Embajador Paik,
Sr. Ortiz,
Sra. González,
Sra. Lee,
Excelencias,
Señoras y señores,

Buenos días y bienvenidos.

Es un gran placer para mí estar hoy aquí. Lamentablemente, tendré que marcharme nada más concluir estas observaciones, pero quería dirigirme brevemente a ustedes al comienzo de este importante evento.

Su presencia hoy aquí da fe del interés de los Miembros en el tema de los marcos reglamentarios para el comercio de servicios. Esta cuestión ha sido objeto de debates fructíferos durante los últimos 18 meses.

Felicito al grupo MIKTA por la organización de este taller. El propio grupo MIKTA es una prueba de lo mucho que puede lograrse cuando los Miembros, independientemente de su nivel de desarrollo, encuentran puntos de confluencia y deciden trabajar unidos en pro de objetivos comunes.

Han reunido ustedes a un amplio abanico de expertos que han venido en representación de los Gobiernos, las empresas y las principales organizaciones internacionales. Gracias a todos por participar hoy en esta iniciativa.

El sector de servicios representa en la actualidad una parte mayor de la producción que el sector manufacturero o el agropecuario en muchas economías, desarrolladas, en desarrollo y menos adelantadas. Al mismo tiempo, el sector de servicios está, por su propia naturaleza, muy reglamentado. Por eso, el comercio de servicios a menudo afronta prescripciones reglamentarias gravosas, en especial cuando los proveedores están establecidos en el extranjero.

El Informe sobre el comercio mundial 2019 de la OMC analiza precisamente “El futuro del comercio de servicios”. En él se constata que, a pesar de que los costos del comercio de servicios han disminuido en los últimos años, casi duplican aún los del comercio de mercancías. Esto se debe principalmente a que al comercio de servicios se aplican regímenes de políticas más complejos.

A este respecto la solución no es eliminar o prohibir las reglamentaciones, sino que estas sean acertadas. La reglamentación debe responder a los objetivos de política nacionales, y a la vez preservar las condiciones de igualdad para la competencia en el mercado.

Los mercados de servicios competitivos y dinámicos no pueden prosperar sin un entorno de políticas favorable y un marco reglamentario que funcione debidamente.

Eso es precisamente lo que están pidiendo las empresas en todas partes. En lo que se refiere a las reglamentaciones, las empresas desean una mayor transparencia y previsibilidad para poder adoptar decisiones fundamentadas. Quiero hacer hincapié en que esto es algo que nos plantean los exportadores de servicios de los PMA, la última vez en el taller sobre los servicios de los PMA que se impartió hace unas semanas.

Como he señalado antes, en la OMC se ha estado trabajando para atender estas necesidades.

Un grupo de Miembros de la OMC ha iniciado debates sobre las disciplinas en materia de reglamentación para el comercio de servicios. En la Iniciativa Conjunta sobre la Reglamentación Nacional en la esfera de los Servicios participan 60 Miembros de distintos niveles de desarrollo y de diferentes contextos reglamentarios, que representan juntos más del 70% del comercio mundial.

Las buenas prácticas de reglamentación son compatibles con diversos sistemas y enfoques reglamentarios, sean cuales sean los niveles de desarrollo o las consideraciones sociales reflejadas en la reglamentación nacional. El principal objetivo es garantizar que determinados tipos de reglamentación no sean opacos ni innecesariamente engorrosos. A este respecto, las metas fundamentales son mejorar la calidad de las reglamentaciones y facilitar el comercio de servicios.

El taller de hoy es una excelente oportunidad para ahondar en estas cuestiones. Permitirá asimismo entender mejor la relación entre la calidad de las reglamentaciones, el crecimiento y el desarrollo sostenibles, y los mercados de servicios competitivos.

Les deseo lo mejor para el día de hoy y espero con interés conocer el resultado de sus debates.