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INFORMACION SOBRE LA PROPIEDAD INTELECTUAL: OMS-OMPI-OMC

Chapter I: Tecnologías médicas: principios fundamentales

 

C. La carga mundial de morbilidad y los riesgos para la salud mundial

Puntos destacados

  • Es importante conocer la evolución de la carga mundial de morbilidad y la repercusión de los principales riesgos para la salud, con el fin de trazar estrategias eficaces para mejorar la salud mundial, así como para determinar los diversos tipos de tecnologías médicas necesarias.
  • Entre 2004 y 2030 se prevén fuertes descensos de las tasas de mortalidad por las principales enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales, entre las que se incluyen la infección por el VIH/sida, la tuberculosis y el paludismo.
  • El envejecimiento de la población en los PBI y los PIM hará que aumente considerablemente el número de defunciones por enfermedades no transmisibles en los próximos 25 años. A escala mundial, se prevé que para 2030 más de tres cuartas partes de las defunciones se deban a enfermedades no transmisibles.
  • Los principales factores de riesgo de muerte en todo el mundo son la hipertensión, el consumo de tabaco, la hiperglucemia, la inactividad física, y el sobrepeso y la obesidad. Los principales factores de riesgo de enfermedad son la insuficiencia ponderal y las prácticas sexuales de riesgo, seguidos del consumo de alcohol y el agua insalubre y el saneamiento e higiene inadecuados.
  • Para hacer frente a los problemas derivados de la evolución de la carga mundial de morbilidad, se necesitará un conjunto más variado de tecnologías médicas dentro del contexto general de las medidas preventivas centradas en el modo de vida, la nutrición y los factores ambientales.
  • Para formular estrategias eficaces enderezadas a mejorar la salud mundial y reaccionar ante los cambios de la carga mundial de morbilidad es necesario conocer esta carga y comprender su evolución, así como los principales riesgos para la salud. Estas cuestiones se abordan en la presente sección.

    1. Definición de la necesidad

    La labor internacional para hacer frente a los problemas de salud pública debe basarse en un buen conocimiento empírico de la carga mundial de morbilidad y los esfuerzos futuros deberán guiarse, en la medida de lo posible, por las estimaciones más exactas sobre el cambiante panorama de la morbilidad.

    La medición de la carga mundial de morbilidad

    La finalidad de los estudios de la OMS sobre la carga mundial de morbilidad es obtener datos globales sobre la pérdida de salud asociada a enfermedades y traumatismos. Los métodos de medición se crearon para generar estimaciones de la mortalidad y la morbilidad, desglosadas por edad, sexo y región, que fueran exhaustivas y tuvieran coherencia interna. La característica fundamental de este concepto es una medida de síntesis denominada años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Este concepto se introdujo como medida única para cuantificar la carga ocasionada por enfermedades, traumatismos y factores de riesgo (Murray y Lopez, 1996). Los AVAD se basan en los años de vida perdidos (AVP) por muerte prematura y los años pasados en condiciones en que no se goza de plena salud (véase el recuadro 1.1).

    Datos actuales sobre el valor promedio de la carga mundial de morbilidad

    La carga mundial de morbilidad media de todas las regiones de la OMS en 2004 fue de 237 AVAD por 1.000 habitantes, de los cuales el 60% fueron por muerte prematura y el 40% por desenlaces no mortales (OMS, 2008). La contribución de la muerte prematura mostró marcadas diferencias entre las regiones, siendo las tasas de años de vida perdidos siete veces más altas en África que en los países de ingresos altos. Por el contrario, la variación de las tasas de años perdidos por discapacidad fue menor, con unas cifras un 80% mayores en África que en los países de ingresos altos. En 2004, las regiones de Asia Sudoriental y de África representaron en conjunto el 54% de la carga mundial de morbilidad, aunque en ellas solo vive aproximadamente el 40% de la población mundial.

    Los valores altos de carga de morbilidad en las regiones de la OMS de África, Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental, en comparación con otras regiones, se deben principalmente a enfermedades del grupo I (enfermedades transmisibles y afecciones maternas, perinatales y nutricionales). Las tasas de AVAD por traumatismos son también mayores que en otras regiones.

    En la actualidad, las enfermedades no transmisibles ocasionan casi la mitad de la carga de morbilidad en los PBI y los PIM. La cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares son las principales causas de esta carga, especialmente en los PBI y los PIM europeos, donde las enfermedades cardiovasculares representan más de una cuarta parte de la carga de morbilidad total. En 2004, los traumatismos constituyeron el 17% de la carga de morbilidad en adultos de 15 a 59 años.

    Recuadro 1.1. Años de vida ajustados en función de la discapacidad

    Los AVAD amplían el concepto de años de vida potenciales perdidos por muerte prematura e incluyen los años de "vida saludable" perdidos en virtud de encontrarse en un estado de mala salud o discapacidad (Murray y Lopez, 1996). Un AVAD puede considerarse como un año perdido de "vida saludable", y la carga de morbilidad se puede considerar una medida de la diferencia entre la situación de salud en un momento dado y una situación ideal en la que todo el mundo alcanza una edad avanzada sin enfermedades ni discapacidad.

    Los AVAD para cada enfermedad o traumatismo se calculan como la suma de los años de vida perdidos por muerte prematura en la población y los años perdidos por discapacidad correspondientes a casos nuevos de la enfermedad o traumatismo. Los años de vida perdidos se calculan multiplicando el número de muertes a cada edad por la esperanza de vida estándar a nivel mundial correspondiente a la edad en la que se produce la muerte. Los AVP por una causa determinada en un período concreto se calculan de la siguiente forma:

    Años de vida perdidos = número de casos nuevos en ese período × duración media de la enfermedad × factor de ponderación

    El factor de ponderación refleja la gravedad de la enfermedad en una escala de 0 (salud perfecta) a 1 (defunción).1

     

    2. Tendencias y previsiones: principales grupos de causas que determinan la carga total de morbilidad

    Las siguientes tendencias y previsiones de la carga mundial de morbilidad de 2004 a 2030 han sido calculadas por la OMS mediante métodos de previsión similares a los utilizados en el estudio original de esta carga de 1990 (Mathers y Loncar, 2006; OMS, 2008).

    Se prevé que, a nivel mundial, los AVAD disminuirán en aproximadamente un 10% en cifras absolutas entre 2004 y 2030. Dado que durante este período se prevé un crecimiento de la población del 25%, esto supone una disminución significativa de la carga por persona en todo el mundo. La tasa de AVAD disminuye más rápidamente que la tasa de mortalidad general debido a la variación en la edad de defunción a edades mayores por efecto de la disminución de los AVP. Incluso suponiendo que la carga por edad correspondiente a la mayoría de las causas no mortales permaneciera constante en el futuro y, por tanto, que la carga general de estas enfermedades aumentara en consonancia con el envejecimiento de la población, la previsión sería de una disminución general de la carga mundial de morbilidad por persona del 30% para el período de 2004 a 2030. Este descenso se debe principalmente a los niveles de crecimiento económico previstos en el modelo de previsión. Si el crecimiento económico es menor que el contemplado en las previsiones recientes del Banco Mundial o si las tendencias de los factores de riesgo en los PBI y los PIM son adversas, la carga mundial de morbilidad disminuirá más lentamente que lo previsto.

    Se prevé que la contribución proporcional de los tres principales grupos de causas a la carga total de morbilidad cambiará sustancialmente. Según la previsión, las causas del grupo I (enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales) representarán el 20% del total de AVAD perdidos en 2030, mientras que en 2004 constituyeron poco menos del 40%. Se prevé que la carga de las enfermedades no transmisibles (grupo II) aumentará hasta el 66% en 2030 y será mayor que la de las enfermedades del grupo I en todos los grupos de ingresos, en particular en los países de bajos ingresos.

    Según las previsiones, las tres causas principales de AVAD en 2030 serán los trastornos depresivos unipolares, la cardiopatía isquémica y los accidentes de tránsito.

    Las infecciones de las vías respiratorias inferiores pasarán de ser la principal causa en 2004 a ocupar la sexta posición en 2030, y la infección por el VIH/sida caerá desde la quinta posición en 2004 hasta la novena en 2030. Según las previsiones, disminuirá sustancialmente la importancia de las infecciones de las vías respiratorias inferiores, las afecciones perinatales, las enfermedades diarreicas y la tuberculosis. Por el contrario, se prevé que asciendan tres o más posiciones en la clasificación la cardiopatía isquémica, las enfermedades cerebrovasculares, la diabetes mellitus, los accidentes de tránsito, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la pérdida de audición y los errores de refracción.

    Tendencias de las enfermedades transmisibles

    Entre 2004 y 2030 se prevén fuertes descensos de las tasas de mortalidad correspondientes a las principales enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales, entre ellas la infección por el VIH/sida, la tuberculosis y el paludismo (véase el gráfico 1.1). Las defunciones por el sida alcanzaron un máximo mundial de 2,1 millones en 2004 y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) calculó que en 2011 se produjeron 1,7 millones de defunciones relacionadas con esta enfermedad (ONUSIDA, 2012). Se prevé que el número de muertes disminuya considerablemente durante los próximos 20 años, según el supuesto de que la cobertura del tratamiento antirretrovírico continuará aumentando al ritmo actual.

    Tendencias de las enfermedades no transmisibles

    El envejecimiento de la población en los PBI y los PIM hará que aumente considerablemente el número de defunciones por enfermedades no transmisibles durante los próximos 25 años. A nivel mundial, se prevé que las defunciones por cáncer aumenten de 7,4 millones en 2004 a 11,8 millones en 2030, y que el número de fallecidos por causas cardiovasculares pase de 17,1 millones en 2004 a 23,4 millones en 2030. En conjunto, se prevé que las enfermedades no transmisibles causen algo más de tres cuartas partes de las defunciones en 2030 (véase el gráfico 1.2).

    Fuente:OMS (2008).

     

    Fuente: OMS (2008).

    Según estas previsiones, los habitantes de todas las regiones del mundo vivirán más tiempo y con menores niveles de discapacidad, en particular por enfermedades infecciosas y afecciones maternas, perinatales y nutricionales. A nivel mundial, el progreso será más lento si no se mantienen y se intensifican los esfuerzos encaminados a avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas o para hacer frente a las enfermedades tropicales desatendidas, el tabaquismo y otros riesgos de enfermedades crónicas, o si el crecimiento económico en los países de ingresos bajos es menor de lo previsto.

    Tendencias en el número total de defunciones y las principales causas de muerte

    En 2010 murieron 7,1 millones de niños, la mayoría en los PBI y los PIM. Más de un tercio de esos fallecimientos se debieron a la desnutrición (Liu et al., 2012). Las principales causas de muerte en niños menores de cinco años fueron las afecciones neonatales (el 40%; por ejemplo, las complicaciones de la prematuridad, las complicaciones durante el parto y la meningitis o la septicemia neonatal), las enfermedades diarreicas (10%), la neumonía (18%) y el paludismo (7%) (Liu et al., 2012; OMS, 2012c). Casi la mitad de los fallecimientos se produjeron en África Subsahariana (el 49%) y en Asia Meridional (el 39%) (UNICEF, 2012).

    Se calcula que durante 2008 murieron 57 millones de personas (OMS, 2011a). Las enfermedades cardiovasculares matan a más personas cada año que ninguna otra enfermedad. En 2008, 7,3 millones de personas murieron por cardiopatía isquémica y 6,2 millones por accidentes cerebrovasculares u otro tipo de enfermedades cerebrovasculares (véase el cuadro 1.1). El consumo de tabaco es una de las principales causas de muchas enfermedades mortales, en particular las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el cáncer de pulmón. En conjunto, el consumo de tabaco causa la muerte de casi uno de cada 10 adultos en todo el mundo.

    Existen algunas diferencias fundamentales entre los países ricos y los pobres respecto a las causas de muerte:

    • En los países de ingresos altos, más de dos tercios de la población viven más de 70 años y mueren predominantemente de enfermedades crónicas: enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cánceres, diabetes o demencia. Las infecciones de las vías respiratorias inferiores siguen siendo la única enfermedad infecciosa entre las principales causas de muerte.
    • En los países de ingresos medianos casi la mitad de la población vive hasta los 70 años y las principales causas de muerte son las enfermedades crónicas, al igual que en los países de ingresos altos. Sin embargo, a diferencia de estos últimos, entre las principales causas de muerte también figuran la tuberculosis, la infección por el VIH/sida y los accidentes de tránsito.
    • En los países de bajos ingresos, menos de una de cada cinco personas alcanza los 70 años y más de un tercio de las defunciones son de niños menores de 15 años. La mayoría de las personas muere por enfermedades infecciosas: infecciones de las vías respiratorias inferiores, enfermedades diarreicas, infección por el VIH/sida, tuberculosis y paludismo. Las complicaciones del embarazo y el parto en conjunto siguen siendo causas de muerte principales, tanto de los menores de un año como de las madres.

    Cuadro 1.1. Las 10 causas principales de muerte en el mundo, en 2008

     

    Mundo

     

    Nº de muertes, en millones

     

    Porcentaje del total de muertes

     

    Cardiopatía isquémica

     

    7.25

    12.8

    Accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades cerebrovasculares

    6.15

    10.8

    Infecciones de las vías respiratorias inferiores

     

    3.46

    6.1

    Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

     

    3.28

    5.8

    Enfermedades diarreicas

     

    2.46

    4.3

    Infección por el VIH/sida

     

    1.78

    3.1

    Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón

    1.39

    2.4

    Tuberculosis

     

    1.34

    2.4

    Diabetes mellitus

     

    1.26

    2.2

    Accidentes de tránsito

    1.21

    2.1

    Fuente: OMS, Nota descriptiva Nº 310, 2011.

    3. Los riesgos para la salud mundial

    La OMS también ha atribuido cifras de mortalidad y carga de morbilidad a determinados riesgos importantes. En este contexto, la OMS define "el riesgo para la salud como un factor que aumenta la probabilidad de resultados sanitarios adversos" (OMS, 2009). Los principales factores de riesgo de muerte a escala mundial son la hipertensión arterial (causante del 13% de las defunciones en el mundo), el consumo de tabaco (9%), la hiperglucemia (6%), y el sobrepeso y la obesidad (5%) (OMS, 2009). Estos factores ocasionan el aumento del riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes y los cánceres, y afectan a países de todos los niveles de ingresos: altos, medianos y bajos.

    Los principales factores de riesgo de la carga de morbilidad medidos en AVAD son la insuficiencia ponderal (el 6% de los AVAD a nivel mundial) y las prácticas sexuales de riesgo (el 5%), seguidos del consumo de alcohol (el 5%) y el agua insalubre y el saneamiento e higiene inadecuados (el 4%). Tres de estos riesgos afectan especialmente a las poblaciones de los países de bajos ingresos, sobre todo en las regiones de Asia Sudoriental y África Subsahariana. El cuarto, el consumo de alcohol, muestra una distribución geográfica y por sexo singular, con una carga mayor en los hombres de África, de los países de ingresos medianos de América y de algunos países de ingresos altos.

    La OMS determinó los siguientes factores de riesgo:

    • Cinco factores de riesgo principales (la insuficiencia ponderal infantil, las prácticas sexuales de riesgo, el consumo de alcohol, el agua y saneamiento insalubres, y la hipertensión arterial) a los que corresponde una cuarta parte de las muertes en el mundo y una quinta parte de los AVAD en total. Si se limitara la exposición a estos factores de riesgo, la esperanza de vida aumentaría a nivel mundial en casi cinco años.
    • Ocho factores de riesgo (el consumo de alcohol, el consumo de tabaco, la hipertensión arterial, un índice de masa corporal alto, la hipercolesterolemia, la hiperglucemia, el consumo bajo de frutas y hortalizas, y la inactividad física) representan el 61% de las muertes por causas cardiovasculares. En conjunto, esos mismos factores de riesgo causan más de tres cuartas partes de las cardiopatías isquémicas, la principal causa de muerte en el mundo. Aunque estos factores de riesgo principales normalmente están asociados a los países de ingresos altos, más del 84% de la carga mundial de morbilidad total que ocasionan tiene lugar en los PBI y los PIM. Si se limitara la exposición a estos ocho factores de riesgo, la esperanza de vida aumentaría a nivel mundial en casi cinco años.
    • Diversos riesgos ambientales y comportamentales, junto con causas infecciosas -tales como la esquistosomiasis y la trematodiasis hepática, la infección por el virus del papiloma humano, las hepatitis B y C, el herpes y la infección por Helicobacter pylori-, causan el 45% de las muertes por cáncer en el mundo (OMS, 2009). La proporción es mayor para algunos cánceres específicos: por ejemplo, el tabaquismo por sí solo causa el 71% de las muertes por cáncer de pulmón en el mundo. Se determinó que el tabaco causaba el 18% de las muertes en los países de ingresos altos.

    Los riesgos para la salud están cambiando porque las poblaciones están envejeciendo debido a los avances contra las enfermedades infecciosas. Al mismo tiempo, están cambiando las pautas de actividad física y de consumo de alimentos, alcohol y tabaco. Los PBI y los PIM se enfrentan ahora a la doble carga que supone el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles y también de las enfermedades transmisibles que generalmente afectan a los pobres. Conocer el papel de estos factores de riesgo es importante para elaborar estrategias claras y eficaces dirigidas a mejorar la salud en el mundo (OMS, 2009).


    Los factores de ponderación utilizados para la carga mundial de morbilidad de 2004 figuran en el cuadro A6 del anexo de Mathers et al. (2006). volver al texto