Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC

EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: EL SALVADOR
3 y 5 de febrero de 2003

Observaciones formuladas por la Presidenta a modo de conclusión

Ver también:
> Comunicado de prensa: Las reformas económicas y comerciales deben seguir acelerando el crecimiento

El segundo examen de las Políticas Comerciales de El Salvador contribuyó de manera considerable al logro de una mejor comprensión de sus políticas comerciales y de inversión y del contexto en el que se formulan y se aplican. Esto se lo debemos en gran medida a la participación activa de la delegación de El Salvador, encabezada por el Ministro Lacayo, el Viceministro Ayala y el Embajador Lima.

Ante todo, permítaseme destacar el apoyo de los Miembros a los esfuerzos de modernización que despliega actualmente El Salvador, así como su reconocimiento de los progresos que ha realizado El Salvador desde que terminó la guerra civil hace una década. Los Miembros han elogiado a El Salvador por el éxito de sus esfuerzos en pro de la reestructuración y la estabilización de la economía, en particular las iniciativas autónomas, regionales y multilaterales encaminadas a liberalizar el comercio y las inversiones.

El crecimiento económico ha sido constante pero modesto, en parte por los efectos de los desastres naturales, y la mitigación de la pobreza sigue constituyendo un problema importante. Los Miembros han sugerido que para lograr tasas de crecimiento más elevadas es preciso redoblar los esfuerzos tendientes a fomentar la inversión. La adopción del dólar de los EE.UU como moneda nacional se ha considerado una medida en ese sentido. Es posible que los salvadoreños que viven en el extranjero impulsen aún más la inversión por medio de sus remesas.

Se ha alentado a El Salvador a que diversifique su base de exportación, tanto en lo que se refiere a mercados como en cuanto a productos, con el fin de lograr una integración más estrecha y equilibrada en la economía mundial. Los Miembros han señalado que en la actualidad predominan en las exportaciones unos pocos productos, principalmente prendas de vestir, de las zonas de elaboración para la exportación (ZEE). En cambio, las exportaciones agrícolas tradicionales han perdido terreno y se ha estimado que es importante invertir esta tendencia.

Los Miembros han elogiado a El Salvador por su régimen comercial, en términos generales abierto; por las medidas adoptadas para cumplir las obligaciones contraídas en virtud de su adhesión a la OMC, y por su participación activa en el sistema multilateral de comercio. Los Miembros han tomado nota de la participación cada vez mayor de El Salvador en acuerdos comerciales preferenciales y han expresado la esperanza de que dichos acuerdos complementen el proceso de liberalización multilateral. Se han expresado inquietudes con respecto a la capacidad administrativa de El Salvador para participar de manera efectiva y simultánea en varias iniciativas regionales.

Se ha encomiado a El Salvador por sus iniciativas en materia de facilitación de comercio y por la aplicación del Acuerdo sobre Valoración en Aduana de la OMC. Algunos Miembros han solicitado aclaraciones sobre algunos aspectos de la administración de aduanas y la utilización de precios mínimos y precios de referencia. Se ha invitado a El Salvador a que, con el fin de aumentar la transparencia, presente a la OMC notificaciones adicionales sobre la concesión de licencias de importación.

Los Miembros han felicitado a El Salvador por el bajo nivel de sus aranceles y por los compromisos de consolidación total que ha contraído. Sin embargo, se ha alentado a El Salvador a que reduzca los tipos arancelarios y la progresividad arancelaria y a que aumente la previsibilidad eliminando la disparidad entre los aranceles aplicados y los consolidados en el contexto del Programa de Doha para el Desarrollo. Se han formulado observaciones concernientes a la administración de los contingentes arancelarios y a la compatibilidad de los “contingentes de subabastecimiento” con los principios de la OMC.

Algunos Miembros han manifestado su preocupación sobre los efectos comerciales de determinadas medidas sanitarias y sobre la aplicación obligatoria de normas en la contratación pública. No obstante, los Miembros han acogido con satisfacción la nueva ley sobre contratación pública adoptada en El Salvador y han solicitado más detalles sobre este régimen. Un Miembro ha sugerido la posibilidad de que El Salvador se adhiera al Acuerdo plurilateral sobre Contratación Pública.

En lo que respecta a las políticas sectoriales, la industria maquiladora ha acaparado una atención especial. Los Miembros han reconocido que las ZEE han desempeñado una función importante para fomentar la integración de El Salvador en la economía mundial, generando empleo y atrayendo inversiones. Sin embargo, han apuntado también las distorsiones estructurales que originan, los escasos vínculos de las ZEE con la economía nacional y las subvenciones a la exportación que traen aparejadas. Estas características, que quizás sean necesarias en la fase actual, podrían menoscabar las posibilidades de crecimiento en el futuro. Algunos Miembros han planteado la cuestión de la eliminación progresiva del régimen de las ZEE y de la puesta en conformidad de este programa con las normas de la OMC una vez finalizado el período de transición concedido por los Ministros en Doha.

Los Miembros han encomiado la liberalización y la apertura del sector de los servicios de El Salvador, en particular en las áreas de servicios financieros y telecomunicaciones, así como en el sector de la electricidad. Se ha observado que, en parte debido a ello, en los compromisos adquiridos en virtud del AGCS no quedó reflejada la actual apertura del sector. La ampliación de los compromisos multilaterales de El Salvador durante las negociaciones en curso sobre los servicios haría que aumentase la previsibilidad de su régimen comercial y de inversiones.

Los Miembros también pidieron aclaraciones sobre una serie de temas específicos, entre ellos:

  • el régimen de licencias de importación para el azúcar;

  • el marco reglamentario de las telecomunicaciones;

  • la ratificación del Acuerdo sobre Tecnología de la Información; y

  • la protección de los derechos de propiedad intelectual.

La delegación de El Salvador ha respondido oralmente y por escrito a las preguntas formuladas durante el examen. Las respuestas facilitadas han sido una gran aportación a dicho examen y los Miembros manifiestamente las han apreciado.

Hemos llegado así al término del segundo examen de El Salvador. Es evidente que El Salvador ha avanzado mucho en la construcción de una economía de mercado eficiente en un período de tiempo relativamente corto y partiendo de un comienzo especialmente difícil. Me alienta en particular la convicción declarada de El Salvador en el sentido de que la liberalización del mercado es fundamental para su estrategia de desarrollo. Estoy convencida de que, por ser una pequeña economía, El Salvador tiene todavía mucho que ganar si aplica esa estrategia multilateralmente. El fortalecimiento del sistema de comercio multilateral en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo podría constituir una base más sólida sobre la que cimentar las reformas internas adicionales necesarias para lograr las mejoras en las tasas de crecimiento y los niveles de vida que El Salvador procura y que a mi parecer sin duda se alcanzarán.