EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: ESTADOS UNIDOS
22 y 24 de marzo de 2006

Observaciones formuladas por el Presidente a modo de conclusión

Ver también:
> Comunicado de prensa: La apertura favorece un crecimiento económico sólido

1. El octavo Examen de las Políticas Comerciales de los Estados Unidos ha brindado la oportunidad de debatir los cambios que se han producido en las políticas y prácticas comerciales de este país desde enero de 2004, volver a considerar cuestiones que se debatieron en exámenes anteriores y conocer mejor la situación actual del régimen estadounidense de comercio e inversiones. Nuestros debates se han beneficiado mucho de la entusiasta participación de la delegación de los Estados Unidos, encabezada por el Embajador Sr. Allgeier, las informaciones aportadas por el ponente, el Embajador Sr. Mohamed y las lúcidas observaciones formuladas por un gran número de Miembros de la OMC.

2. Ante todo, desearía poner de relieve el reconocimiento inequívoco por parte de los Miembros de que el régimen comercial de los Estados Unidos es uno de los más liberales y transparentes del mundo. No obstante, ningún régimen de política comercial es perfecto y los Miembros aprovecharon la realización de este examen para entablar un intercambio franco de opiniones con los Estados Unidos sobre posibles mejoras de su régimen comercial. Los debates se desarrollaron en un clima constructivo, al que contribuyó en gran medida el celo de que hizo gala la delegación estadounidense por proporcionar respuestas oportunas a las preguntas que le fueron planteadas dos semanas antes de la reunión, así como a otras preguntas formuladas previamente por los Miembros. Doy las gracias al Embajador Allgeier y a su delegación por el denodado esfuerzo realizado a ese respecto y por la adhesión de los Estados Unidos al Mecanismo de Examen de las Políticas Comerciales y su funcionamiento eficaz.

3. El interés mostrado por los Miembros en las políticas de los Estados Unidos es prueba de la función primordial que desempeña este país en el sistema multilateral de comercio, y de su importancia económica como primer importador mundial y uno de los motores de crecimiento. A este respecto, los Miembros encomiaron la alta tasa de crecimiento estadounidense pero expresaron preocupación por el volumen y la sostenibilidad de los desequilibrios existentes. Los Estados Unidos reconocieron que una política comercial abierta no ofrece los instrumentos necesarios para hacer directamente frente a los desequilibrios comerciales globales. Reconocieron también la conveniencia de reducir gradualmente el volumen de los desequilibrios actuales, manteniendo al mismo tiempo el crecimiento económico.

4. Se ponderó el liderazgo de los Estados Unidos en el sistema multilateral de comercio y el Programa de Doha para el Desarrollo (PDD) y se invitó a este país a continuar ejerciendo ese liderazgo para facilitar la conclusión de las negociaciones. Los Miembros acogieron con beneplácito las medidas adoptadas por los Estados Unidos para cumplir las resoluciones de la OMC, pero observaron que, en algunos casos, su aplicación aún estaba pendiente o se había demorado. A este respecto, los Estados Unidos reconocieron plenamente la responsabilidad que les incumbía de cumplir las resoluciones adversas del Órgano de Solución de Diferencias (OSD). Se pidió también a este país que presentara a la OMC las notificaciones que estaban retrasadas. Se hizo hincapié en la importancia que los Estados Unidos otorgaban a su participación en los acuerdos comerciales regionales, lo que para algunos Miembros contribuía a respaldar los esfuerzos multilaterales, mientras que otros Miembros manifestaron su preocupación por los posibles efectos de distorsión del comercio. Varios países en desarrollo reconocieron los beneficios que obtenían de las preferencias unilaterales estadounidenses, pero se señaló también que ello no debería repercutir negativamente en los no beneficiarios.

5. Se reconoció que el régimen comercial de los Estados Unidos era en general abierto, pero algunas cuestiones como las crestas arancelarias, los derechos no ad valorem y la administración de los contingentes arancelarios seguían siendo fuentes de inquietud. Esas medidas parecían afectar en particular al sector de los textiles y el vestido y a los productos agropecuarios. Varios Miembros se refirieron también a determinados reglamentos técnicos y medidas sanitarias y fitosanitarias como obstáculos importantes al comercio. Asimismo, los Miembros plantearon la cuestión de las restricciones a la contratación pública, incluso a nivel subfederal.

6. Los Miembros expresaron preocupación por el constante uso activo de medidas antidumping y por los nuevos requisitos en materia de fianzas introducidos en 2004. Aunque los Miembros tomaron nota de que las investigaciones iniciadas habían disminuido, se instó a los Estados Unidos a que procediesen con moderación al iniciar nuevas investigaciones. Los Miembros también manifestaron cierta preocupación por las ayudas estatales a la agricultura, y señalaron que las formas de ayuda que causan distorsión del comercio seguían siendo considerables e incluso podían haber aumentado recientemente. Se invitó asimismo a los Estados Unidos a que aprovecharan la oportunidad que brindaba la expiración de la Ley de Agricultura de 2002 el próximo año para proceder a una reforma. Se les instó también a notificar la información actualizada sobre ayuda interna, incluidos los programas en el marco de la Ley de Agricultura de 2002.

7. Los Miembros observaron que las consideraciones en materia de seguridad seguían desempeñando un papel primordial en la formulación de la política comercial y de inversiones de los Estados Unidos. Por tanto, instaron a este país a garantizar que las iniciativas relacionadas con la seguridad no tuvieran un carácter discriminatorio y fueran lo menos restrictivas posible del comercio. Los Estados Unidos, por su parte, se comprometieron a garantizar que las medidas relacionadas con la seguridad se aplicarían intentando reducir al mínimo las perturbaciones del comercio legítimo. Se comprometieron también a mantener un entorno alentador para las inversiones extranjeras directas, reconociendo los importantes beneficios que esas inversiones ofrecen.

8. Por lo que respecta a los servicios, se formularon observaciones fundamentalmente en relación con las telecomunicaciones, el transporte aéreo y marítimo, los servicios financieros así como los servicios profesionales y el movimiento de personas físicas. En cuanto al transporte marítimo, algunos Miembros pidieron a los Estados Unidos que revisaran la Ley Jones y presentaran una oferta en el contexto de las actuales negociaciones sobre servicios.

9. Para concluir, desearía agradecer una vez más a la delegación estadounidense las respuestas orales y escritas que ha facilitado durante la reunión; esperamos con interés recibir las respuestas a las preguntas pendientes. El gran interés mostrado por los Miembros en este examen refleja la importancia vital de los Estados Unidos en el sistema multilateral de comercio. Demuestra también el valor que reviste el Examen de las Políticas Comerciales, incluso en el caso de Miembros que, como los Estados Unidos, mantienen regímenes de comercio e inversiones en gran medida abiertos y transparentes. En el presente examen se han destacado una serie de posibles mejoras del régimen estadounidense, muchas de las cuales podrían plantearse como parte de las negociaciones en el marco del PDD. A ese respecto, resulta alentadora la declaración de los Estados Unidos de que la apertura ha repercutido positivamente en sus intereses económicos a largo plazo. Cabe también congratularse de la manifiesta voluntad de este país de asumir riesgos políticos para lograr, durante el año en curso, un resultado mutuamente beneficioso para el PDD, algo que encarezco a todos los Miembros que hagan.