DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Señoras y señores,
Buenos días.

Bienvenidos a la OMC y a este séptimo Taller Anual sobre el Comercio.

Me complace contar hoy aquí con la presencia de todos ustedes. Siempre es un placer reunir a los expertos en comercio de la OMC, el Banco Mundial y el FMI. Doy las gracias a los organizadores y a los ponentes por hacer posible este evento.

Esta es una iniciativa muy positiva, que proporciona una excelente plataforma para compartir los proyectos de investigación en curso, analizar cuestiones de política actuales e identificar esferas de colaboración futura entre nuestras organizaciones.

La última vez que acogimos este evento en la OMC fue en junio de 2015. Por entonces, el ánimo general en el debate sobre el comercio era muy distinto.

Acabábamos de concluir el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, el primer acuerdo multilateral en la historia de la OMC. Estábamos trabajando con ahínco para ponerlo en aplicación y conseguir las ratificaciones necesarias para su entrada en vigor.

Además, hacíamos avanzar debates pendientes en la OMC desde hacía mucho tiempo, allanando así el camino en preparación para nuestra Conferencia Ministerial de Nairobi. Como quizá ya sepan, en esa conferencia logramos la mayor reforma del comercio agropecuario de los últimos dos decenios.

La cooperación comercial multilateral cobró renovado impulso.

Ahora nos enfrentamos a un panorama muy distinto. Las tensiones comerciales van en aumento. La tasa de crecimiento del comercio está disminuyendo. Al mismo tiempo, la Cuarta Revolución Industrial y las secuelas de la crisis de 2008 están induciendo a los Gobiernos a reevaluar sus políticas en diversas esferas.

Hemos observado cómo las tensiones derivadas de los desequilibrios mundiales, las intervenciones de los Gobiernos y las opiniones divergentes sobre el papel del comercio en el desarrollo económico han hecho que el comercio y la política comercial vuelvan a ocupar un lugar destacado en los debates sobre políticas a nivel mundial.

Todas estas turbulencias se reflejan en la OMC. Nos enfrentamos a muy diversos desafíos, tanto económicos como sistémicos, que reclaman una respuesta.

Pero también pienso que se nos ofrece una oportunidad única de renovar la cooperación en el ámbito del comercio mundial.

Se observa mucha actividad en la OMC. Los Miembros están participando en un debate sobre la reforma de la OMC para asegurar que la Organización siga dando respuesta a los desafíos que plantea la economía de hoy.

La cuestión más apremiante continúa siendo el estancamiento del mecanismo de solución de diferencias, en particular el proceso de nombramiento de nuevos Miembros del Órgano de Apelación.

Desde una perspectiva más positiva, está proliferando la presentación de ideas orientadas a mejorar nuestra labor ordinaria. Algunos Miembros se han centrado especialmente en esta esfera, estudiando en particular cómo mejorar la transparencia en las políticas comerciales de los Miembros.

Los Miembros de la OMC también están debatiendo la forma de avanzar en distintos frentes, que incluyen temas de larga data como la agricultura y las subvenciones a la pesca.

Además, algunos grupos de Miembros han puesto en marcha las denominadas "iniciativas conjuntas" para trabajar sobre otras diversas cuestiones, entre ellas, el comercio electrónico, las pequeñas y medianas empresas, la facilitación de las inversiones, el empoderamiento económico de las mujeres y la reglamentación nacional en la esfera de los servicios.

No todos los Miembros de la OMC participan en esas iniciativas. Pero cada una de ellas cuenta ya con más de 70 Miembros y todas están abiertas a cualquiera que desee sumarse o simplemente participar en los debates.

Los Miembros consideran esta vía una forma de asegurarse de que el sistema de comercio esté preparado para la economía del siglo xxi. El sistema debe ser más eficiente y eficaz y adaptarse mejor a los problemas de hoy. Sin duda, una manera de fortalecer el sistema es defender la causa del comercio con datos sólidos y pruebas contundentes. En este sentido, la investigación económica es de vital importancia.

Ayuda a mostrar por qué un sistema de comercio basado en normas es indispensable para el crecimiento y el desarrollo. Ayuda a poner de relieve en qué modo el comercio aporta beneficios económicos concretos a las personas. Y ayuda a identificar esferas en las que el comercio no está cumpliendo plenamente su función, proporcionando así a los encargados de la formulación de políticas un importante material para la reflexión. Naturalmente, en el contexto de los beneficios más amplios que el comercio aporta, debemos reconocer también los desafíos que puede plantear.

Un debate equilibrado y fundamentado constituye una condición fundamental para formular políticas de manera eficaz y con capacidad de respuesta. Los eventos como este pueden contribuir enormemente a ese diálogo. Nos ayudan a formular las políticas económicas de modo más coherente y uniforme. Nos permiten comprender mejor las interacciones entre diversas esferas normativas. Pienso que la presentación de trabajos y el intercambio de ideas en foros como este pueden propiciar pensamientos novedosos en direcciones imprevisibles.

Por ello espero que sea una jornada muy fructífera.

Y, a mi modo de ver, en todos nuestros debates debemos esforzarnos para que esta labor siga siendo pertinente y asegurarnos de que conecte con los desafíos a los que nos enfrentamos en la comunidad mundial dedicada a los temas del comercio.

Por ejemplo, en la OMC estamos tratando de mejorar la información que proporcionamos con respecto al comercio de servicios, que está adquiriendo cada vez mayor importancia en la economía mundial.

Buscamos también formas de mejorar el modo en que vigilamos las medidas restrictivas del comercio, examinando no solo el número de medidas aplicadas y su cobertura comercial, sino también su magnitud e intensidad.

Por último, mientras procuramos hacer frente a los desafíos actuales, la cooperación en curso entre nuestras organizaciones es más importante que nunca.

El cometido de nuestras tres organizaciones es la creación de un marco mundial más sólido y estable para que la población mundial pueda vivir mejor y de manera más sana.

De hecho, esta misma semana, en la Cumbre del G-20, me sentaré a la mesa junto con los directores del FMI y el Banco Mundial para debatir todas estas cuestiones con los líderes del G-20. En mi mensaje, transmitiré la importancia del comercio y la cooperación permanente entre nuestras organizaciones a fin de seguir logrando beneficios económicos.

También en el contexto del G-20, nuestras organizaciones trabajan en colaboración para mantener informados a los Miembros sobre las últimas novedades en el sistema de comercio y las conclusiones alcanzadas en las investigaciones más recientes.

Por supuesto, el peso de los argumentos que utilicemos depende de las investigaciones, las ideas y las pruebas necesarias, buena parte de las cuales son el producto de la labor intelectual de quienes se encuentran reunidos en esta sala.

Juntos, tenemos acceso a un enorme acervo de recursos y conocimientos especializados. Así que aprovechémoslos debidamente. Mantengamos este diálogo en marcha. Les deseo éxito en este evento y espero con interés conocer el resultado de sus debates.

Muchas gracias.

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