LA OMC: EL EDIFICIO DE LA OMC

Justificación del proyecto

Son varias las razones que aconsejan una renovación completa y general del CWR y la construcción de un edificio anexo a la sede de la OMC. Entre ellas, se destacan el incremento constante de las actividades y del número de Miembros de la OMC, así como del número de funcionarios de la Secretaría. Otras razones tienen que ver con la antigüedad y la estructura material del CWR.

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El contenido de estas páginas no puede comunicarse ni reproducirse sin la autorización escrita previa del Presidente del Grupo de Trabajo sobre la Renovación, OMC, 154 rue de Lausanne, CH-1211 Ginebra 21. Los dibujos, planos e ilustraciones que figuran en este sitio representan un posible aspecto del edificio después de la renovación/construcción. No son necesariamente la imagen definitiva del resultado final, y están sujetos a autorización de conformidad con las leyes y reglamentos locales y suizos. Las descripciones, declaraciones o comentarios escritos tienen un carácter meramente orientativo y pueden no reflejar la postura oficial de la OMC, sus Miembros o su Secretaría.

Desde que acabó de construirse en 1926, el CWR ha albergado numerosos ocupantes y experimentado varias modificaciones y ampliaciones. A los 10 años de su inauguración, el CWR original resultaba ya demasiado pequeño, por lo que se añadieron sendas alas al norte y al sur. En 1957, dos nuevas alas cerraron la estructura cuadrangular del sur y se añadió una tercera planta en el ala norte. Desde su terminación en 1926 hasta 1975, el CWR fue sede de la OIT; y a partir de 1977, el GATT, el ACNUR y la Biblioteca del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales compartieron las instalaciones actuales. En 1995, la OMC pasó a ser el principal ocupante del CWR, pero incluso entonces era evidente que el edificio resultaba demasiado pequeño para dar cabida a todo el personal de la Organización. De hecho, desde que su creación en 1995, la OMC se ha visto siempre obligada a alquilar espacios adicionales fuera del CWR para alojar a un gran número de funcionarios. Tanto desde el punto de vista institucional como desde el de la eficiencia, esa situación dista de ser la ideal y, para el personal tanto como para los Miembros, el desempeño de las actividades en un único sitio de la OMC es una solución más lógica y práctica a las necesidades de espacio.

Desde la creación del GATT en 1948, el sistema multilateral de comercio ha pasado de ser un club relativamente pequeño y exclusivo de 23 países a convertirse en una organización verdaderamente universal de 152 Miembros. En los 13 años transcurridos desde el nacimiento de la OMC, el número de Miembros se ha incrementado casi en un 20 por ciento. Asimismo, el programa de la OMC es ahora mucho más vasto y comprende, entre otros elementos, un mandato muy ampliado de asistencia técnica a los países en desarrollo, que constituyen dos terceras partes de los Miembros. La prestación de servicios para un mayor número y una mayor diversidad de Miembros sigue planteando exigencias cada vez más importantes al personal de la Secretaría de la OMC. Incluso en la hipótesis de una modesta tasa de crecimiento anual del 1 por ciento, el número de funcionarios de la Secretaría de la OMC llegaría a ser, aproximadamente, de 830 en 2013 y más de 1.100 en 2040. Huelga decir que nuestras instalaciones actuales no serían suficientes para un personal de esa magnitud.