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DÉCIMA CONFERENCIA CONFERENCIA MINISTERIAL, NAIROBI 2015

Nota informativa: Acceso a los mercados para los productos no agrícolas

Pese a la intensa labor técnica y las negociaciones sobre el acceso a los mercados para los productos no agrícolas (AMNA) desde que se puso en marcha el Programa de Doha para el Desarrollo en 2001, no se espera que haya mucha actividad sobre este tema clave en la Conferencia Ministerial de Nairobi.

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Actualización: noviembre de 2015

ESTAS EXPLICACIONES se facilitan para ayudar al público a entender las actividades de la OMC. Si bien se ha hecho todo lo posible por que el contenido sea exacto, las explicaciones no afectan a las posiciones los gobiernos Miembros.

En la Conferencia Ministerial de Doha, los Ministros convinieron en comenzar negociaciones para ampliar la liberalización del comercio de los productos no agrícolas. A tal fin, en la primera reunión del Comité de Negociaciones Comerciales, a principios de 2002, se creó el Grupo de Negociación sobre el Acceso a los Mercados para los productos no agrícolas. Las negociaciones sobre el AMNA abarcan el comercio de productos manufacturados y el comercio de productos de pescado.

Los Ministros acordaron iniciar negociaciones para reducir los derechos arancelarios aplicables a todos los productos no agropecuarios. La finalidad ha sido "reducir o, según proceda, eliminar los aranceles, incluida la reducción o eliminación de las crestas arancelarias, los aranceles elevados y la progresividad arancelaria, así como los obstáculos no arancelarios, en particular respecto de los productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo". De conformidad con el mandato, la cobertura de los productos será amplia y sin exclusiones a priori.

Como se explica en el mandato, en estas negociaciones se tendrán plenamente en cuenta las necesidades e intereses especiales de los países en desarrollo y de los países menos adelantados, y se reconocerá que esos países no tienen que igualar los compromisos de plena reducción arancelaria de otros participantes ni asumir compromisos recíprocos.

Aunque en ocho Rondas del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) se han reducido marcadamente los derechos de aduana, hay algunos aranceles que continúan restringiendo el comercio, y especialmente las exportaciones de los países en desarrollo. Se trata de las denominadas crestas arancelarias, que son aranceles relativamente elevados que suelen aplicarse a las importaciones de productos políticamente sensibles. Otro ejemplo es la "progresividad arancelaria", consistente en la aplicación de derechos de importación más elevados a los productos semielaborados que a las materias primas, y derechos todavía más altos a los productos acabados. Esta práctica protege a las industrias nacionales de transformación y dificulta el desarrollo de actividades de transformación, generadoras de puestos de trabajo, en los países en que se originan las materias primas.

Una de las cuestiones más controvertidas de las negociaciones ha sido la utilización y las características de la conocida como fórmula suiza (según la cual los aranceles más elevados son objeto de mayores reducciones) como mecanismo central de reducción arancelaria para las negociaciones sobre el AMNA. Con arreglo a la fórmula suiza, un coeficiente más bajo entraña recortes más profundos en los aranceles del país que aplica el coeficiente. En principio, sería de esperar que los países en desarrollo utilicen un coeficiente menos ambicioso, con lo que los recortes arancelarios serían menores. En el acuerdo de julio de 2004 sobre el marco para el establecimiento de modalidades para las negociaciones, los Miembros reconocieron que un componente arancelario sectorial, encaminado a la eliminación o la armonización de los aranceles en determinados sectores, era otro elemento fundamental para lograr los objetivos del mandato.

Este enfoque sectorial estaría orientado a los productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo. La participación en cualquier iniciativa sectorial es voluntaria, pero se ha trabajado intensamente en los siguientes sectores: equipo electrónico y eléctrico, bicicletas y artículos deportivos, productos químicos, pescado, calzado, productos de la silvicultura, piedras preciosas y joyería, productos farmacéuticos y dispositivos médicos y materias primas.

También se ha deliberado mucho acerca de las disposiciones sobre trato especial y diferenciado para los países en desarrollo y su relación con la fórmula. La mayoría de las cuestiones planteadas se relacionaba con la flexibilidad para los países en desarrollo, a saber, la posibilidad de disponer de períodos de aplicación más largos para las reducciones arancelarias, y de mantener algunas líneas arancelarias "sin consolidar" (es decir, sin consignarlas a efectos jurídicos en las normas de la OMC) y la concesión de una mayor flexibilidad para los Miembros que se han adherido recientemente, las economías pequeñas y vulnerables y otros Miembros.

No se exigiría a los países menos adelantados participantes que contrajeran compromisos de reducción. No obstante, se espera que como parte de su contribución a esta ronda de negociaciones incrementen sustancialmente el número de productos cuyos tipos arancelarios máximos están legalmente consolidados en la OMC.

Los obstáculos no arancelarios han sido parte integrante e importante de estas negociaciones, y la labor sobre este componente del mandato del Grupo de Negociación también ha sido intensa. Se ha dedicado una cantidad considerable de tiempo a identificar y clasificar por categorías los obstáculos no arancelarios notificados por los Miembros de la OMC.

Otros elementos relacionados con la fórmula suiza que se han abordado en el Grupo de Negociación incluyen los siguientes: cobertura de productos, trato de las líneas arancelarias no consolidadas, conversión a equivalentes ad valorem, eliminación de los derechos bajos, preferencias no recíprocas y dependencia de los ingresos por concepto de aranceles, bienes ambientales, etc.

En la Conferencia Ministerial de Hong Kong, los Ministros encomendaron a los negociadores que aseguraran que hubiese un "nivel de ambición comparablemente elevado" en el acceso a los mercados para la agricultura y el AMNA y que hubiese un equilibrio adecuado entre esas dos importantes esferas del Programa de Doha para el Desarrollo.

El futuro de esas negociaciones dependerá de la decisión final que se adopte en la Conferencia Ministerial de Nairobi.