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CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMC, GINEBRA, 1998: SINGAPUR

Declaración distribuida por el Excmo. Sr. Goh Chok Tong, Primer Ministro, Singapur

 

El sistema multilateral de comercio: desafíos y oportunidades

[1] Es ésta una importante ocasión para brindar por el éxito del sistema multilateral de comercio y para reflexionar sobre su futuro.

[2] Junto con las instituciones de Bretton Woods, el GATT ha sentado las bases de la prosperidad mundial en la posguerra. Gracias a un sistema no discriminatorio de normas que regulan el comercio internacional, ha apoyado el firme crecimiento del comercio y la producción en la posguerra. Sin el sistema multilateral de comercio, el mundo no sería tan próspero como lo es hoy, ni tampoco tan pacífico.

[3] Los beneficios del comercio multilateral no pueden distribuirse de manera uniforme por decreto. Cada país tiene que competir para obtener su parte de los beneficios utilizando su propio esfuerzo, su eficiencia y su competitividad. La competencia es dura, pero cada país puede encontrar esferas en las que le sea posible obtener buenos resultados.

[4] Los países en desarrollo han demostrado que esto es cierto. A lo largo del último decenio, su participación en el comercio mundial ha aumentado del 20 al 25 por ciento, mientras que su participación en el comercio de manufacturas se ha duplicado, pasando del 10 al 20 por ciento.

[5] Sin embargo, el extraordinario éxito del GATT es bastante reciente. Las "políticas del egoísmo nacional" seguidas durante el período de entreguerras fueron desastrosas para el comercio y la economía mundial y contribuyeron a que estallara la segunda guerra mundial. El principio de la nación más favorecida es, en gran medida, un fenómeno de la posguerra, y aún no se ha afianzado firmemente.

 

La crisis financiera de Asia

[6] A pesar de sus éxitos, el sistema multilateral de comercio se enfrenta con grandes desafíos. Su primera prueba importante es la crisis financiera que sigue afectando a Asia. Esta crisis hizo desaparecer una parte importante de la riqueza pública y privada de los países afectados. Sus consecuencias sistémicas constituyen una preocupación más seria. El desarrollo económico de los países de reciente industrialización, los denominados "tigres", parece haber tomado un camino errado. Tal vez no se pueda considerar ya que la liberalización del comercio, las corrientes de capital y las inversiones sean el modelo adecuado para el crecimiento, sino que es la causa fundamental del colapso financiero de esos países. Esta conclusión sería incorrecta, pero es posible que la situación se perciba así cada vez más.

[7] Aún más peligrosos son los errores que puedan cometer las economías desarrolladas en sus respuestas políticas. Los países asiáticos afectados se recuperarán, porque podrán exportar a precios reducidos debido a la depreciación de sus monedas, lo que dará lugar a una fuerte presión política en los principales mercados, con el fin de proteger a las ramas de producción afectadas. Es posible que se recurra cada vez más a las salvaguardias y las medidas antidumping para proteger a las ramas de producción nacionales de la competencia de las economías asiáticas en fase de recuperación. Las recientes protestas de los trabajadores en Europa tal vez sean una señal que anuncie estas medidas de cierre de los mercados.

Cómo abordar el regionalismo

[8] Si el sistema multilateral de comercio no apoya la recuperación de las economías asiáticas que se encuentran en dificultades, habrá una mayor demanda de acuerdos bilaterales y regionales. Ello quedó demostrado a finales del decenio de 1980, cuando cobraron gran impulso los acuerdos regionales, debido al temor de que fracasara la Ronda Uruguay. En la actualidad, están en vigor más de 100 acuerdos bilaterales o regionales. Lógicamente, estos acuerdos son contrarios al principio NMF. Es motivo de preocupación el hecho de que los países elijan el regionalismo en un momento en que el sistema multilateral de comercio prospera. El regionalismo no permite lograr la misma eficiencia que un acceso equitativo en el marco de un sistema multilateral de comercio. La proliferación de los acuerdos comerciales regionales podría fragmentar la economía mundial en bloques comerciales competidores, que, con el tiempo, podrían crear diferencias económicas y convertirse en una causa fundamental de tensiones en el mundo y, posiblemente, de conflictos. Temo el día en que la economía mundial esté dividida en enormes bloques comerciales como el Área de Libre Comercio de las Américas, el Mercado Único Europeo ampliado, una Esfera de Prosperidad de la Gran Asia y un Bloque Económico de la Nueva África.

[9] Es esencial que las iniciativas regionales fortalezcan el sistema multilateral de comercio en lugar de apartarse de él. Poder manejar la relación entre la liberalización regional y multilateral del comercio, y asegurar que los acuerdos de integración regional permitan una mayor liberalización del comercio en el marco del sistema multilateral de comercio, será un desafío para la OMC.

Marginación

[10] Otro problema fundamental con que se enfrenta el sistema multilateral de comercio es la marginación de los países menos adelantados. Muchos países pequeños y menos adelantados sólo desempeñan una función marginal en los foros comerciales internacionales. Tropiezan con dificultades considerables para participar en la formulación de las políticas y para cumplir sus obligaciones en el marco del GATT/OMC. Esta falta de participación efectiva también se da en el caso del creciente número de países que están esperando para poder adherirse a la OMC, de los cuales los más importantes son China y Rusia. Por consiguiente, debe encontrarse la manera de que sean admitidos prontamente como nuevos miembros estos países en particular los que tienen una importante participación en el comercio.

Avances tecnológicos

[11] Por último, los avances de la tecnología de las telecomunicaciones constituirán un desafío en lo que respecta a la noción tradicional de fronteras nacionales. La llegada de la era de la tecnología de la información y del comercio en el ciberespacio requiere que se reexaminen las definiciones existentes del comercio transfronterizo, que son la base de la OMC. También tendrá repercusiones en los aspectos de la protección de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. La OMC tendrá que adaptar sus normas a los cambios del entorno tecnológico.

El futuro

[12] El sistema multilateral de comercio existente habrá de hacer frente a duras pruebas y desafíos. Esperemos que la historia y los logros alcanzados en el pasado en lo que se refiere a un comercio más libre nos sirvan de guía para adoptar las decisiones adecuadas para el futuro. El GATT y el sistema multilateral de comercio abierto han permitido que los países compitan pacíficamente sin tener que recurrir a la guerra para construir imperios comerciales y mantener al margen a sus rivales económicos. La OMC debe asumir ahora esa responsabilidad, y podrá hacerlo con éxito si tiene claro lo que puede y debe lograr al perseguir su objetivo fundamental de liberalización del comercio multilateral. Singapur desea que en el programa de la OMC para el siglo XXI figure una nueva ronda de negociaciones comerciales. El Cincuentenario del sistema multilateral de comercio es una oportunidad adecuada para sembrar la idea de que se celebre una nueva ronda en la que se aprovechen los logros alcanzados por el sistema en el pasado.