WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Observaciones del Director General Roberto Azevêdo


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Señor Presidente, Ministro Setipa,
Secretario General Gomes,
Ministra Amina Mohamed,
Distinguidos Ministros,
Excelencias,
Señoras y señores,

Es para mí un placer estar hoy aquí con ustedes. Esta conversación no podría ser más oportuna y espero que sea también muy interactiva.

A muchos de ustedes los vi ayer en la reunión de la Unión Africana. Les pido disculpas de antemano si repito algunos de los mensajes que transmití durante esa reunión.

En primer lugar, quisiera agradecer el papel decisivo que ha desempeñado el Grupo ACP en Ginebra, principalmente la labor de la Embajadora Marion Williams en calidad de Coordinadora del Grupo.

El Grupo ACP es muy importante para la labor de la OMC, no solo porque representa a más de un tercio de los Miembros sino también porque es muy dinámico y siempre participa activamente en los debates. Durante los últimos meses el Grupo ACP se ha mostrado muy proactivo, presentando propuestas sobre trato especial y diferenciado, así como una serie de otras propuestas.

Esta capacidad de iniciativa será aún más esencial a medida que se vaya acercando la Conferencia Ministerial de Nairobi, que tendrá lugar en diciembre.

Nos quedan menos de ocho semanas antes de que empiece la Conferencia.

La Conferencia de Nairobi es la primera Conferencia Ministerial que la OMC celebra en África desde la creación de la Organización en Marrakech hace veinte años. Esto pone de relieve la importancia de obtener resultados para el desarrollo.

Sin embargo, la Conferencia será también un hito en lo que respecta al futuro de la Organización. Los resultados que obtengamos en Nairobi y la vía que sigamos a partir de entonces serán fundamentales para determinar el papel futuro de la OMC como foro de negociaciones comerciales. Volveré a referirme a esta cuestión más adelante.

Pero antes quisiera pasar revista al estado actual de las negociaciones.

En Ginebra hemos trabajado intensamente para avanzar al máximo lo más rápido posible.

Sin embargo, a pesar de los intensos esfuerzos dedicados a las tres cuestiones fundamentales del PDD, debo señalar que, salvo en algunas esferas concretas, se ha avanzado muy poco.

Según mi evaluación actual, debo decir que no lograremos obtener resultados en muchas de las principales cuestiones del PDD, como la ayuda interna a la agricultura o el acceso a los mercados para los productos agrícolas, los productos no agrícolas o los servicios.

Dicho de otro modo, no se alcanzará una conclusión satisfactoria del PDD en Nairobi.

Pese a todo, creo que se advierte una clara voluntad de obtener resultados importantes en Nairobi. Y hay algunas esferas en las que los resultados parecen más factibles.

Eso no significa que seamos capaces de alcanzar resultados en todas esas esferas, ni siquiera en parte de ellas. Tan solo significa que la obtención de resultados en esas esferas es más probable que en las cuestiones fundamentales, donde la convergencia es absolutamente imposible en el futuro próximo.

Permítanme decir unas palabras acerca de los posibles resultados.

En primer lugar, la competencia de las exportaciones en la agricultura.

Un resultado en esta esfera sería un avance muy significativo. Sería el resultado negociado más importante hasta la fecha en la esfera de la agricultura, que constituye desde hace tiempo una prioridad absoluta para los países en desarrollo.

Se trata de una oportunidad importante para alcanzar los resultados que perseguimos denodadamente desde hace tanto tiempo. Los países desarrollados son los que más contribuirán en este punto. Por lo tanto, si quieren tener la seguridad de que se obtendrán resultados, deberán apoyar activamente esta demanda.

En segundo lugar, creo que podemos obtener un conjunto de resultados significativos en las cuestiones relativas a los PMA y el desarrollo. Considero que es factible y confío en que tendremos la voluntad política necesaria para lograrlo.

Empecemos por el trato especial y diferenciado.

Celebro las propuestas remitidas por el Grupo ACP, junto con el Grupo de los PMA y el Grupo de África, antes del descanso estival.

Las propuestas contienen elementos sumamente ambiciosos, y se ha iniciado un intenso proceso para examinarlas con detenimiento. Hay diferencias reales y muy acusadas. Otras partes han trazado líneas rojas muy claras durante las negociaciones. Dado el grado de ambición de algunas de las peticiones, debo decir que comprendo que las reacciones negativas hayan sido tan rotundas.

Puede que todavía sea posible alcanzar un acuerdo en algunos elementos importantes relativos al trato especial y diferenciado, pero se requerirán muchas concesiones por ambas partes. Les insto a que participen activamente en estos debates.

Por lo que respecta a las cuestiones relacionadas con los PMA, estas cuestiones deberían formar parte del paquete para Nairobi y es esencial, en mi opinión, que se apliquen las decisiones del paquete de Bali que afectan específicamente a los PMA.

El paquete de Bali incluía disposiciones para mejorar el acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes para los productos de los PMA, consolidando así los resultados obtenidos en Hong Kong en 2005. Debemos tratar de lograr avances concretos a este respecto en Nairobi.

Para facilitar la utilización de los regímenes preferenciales para los PMA, los Ministros adoptaron, por primera vez, un conjunto de directrices multilaterales sobre las normas de origen. En este punto también hay margen de mejora.

Asimismo, Bali sentó las bases para la adecuada puesta en práctica de la exención para los PMA en la esfera de los servicios. Hasta la fecha, 17 Miembros, entre ellos los principales mercados, han notificado su intención de ofrecer preferencias en los sectores y modos de suministro de interés para las exportaciones de los PMA. Insto a los demás Miembros a que presenten sus notificaciones lo antes posible.

Las cuestiones relativas al algodón también formaban parte del paquete de Bali, y en esta esfera observamos una implicación importante, incluso con respecto a la propuesta presentada recientemente por los Cuatro del Algodón. Sospecho que nos costará avanzar en lo que respecta a la ayuda interna, pero estoy convencido de que es posible obtener resultados significativos en la cuestión del algodón.

Así pues, estas son las esferas más prometedoras para la adopción de medidas favorables a los PMA. Por supuesto, seguiré dialogando con los Miembros a fin de acordar un paquete creíble para los PMA en Nairobi. No obstante, es fundamental que nuestro trabajo se base en propuestas de textos.

El último de los resultados posibles se refiere a las disposiciones sobre transparencia, que podrían abarcar cuestiones como las medidas antidumping y las subvenciones a la pesca.

Esta es, a mi modo de ver, otra esfera de posible convergencia, aunque tal vez no está tan claro en qué medida los demandeurs se mostrarán activos. Los países en desarrollo ya han solicitado anteriormente disposiciones sobre la transparencia para las medidas antidumping y las subvenciones a la pesca. Es cierto que no hay muchos demandeurs entre los países desarrollados.

Así pues, los Miembros deberán decidir si realmente quieren avanzar en estas cuestiones.

Estos posibles elementos no representan un resultado perfecto, sino tan solo lo que parece posible o factible en esta fase.

Sin embargo, es evidente que esos elementos podrían ser realmente importantes para la economía y el desarrollo. Como he señalado al comienzo, la orientación de la labor posterior a Nairobi será tan importante como los resultados que logremos. Es preciso tomar importantes decisiones sobre el futuro del sistema.

Como ya he dicho anteriormente, incluso si en Nairobi alcanzásemos un acuerdo sobre todos los elementos que he mencionado hoy, es evidente que no sería viable ni creíble anunciarlo como una conclusión satisfactoria del PDD.

Así pues, ¿cómo debemos abordar las cuestiones que queden pendientes después de Nairobi?

Muchos afirman que, si no hay consenso para concluir la Ronda de Doha, las negociaciones tendrían que continuar, y que debemos decirlo claramente en Nairobi.

Pero existe otra opinión, no menos firme, que sostiene que, si no concluimos la Ronda de Doha antes de Nairobi, será el final del PDD en su forma actual, puesto que no se han alcanzado resultados ni se alcanzarán en un futuro próximo.

Me parece que todos los Miembros son partidarios de continuar las negociaciones sobre todas las cuestiones fundamentales del PDD, como la agricultura, el acceso a los mercados y los servicios. Estas cuestiones seguirían figurando en el programa. Creo que hay consenso en este punto. En cambio, no hay acuerdo sobre si las negociaciones deben desarrollarse en el marco actual del PDD o con arreglo a una nueva arquitectura.

Será a todas luces muy difícil, si no imposible, conciliar estas opiniones antes de Nairobi.

Ahora bien, no es esta la única cuestión a la que debemos responder a propósito de la labor posterior a Nairobi.

De hecho, todos sabemos que ya se están celebrando, al margen de la OMC, negociaciones sobre una amplia variedad de cuestiones. Si limitamos o paralizamos las negociaciones en el seno de la OMC (circunscribiendo las actividades de la Organización a la vigilancia y la solución de diferencias), no significa que no vaya a haber debates sobre otras cuestiones comerciales. Significa simplemente que las negociaciones se celebrarán en otro lugar y con formatos en los que probablemente no tendrán voz los países en desarrollo, incluidos los del Grupo ACP.

Buenos ejemplos de ello son el Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión (ATCI), que se examina esta semana en Miami, y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), firmado por 12 países a principios de este mes.

El TPP contiene capítulos que abordan cuestiones como el desarrollo, las normas de origen, las medidas sanitarias y fitosanitarias, el comercio electrónico y las pymes. Son cuestiones que los Miembros del Grupo ACP plantean constantemente.

Ustedes deberán tenerlo presente cuando reflexionen sobre cómo quieren que evolucionen estas cuestiones y en qué contexto. Necesitan una visión clara de su estrategia, de sus planes de futuro. Lo que ustedes decidan hacer en Nairobi y después de Nairobi conformará el futuro de la OMC y de las negociaciones comerciales en general.

Y permítanme que lo diga con toda claridad: no tengo intenciones específicas ni ocultas. Mis intenciones son evidentes. Quiero que el sistema sea operativo y capaz de contribuir a generar crecimiento y desarrollo para todos ustedes.

Por lo tanto, debemos encontrar una forma de conciliar las divergencias de opinión que ustedes tienen con respecto al futuro. Si están unidos, ustedes tendrán muchas más posibilidades de definir el futuro del debate sobre las cuestiones que son importantes para ustedes.

Ayer la Unión Africana me dijo que deseaba que se adoptara una declaración ministerial en Nairobi. Creo que es la opinión común del grupo.

Hemos entablado un debate sobre esta cuestión en Ginebra. He designado facilitadores para que consulten con los Miembros en mi nombre durante mi ausencia. A mi regreso convocaré una reunión de todos los Miembros para debatir estas cuestiones. Y en ese encuentro todos los Miembros determinarán la forma de seguir avanzando.

Con toda seguridad será un debate muy importante. Prepárense para ello.

Es mucho lo que está en juego durante las próximas semanas, en lo tocante a los posibles resultados de la Conferencia de Nairobi y a las consecuencias de un éxito o un fracaso para el futuro de la OMC.

Les insto a que reconozcan lo que está en juego. Espero que participen activamente en toda esta labor durante las próximas semanas. Yo estaré presente para ayudarles y les aseguro que el proceso será abierto, transparente e inclusivo en todas las etapas.

Mantendré conversaciones con el Grupo ACP a lo largo del proceso, incluso durante el retiro de sus Embajadores y expertos, que se celebrará en Lausana dentro de dos semanas.

Tengo sumo interés en escuchar hoy sus opiniones al respecto.

Muy brevemente quisiera apuntar dos observaciones antes de concluir.

Aunque nos afanamos en alcanzar nuevos resultados negociados, es esencial aplicar los que ya hemos convenido.

Hace un instante he oído como el Secretario General hacía un oportuno llamamiento en favor de la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, y secundo plenamente su petición.

Les insto a que impulsen los procesos internos de ratificación. Hasta la fecha, 51 Miembros han ratificado el Acuerdo, de modo que estamos casi a medio camino de su entrada en vigor. Sin embargo, en este cómputo solo se incluyen seis de los 61 Miembros del Grupo ACP.

La aplicación del Acuerdo les ayudará a reducir sus costos comerciales y acelerará la prestación de asistencia técnica prevista en el mismo, por ejemplo mediante el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Por lo tanto, es muy importante que avancen en dichos procesos.

También debemos incidir en la enmienda del Acuerdo sobre los ADPIC.

Esta enmienda suprimirá los obstáculos que impiden el acceso a los medicamentos en los países más pobres. Se planteó como una petición de los países africanos. Debemos terminar esta tarea. En este caso, solo 13 de los 61 Miembros del Grupo ACP han notificado su aceptación formal de la enmienda.

Solo necesitamos 21 más para que la enmienda entre en vigor. De modo que les insto a que hagan cuanto puedan para acelerar los procesos internos de ratificación en estos dos casos.

Muchas gracias por su atención. Aguardo con gran interés el debate.

 

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