Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Trinidad y Tabago: noviembre de 1998

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/87
5 de noviembre de 1998

TRINIDAD Y TABAGO DEBERÍA DIVERSIFICAR SUS EXPORTACIONES CON MIRAS A PEDENDER EN MENOR MEDIDA DEL PETRÓLEO Y ASEGURAR LA ESTABILIDAD ECONÓMICA

“ La economía de Trinidad y Tabago depende en gran medida de la producción y exportación de petróleo y gas natural. Las reservas confirmadas de petróleo se calculan en un suministro de 12 años al nivel actual de producción, en tanto que según los cálculos las reservas de gas natural son suficientes para 55 años de producción. Entre las actividades industriales conexas están la refinación de petróleo, la elaboración de gas y la producción de amoníaco, urea, metanol, hierro y acero.”

Trinidad y Tabago debería reducir su excesiva dependencia respecto de la producción y exportación de combustibles, que la hace vulnerable a las fluctuaciones de precios del mercado mundial. En un nuevo informe de la OMC, el primer informe sobre el examen de la política y de las prácticas comerciales de Trinidad y Tabago, se encomiendan los esfuerzos de liberalización y desreglamentación emprendidos por el país desde mediados del decenio de 1980, si bien también se advierte que el crecimiento económico anual, que entre 1994 y 1997 fue del 3 por ciento, podría reducirse en vista de la baja prevista de los precios del petróleo a medio y largo plazo.

El informe de la Secretaría de la OMC y una exposición de políticas preparada por el Gobierno de Trinidad y Tabago servirán de base para un examen que se celebrará en la OMC los días 12 y 13 de noviembre de 1998.

En el informe de la OMC se señala que la economía de Trinidad y Tabago creció rápidamente entre 1973 y 1982, gracias a los elevados precios del petróleo y al incremento de las inversiones y del consumo. Sin embargo, la ulterior caída de los precios del petróleo comportó una reducción de la producción, la disminución del ingreso por habitante, un elevado desempleo, crecientes déficit por cuenta corriente y la pérdida de reservas de divisas. Para hacer frente a la situación, Trinidad y Tabago introdujo en 1988 un programa de reforma estructural y liberalización, que se reforzó en el decenio de 1990. Gracias a ese programa, se eliminaron numerosas restricciones al comercio y se redujo el nivel medio global de protección arancelaria.

Según se desprende del informe de la OMC, Trinidad y Tabago obtiene la mayor parte de sus ingresos del petróleo y de productos derivados del petróleo y productos petroquímicos, representando las exportaciones de combustibles más del 20 por ciento del PIB y el 73 por ciento de los ingresos de divisas. La mayor parte del combustible exportado por Trinidad y Tabago se destina a los Estados Unidos. Preocupada por esta fuerte dependencia de un único mercado, Trinidad y Tabago se está esforzando por diversificar su economía de modo que dependa en menor medida del sector del petróleo. Con ese fin se están fomentando las actividades manufactureras no relacionadas con el petróleo, así como de los servicios, por ejemplo, los servicios de transbordo y los mercantiles.

El grueso de las inversiones extranjeras se concentran en el sector del petróleo y del gas. En la actualidad, más de la mitad de las inversiones extranjeras se concentra en el sector de la energía y otras actividades dependientes de éste, siendo los Estados Unidos el principal inversor extranjero. A fin de aumentar y diversificar las inversiones extranjeras y nacionales, el Gobierno de Trinidad y Tabago se está esforzando activamente por poner en pie un nuevo sistema, más eficaz y transparente, para atraer las inversiones.

El superávit comercial registrado por Trinidad y Tabago a lo largo de la primera mitad del decenio de 1990 está dejando paso a un déficit comercial. En los dos últimos años, las importaciones han crecido a un ritmo más rápido que las exportaciones, impulsadas por el rápido aumento de bienes de consumo y de capital, a medida que se expandía la economía y se revalorizaba en términos reales la moneda local. Entre 1993 y 1997, las importaciones se duplicaron con creces, en tanto que las exportaciones aumentaron aproximadamente un 50 por ciento, por lo que en 1997 se registró un déficit comercial de 610 millones de dólares EE.UU. Se prevé que en 1998 dicho déficit sea ligeramente inferior.

En el informe se indica también que Trinidad y Tabago es miembro fundador de la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM) y que, como tal, adoptó en 1991 el Arancel Exterior Común (AEC), aplicando entre 1995 y el 1º de julio de 1998 el programa de reducciones arancelarias en cuatro fases del AEC. Como resultado de la aplicación del AEC, Trinidad y Tabago redujo los derechos máximos de importación aplicados a los productos industriales del 35 al 20 por ciento. Por cuanto respecta a los productos agropecuarios, los tipos arancelarios aplicados con arreglo al AEC oscilan ahora entre el 0 y el 40 por ciento. El promedio arancelario del arancel NMF (nación más favorecida) aplicado dentro del AEC es actualmente del 9,1 por ciento, frente al 11,2 por ciento al que ascendía en 1997. El tipo arancelario medio es del 19,1 por ciento (antes un 19,6 por ciento) para los productos agropecuarios y del 7 por ciento (antes un 9 por ciento) para las importaciones industriales. En términos generales, la estructura arancelaria ofrece una mayor protección a los bienes de consumo final y a los productos agropecuarios que a los insumos y bienes de capital. Los tipos más elevados se aplican a mercancías acabadas que compiten con la producción nacional o de la CARICOM.

En el informe se señala asimismo que Trinidad y Tabago aplica recargos a la importación a una serie de productos agropecuarios. Aunque el Gobierno tiene previsto eliminar o reducir alguno de estos recargos, varios seguirán aplicándose. Así por ejemplo, se cree que seguirán vigentes después del 2004 los recargos de importación del 60 por ciento sobre el azúcar, del 75 por ciento sobre el azúcar en polvo y del 86 por ciento sobre algunos cortes de carne de ave, los cuales exceden en medida considerable el nivel del 15 por ciento consolidado durante la Ronda Uruguay e incluido en la Lista de concesiones de Trinidad y Tabago.

La aportación de la agricultura y de la elaboración de alimentos al PIB es un poco superior al 5 por ciento, pero el sector emplea a un 14 por ciento aproximadamente de la población activa. Aunque las exportaciones agrícolas están dominadas por el azúcar, Trinidad y Tabago es importador neto de productos agropecuarios (principalmente cereales, productos lácteos, semillas oleaginosas y legumbres y hortalizas). Las exportaciones de azúcar dependen primordialmente del contingente acordado con la Unión Europea y los Estados Unidos, que ofrecen precios garantizados por encima de los niveles mundiales.

En el informe se señala que si bien Trinidad y Tabago ha notificado a la OMC que no mantiene subvenciones a la exportación, aplica una serie de incentivos, en particular concesiones fiscales y acceso en franquicia para las importaciones de insumos y bienes de capital. Algunos tienen por objeto la promoción de las exportaciones, mientras que otros están destinados a promover el desarrollo de determinadas industrias o sectores. El Gobierno tiene previsto eliminar las ayudas a la exportación antes del año 2000.

El sector de los servicios representa más del 60 por ciento del PIB y aproximadamente el 75 por ciento del empleo total. Los servicios financieros tienen particular importancia, ya que aportan el 11,5 por ciento del PIB. La actividad en el sector de los servicios está en gran medida liberalizada y el acceso al mercado es relativamente abierto en la mayoría de los subsectores. En el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), Trinidad y Tabago contrajo compromisos específicos con respecto a varios sectores de servicios, tales como el turismo, los servicios prestados a las empresas (incluidos los servicios profesionales), los servicios de transporte y los servicios financieros. La Lista de Trinidad y Tabago incluye compromisos horizontales en materia de presencia comercial y presencia de personas físicas. Trinidad y Tabago ha participado también y ha presentado ofertas en las negociaciones de la OMC sobre telecomunicaciones y servicios financieros. Por cuanto respecta a las telecomunicaciones, la privatización parcial ha dado lugar a un monopolio temporal de hecho en el suministro de servicios de telefonía básica, si bien se espera que este monopolio quede eliminado en el año 2009.

En el informe se indica asimismo que en la actualidad, hay 24 empresas que operan en régimen de zona franca. Las exportaciones totales de las empresas de zona franca han aumentado de 6 millones a 38 millones de dólares estadounidenses entre 1993 y 1996. El establecimiento y la administración de las zonas francas están regulados por la Compañía de Zonas Francas de Trinidad y Tabago, que examina las solicitudes teniendo en cuenta la capacidad de obtención de divisas y el potencial de generación de empleo. No se aplican limitaciones sectoriales. Las empresas que obtienen esa situación pueden suministrar al mercado interno hasta un 20 por ciento de los bienes producidos, previo pago de los derechos de importación.

Trinidad y Tabago ha actualizado su legislación en materia de derechos de propiedad intelectual con el fin de ponerla en conformidad con el Acuerdo sobre los ADPIC. El registro de patentes, marcas de fábrica o de comercio y dibujos y modelos industriales está administrado por el Registrador General de la Propiedad Intelectual, en el Ministerio de Asuntos Jurídicos.

En las conclusiones del informe, se señala que si bien la economía de Trinidad y Tabago ha experimentado una considerable liberalización y desreglamentación desde mediados del decenio de 1980, el Gobierno sólo logrará garantizar la estabilidad económica a largo plazo mediante una diversificación que permita una menor dependencia de los productos derivados del petróleo. Este esfuerzo, según el informe, se facilitará mediante la libertad de acceso a los mercados para las exportaciones no relacionadas con los combustibles.

Notas para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) examinará el informe de la Secretaría de la OMC, junto con una exposición de políticas preparada por el Gobierno de Trinidad y Tabago, los días 12 y 13 de noviembre de 1998. El OEPC hace una evaluación colectiva de la gama completa de políticas y prácticas comerciales de cada uno de los Miembros de la OMC a intervalos periódicos y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de cada una de las políticas comerciales de Trinidad y Tabago, con inclusión de las leyes y los reglamentos internos, el marco institucional y las políticas comerciales por medidas y sectores. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC, en los informes también se abordan las "nuevas esferas" del comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

Se adjuntan a este comunicado de prensa las observaciones recapitulativas del informe de la Secretaría y un resumen de la exposición de políticas preparados por el Gobierno de Trinidad y Tabago. Los periodistas que deseen disponer del texto íntegro del informe de la Secretaría y del informe presentado por el Gobierno de Trinidad y Tabago pueden solicitarlo a la Secretaría de la OMC (tel.: 41 22 739 5019). Dichos informes también están disponibles para la prensa en el espacio a ella destinado dentro del sitio de la OMC en Internet (www.wto.org). El informe de la Secretaría, junto con la exposición de políticas preparada por el Gobierno de Trinidad y Tabago, un acta del debate del OEPC y el resumen del Presidente, se publicarán oportunamente en forma de libro y podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989, se han finalizado los siguientes informes: Argentina (1992), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bangladesh (1992), Benin (1997), Bolivia (1993), Botswana (1998), Brasil (1992 y 1996), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992, 1994 y 1996), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995 y 1997), Corea, Rep. de (1992 y 1996), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994 y 1996), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Islas Salomón (1998), Israel (1994), Jamaica (1998), Japón (1990, 1992, 1995 y 1998), Kenya (1993), Lesotho (1998), Macao (1994), Malasia (1993 y 1997), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Namibia (1998), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991 y 1996), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Paraguay (1997), Perú (1994), Polonia (1993), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992 y 1996), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991 y 1996), Swazilandia (1998), Tailandia (1991 y 1995), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
TRINIDAD Y TABAGO
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Desde mediados del decenio de 1980 Trinidad y Tabago inició un proceso de liberalización y desreglamentación que ha permitido la eliminación de una serie de restricciones al comercio y la reducción del promedio de la protección arancelaria. Son pocas las restricciones al comercio en frontera no relacionadas con el precio y prácticamente se ha ultimado la modificación de la legislación interna para incorporar los compromisos de Trinidad y Tabago en el marco de los diferentes acuerdos de la OMC. No se conceden subvenciones directas a la exportación; no obstante, sigue existiendo un complejo sistema de incentivos a la inversión. La liberalización del comercio regional, emprendida en la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM), ha ido a la par con la asunción de compromisos en virtud del sistema de comercio multilateral. Trinidad y Tabago ha estado a la vanguardia de la observancia de los compromisos de reducción de los aranceles para bienes industriales en virtud del Arancel Exterior Común (AEC) de la CARICOM. No obstante, los aranceles aplicables a los productos agrícolas siguen siendo superiores al promedio y algunos productos están sujetos a elevados recargos a la importación.

Entorno económico

La economía de Trinidad y Tabago depende en gran medida de la producción y exportación de petróleo y gas natural. Las reservas confirmadas de petróleo se calculan en un suministro de 12 años al nivel actual de producción, en tanto que según los cálculos las reservas de gas natural son suficientes para 55 años de producción. Entre las actividades industriales conexas están la refinación de petróleo, la elaboración de gas y la producción de amoníaco, urea, metanol, hierro y acero.

La economía creció rápidamente entre 1973 y 1982, impulsada por los elevados precios del petróleo, lo cual permitió un considerable incremento de las inversiones y del consumo. La ulterior caída de los precios del petróleo comportó una reducción de la producción, la disminución del ingreso por habitante, un elevado desempleo, crecientes déficit por cuenta corriente y la pérdida de reservas de divisas. Para hacer frente a la situación, Trinidad y Tabago introdujo en 1988 un programa de reforma estructural y liberalización, encaminado a restablecer la balanza externa, reducir el déficit del sector público y mejorar la intermediación financiera. Este proceso de reforma se reforzó en el decenio de 1990, cuando se desmantelaron prácticamente los controles de precios, se redujeron los derechos de importación en virtud de las disposiciones de la CARICOM y se fomentó el papel del sector privado en la actividad económica. Ahora bien, sigue existiendo una importante participación del Estado en el sector del petróleo y el gas natural; en general, el consumo y las inversiones públicas representan entre un cuarto y un tercio del PIB.

El crecimiento económico anual se aceleró a más del 3 por ciento entre 1994 y 1997, a medida que se afianzaban la liberalización del comercio y las inversiones. Se redujeron los aranceles como resultado de la aplicación, a partir de 1995, del programa de reducción en cuatro fases del AEC de la CARICOM, que ha rebajado el arancel máximo de bienes industriales del 35 al 20 por ciento; se suprimieron los controles de capital; el régimen de cambios fijo se sustituyó por otro de flotación controlada, y se puso en marcha un programa de privatización y liquidación de empresas públicas. El crecimiento del PIB llegó al 3,2 por ciento en 1997, impulsado por un auge de las inversiones y del consumo. Las previsiones iniciales señalan una aceleración del crecimiento en 1998, a consecuencia de las fuertes inversiones en el sector del petróleo y del gas natural. Ahora bien, es posible que haya que revisar a la baja esas previsiones para tener en cuenta los efectos negativos de la reciente disminución de los precios del petróleo. El desempleo, pese a no estar en su máximo, sigue siendo elevado, con una tasa del 13,5 por ciento a finales de 1997.

Como resultado del mejoramiento de la recaudación de impuestos, los ingresos procedentes de la privatización y las reducciones en subvenciones y transferencias estatales, Trinidad y Tabago ha registrado un superávit presupuestario desde 1995; el superávit llegó al 1,8 por ciento del PIB en 1997. No obstante, la reducción de los precios del petróleo puede tener consecuencias negativas para las finanzas públicas en 1998 y 1999.

Las transacciones externas de bienes y servicios representan más del 100 por ciento del PIB, siendo la exportación de combustibles la principal fuente de divisas, ya que representa más del 20 por ciento. La escasa diversificación de las exportaciones y la fuerte dependencia respecto del sector del petróleo y el gas natural hacen que Trinidad y Tabago sea vulnerable a las convulsiones externas. La fuerte disminución de los precios del petróleo registrada en 1998, al tiempo que siguen aumentando las importaciones, probablemente tendrá consecuencias negativas para la cuenta corriente. Además, como Trinidad y Tabago depende en gran medida de un único mercado, el de los Estados Unidos, para sus exportaciones, esa circunstancia puede contribuir a su vulnerabilidad en el caso de que se desacelere la economía estadounidense.

Hasta 1997 Trinidad y Tabago registraba por lo general un superávit comercial. No obstante, recientemente las importaciones han crecido a un ritmo mucho más rápido que las exportaciones, impulsadas por el rápido aumento de bienes de consumo y de capital, a medida que se expandía la economía y se revalorizaba en términos reales la moneda local. Entre 1993 y 1997 las importaciones se duplicaron con creces, en tanto que las exportaciones aumentaron aproximadamente un 50 por ciento, por lo que en 1997 se registró un déficit comercial de 610 millones de dólares EE.UU. También se prevé un déficit comercial en 1998, aunque menor que el de 1997. La cuenta corriente, excedentaria durante la mayor parte del decenio de 1990, registró un déficit de 708 millones de dólares EE.UU. (12,1 por ciento del PIB) en 1997. La cuenta de capital, alimentada por las corrientes de inversión directa principalmente en el sector del petróleo y del gas natural, ha registrado un superávit desde 1996, llegando a su máximo en 1997 con 619 millones de dólares EE.UU., lo cual ha permitido una considerable acumulación de reservas netas de divisas, que a finales de 1997 representaban el equivalente de más de cuatro meses de importaciones.

Régimen y objetivos de política comercial

Una de las principales preocupaciones políticas del Gobierno es diversificar la economía apartándola de su dependencia del sector del petróleo mediante el desarrollo de actividades manufactureras no relacionadas con el petróleo, así como de los servicios, por ejemplo, los servicios de transbordo y los mercantiles. Otras preocupaciones apuntan a incrementar el nivel de inversiones extranjeras y nacionales, generar oportunidades de empleo permanentes y promover la seguridad alimentaria. El Gobierno aspira también a mejorar el marco reglamentario, jurídico y fiscal para el crecimiento del sector de la energía; maximizar la producción local de petróleo crudo; incrementar la capacidad de refinación, y desarrollar industrias basadas en el gas natural.

Trinidad y Tabago, parte contratante del GATT desde octubre de 1962, se hizo Miembro de la OMC el 1º de marzo de 1995. Se concede el tratamiento de NMF a todos sus interlocutores comerciales. Como resultado de la Ronda Uruguay, la mayor parte de los aranceles industriales están consolidados a un tipo máximo del 50 por ciento; algunos productos están consolidados al 70 por ciento. Existe una diferencia considerable entre los tipos consolidados y los aranceles aplicados, cuya cresta se sitúa en el 30 por ciento. Todas las líneas agrícolas están consolidadas, en su mayor parte al 100 por ciento. Otros derechos y gravámenes están consolidados al 15 por ciento. Trinidad y Tabago ha revisado y modificado varios textos de legislación interna para ajustarlos a sus obligaciones en virtud de la OMC. Así por ejemplo, la legislación y los reglamentos antidumping se han modificado para ajustarlos al Acuerdo Antidumping de la OMC; se han promulgado nuevas leyes de patentes y de derecho de autor y se ha modificado la legislación relativa a marcas de fábrica o de comercio y dibujos y modelos industriales para hacerla compatible con el Acuerdo sobre los ADPIC. También se ha promulgado legislación sobre secretos comerciales y competencia desleal.

En el marco del AGCS, Trinidad y Tabago contrajo compromisos específicos en relación con el turismo, los servicios prestados a las empresas (incluidos los servicios profesionales), los servicios educativos y los relacionados con la salud, el esparcimiento, la cultura y los deportes y los servicios de transporte y financieros. La Lista de Trinidad y Tabago incluye compromisos horizontales sobre presencia comercial y presencia de personas físicas. Trinidad y Tabago ha participado también y ha presentado ofertas en las ulteriores negociaciones de la OMC sobre telecomunicaciones y servicios financieros.

Hasta la fecha, Trinidad y Tabago no ha participado directamente, como reclamante ni como demandado, en los mecanismos de solución de diferencias del GATT o de la OMC.

Trinidad y Tabago, miembro fundador de la CARICOM, adoptó el AEC en 1991, aplicando el programa de reducciones arancelarias del AEC en cuatro fases entre 1995 y el 1º de julio de 1998. Como resultado de las reformas encaminadas a consolidar el Mercado Único Económico (MUEC) de la CARICOM, se espera una mayor integración entre los países miembros de la CARICOM. Se espera que dos protocolos de enmienda del Tratado de la CARICOM firmados en 1997 den como resultado el libre movimiento de mercancías, servicios y capitales, mientras se toman otras medidas para liberalizar el movimiento de personas. La Lista I del Tratado de la CARICOM permite establecer algunas excepciones nacionales a la entrada en régimen de franquicia de mercancías procedentes de otros Estados miembros de la CARICOM; Trinidad y Tabago mantiene en esa Lista la leche y la nata, los materiales de reparación de neumáticos y los neumáticos de caucho. No obstante, Trinidad y Tabago ha decidido no utilizar esa excepción y tiene en marcha el proceso de eliminar la Lista I.

La CARICOM tiene acuerdos comerciales preferenciales con Colombia y Venezuela. Con arreglo al acuerdo con Colombia, Trinidad y Tabago, como país de mediano desarrollo dentro de la CARICOM, ha consolidado bilateralmente, a partir del 1º de junio de 1998, el acceso en régimen de franquicia de una serie de productos que en su mayoría ya se importaban en régimen de franquicia. Se han otorgado concesiones a un pequeño número de productos, en particular el listado y el bonito y los cuchillos y las hojas para utensilios de cocina y cortadoras de césped. A partir del 1º de enero de 1999 se ampliarán por fases las reducciones de derechos consolidados a otro grupo de productos, en particular piedras preciosas, algunos tipos de electrodos y varillas recubiertas y un grupo de insumos no competitivos y bienes de capital. El acuerdo sobre comercio e inversiones CARICOM/ Venezuela otorga unilateralmente tratamiento preferencial de acceso al mercado a las exportaciones de Venezuela.

Se espera que la Ley de Inversiones Extranjeras de 1990 sea sustituida por una nueva Ley de Promoción de las Inversiones, actualmente en proyecto, que trata de diversificar las inversiones extranjeras relacionadas con las exportaciones. Actualmente, más de la mitad de las inversiones extranjeras se concentra en el sector de la energía y otras actividades dependientes de éste. El principal inversor extranjero son los Estados Unidos, sobre todo en el sector del petróleo. No hay sectores restringidos a la inversión extranjera; no obstante, se exige aprobación para la adquisición de terreno comercial y residencial superior a una determinada superficie, o en el caso de que se requiera una licencia (por ejemplo, para perforaciones, minería o establecimiento de un banco por un inversor, sea nacional o extranjero; o para la adquisición por un inversor extranjero de más del 30 por ciento del capital de una empresa local). Trinidad y Tabago tiene acuerdos bilaterales de inversiones con el Canadá, los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido; se están negociando acuerdos con la Argentina, Hungría, Italia, los Países Bajos y Venezuela. También se incluyen las cuestiones de inversión en los acuerdos de la CARICOM con Colombia y Venezuela. Además del tratado con otros miembros de la CARICOM, se han firmado tratados para evitar la doble imposición con Alemania, el Canadá, Dinamarca, los Estados Unidos, Francia, Italia, Noruega, el Reino Unido, Suecia, Suiza y Venezuela.

Política comercial, por instrumentos

Medidas en la frontera

En 1991, Trinidad y Tabago adoptó el AEC de la CARICOM para todas las mercancías, excepto un grupo de productos en su mayor parte agropecuarios (Lista A) y productos industriales (Lista C). Entre 1995 y 1998, los derechos máximos de importación de productos industriales se redujeron del 35 por ciento al 20 por ciento en cuatro fases. Los tipos máximos aplicados a los productos agropecuarios se han mantenido al 40 por ciento durante todo el período de aplicación. Como consecuencia de esas reducciones, actualmente el promedio simple del arancel NMF de Trinidad y Tabago es 9,1 por ciento (ligeramente superior si se incluyen los equivalentes ad valorem de derechos específicos). La protección nominal es superior para los productos agropecuarios con un tipo medio del 19,1 por ciento, en tanto que las importaciones industriales se enfrentan a un arancel promedio del 7 por ciento. La estructura arancelaria ofrece una mayor protección a los bienes de consumo final y a los productos agropecuarios que a los insumos y bienes de capital, que o bien entran en franquicia o están sujetos a un arancel del 2,5 por ciento. Los tipos más elevados se aplican a mercancías acabadas que compiten con la producción nacional o de la CARICOM. A los productos exceptuados del AEC, incluidos los vehículos de motor y algunos dispositivos eléctricos, así como productos de joyería, se aplican derechos de importación que llegan al 30 por ciento.

A partir de 1990 se han eliminado en gran medida las restricciones cuantitativas. Actualmente se aplican recargos a la importación a una serie de productos agropecuarios, que en principio se esperaba que quedasen eliminados en diciembre de 1994, pero cuya eliminación se retrasó, aunque se han reducido o se están eliminado paulatinamente algunos recargos. De conformidad con la Lista establecida en 1995, habrán quedado eliminados en 1998 los recargos aplicados a la carne de bovino y a la leche; y en 1999 los aplicados a las legumbres y hortalizas y a la fruta. Con posterioridad a esta fecha se mantendrán otros recargos en ciertos productos; algunos estarán sujetos a reducciones en el 2004, pero otros se mantendrán. Por ejemplo, se espera que sigan vigentes después del 2004 los recargos de importación del 60 por ciento sobre el azúcar, del 75 por ciento sobre el azúcar en polvo y del 86 por ciento sobre algunos cortes de carne de ave, los cuales exceden en medida considerable el nivel del 15 por ciento consolidado durante la Ronda Uruguay e incluido en la Lista de concesiones de Trinidad y Tabago.

Según las autoridades, Trinidad y Tabago está aplicando de hecho el Acuerdo de la OMC sobre Valoración en Aduana, aunque, en virtud del Acuerdo, Trinidad y Tabago, por ser un país en desarrollo, tiene de plazo hasta el final de 1999 para adaptar su sistema de valoración al Acuerdo.

La Oficina de Normas de Trinidad y Tabago, dependiente del Ministerio de Comercio e Industria, es el servicio de información previsto en el Acuerdo de la OMC sobre Obstáculos Técnicos al Comercio. Las normas son obligatorias cuando afectan a la salud y seguridad de los consumidores o cuando pueden evitar el fraude y la decepción. La Oficina de Normas también tiene derecho a comprobar la calidad y clasificación y está autorizada para aceptar certificados extranjeros. En 1997 se adoptaron las normas medioambientales que utilizan las directrices ISO 14000, que dependen de la Autoridad de Gestión del Medio Ambiente.

Trinidad y Tabago no es parte en el Acuerdo plurilateral sobre Contratación Pública. La contratación pública trasciende el alcance de la CARICOM, aunque se ha puesto en marcha un plan de acción para crear un organismo regional central de coordinación de la información. Las contrataciones para organismos gubernamentales están reglamentadas por una Junta Central de Licitaciones. Las licitaciones son selectivas o competitivas y están abiertas a proveedores extranjeros. No obstante, se concede un margen preferencial del 10 por ciento a los proveedores locales de bienes y servicios y, en algunos casos si se concede los contratos a extranjeros cabe la posibilidad de que se exija la existencia de un agente local.

Según las autoridades, la legislación antidumping se ha armonizado con el correspondiente Acuerdo de la OMC. La Ley Antidumping y de Derechos Compensatorios (Nº 11 de 1992), notificada a la OMC en marzo de 1995, se modificó considerablemente en 1995; no obstante, todavía no se ha notificado la enmienda. Hasta la fecha, la única medida antidumping adoptada por Trinidad y Tabago ha sido una investigación sobre importaciones de queso cheddar de Nueva Zelandia, iniciada en septiembre de 1996. En este caso, se calculó un margen de dumping del 13,93 por ciento; no obstante, no se impuso ningún derecho porque la Junta de Productos Lácteos de Nueva Zelandia se comprometió a incrementar el precio de su queso importado a Trinidad y Tabago en la cuantía del margen de dumping calculado.

Todavía se necesitan licencias para la importación de algunos productos, en particular los incluidos en la Lista negativa de importaciones, utilizada inicialmente para administrar un sistema de restricciones cuantitativas destinado a proteger las industrias incipientes y que ahora se usa principalmente con fines de concesión de licencias. En la actualidad, se incluyen en la lista el ganado, la carne, el pescado, el azúcar, los aceites y grasas, los vehículos de motor, los papeles de cigarrillo, buques pequeños y botes, y los plaguicidas; no se aplica a las importaciones de la CARICOM, salvo los aceites y grasas.

Medidas que afectan a las exportaciones, la producción y el comercio

Trinidad y Tabago no aplica impuestos a la exportación, pero está en vigor un sistema de licencias de importación para una serie de productos, principalmente con fines de seguridad y salud, pero también para controlar la reexportación de bienes de capital importados en condiciones preferenciales. No existen contingentes de exportación, salvo los determinados en acuerdos bilaterales, ni requisitos específicos de rendimiento de las exportaciones.

Trinidad y Tabago ha notificado a la OMC que no mantiene subvenciones a la exportación. No obstante, se aplica una serie de incentivos, en particular concesiones fiscales y acceso en franquicia a importaciones de insumos y bienes de capital. Algunos tienen por objeto la promoción de las exportaciones, como son las ayudas a la exportación (en forma de créditos fiscales) en virtud de la Ley del Impuesto de Sociedades y la Ley de Finanzas; otros tienen por objeto promover el desarrollo de determinadas industrias o sectores, como las concesiones de derechos aduaneros para la importación de bienes de capital para una amplia gama de actividades manufactureras aprobadas. El Gobierno tiene el proyecto de eliminar las ayudas a la exportación antes del año 2000, aunque Trinidad y Tabago, como país en desarrollo, no está obligado hasta el 2003 a aplicar plenamente las disciplinas del Acuerdo de la OMC sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias. En algunos casos, las ventajas otorgadas por algunos sistemas ya han sido menoscabadas o eliminadas por la supresión de los aranceles aplicables a insumos no competidores y bienes de capital.

El establecimiento y administración de zonas francas está regulado por la Compañía de Zonas Francas de Trinidad y Tabago, que examina las solicitudes teniendo en cuenta la capacidad de obtención de divisas y el potencial de generación de empleo de los solicitantes. No se aplica ninguna limitación sectorial. Las empresas que obtienen esa situación pueden suministrar al mercado interno un máximo del 20 por ciento de los bienes producidos, sujeto al pago de los derechos de importación. Desde 1997 se exigen certificados de origen para los bienes manufacturados en las zonas francas. Hay actualmente 24 empresas que operan en régimen de zona franca, cuyas exportaciones totalizaron en 1996 38 millones de dólares EE.UU.

Aunque se ha eliminado la mayoría de los controles de precios y sólo siguen reglamentados directamente los precios del azúcar, los productos farmacéuticos y los libros de texto escolares, hay una serie de bienes y servicios que están sujetos a precios administrados. Entre estos están ciertos productos agropecuarios (por ejemplo, el café, la leche y el cacao), respecto de los cuales se pagan precios garantizados a los productores; los precios exrefinería de ciertos combustibles y las tarifas de autobús.

Trinidad y Tabago ha actualizado su legislación interna respecto de los derechos de propiedad intelectual para armonizarla con el Acuerdo sobre los ADPIC. El registro de patentes, marcas de fábrica o de comercio y dibujos o modelos industriales está administrado por el Registrador General de la Propiedad Intelectual, en el Ministerio de Asuntos Jurídicos.

Medidas desglosadas por sectores

Agricultura

La aportación de la agricultura y de la elaboración de alimentos, las bebidas y el tabaco al PIB es un poco superior al 5 por ciento, pero el sector emplea a un 14 por ciento aproximadamente de la población activa. Las exportaciones agrícolas están dominadas por el azúcar. Las principales exportaciones de productos elaborados son bebidas y cereales preparados. Trinidad y Tabago es importador neto de productos agropecuarios; los principales productos importados son cereales, productos lácteos, semillas oleaginosas y legumbres y hortalizas.

En la Ronda Uruguay, Trinidad y Tabago consolidó sus aranceles sobre los productos agropecuarios en tipos máximos del 100 por ciento, con excepción de siete artículos consolidados a niveles superiores, a saber, las aves de corral, las coles, la lechuga y el café. Los aranceles aplicados a productos agropecuarios varían entre el 0 y el 40 por ciento; en 1998 el promedio simple del arancel NMF para productos agropecuarios era del 19,1 por ciento. Los aranceles máximos se aplican a las frutas y frutos secos comestibles, los productos pesqueros, los vegetales comestibles, las grasas y aceites animales y vegetales y la carne y despojos comestibles.

Las medidas cuantitativas, aplicadas anteriormente de acuerdo con la Lista negativa, se convirtieron en aranceles equivalentes de conformidad con el Acuerdo sobre la Agricultura de la Ronda Uruguay. Algunos productos agropecuarios están sujetos a recargos de importación; en 1998 se aplicaron recargos a varios cortes de carne de ave (100 por ciento), azúcar y azúcar glasé (60-75 por ciento), legumbres y hortalizas (15 por ciento) y fruta (5 por ciento). Los recargos sobre la fruta y las verduras y hortalizas se eliminarán en 1999 y las de ciertos cortes de carne de ave se reducirán en el 2004; los recargos sobre azúcar y azúcar en polvo no están sujetos a reducción. Los derechos de importación de bebidas alcohólicas se establecen a tipos específicos, que van de 4,75 dólares de Trinidad y Tabago por litro en el caso de la cerveza a 40 dólares por litro en el caso de cordiales y licores. Las bebidas alcohólicas de producción local y regional están sujetas a derechos especiales de consumo.

El azúcar es el cultivo principal. Las exportaciones dependen primordialmente del contingente acordado con la Unión Europea y los Estados Unidos, que ofrecen precios garantizados por encima de los niveles mundiales. La Unión Europea ha asignado a Trinidad y Tabago un contingente de importación de 47.556 toneladas de azúcar bruto en virtud del Protocolo del Azúcar del Convenio de Lomé y otras 10.000 toneladas en virtud del Acuerdo Especial Preferencial sobre el Azúcar. Los Estados Unidos asignaron a Trinidad y Tabago un contingente de 14.201 toneladas de azúcar bruto para el ejercicio fiscal de 1997, de las cuales se exportaron 13.576 toneladas. Se exporta azúcar refinada a otros países de la CARICOM, pero también se importa cuando la producción nacional es insuficiente para cumplir los contingentes de exportación y la demanda interna. En 1997 se importaron unas 29.000 toneladas de azúcar bruto y 9.105 toneladas de azúcar refinada. Como se ha indicado, las importaciones de azúcar bruto están sujetas a un derecho de aduanas del 40 por ciento y un recargo adicional del 60 por ciento. Las importaciones de azúcar refinada tienen un arancel del 15 por ciento.

Entre los incentivos agropecuarios están las subvenciones para conservación de terreno, equipo y maquinaria, vehículos agrícolas y tractores de ruedas, así como apoyo a los precios del azúcar de caña, el café, el cacao, la leche, las naranjas, los pomelos, el arroz, la copra y la acedera. Los pagos en concepto de apoyo a los precios totalizaron 35,97 millones de dólares de Trinidad y Tabago en 1997, en tanto que las subvenciones a los insumos ascendieron a 0,4 millones de dólares; en conjunto esos pagos representan aproximadamente el 1,8 por ciento del PIB agrícola.

Manufacturas

El sector manufacturero depende fuertemente de la refinación de petróleo y de los productos petroquímicos; las manufacturas relacionadas con el petróleo representan dos tercios del PIB total de manufacturas. El promedio arancelario NMF de 1998 aplicado a las importaciones de productos industriales (capítulos 25 a 97 del SA que abarcan tanto la manufactura como la minería) fue del 7,0 por ciento, con una cresta del 30 por ciento y un tipo mínimo de 0. Los aranceles mayores se aplican a las armas y municiones, relojes de pared y pulsera, obras de arte, ropas y artículos de vestido, alfombras, mobiliario, juguetes, calzado, jabón y productos de cuero. Los fabricantes se benefician de una serie de sistemas de incentivos; por ejemplo, se conceden exenciones de derechos de aduanas a las importaciones de maquinaria, equipo y materiales para una amplia gama de actividades manufactureras aprobadas. Se concede exención del impuesto de sociedades y de los derechos de aduanas a determinadas empresas aprobadas durante un período máximo de 10 años.

Las manufacturas relacionadas con el petróleo incluyen una refinería, 13 plantas petroquímicas, una planta de recuperación de gas natural líquido y centrales de energía eléctrica. Las actividades de refinación han disminuido considerablemente desde que alcanzaron su punto máximo en el decenio de 1960, pero esa decadencia ha cambiado de signo a mediados del decenio de 1990. Por otra parte, la producción petroquímica ha estado aumentando considerablemente; actualmente, Trinidad y Tabago es el segundo productor mundial en importancia de amoníaco y el tercer productor de urea. Las actividades manufactureras no relacionadas con el petróleo se concentran en el cemento, el hierro y el acero.

Minería

El sector minero aportó el 14,4 por ciento al PIB en 1996, al tiempo que empleaba a menos del 4 por ciento de la población activa; el sector también genera la mayor parte de las corrientes de inversión extranjera. Los hidrocarburos representan casi la totalidad de la producción del sector. La producción de petróleo ha disminuido desde su punto máximo alcanzado en el decenio de 1970; en cambio, la producción de gas natural ha venido aumentando desde 1978. No obstante, en 1997 el sector todavía representó el 22 por ciento de los ingresos del Gobierno y el 73 por ciento de los ingresos de divisas.

El régimen fiscal de la industria petrolera se basa en un sistema de tres niveles consistente en dos impuestos basados en los beneficios de las sociedades (el Impuesto sobre los Beneficios del Petróleo, fijado en el 50 por ciento de los beneficios imponibles, y un Impuesto de Desempleo, establecido en el 5 por ciento de los beneficios imponibles), tres impuestos basados en la producción (un canon, un gravamen sobre la producción de petróleo y un impuesto del petróleo) y un impuesto sobre la renta (el Impuesto sobre Beneficios Suplementarios del Petróleo). Los beneficios resultantes de las actividades de prospección, producción y refinación están sujetas al impuesto sobre beneficios del petróleo, al tipo del 50 por ciento, en tanto que los beneficios resultantes de la comercialización y distribución de petróleo, cuyo monopolio tiene la Empresa Nacional de Comercialización del Petróleo de Trinidad y Tabago y la Empresa Nacional del Gas, están gravados desde 1997 al tipo del 35 por ciento, ya que están sujetos al Impuesto sobre Beneficios de las Sociedades. Se emplea un sistema de incentivos y exenciones fiscales para fomentar las inversiones en el sector de la energía, en particular exenciones de derechos de importación y del IVA, y la deducción de gastos de capital por concepto de obras, grandes proyectos en el sector del petróleo y desarrollo de una reserva para la computación del Impuesto sobre los Beneficios del Petróleo.

Servicios

El sector de los servicios representa más del 60 por ciento del PIB y aproximadamente el 75 por ciento del empleo total. Los servicios financieros tienen particular importancia, ya que aportan el 11,5 por ciento del PIB. La actividad en el sector está en gran medida liberalizada y el acceso al mercado es relativamente abierto en la mayoría de los subsectores; se concede tratamiento nacional a los proveedores extranjeros en la mayor parte de las áreas. Se ha fortalecido el marco reglamentario para los servicios financieros, de transporte y de telecomunicaciones. En lo que respecta a las telecomunicaciones, la privatización parcial ha dado lugar a un monopolio temporal de hecho en el suministro de servicios de telefonía básica a cargo de los Servicios de Telecomunicaciones de Trinidad y Tabago (TSTT); se espera que este monopolio quede eliminado en el año 2009. Los servicios de valor añadido deben utilizar la red de TSTT.

En el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), Trinidad y Tabago contrajo compromisos horizontales en materia de presencia comercial y movimientos de personas físicas para todos los sectores incluidos en su Lista. Por lo que respecta a la presencia comercial, la adquisición de más del 30 por ciento del capital de empresas que cotizan en bolsa está sujeto a aprobación. Se contrajeron compromisos específicos con respecto a los servicios prestados a las empresas (incluidos los servicios profesionales, los servicios informáticos y conexos, los servicios de investigación y desarrollo, los servicios inmobiliarios y otros servicios); los servicios educativos; los servicios financieros; los servicios sociales y relacionados con la salud; el turismo y los servicios relacionados con los viajes; los servicios recreativos, culturales y deportivos, y los servicios de transporte. Trinidad y Tabago presentó una Lista de compromisos específicos en las negociaciones sobre telecomunicaciones consolidando la plena competencia en servicios de valor añadido que utilicen la red de TSTT, la competencia plena en servicios móviles por satélite y servicios de satélite fijos para uso público. Trinidad y Tabago también presentó una oferta adicional en las negociaciones de 1997 sobre servicios financieros, asumiendo compromisos solamente en los reaseguros.

Conclusiones

La economía de Trinidad y Tabago ha experimentado una considerable liberalización y desreglamentación desde mediados del decenio de 1980 y en particular durante el decenio de 1990. Las fuertes inversiones en el sector del petróleo y del gas natural han fomentado el crecimiento desde mediados del decenio de 1990, aunque al mismo tiempo provocaron un considerable incremento de las importaciones, lo cual, sumado a fuertes salidas de capital de inversión, ha provocado un déficit por cuenta corriente. La reciente fortaleza del dólar de Trinidad y Tabago, resultante de la estricta política monetaria aplicada por el Banco Central, puede agravar el déficit por cuenta corriente. Pese a la actual debilidad de los precios del petróleo, la economía de Trinidad y Tabago ha quedado parcialmente protegida de los efectos negativos por las grandes inversiones directas. No obstante, la economía sigue siendo vulnerable a las convulsiones externas debido a su excesiva dependencia respecto de la producción y exportación de combustibles, por lo que si se prolonga la situación de la baja de precios del petróleo probablemente salga perjudicado el crecimiento. De ahí que, para garantizar la estabilidad económica a largo plazo, Trinidad y Tabago necesite reforzar su actual política de diversificación aparte del sector petrolero. Este esfuerzo se facilitará mediante la libertad de acceso a los mercados para sus exportaciones no relacionadas con los combustibles.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
TRINIDAD YTABAGO
Informe del Gobierno

Introducción

Antes de los años ochenta, Trinidad y Tabago seguía una política de industrialización basada en la sustitución de importaciones, lo que conllevaba la estrategia de utilizar mano de obra relativamente barata combinada con inversiones tanto nacionales como extranjeras, la aplicación de un régimen de incentivos fiscales que incluía moratorias fiscales y concesiones arancelarias y un sistema de restricciones cuantitativas en forma de Lista Negativa. Aunque esta estrategia produjo un cierto crecimiento en la capacidad productiva del país, no se consiguió la diversificación o transformación significativa de su producción.

Por consiguiente, en los años ochenta, con el importante e inesperado aumento de ingresos debido al incremento del precio del petróleo en el mercado internacional, la política de industrialización pasó a centrarse en la diversificación y transformación económica, en gran medida a través de las inversiones en el sector basado en la energía. También se tomaron iniciativas políticas para estimular el desarrollo del sector manufacturero no petrolero, centrándose en las exportaciones.

Estas iniciativas de desarrollo del sector manufacturero no petrolero a través de un régimen de liberalización comercial se intensificaron, sobre todo mediante un Programa de Ajuste Estructural (PAE) en que el Gobierno de Trinidad y Tabago se embarcó en 1990. En el marco del PAE, el Programa de Reforma Comercial se ha orientado específicamente a impulsar la mejora de la eficacia en el rendimiento de las empresas locales, la expansión de la producción manufacturera para la exportación, los servicios, el turismo y los sectores agropecuarios, la mejora de la competitividad internacional y el aumento de los ingresos por exportación, todo lo cual contribuiría al crecimiento sostenido, al aumento de la generación de empleo y a una mejora global del nivel de vida en Trinidad y Tabago.

El Programa de Reforma Comercial trata esencialmente de transformar un régimen comercial volcado hacia adentro en otro volcado hacia fuera basándose en el principio del crecimiento impulsado por las exportaciones y el desarrollo de un régimen de inversiones en un marco jurídico, reglamentario e institucional mejorado y orientado a hacer la economía más atractiva a las inversiones para la exportación, tanto nacionales como extranjeras.

Dentro del entorno de reformas normativas, se espera que el sector privado se convierta en el generador principal del crecimiento y el desarrollo económicos. Por otra parte, la función del Gobierno se ha replanteado, siendo la de promotor y catalizador del desarrollo comercial e industrial. Las políticas económicas del Gobierno están específicamente ideadas para impulsar el crecimiento y el desarrollo del sector privado procurando un entorno favorable para la inversión y las actividades comerciales.

El Programa de Reforma Comercial puede dividirse en seis categorías principales de actividad, a saber: la liberalización del comercio, la mejora de la competitividad, los programas sectoriales, las oportunidades de acceso a los mercados, el Programa de Zonas Francas y las medidas y servicios de apoyo institucionales. Estas medidas de política comercial han sido completadas con una importante reforma de la legislación financiera, fiscal y de inversiones, incluida la supresión de los controles de divisas y la flotación de la moneda local.

Política y entorno económicos

La política fiscal se ha llevado a cabo en el contexto de un amplio programa de ajuste estructural macroeconómico. El Gobierno de Trinidad y Tabago sigue aplicando una estrategia fiscal prudente. Esta estrategia, unida a la reestructuración administrativa de los organismos de recaudación, han producido un descenso global del déficit fiscal. La balanza por cuenta corriente del Gobierno central ha registrado un excedente en los últimos cinco años, contribuyendo a la mejora del ahorro nacional y a la reducción de la brecha entre inversiones y ahorro.

La política monetaria se está aplicando con el objetivo prioritario de mantener la estabilidad del tipo de cambio y de aumentar las reservas de divisas del país. El tipo de cambio de divisas se liberalizó en 1993, y desde entonces Trinidad y Tabago adoptó un tipo flotante que fue seguido de la supresión de los controles de divisas en las cuentas corrientes y de capital. En la actualidad, el Banco Central recurre a las políticas de liquidez y de tipos de interés para lograr su objetivo principal de conseguir una tasa de inflación estable y baja. Las autoridades monetarias se valen cada vez más de las operaciones de mercado abierto para su política de liquidez, con lo que están reduciendo la dependencia de la reserva de caja obligatoria. Se espera que el uso de operaciones de mercado abierto reduzca el costo de la intermediación financiera y por tanto el de los préstamos. Estas iniciativas monetarias han ido acompañadas de reformas legislativas e institucionales en el sector financiero que fueron ideadas para facilitar la transformación del mercado nacional de capitales.

El Gobierno también se ha centrado en proporcionar capital para el fomento del sector de la pequeña empresa. La recién adoptada Ley de Capital Riesgo tiene por objeto fomentar la inyección de capital social en las empresas pequeñas y medianas sin la rémora de las excesivas cargas financieras que normalmente conlleva la financiación de la deuda.

El fomento del sector de la pequeña empresa constituye una condición previa esencial para el desarrollo equilibrado de la economía nacional. Es evidente que este sector continuará siendo el cimiento de la economía de Trinidad y Tabago al proporcionar productos y servicios y, lo que es más importante, oportunidades para que el pequeño inversor se afiance en el mercado nacional. En sintonía con estos objetivos, el Gobierno ha mejorado la gama de incentivos fiscales que se facilitan al sector de la pequeña empresa y esas iniciativas han dado frutos inmediatos según las cifras facilitadas por la Compañía de Fomento de la Pequeña Empresa (SBDC), que indican que las solicitudes de préstamos han aumentado el 30 por ciento de enero a marzo de 1998 en comparación con el mismo período de 1997.

La aplicación del programa de reformas estructurales ha repercutido favorablemente en la economía. En 1997, la economía de Trinidad y Tabago registró su cuarto año consecutivo de crecimiento económico. La producción real lleva registrando un crecimiento medio del 3 por ciento desde 1994. Este crecimiento ha sido impulsado por el aumento de la actividad de prospección y producción del sector petrolero así como por la expansión de la producción del sector no petrolero. En 1997 se registraron fuertes rendimientos en los subsectores de la manufactura, la construcción, la distribución y el transporte, mientras que el sector del turismo arrojó un vibrante aumento.

El crecimiento de la economía ha repercutido positivamente tanto en la tasa de desempleo como en la tasa de inflación. La tasa media anual de inflación ha venido disminuyendo, pasando del 11,4 por ciento en 1993 al 3,7 por ciento en 1997. La reducción de la tasa de inflación se debió parcialmente a la disminución o supresión de los recargos a la importación de varias categorías de bienes de capital y de consumo. La tasa de desempleo también ha registrado una importante contracción, pasando del 22,4 por ciento de la población activa en 1989 al 15 por ciento en 1997.

Examen de la política comercial y de inversiones

Los programas adoptados desde 1991 por el Gobierno de Trinidad y Tabago con el fin de diversificar la economía y fomentar el crecimiento y el desarrollo sostenibles guiados por las exportaciones fueron emprendidos en el contexto de la tendencia global hacia la liberalización del comercio y la preponderancia cada vez mayor de megabloques comerciales. Los elementos básicos del Programa de Reforma Comercial comprenden:

i) la supresión de la Lista Negativa de Importaciones;

ii) la reducción del Arancel Exterior Común (AEC) aplicado a los productos importados;

iii) la supresión de controles de precios;

iv) la supresión del derecho de timbre impuesto a los productos importados;

v) la informatización de los trámites aduaneros de importación y de exportación.

El Programa de Reforma Comercial está estrechamente vinculado con las iniciativas para atraer inversiones extranjeras y facilitar el desarrollo de la base industrial del país. Es obvio que un requisito previo esencial para el despegue de la economía es disponer de un importante fondo común de capital que sería utilizado para inyectar inversiones en el sector privado. Tal capital podría obtenerse tanto de fuentes nacionales como extranjeras.

La actividad de Trinidad y Tabago en el frente de la inversión se caracteriza por lo siguiente:

i) la creación en la economía nacional de un entorno más acogedor para el inversor. A tal efecto, se modificará la Ley de Inversiones Extranjeras para imprimirle un carácter más promocional y menos reglamentario;

ii) el continuo esfuerzo del Gobierno por reducir el número y la complejidad de los trámites burocráticos en materia de inversiones y de transacciones comerciales. El objetivo es hacer estos trámites todo lo sencillos y transparentes que sea posible;

iii) por último, el Gobierno utilizará los recursos de sus misiones en el extranjero y demás organismos conexos para presentar al país como un destino atractivo de las inversiones.

En armonía con estas directrices, se han revisado o modificado algunos de los principales textos legislativos que tienen que ver con las inversiones, entre ellos la Ley de Incentivos Fiscales y la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido. El Gobierno de Trinidad y Tabago también ha creado un marco mejorado de incentivos a la inversión y ha reducido asimismo el nivel máximo del impuesto de sociedades del 40 al 35 por ciento en su empeño por reducir el costo de la actividad empresarial.

Otro elemento esencial en el afán por atraer inversores extranjeros es el Programa de Zonas Francas, cuyo fin es atraer a empresas orientadas a la exportación que de otro modo no se instalarían en Trinidad y Tabago. El Programa de Zonas Francas se ha desarrollado en Trinidad y Tabago de forma muy diferente a otros Programas caribeños, dando lugar a un vehículo de desarrollo económico con características especiales, incluido el hecho de que actualmente toda la infraestructura la proporcionan inversores privados y los empleos que se crean son generalmente de alta calidad. El Programa está pasando poco a poco a ser autosuficiente y se espera que acabe reduciendo sustancialmente su dependencia del Tesoro. El sistema de zonas francas seguirá constituyendo uno de los principales resortes de la estrategia exportadora del país.

Estos esfuerzos de promoción del comercio y de las inversiones se complementarán con una serie de estrategias y medidas clave, entre ellas la obtención de mejores oportunidades de acceso a los mercados de países seleccionados para los bienes y servicios producidos en el país, principalmente a través de negociaciones.

Política industrial actual

La política industrial de Trinidad y Tabago se centra sobre todo en el desarrollo de la manufactura no petrolera, los servicios no financieros y los sectores de la pequeña empresa. Con esta política se pretende crear un sector de actividad no petrolera ampliado, diversificado y orientado hacia la exportación. Sus objetivos son:

i) generar un crecimiento económico sostenido y un desarrollo equilibrado e integrado;

ii) estimular el aumento de las corrientes de inversión hacia la producción para la exportación;

iii) ampliar la gama de actividades comerciales en el sector no petrolero;

iv) generar oportunidades de empleo permanente;

v) aumentar los ingresos de exportación del sector no petrolero;

vi) procurar que el desarrollo económico tenga lugar respetando el medio ambiente nacional;

vii) mitigar las consecuencias de las quiebras de las empresas;

viii) contribuir al logro del objetivo de la seguridad alimentaria del país.

En apoyo de este programa se aplicarán varias estrategias y medidas al efecto de ayudar al sector empresarial a reestructurarse, y por tanto a hacer al sector no petrolero más proclive a la exportación. Estas estrategias y medidas abarcan la inversión, el desarrollo de los recursos humanos, la financiación, la información empresarial y la reforma institucional y reglamentaria.

Política agrícola

De conformidad con el objetivo de liberalización comercial de todos los sectores de la economía, el Gobierno ha aplicado una serie de medidas de reforma en el sector agropecuario, entre las cuales cabe señalar las siguientes:

Conversión de medidas no arancelarias aplicadas a las importaciones (por ejemplo, lista negativa) en un sistema de equivalentes arancelarios compatible con el Acuerdo sobre la Agricultura del GATT de 1994 y encaminado a ampliar y reforzar la liberalización comercial y de precios en el sector agropecuario;

i) reducción gradual de la dispersión entre tipos arancelarios y su nivel medio;

ii) mantener, en el contexto del establecimiento de estructuras arancelarias, un régimen comercial abierto y transparente para la agricultura, con un mínimo de intervención estatal;

iii) reestructurar y privatizar empresas de propiedad estatal.

Desarrollo del comercio exterior, negociaciones, etc.

Las estrategias de Trinidad y Tabago en lo que respecta al acceso a los mercados resultarán influidas por el actual proceso de liberalización y globalización de la economía mundial y por la configuración del panorama económico internacional en grandes bloques económicos. Esa circunstancia ha obligado a países como Trinidad y Tabago a acelerar el ritmo de integración en dichos bloques y en la economía mundial, so pena de verse aislados.

Es importante señalar que los mercados tradicionales de Trinidad y Tabago se encuentran y en el hemisferio occidental, en la Unión Europea y en la CARICOM. Los mercados no tradicionales se encuentran situados en bloques económicos como MERCOSUR, la Comunidad Andina, el Mercado Común Centroamericano y la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental, entre otros. A la luz de estos hechos, es imperativo que Trinidad y Tabago amplíe su producción exportable con miras a competir eficazmente en el mercado internacional. De ahí que Trinidad y Tabago haya adoptado un doble enfoque para aprovechar al máximo las oportunidades de acceso al mercado. En consecuencia, se trata de ampliar la cuota de mercado para productos no tradicionales en mercados tradicionales, en particular allí donde se disponga de acuerdos preferenciales de acceso al mercado (Lomé, la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (ICC) y CARIBCAN), al tiempo que mediante una acción sostenida y agresiva se tratará de entrar en mercados no tradicionales.

Es importante tomar nota de que, aunque el Gobierno de Trinidad y Tabago se esfuerza activamente por garantizar el logro de los objetivos de la política comercial nacional, la realidad de la configuración de la economía mundial puede obligar, en la mayoría de los casos, a que las negociaciones de las condiciones de acceso a los mercados se emprendan en un contexto interregional o de bloque a bloque. Así ocurrió de hecho incluso antes de la Ronda Uruguay en el caso de los acuerdos de Lomé, la ICC y el Caribe, que se negociaron con el grupo de países de la CARICOM, y de igual manera con los actuales acuerdos entre la CARICOM, Venezuela, la República Dominicana y Colombia, así como con las negociaciones en curso sobre el Área de Libre Comercio de las Américas. Con el paso del tiempo puede hacerse todavía más aguda la necesidad de negociaciones entre bloques en la presente etapa después de la Ronda Uruguay.

Las relaciones de Trinidad y Tabago con terceros países se basan en el reconocimiento de su pequeño tamaño y de la apertura de sus mercados interno y de la CARICOM, así como en la convicción de que el crecimiento y la expansión de la base productiva local solo podrán lograrse mediante la penetración en mercados extranjeros.

Trinidad y Tabago es miembro fundador de la CARICOM. El objetivo central de la CARICOM es la concertación de acuerdos recíprocos de libre comercio con los países de América Latina y con los países del Caribe no pertenecientes a la CARICOM. Trinidad y Tabago se ha sumado a sus asociados de la CARICOM en la concertación de acuerdos de libre comercio con Colombia y la República Dominicana y tratará de concertar acuerdos similares con los grupos regionales andino, centroamericano y del MERCOSUR. Próximamente iniciará negociaciones bilaterales sobre libre comercio con ciertos países, como México, Costa Rica y Panamá.

Trinidad y Tabago participa activamente en los esfuerzos de la CARICOM encaminados a crear un Mercado Único, proyecto que se ha acelerado como consecuencia directa de acontecimientos internacionales tales como el propuesto establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas y otras iniciativas de globalización. La existencia de un mercado único permitirá a la CARICOM utilizar de la mejor manera posible sus limitados recursos financieros y económicos con el fin de que su mercado tenga un mayor apalancamiento en el proceso de negociación en materia de comercio exterior.

Trinidad y Tabago es beneficiaria de los acuerdos preferenciales de la ICC y CARIBCAN. El Acuerdo de la ICC ofrece acceso en franquicia a las exportaciones de determinados países caribeños y centroamericanos al mercado de los Estados Unidos de América. CARIBCAN ofrece a las exportaciones caribeñas un trato análogo en el mercado canadiense. Hay diversos productos excluidos del trato preferencial. No obstante, en 1998 se incluyeron en el régimen de CARIBCAN el metanol y los lubrificantes, productos de interés vital para Trinidad y Tabago.

Es importante señalar que, con la creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el acceso preferencial de que goza México a los mercados del Canadá y de los Estados Unidos en lo que se refiere a los productos excluidos de los regímenes de la ICC y CARIBCAN podría anular las ventajas de que disfrutan Trinidad y Tabago y otros beneficiarios en virtud de esos acuerdos. Además, sería muy posible que algunos inversores extranjeros actualmente ubicados en Trinidad y Tabago y que intervienen en la manufactura de los productos excluidos de los acuerdos de la ICC y de CARIBCAN tratasen de trasladarse a México para gozar de los beneficios del acceso al mercado del TLC. Este fenómeno de la desviación de inversiones ya se ha manifestado en el traslado de algunas operaciones extranjeras desde los países beneficiarios de CARIBCAN a México. Las consecuencias de esa desviación del comercio y de las inversiones podrían consistir en pérdidas de puestos de trabajo y en cierto grado de dislocación económica. En el contexto de su capacidad de producción, Trinidad y Tabago no se ve actualmente afectada en grado considerable, como ha sido el caso de otros países beneficiarios de la ICC y de CARIBCAN.

Para aminorar los posibles efectos nocivos de la relativa ventaja comparativa de que goza México en su calidad de miembro del TLC, Trinidad y Tabago se ha sumado a sus asociados de la CARICOM para tratar de obtener una "paridad TLC" o una mejora de la ICC con el fin de nivelar el terreno de juego en que coinciden los exportadores de la CARICOM y los de México.

Consecuente con su política comercial, el Gobierno de Trinidad y Tabago ha participado activamente en el proceso de creación de la ALCA en los niveles ministerial, viceministerial y de grupo de trabajo durante la fase preparatoria. Está dispuesta a participar más intensamente en la segunda etapa negociadora, como parte de un esfuerzo coordinado de la CARICOM, a fin de que en el proceso de negociación se tengan en cuenta sus intereses y los del grupo regional, en particular los de las economías más pequeñas. El papel negociador del país quedará reforzado por el hecho de que ha sido designado para ocupar la Vicepresidencia del grupo de negociación de la ALCA en materia de política de competencia.

Trinidad y Tabago se ha beneficiado del acceso preferencial en franquicia otorgado por los países de la Unión Europea a los productos locales en virtud de las disposiciones del Convenio de Lomé. Están actualmente en curso negociaciones para concertar un acuerdo sucesor de Lomé IV y Trinidad y Tabago participa con otros Estados ACP en la preparación de una estrategia de negociación cuyos principales elementos son los siguientes:

i) los Estados ACP deberían seguir negociando el acuerdo sucesor como parte de un bloque unificado;

ii) la necesidad de reconocer que algunos Estados ACP son más pequeños y más vulnerables, por lo que se les debe otorgar un trato diferenciado;

iii) la ampliación de las disposiciones de acceso preferencial para la entrada de productos ACP en el mercado europeo;

iv) la eliminación o reducción de obstáculos restrictivos o no arancelarios en la UE en lo relativo a normas de origen, restricciones técnicas al comercio y medidas fitosanitarias.

Desde hace muchos años, Trinidad y Tabago ha sido importador neto de productos de muchos países del Lejano Oriente, en particular la India, el Japón, Singapur, Hong Kong, China y Corea. En el futuro, Trinidad y Tabago considerará los países del Lejano Oriente como posibles nichos de mercado para productos no tradicionales y para la expansión de la cuota de mercado en lo que se refiere a sus exportaciones actuales como posible fuente de inversión en la economía de Trinidad y Tabago. También es posible que, dentro de esos objetivos, la República de Sudáfrica se designe como posible mercado de exportación y para posibles inversiones en empresas conjuntas por parte de los empresarios de Trinidad y Tabago.

Uno de los principales elementos de la iniciativa de política comercial de Trinidad y Tabago es la negociación de acuerdos de protección de las inversiones extranjeras, denominados Tratados Bilaterales de Inversión, que han sido concertados con varios países en un esfuerzo por aprovechar al máximo los beneficios de sus vínculos comerciales y de inversión con interlocutores comerciales extrarregionales. Trinidad y Tabago ha concertado tratados bilaterales de inversión con el Canadá, el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos de América. Se están negociando actualmente acuerdos con Alemania, Venezuela y la Argentina.

Se ha concluido un acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual con los Estados Unidos de América y se está estudiando la posibilidad de concertar acuerdos análogos con otros países. Esos acuerdos proporcionarán cierto grado de seguridad a posibles inversores y proveedores de tecnología, con lo que se realzarán los atractivos de Trinidad y Tabago como país de inversión.

Trinidad y Tabago ha concluido acuerdos para evitar la doble imposición con el Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Noruega, Suecia, Suiza, el Reino Unido, los Estados Unidos, Venezuela y la República Federal de Alemania.

Conclusión

El Gobierno de Trinidad y Tabago ha formulado un Plan de Acción encaminado a facilitar la integración efectiva de la economía local en el ámbito comercial globalizado. Este Plan de Acción tendrá el apoyo de un proceso de negociación enfocado hacia determinados países y contribuirá a que el país participe con un papel cada vez más activo en los foros multilaterales como la OMC o la ALCA.