WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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Ministro Alexander Mora,

Distinguidos invitados,

Señoras y señores:

Es para mí un gran placer estar en Costa Rica. Les agradezco su amable invitación.

Me complace tener la oportunidad de reunirme con ustedes en mi primera visita a Costa Rica como Director General de la Organización Mundial del Comercio. En realidad, es la primera vez que estoy en Costa Rica.

Y me complace especialmente estar aquí, ahora que celebramos el vigésimo aniversario de la OMC.

Desde su fundación, en 1995, la OMC ha demostrado que el comercio puede ser un elemento importante en la promoción del desarrollo y el crecimiento.

Costa Rica ha contribuido considerablemente a ello y ha sido un ejemplo de lo que puede hacer el comercio para abrir oportunidades e impulsar la competitividad.

Costa Rica se adhirió al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el predecesor de la OMC, en 1990, y en 1995 fue uno de los Miembros fundadores de la OMC.

Desde entonces han desempeñado ustedes un papel muy activo.

Quiero agradecer al Ministro Mora y al Embajador Álvaro Cedeño Molinari su liderazgo y su compromiso.

Costa Rica desempeñó un papel importante en las negociaciones que dieron como resultado el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio que analizamos hoy aquí, un tema sobre el que volveré más adelante.

Además, su país también desempeña un papel importante apoyando el trabajo diario de la Organización.

Por ejemplo, el Embajador Ronald Saborío, de Costa Rica, ha presidido desde febrero de 2006 el grupo de negociación en el que se debaten posibles reformas de las normas en las que se basa el sistema de solución de diferencias en la OMC. Se trata de uno de los pilares principales de la labor de la Organización, y es el mecanismo al que recurren los Miembros para resolver diferencias comerciales de gran calado; de ahí la enorme importancia de las posibles reformas de ese sistema.

Lo cierto es que Costa Rica, un país pequeño, es conocido en la OMC por actuar como los grandes.

Esa es precisamente una de las ventajas de la Organización. Todos los Miembros ocupan un lugar en la mesa de negociación, todas las voces son escuchadas. De modo que son ustedes los que deciden cuánto alzan la voz ... ¡y Costa Rica se hace oír!

Creo que tiene ese papel prominente por varios motivos.

Costa Rica tiene una ubicación privilegiada, entre el Caribe y el Pacífico, y conecta además las Américas, lo que hace que se encuentre en una situación óptima para el comercio.

Además, aunque Costa Rica es un país relativamente pequeño, el entorno que ofrece a las empresas es uno de los más atractivos de toda América Latina.

La estabilidad de la gobernanza y el nivel de calificación de la mano de obra se combinan para hacer que este país sea muy atractivo para los inversores.

Además, Costa Rica ha registrado un crecimiento impresionante en los últimos años.

En los últimos 20 años, el PIB per cápita se ha triplicado.

Y creo que el comercio ha desempeñado un importante papel como motor del crecimiento.

En todo este tiempo, desde 1995, las exportaciones de mercancías de Costa Rica también se han triplicado en términos de valor.

Ahora bien, como es natural, al mencionar estos datos no quiero dar la impresión de ser complaciente.

La crisis financiera ha tenido sus efectos aquí, como en el resto del mundo. Y aún ahora, las condiciones económicas no son todo lo favorables que podrían ser.

Por consiguiente, hay que seguir trabajando para promover el crecimiento y el desarrollo.

Creo que el comercio será más importante que nunca a la hora de determinar cómo avanzar.

Por tanto, permítanme que les hable del papel de la OMC en este contexto.

 

EL PAPEL DE LA OMC

En los 20 años transcurridos desde el nacimiento de la Organización Mundial del Comercio, el mundo ha experimentado enormes cambios.

Han surgido nuevos centros de crecimiento económico. Han proliferado tecnologías nuevas. Ha habido una revolución en la esfera de las comunicaciones. En 1995, menos del 0,8% de la población mundial utilizaba Internet, mientras que en 2015 lo hace alrededor del 44%.

El mundo en el que vivimos está más interconectado que nunca.

Hoy en día, la globalización es un hecho, de modo que la pregunta no es tanto si nos gusta o no, sino qué respuesta debemos dar al fenómeno.

El cierre de los mercados aumentará las ineficiencias y los costos. Es más, a largo plazo, se perderán muchos puestos de trabajo. Al final, el proteccionismo conduce a una espiral económica descendente que acaba convirtiéndose en una tendencia difícil de revertir.

El proteccionismo de principios del decenio de 1930 que siguió al crac de Wall Street dio al traste con dos tercios del comercio mundial.

Tras la crisis de 2008 no repetimos ese mismo error. Los gobiernos no respondieron con restricciones comerciales generalizadas, sino que la respuesta que dieron a través sus políticas fue, en general, muy contenida. En gran medida porque sabían que se habían comprometido a respetar las normas y obligaciones del sistema multilateral de comercio. La introducción de medidas proteccionistas habría tenido un alto precio, y habría podido llevar incluso a la imposición de sanciones autorizadas en el marco del mecanismo de solución de diferencias.

Por consiguiente, tenemos que valorar y mantener el sistema de comercio para asegurarnos de que países como Costa Rica puedan competir en un entorno justo, predecible, transparente y basado en normas.

Y tenemos que asegurarnos de que el sistema pueda evolucionar para reflejar las realidades de hoy en día.

Hemos visto cómo el alcance de la Organización aumentó enormemente en estos 20 años. Hemos acogido a 33 Miembros nuevos: desde China y Rusia, hasta algunas de las economías menos adelantadas.

El número de Miembros de la Organización ascenderá dentro de poco a 162, con la adhesión de Kazajstán, prevista para este mismo año, y a la que esperamos seguirá pronto la de Liberia.

También hemos trabajado para aportar más transparencia.

La OMC ha demostrado ser un foro muy eficaz en el que los Miembros pueden vigilar las respectivas prácticas y reglamentaciones para asegurarse de que se cumplen los acuerdos.

La labor ordinaria de los órganos de la OMC, por ejemplo, permite a los países intercambiar información, plantear preocupaciones y sugerir enfoques nuevos.

Cuando se plantean cuestiones difíciles, la OMC ofrece un espacio para el diálogo que a menudo permite llegar a entendimientos mutuamente aceptables.

Cuando no se logran esos entendimientos, ofrecemos un mecanismo de solución de diferencias que tiene un sólido historial en la escena internacional.

En solo 20 años hemos resuelto casi 500 diferencias comerciales, lo que ha ayudado a los Miembros a solucionar sus desacuerdos de una manera justa, abierta y transparente.

Los temas que se abordan en el marco del mecanismo de solución de diferencias muestran que la OMC está en sintonía con las cuestiones que se plantean en la actualidad.

Recientemente se han planteado diferencias sobre la relación entre el comercio y la energía renovable, las políticas destinadas a desalentar el consumo de tabaco, la información al consumidor que debe figurar en los embalajes, la conservación y gestión de recursos agotables y otras muchas cuestiones.

Con el desarrollo de la jurisprudencia y la aparición de nuevos precedentes, el sistema de solución de diferencias ha hecho posible que las normas evolucionen y se modernicen.

Naturalmente, el sistema también evoluciona a través de la negociación de nuevas reglas comerciales. Esta es la cuestión a la que más atención suelen dedicar los medios de comunicación, y es una esfera en la que nuestro desempeño podría ser muy, muy superior.

Son muchos los que sostienen que las dificultades para hacer avanzar el Programa de Doha para el Desarrollo demuestran que la Organización ha perdido su capacidad de negociación.

Sin embargo, aunque esas dificultades son algo muy real, lo cierto es que los Miembros están todo el tiempo negociando ... y obteniendo resultados.

Precisamente el mes pasado logramos un gran éxito negociador, cuando un grupo de Miembros de la OMC sentó las bases para ampliar el Acuerdo sobre Tecnología de la Información de la OMC.

Costa Rica es parte en dicho Acuerdo.

Este es el primer acuerdo de reducción arancelaria en la OMC en 18 años, ¡y sí que es importante! Se eliminarán los aranceles que gravan más de 200 productos de tecnología de la información. El comercio de esos productos se ha valorado en más de 1,3 billones de dólares anuales.

La eliminación de los aranceles sobre un volumen de comercio de esta magnitud tendrá una repercusión enorme. Contribuirá a bajar los precios y generar empleo y ayudará a impulsar el crecimiento del PIB en todo el mundo. Además, aunque la expansión ha sido acordada por un grupo de Miembros, todos podrán beneficiarse de ella.

Este éxito llega poco después del de las negociaciones de la OMC en Bali en 2013.

Esas negociaciones culminaron en la adopción del "paquete de Bali", que comprendía un conjunto de 10 decisiones, entre ellas:

  • disposiciones en relación con la agricultura,
  • medidas para los PMA,
  • y, naturalmente, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, el primer acuerdo multilateral desde que se creó la OMC.

Permítanme decir algunas palabras sobre la importancia de este Acuerdo.

El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio reducirá sustancialmente los costos del comercio, al establecer procedimientos en frontera más sencillos, más previsibles y simplificados.

Según algunos estudios, la plena aplicación del Acuerdo podría reducir los costos del comercio en todo el mundo entre un 12,5% y un 17,5%.

Se estima que podría aportar más de 1 billón de dólares al comercio y crearía 21 millones de empleos, 18 millones de ellos en los países en desarrollo.

Más allá de su importancia económica, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio tiene una serie de características innovadoras, entre ellas su novedoso sistema de aplicación.

El Acuerdo contempla que los países en desarrollo tengan más flexibilidad a la hora de aplicarlo. También dispone que hay que proporcionar ayuda práctica a los países en desarrollo que la necesiten.

Asimismo, hemos puesto en marcha una nueva iniciativa ‑el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio- que permitirá a los países en desarrollo obtener la ayuda necesaria para desarrollar proyectos, encontrar asociados y lograr acceso a los fondos que necesitan.

Ahora bien, es preciso que dos tercios de los Miembros ratifiquen el Acuerdo para que pueda entrar en vigor. Algunos lo han hecho ya, pero es preciso acelerar el proceso.

Por consiguiente, me satisface enormemente saber que Costa Rica presentará hoy mismo el Acuerdo para su aprobación legislativa.

Será un paso importante para concretar los beneficios que reportará el Acuerdo.

Y, una vez más, pone de manifiesto el liderazgo de Costa Rica en cuestiones comerciales. Espero que otros países de la región sigan este ejemplo y lleven adelante sus procesos de ratificación.

Los pasos que se han dado para mejorar los intercambios comerciales y la integración a nivel regional pueden ser muy importantes para impulsar el comercio y complementar el sistema multilateral.

La propia Costa Rica es parte en varias iniciativas de esa naturaleza, como, por ejemplo:

  • el Mercado Común Centroamericano,
  • el Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos,
  • así como numerosas iniciativas bilaterales.

La liberalización del comercio es contagiosa y los esfuerzos regionales pueden servir de inspiración para alcanzar acuerdos de ámbito mundial.

Sin embargo, también es importante señalar que muchas cuestiones de peso, como las subvenciones a la agricultura y la pesca, sencillamente no pueden abordarse de manera eficaz fuera del marco de la OMC.

Hoy por hoy, el sistema de normas y disciplinas de la OMC abarca alrededor del 98% del comercio mundial.

En estos momentos en que la economía mundial está más interconectada que nunca, creo que es difícil imaginar un mundo sin la OMC y sin el sistema multilateral de comercio.

 

CREACIÓN DE CAPACIDAD

Pero la apertura por sí misma no basta para promover el crecimiento amplio y equitativo que creo que todos deseamos.

La liberalización debe ir acompañada de políticas complementarias que faciliten la creación de un entorno propicio.

Con demasiada frecuencia, las carencias de las infraestructuras y la complejidad de los procedimientos aduaneros hacen que los países no sean competitivos. Además, esos factores pueden dificultar a segmentos enteros de la población -especialmente en las zonas rurales- y a las pequeñas y medianas empresas el acceso a los beneficios que puede proporcionar el comercio.

Para evitar que continúe esa marginación, hay una serie de políticas que pueden servir para mejorar la conectividad, el entorno empresarial, la logística y la facilitación del comercio.

De ahí que prestar ayuda práctica para la creación de capacidad sea otro elemento crucial de nuestra labor en la OMC.

En eso consiste la Ayuda para el Comercio. Hasta la fecha se han desembolsado más de 245.000 millones de dólares para programas y proyectos de asistencia oficial para el desarrollo.

Costa Rica es un país receptor de Ayuda para el Comercio, y los resultados son visibles sobre el terreno.

En 2006 se necesitaban en promedio más de 35 días para exportar. En 2014, ese tiempo se había reducido a poco menos de 15 días. Estoy convencido de que podemos hacerlo aún mejor.

La aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio ayudará a aumentar esa eficiencia, que contribuye a reducir los costos y a mejorar la competitividad.

De hecho, la facilitación del comercio fue una de las principales prioridades mencionadas por los participantes en una encuesta sobre la Ayuda para el Comercio realizada en Costa Rica.

 

CONCLUSIÓN

Así pues, estoy convencido de que debemos seguir trabajando sobre la base de toda esta labor. Y creo que hay dos prioridades inmediatas:

  • Primero, debemos avanzar y poner en aplicación las decisiones adoptadas en Bali a fin de que los importantes beneficios prometidos se hagan realidad, y esto incluye el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.
  • Y, segundo, debemos seguir progresando en lo relativo al Programa de Doha para el Desarrollo.

Habida cuenta de ello, se está trabajando muy intensamente en Ginebra.

A finales de año celebraremos en Nairobi nuestra Décima Conferencia Ministerial, que es la primera que tiene lugar en África.

En el primer semestre se ha avanzado poco, pero hemos podido empezar a debatir a fondo las cuestiones más importantes, como la agricultura, los productos industriales y los servicios.

Hacía años que no se veía un nivel de participación similar.

Sin embargo, aún quedan cuestiones importantes por resolver.

Si queremos lograr resultados sustantivos para Nairobi, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos.

Nairobi es nuestra principal prioridad.

Nos servirá de inspiración el éxito de Bali, así como el reciente avance decisivo del ATI.

Que nos sirvan de inspiración en nuestro camino hacia Nairobi.

Nos queda mucho por delante, y el apoyo y la participación activa de Costa Rica en los próximos meses será crucial.

Por consiguiente, los insto a que sigan participando a través de todas las vías posibles y a que sigan dando muestras de su liderazgo en Ginebra.

Hagamos que el año acabe con resultados tangibles en Nairobi y sentemos las bases para otros 20 años de éxito.

Les agradezco una vez más su invitación y la amable atención que me han prestado.

Gracias.

 

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