WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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> Discursos: Roberto Azevêdo

> Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio

Excelencias,

Señoras y señores:

Permítanme dar las gracias a todos los que han intervenido esta tarde.

Me han informado de sus contribuciones a lo largo del Examen Global, y deseo agradecerles su participación.

Esta semana se ha caracterizado por un notable dinamismo, que se refleja en las cifras de este evento: más de mil participantes en los tres últimos días, 46 sesiones y varios miles de páginas de análisis. Este dinamismo también se ha percibido en los animados intercambios y debates que hemos celebrado.

Me gustaría destacar algunos de los principales mensajes que se han oído durante el Examen Global y, a continuación, plantear algunas cuestiones que podrían orientar nuestra labor futura. Evidentemente, son ustedes, los Miembros, quienes luego tendrán que discutir esas cuestiones y definir esa labor.

Creo que el mensaje más claro es que los costos del comercio son de gran importancia, y que no podemos no tener en cuenta el impacto de estos costos en la conectividad.

El comercio será un elemento clave en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sabemos que si los costos del comercio siguen siendo prohibitivos, especialmente para los más pobres, no lograremos nuestro propósito.

No obstante, también sabemos que los costos del comercio no son inamovibles. Podemos tomar medidas para reducirlos y, de hecho, ya se está haciendo una gran labor a ese respecto.

En el Examen Global se han presentado muchas iniciativas tomadas en Asia, África, América Latina, el Caribe y el Pacífico.

Tomemos por ejemplo el caso del Pacífico.

Simplemente por su geografía, esa región se enfrenta a algunos de los mayores obstáculos naturales para conectarse con el sistema mundial de comercio. Por eso me complace observar el éxito que han tenido varios proyectos en apoyo de las Islas del Pacífico.

Hemos conseguido comprender mejor los costos del comercio que soportan las pymes, y que son desproporcionadamente altos, y hemos tomado nota de diferentes enfoques que podrían ayudar a esas empresas a aligerar esta carga.

Otro de los temas que ha surgido con fuerza ha sido el de las cuestiones de género. Las mujeres se enfrentan a una serie de restricciones que limitan su capacidad de participar en el comercio. En mi opinión, es preciso que prosigan las investigaciones y la acción en este ámbito.

Muchas de las sesiones y muchos ponentes se han centrado en el tema de la facilitación del comercio. Una de las principales razones que hacen que los costos del comercio sean pertinazmente elevados sigue siendo la lentitud y la ineficacia de los procedimientos en frontera.

Para resolver este problema, podemos tomar medidas colectivas e individuales a fin de aplicar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, empezando por la ratificación del Acuerdo. Para que entre en vigor, el Acuerdo debe ser ratificado por dos tercios de los Miembros de la OMC. Por consiguiente, debe ser un asunto prioritario.

Ayer oímos hablar a la ministra Amina Mohamed de Kenya, que presidirá nuestra Décima Conferencia Ministerial, sobre lo importante que será que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio entre en vigor a su debido tiempo.

Es tanto más importante en vista de la excepcional estructura del Acuerdo, que reconoce la necesidad de asistencia técnica para ayudar a los países en desarrollo Miembros de la OMC a cumplir sus compromisos. De hecho, el año pasado se estableció el Mecanismo de la OMC para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, a fin de responder a esta importante necesidad.

También hemos sido informados de los esfuerzos de facilitación del comercio que se están realizando a nivel regional, como los que han permitido reducir considerablemente los costos y los plazos de tránsito en el África Oriental.

Esos esfuerzos son muy positivos. Demuestran el enorme valor de esta labor, y creo que pueden contribuir a acelerar la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Además, hemos comprendido que es importante invertir en infraestructuras físicas (como puertos, aeropuertos y carreteras) y también en infraestructuras no físicas. Es absolutamente indispensable optar por los procesos de reglamentación adecuados y crear un entorno empresarial estable, transparente y previsible.

También hemos descubierto que la facilitación del comercio podría tener algunas ventajas sorprendentes, como por ejemplo superar los problemas y los retrasos con que se enfrentan los organismos de ayuda humanitaria y de reconstrucción al gestionar crisis o desastres naturales.

Como bien saben, este es un año de grandes acontecimientos.

A medida que se aproximaba el décimo aniversario de la Ayuda para el Comercio, hubo quienes preguntaban si la iniciativa seguía dando frutos.

¿Qué conclusiones podemos sacar después de este Examen Global?

Creo que podemos afirmar con certeza que la Ayuda para el Comercio es un tema en el que los Miembros siguen participando activamente y que están decididos a propiciar.

La Ayuda para el Comercio da sus frutos, pero, como cualquier iniciativa de ese tipo, debemos seguir actuando con flexibilidad y con una actitud abierta sobre la forma de lograr que aporte más, y sobre cuáles deben ser las prioridades en el futuro.

Me parece que debemos considerar las diferentes sugerencias que se han formulado esta semana sobre la forma de hacer avanzar esta iniciativa.

Por ejemplo, algunos sugirieron que se enfocara de forma más sistemática la vigilancia de los costos del comercio. Creo que es una idea interesante sobre la que se podría trabajar más y de diversas formas. Es evidente que los Miembros tendrán que considerar la cuestión y decidir qué enfoque conviene adoptar.

Ha habido otros tres elementos que me ha parecido que los Miembros deben considerar al discutir el futuro de la Ayuda para el Comercio.

En primer lugar, hay que adaptar esta labor a fin de que complemente el nuevo marco de financiación del desarrollo que se acordará en Addis Abeba en apenas dos semanas.

En segundo lugar, los Miembros deberán mantener un debate similar acerca de la manera en que debe evolucionar la iniciativa para que responda a la Agenda para el Desarrollo Después de 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuando se aprueben en Nueva York en septiembre.

En tercer lugar, he oído a muchas delegaciones insistir en la necesidad de lograr resultados concretos para los países pequeños, débiles y marginados. Considero que este es un punto sumamente importante que debe tenerse en cuenta.

Por ejemplo, se ha recalcado que actualmente los PMA no son los principales receptores de la financiación en forma de Ayuda para el Comercio. En este contexto, me ha complacido observar que los PMA y sus preocupaciones han sido el foco de atención de muchas de las sesiones y que los Miembros siguen dándoles prioridad.

Además, ayer presentamos la nueva fase del MIM. En el acto de presentación, fue un placer para mí oír a Noruega anunciar una donación muy importante para la nueva fase. Durante los próximos meses tendremos que obtener otras promesas para el MIM, de modo que pueda continuar y mejorar su labor de apoyo a los PMA.

Tenemos mucho en que reflexionar. Para concluir, me gustaría hacer algunas sugerencias sobre el camino a seguir.

No cabe duda de que para seguir la senda del crecimiento inclusivo y sostenible, tenemos que esforzarnos más por reducir los costos del comercio, que son excesivamente altos.

Como miembros de la comunidad del comercio, tenemos a nuestro alcance algunas medidas claras e inmediatas que pueden contribuir de forma concreta a la realización de este objetivo.

En primer lugar, debemos aplicar el Paquete de Bali, incluidos el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio y las decisiones en favor de los PMA.

En segundo lugar, en la Décima Conferencia Ministerial de Nairobi debemos obtener resultados concretos que respalden el crecimiento y el desarrollo.

Ahora que el Examen Global toca a su fin, hay muchos elementos que se han planteado durante los debates que merecen mayor atención, incluidos algunos a los que me he referido esta tarde.

Por ello, invito a los Miembros a que sigan reflexionando. A fines de mes, presentaré al Consejo General un informe más formal sobre todas estas cuestiones.

Me siento muy orgulloso de haber organizado este Examen Global y de haber podido observar una demostración tan amplia de conocimientos, entusiasmo y compromiso.

Esta experiencia me ha reafirmado en mi convicción de lo mucho que podemos hacer cuando somos creativos y tenemos una actitud abierta.

Así pues, prosigamos este debate.

Por último, antes de terminar, me gustaría decir dos cosas:

  • Primero: solo es jueves, lo que significa que la semana aún no se ha acabado. Mañana, en colaboración con el ITC, la UNCTAD y el Banco Mundial, hemos organizado la Jornada de los Datos sobre el Comercio. Se trata de un seminario técnico que se centrará en las medidas de política comercial no arancelarias, el comercio de servicios comerciales y los desafíos futuros en materia de datos. Les invitamos a todos a participar en esas conversaciones.
  • Segundo: deseo dar las gracias a todos los que, en la OMC, han trabajado tanto para que este Examen Global de la Ayuda para el Comercio fuera un éxito. Y lo ha sido.

Enhorabuena a todos.

Muchas gracias.

 

 

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