembros:

  • subrayaron la importancia de mejorar el análisis del comercio desde una perspectiva de género,
  • estudiaron los mercados de contratación pública y su importancia para el desarrollo económico inclusivo,
  • y examinaron la forma en que las cadenas de valor mundiales pueden fomentar el empoderamiento económico de las mujeres.

Se ha previsto una serie de tres talleres más para analizar los acuerdos comerciales, la inclusión financiera y las nuevas tecnologías desde el punto de vista del género.

La Declaración señala el proceso de examen de las políticas comerciales de la OMC como uno de los instrumentos que podrían utilizar los Miembros para intercambiar información. Desde enero de 2018, durante el examen de sus políticas comerciales, seis países han notificado de manera voluntaria políticas comerciales encaminadas al empoderamiento de las mujeres.

Actualmente los proponentes de la Declaración están elaborando un informe sobre su puesta en aplicación que se presentará a los Ministros en la Duodécima Conferencia Ministerial.

A este respecto, la pregunta fundamental que hay que plantearse es: ¿Qué función ha de desempeñar el comercio? ¿Cómo puede contribuir más a la creación de oportunidades para las mujeres?

Por eso nos esforzamos en comprender mejor esta interacción.

Además de los debates que celebran los Miembros, la OMC está trabajando en asociación con el Banco Mundial para generar nuevos datos sobre la repercusión del comercio en las mujeres. En diciembre, presentamos las constataciones preliminares de nueve estudios.

En estos documentos se analizaron muy diversas cuestiones: el empleo, el comercio electrónico, las disparidades salariales, la Ayuda para el Comercio y el acceso a las cadenas de valor mundiales.

Nuestra labor sigue adelante, y publicaremos un informe conjunto en otoño.

Además, me complace anunciar que vamos a poner en marcha un proyecto de investigación centrado en el comercio, el género y el medio ambiente.

Este tema se examinará con más detalle en la sesión de hoy, presentándose los puntos de vista de los Miembros y ejemplos de prácticas nacionales actualmente en vigor.

En respuesta a las peticiones de los Miembros, también estamos incorporando la cuestión del comercio y el género a nuestro Plan de Asistencia Técnica.

Hemos elaborado el primer módulo de formación sobre comercio y género, que se integrará en los cursos organizados por el Instituto de Formación y Cooperación Técnica.

En el módulo se explica la interacción entre el comercio y el empoderamiento económico de las mujeres. Esta cuestión se examina en el contexto de las normas de la OMC y teniendo en cuenta los distintos puntos de vista de los Miembros sobre cómo pueden traducirse estas normas en políticas comerciales.

La primera actividad de formación basada en este módulo formará parte del curso introductorio programado en mayo de este año para los países menos adelantados.

Efectivamente es importante apoyar a los PMA en esta esfera.

Las mujeres siguen constituyendo una parte significativamente menor de la población activa oficial en los PMA, y también a este respecto el comercio puede hacer una gran aportación.

Las reformas de las políticas, la formación, el desarrollo de la capacidad y los proyectos específicos pueden desempeñar una función positiva en el esfuerzo de que los beneficios del comercio lleguen a las mujeres.

Me complace, pues, que el Marco Integrado mejorado ponga en marcha hoy una nueva iniciativa titulada "Empoderar a las mujeres, potenciar el comercio".

Esta es una iniciativa única, porque va dirigida exclusivamente a las mujeres comerciantes de los PMA, siendo su objetivo conseguir la paridad entre los géneros en el comercio de estos países.

El MIM ayudará a los Gobiernos de los PMA a formular y adoptar políticas basadas en la igualdad de género. Se destinará una ayuda financiera de hasta 10 millones de dólares, procedente del Fondo Fiduciario del MIM, a la puesta en aplicación de proyectos centrados en el empoderamiento económico de las mujeres.

Con arreglo a lo previsto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estos proyectos podrían dedicarse, por ejemplo, a aumentar los salarios de las mujeres o asegurarles empleos dignos.

El objetivo es que, en 2022 a más tardar, la iniciativa haya empoderado directamente a 50.000 mujeres, ayudándolas a acceder a los mercados. Quiero felicitar, pues, al MIM. Esperamos con interés ver los resultados sobre el terreno.

Por último, quiero referirme brevemente a la propia OMC, como institución.

Sin duda vamos camino de una Secretaría más equilibrada.

Las mujeres representan aproximadamente el 54% del personal de la Organización. Estamos, pues, un poco por encima de la paridad. El número de mujeres en puestos clasificados como "profesionales" va en aumento. En la actualidad, las mujeres ocupan el 45% de estos puestos, frente al 42% registrado en 2014. Por tanto, estoy seguro de que lo conseguiremos.

Puede ser útil centrar la atención en determinados grados. Veamos, por ejemplo, el grado 9, situado justo por debajo del más elevado, el grado 10. En 1995, las mujeres representaban alrededor de un tercio del personal que ocupaba puestos en este grado. El año pasado ascendían al 55%. Se trata de un aumento muy significativo.

Además, con el nuevo sistema de ascensos basados en la actuación profesional, el mayor número de ascensos a los puestos de grado 10 corresponde a mujeres, tres de cada cuatro, para ser exactos.

No obstante, en el nivel de los puestos de dirección, las mujeres siguen estando insuficientemente representadas. A fecha de hoy, solo 6 de los 20 directores son mujeres. También aquí hemos avanzado en la dirección correcta, pero no tan deprisa como cabría esperar debido al lento ritmo en que se producen vacantes a ese nivel. Pero, como hay cada vez más mujeres en los grados 9 y 10, ahora son mayores las probabilidades de que las mujeres lleguen a ocupar puestos de director.

En mayo presentaremos un informe actualizado sobre las estadísticas de género en el seno de la Secretaría; la transparencia es una parte importante del proceso. Con eso, veremos más claramente en qué se ha avanzado y en qué es necesario seguir avanzando.

Conseguir el equilibro y la inclusividad de género sigue siendo un desafío. Eso es aplicable tanto a la OMC como al comercio y la economía en general.

En el transcurso del año tendremos más ocasiones de examinar estas cuestiones y evaluar los progresos, en particular durante el Examen Global de la Ayuda para el Comercio, que se celebrará en la OMC en julio.

También espero esos debates con interés. Astaná constituye un plazo límite ineludible para todas las conversaciones que se mantienen en la actualidad. No me cabe duda de que los signatarios de la Declaración de Buenos Aires, con la mirada puesta ya en el futuro, piensan en los posibles resultados de la Duodécima Conferencia Ministerial.

Acojo con agrado la ambición que se observa detrás de esa labor y el extraordinario impulso que se ha generado en un período de tiempo bastante corto.

En un momento en el que todos nos esforzamos por lograr que el comercio sea más inclusivo, eso debe interpretarse como una señal positiva.

Si colaboramos en estas cuestiones, podemos incidir de manera real y duradera en las vidas de las personas de todo el mundo. No se me ocurre mejor motivación que esa.

Muchas gracias, pues, por su atención. Espero que disfruten hoy de un excelente debate y les deseo un excelente Día Internacional de la Mujer.

Compartir


Compartir


Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.