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CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMC, SEATTLE, 1999: COMUNICADOS DE PRENSA

7 de diciembre de 1999

“Es crucial preservar y consolidar los logros ya conseguidos”

Declaración del Sr. Mike Moore, Director General de la OMC.

 

“El pasado viernes en Seattle todos nos sentimos decepcionados, aunque no abatidos, ante el hecho de que no fuera posible terminar la tarea para la que habíamos ido allí. Se consiguieron logros importantes en el poco tiempo de que dispusieron los Ministros para mantener serias negociaciones y se redujeron considerablemente las diferencias en una serie de esferas importantes. La Embajadora Charlene Barshefsky, Presidenta de la Conferencia Ministerial, declaró suspendida la reunión y dijo que deberíamos proseguir y finalizar nuestros trabajos.

La suspensión de las conversaciones no es algo nuevo en la historia del sistema multilateral de comercio, pero es crucial que preservemos y consolidemos los logros ya conseguidos. Los progresos realizados no se deben echar por la borda.

Siento especial decepción porque el aplazamiento de nuestras deliberaciones significa posponer los beneficios que se habrían derivado para los países en desarrollo y menos adelantados, para los cuales, en cambio, no van a desaparecer los problemas. El logro de un conjunto de resultados no deja de estar al alcance de la mano.

La Presidenta de la Conferencia Ministerial de Seattle me ha encomendado "mantener consultas con las delegaciones y examinar formas innovadoras de salvar las dificultades en las esferas en las que aún no se ha logrado un consenso, preparar un proceso mejorado que sea a la vez eficiente y auténticamente completo, y preparar el camino para lograr una conclusión satisfactoria", y eso es lo que haré. 

Estoy decidido a cumplir esos cometidos con celeridad para conseguir la máxima participación posible de todos los Miembros en el próximo proceso y estar lo antes posible en condiciones de informar a los Ministros de que estamos preparados para convocar de nuevo la Conferencia Ministerial y concluirla con éxito.

Varios países en desarrollo nos han felicitado por nuestros esfuerzos para conseguir la máxima participación de los Miembros en la etapa preparatoria y en Seattle. Antes de la Ministerial, organizamos seminarios especiales para las naciones que no tenían representación en Ginebra. Nuestros programas de asistencia técnica permitieron que los países en desarrollo estuvieran mejor preparados que nunca. Sobre la base de la experiencia adquirida en reuniones ministeriales anteriores, establecimos grupos de trabajo sobre cuestiones específicas abiertos a todos los Miembros. En reuniones de participación más restringida, que resultaron ser necesarias para avanzar en las negociaciones, velamos por que todos los intereses estuvieran debidamente representados. Ahora bien, sabíamos que eso no sería bastante. Esa es la razón de que en la estructura creada para la Ministerial estableciéramos un grupo de trabajo especial para examinar los problemas de organización a que la OMC hace frente al llevar a cabo su labor.

Pese al revés temporal que ha supuesto Seattle, nuestros objetivos no han cambiado:

• Proseguir las negociaciones para la liberalización progresiva del comercio internacional.
• Orientar el comercio de modo que contribuya más eficazmente al desarrollo económico y la mitigación de la pobreza.
• Confirmar el papel fundamental que desempeña el sistema de comercio basado en normas para nuestros gobiernos Miembros en la conducción de sus relaciones económicas en un espíritu de cooperación.
• Organizar la OMC con arreglo a pautas que respondan más precisamente a las necesidades de todos los Miembros.

El sentimiento de apremio que suscitan estos objetivos no está menos presente ahora que hace 10 días. Mucho es lo que está en juego. No sólo están en el platillo de la balanza los beneficios de unas nuevas negociaciones comerciales. En los próximos meses tendremos que afrontar en la OMC cuestiones difíciles y delicadas. Cuanto más retrasemos el inicio de las negociaciones mayor será la pérdida para los más pobres de entre nosotros.”

 

 NOTAS PARA LAS REDACCIONES

1. Casos anteriores en que se suspendieron las conversaciones ministeriales:

El Balance a Mitad de Período de la Ronda Uruguay, Montreal, diciembre de 1988: En la sesión formal de clausura del 9 de diciembre se decidió que el Comité de Negociaciones Comerciales se reuniría de nuevo en la primera semana de abril de 1989 a nivel de altos funcionarios. Los resultados obtenidos en Montreal -el programa para la segunda parte de la Ronda- se dejaron "en suspenso" hasta entonces. De hecho, la situación se logró desbloquear en Ginebra en abril de 1989.

La Reunión Ministerial de Bruselas, diciembre de 1990: Esa Reunión debía servir para poner fin a las negociaciones, pero el 7 de diciembre el Presidente de la Reunión dijo que la Ronda Uruguay se tendría que prolongar. Se habían logrado progresos sustanciales, pero los participantes necesitaban "más tiempo para reconsiderar y conciliar sus posiciones en algunas esferas claves de las negociaciones. Se pidió al Director General del GATT que celebrara consultas con el fin de aproximar las posiciones con respecto al programa de negociación. En último término, el texto de la Ronda Uruguay se firmó en abril de 1994.

2. En Seattle hubo un “Comité Plenario” al frente de las negociaciones y grupos de trabajo encargados de cuestiones específicas: agricultura; aplicación y normas; orden del día de Singapur y otras cuestiones; y cuestiones sistémicas.