DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Diapositivas

Más información

  

Excelencias,
Señoras y señores,
Buenas tardes.

Me complace estar hoy aquí con ustedes. Solo podré quedarme unos minutos, pero quería aprovechar la oportunidad para compartir algunas reflexiones sobre este importantísimo asunto.

El empoderamiento económico de las mujeres es un elemento esencial en la creación de un sistema de comercio más inclusivo, y de una sociedad más inclusiva.

Acabo de asistir a la Cumbre del G-20 en Osaka, y este mensaje ocupó un lugar prioritario en el programa de trabajo durante los debates de los líderes.

Si queremos aprovechar todas las oportunidades que brinda la economía mundial, debemos asegurarnos de que las mujeres se integren plenamente en esos esfuerzos.

Las mujeres empresarias ya desempeñan un papel fundamental en muchas economías. Según algunas estimaciones, un tercio de todas las pymes de los países en desarrollo están dirigidas por mujeres.

Sin embargo, siguen siendo muchos los obstáculos con que se encuentran para participar plenamente en la economía mundial, ya sea porque tienen menos derechos reconocidos por la ley, ya sea porque su representación política es insuficiente.

La eliminación de estos obstáculos puede tener unos efectos sociales y económicos extraordinarios. Según estimaciones de un estudio de McKinsey, salvar la brecha de género podría aumentar el PIB mundial en no menos de USD 12 billones de aquí a 2025, cifra que equivale a los actuales PIB del Japón, Alemania y el Reino Unido sumados.

Debemos utilizar todas las herramientas de que disponemos para abordar esta cuestión, y la política comercial también puede desempeñar un papel muy importante.

En 2017, el empoderamiento económico de las mujeres se incluyó formalmente en el programa de trabajo de la OMC por primera vez en nuestra historia a través de la "Declaración de Buenos Aires sobre las Mujeres y el Comercio".

Me enorgullece que esto haya ocurrido durante mi mandato como Director General.

Ciento veinticuatro (124) Miembros y observadores de la OMC han suscrito esa iniciativa.

Su objetivo es promover el empoderamiento económico de las mujeres eliminando los obstáculos que impiden su participación en el comercio mundial. Como parte de estos esfuerzos, los Miembros han estado trabajando para comprender mejor estas cuestiones.

Una prioridad fundamental en estos esfuerzos ha sido la mejora de los datos y la información, que puede ayudar a impulsar esta labor. Y en este frente hemos estado trabajando activamente.

La OMC y el Banco Mundial han puesto en marcha un proyecto de investigación conjunto para entender mejor los vínculos entre comercio y género. El informe final resultante de esta investigación arrojará luz sobre cuestiones como:

  1. los desafíos y las oportunidades con que se encuentran las mujeres comerciantes, y
  2. las políticas que más pueden ayudar a las mujeres a beneficiarse del comercio.

En los últimos meses, la OMC también ha estado trabajando en asociación con el Foro de Asia Meridional para el Desarrollo de las Mujeres y con Trade Mark East Africa. Conjuntamente, hemos llevado a cabo dos estudios regionales, uno en Asia Meridional y otro en África Oriental, centrados en mujeres empresarias. Participaron en el estudio más de 200 mujeres empresarias que trabajaban en el sector estructurado.

Permítanme subrayar algunas de las conclusiones.

En primer lugar, los resultados muestran que la mayoría de esas mujeres querían exportar e incorporarse a los mercados mundiales, pero no sabían bien dónde estaban las oportunidades ni cómo acceder a ellas.

En segundo lugar, más de la mitad de las mujeres empresarias entrevistadas señalaron que no habían recibido formación alguna sobre la reglamentación comercial vigente en las esferas en las que habían establecido sus empresas.

En tercer lugar, más del 90% de las entrevistadas, entre ellas las que ya dirigían empresas bien consolidadas, mostraron interés en recibir formación relacionada con el comercio.

En mi opinión, estos resultados son muy reveladores. Reflejan un verdadero deseo de emprender actividades comerciales; por consiguiente, está claro que debemos esforzarnos más por crear capacidad comercial para ayudar a empoderar a las mujeres comerciantes.

La Ayuda para el Comercio puede ser una herramienta eficaz para que las mujeres desarrollen su capacidad comercial y accedan a los mercados mundiales. En los 12 últimos años, los donantes y los países asociados han incorporado gradualmente el género en sus objetivos de Ayuda para el Comercio.

Hoy día, el empoderamiento económico de las mujeres ocupa un lugar prioritario en los programas de trabajo tanto de los donantes como de los países asociados. El 84% de las estrategias de Ayuda para el Comercio de los donantes y el 85% de las estrategias de desarrollo nacional o regional de los países asociados tratan de promover el empoderamiento económico de las mujeres.

Durante el Examen Global de esta semana, los Miembros debatirán sobre el papel de la iniciativa de Ayuda para el Comercio en la eliminación de los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres al comerciar y sobre cómo potenciar ese papel.

Las herramientas existentes también pueden contribuir a aumentar la participación de las mujeres en el comercio mundial.

Por ejemplo, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, mediante la digitalización de los procedimientos aduaneros, puede ayudar a las mujeres empresarias tanto a cumplir esos trámites como a evitar el sesgo que a veces muestran los funcionarios de aduanas.

Las tecnologías digitales pueden tener efectos transformadores que faciliten la incorporación de las mujeres empresarias a las corrientes comerciales mundiales. Por lo tanto, es fundamental salvar las brechas de género que existen actualmente en la utilización de las herramientas digitales. No se puede excluir a las mujeres de las oportunidades que ofrece la economía digital.

Análogamente, la contratación pública es un mercado que representa alrededor del 15% del PIB en la mayoría de las economías. Pero en él solo participa el 1% de las mujeres empresarias.

Los principios de transparencia y apertura del Acuerdo sobre Contratación Pública y los efectos de este en la promoción de las herramientas de contratación electrónica pueden contribuir enormemente a que las empresas dirigidas por mujeres accedan a esos mercados.

Los Sistemas Generalizados de Preferencias también pueden ser útiles, pero, como no es de extrañar, las mujeres de los PMA en general apenas los conocen. Eso limita las oportunidades que crean esos programas, así como sus posibles efectos.

Debemos velar por que las mujeres empresarias conozcan las herramientas existentes y tengan acceso a ellas.

Aunque pienso que podemos estar orgullosos de los avances realizados en el corto tiempo transcurrido desde Buenos Aires, sin duda podemos hacer más.

A este respecto, los Miembros de la OMC están comprometidos y motivados. Aprovechemos, pues, esta oportunidad.

La sesión de hoy es una gran ocasión para ahondar en este diálogo.

Podremos escuchar directamente las voces de las mujeres empresarias, de las usuarias del sistema de comercio. Nos hablarán de los obstáculos que se alzan en su camino, y de la importancia que pueden tener las normas y los procesos comerciales.

Estoy seguro de que será un diálogo muy constructivo.

Trabajando juntos, podemos hacer una gran contribución en esta esfera y ayudar a las mujeres empresarias a cosechar las recompensas que el comercio tiene que ofrecer.

Muchas gracias.

Compartir


Compartir


Photo gallery Ver diapositivas

Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.