OMC: NOTICIAS 2013

DIRECTORES GENERALES ADJUNTOS

> Discurso del Director General Adjunto Agah en la 8ª reunión ordinaria de los Ministros de Comercio de la Unión Africana, 24 de octubre de 2013
> Discurso del Director General Adjunto Agah en la reunión de los Ministros de los países ACP, 9 de octubre de 2013


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Discurso del Director General Adjunto Agah en la 8ª reunión ordinaria de los Ministros de Comercio de la Unión Africana,
24 de octubre de 2013

Sr. Kebede Chane, Ministro de Comercio de la República de Etiopía,

Sra. Fatima Haram Acyl, Comisionada de la Unión Africana para el Comercio y la Industria,

Mr. Carlos López, Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas

Dr. Mukhisa Kituyi, Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo,

Sra. Arancha González, Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional,

Excelentísimos Ministros de Comercio,

Distinguidos Embajadores,

Señores Delegados:

Es para mí un gran placer hacer uso de la palabra en esta octava reunión ordinaria de la Conferencia de Ministros de Comercio de la Unión Africana.

Estoy aquí en representación del Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, que, como se ha comunicado a la Comisionada de la Unión Africana, Sra. Acyl, no ha podido participar en esta reunión. Antes de comenzar mi declaración oficial, permítanme hacerles llegar, a petición del Director General Azevêdo, el siguiente mensaje especialmente dirigido a ustedes:

 

MENSAJE ESPECIAL DEL DIRECTOR GENERAL

Excelentísimos Ministros:

Les ruego acepten mis sinceras disculpas por no estar hoy con ustedes. Como saben, las negociaciones encaminadas a alcanzar un acuerdo para la Novena Conferencia Ministerial de la OMC están llegando a una etapa crucial. Por esa razón, en lugar de sumarme hoy a ustedes en Addis Abeba, estoy trabajando día y noche aquí en Ginebra, haciendo todo lo posible para lograr un resultado positivo en Bali, y teniendo especialmente presentes los intereses de África.

Están sobre el tapete importantes cuestiones de desarrollo, en que se reconocen las necesidades de los países en desarrollo y de los países menos adelantados. Pero creo que lo que realmente está en juego aquí no es el contenido de los artículos y las declaraciones de lo que vaya a decidirse en Bali. Lo que está en juego es el futuro de la OMC y el futuro del propio sistema multilateral de comercio.

Creo que este sistema les beneficia. Los países en desarrollo son los que más pueden beneficiarse del sistema multilateral de comercio, y los países más pequeños, que tienen menos opciones, son los que más peligro corren si el sistema fracasa. Es por eso indispensable hacer que funcione. Tenemos que asegurarnos de que pueda serles útil.

Para lograrlo, es fundamental que lleguemos a un acuerdo en la Conferencia Ministerial de Bali. Ese acuerdo insuflaría un nuevo aliento a la OMC y nos permitiría avanzar juntos y hacer frente a las cuestiones más amplias que son tan importantes para ustedes, pero que han estado estancadas durante tanto tiempo.

En Ginebra comprendemos muy bien la posición de los miembros de la Unión Africana. Deben seguir manteniéndose firmes y expresar sus preocupaciones. Les aseguro que sus mensajes se han escuchado muy claramente.

Sin embargo, en esta etapa avanzada, debemos actuar de una forma que nos permita encontrar puntos de convergencia. Estamos en los momentos finales de las negociaciones para Bali, y nos encontramos en un estado de equilibro delicado. Este no es el momento de adoptar posiciones rígidas, sino de lograr la convergencia. Estamos llegando a la hora cero y es el momento de encontrar soluciones.

Creo que podemos lograr los resultados que necesita el sistema multilateral de comercio pero, por supuesto, mi función es simplemente la de facilitador. Son ustedes, nuestros Miembros, quienes deben tomar las decisiones.

Les deseo éxito en sus deliberaciones en Addis Abeba, y espero que todos podamos reunirnos en Bali y aprobar el paquete. Espero poder, en un futuro muy próximo, presentar en persona a los Ministros de la Unión Africana un informe sobre un acuerdo alcanzado en Bali, trabajar con ustedes después de Bali para finalizar las negociaciones sobre todo el Programa de Doha para el Desarrollo y empezar a abordar otras cuestiones que los Miembros consideran que deben encararse.

Les insto a que aprovechen esta oportunidad.

Señora Comisionada, quiero pedir por su intermedio que este mensaje se transmita también al Presidente de la Comisión de la Unión Africana.

Les saludo muy atentamente, Roberto Azevêdo.

Con esto concluye el mensaje del Director General.

Tomando como base el mensaje del Director General, quiero darles algunos detalles más sobre la situación actual en Ginebra.

Pero permítanme antes dedicar unos instantes a expresar nuestro reconocimiento por la relación altamente valorada y respetada que mantiene la OMC con la Comisión de la Unión Africana y la Oficina de su Representante Permanente en Ginebra.

La OMC trabaja en estrecha colaboración con la Oficina de la Unión Africana en Ginebra, bajo la sagaz dirección del Embajador Ehouzou. Como saben algunos de ustedes, en la OMC se celebran las reuniones de coordinación semanales del Grupo Africano de la OMC que le permiten examinar cuestiones de actualidad de interés para él y, en la medida de lo posible, llegar a posiciones comunes.

En mi opinión, éste ha sido un factor importante en la capacidad del Grupo Africano para influir en diversas esferas de las negociaciones, no sólo en el Programa de Doha para el Desarrollo en su conjunto, sino también en particular en los preparativos para Bali. Se trata de una relación mutuamente beneficiosa, y esperamos que continúe durante mucho tiempo.

Refiriéndome de nuevo a Bali, quiero hacerme eco del mensaje del Director General: el éxito dependerá de la convergencia y, por lo tanto, de la voluntad política.

Voy a dedicar ahora unos momentos a las cuestiones de que se están ocupando los Miembros de la OMC con vistas a Bali.

En lo que concierne a la agricultura, los Miembros están buscando medios que permitan a los países en desarrollo satisfacer sus necesidades en materia de seguridad alimentaria.

Soy consciente de que la necesidad de preservar la seguridad alimentaria y los intereses de los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios son prioridades fundamentales del Grupo Africano.

El G-33, del que forman parte también algunos miembros del Grupo Africano, ha liderado este debate, y los parámetros para una solución están en curso de definición.

Los Miembros están concentrando sus esfuerzos en lo que puede calificarse de una solución basada en la "debida moderación", que les permitirá, con carácter provisional, satisfacer sus necesidades en materia de seguridad alimentaria mientras continúan las negociaciones más amplias sobre la reforma de la agricultura.

Soy consciente del profundo interés de todos ustedes en una solución a largo plazo. Sin embargo, la lógica de apoyar ahora esta solución es indiscutible. Podremos entonces aspirar a una solución a más largo plazo, que creo que muchos Miembros consideran una prioridad para la labor después de Bali.

Los Miembros también están tratando de mejorar la administración de los contingentes arancelarios, que, debemos recordar, son un instrumento básico para la gestión del comercio mundial de productos agropecuarios.

Están encarando además cuestiones relacionadas con la Decisión Ministerial de Hong Kong de 2005 para la eliminación de las subvenciones a la exportación a más tardar en 2013.

El Grupo Africano ha sido siempre un ferviente defensor de la reforma de la agricultura y, en particular, de la eliminación de las subvenciones a la exportación a fin de dar a los productores una oportunidad de competir en condiciones más equitativas.

Les insto a que apoyen esta labor, para que así podamos sentar las bases para un debate más amplio en el que cabe esperar que podamos abordar esta cuestión de manera más sostenible después de Bali.

Pasaré a referirme ahora a la facilitación del comercio.

Como ustedes saben, las numerosas medidas aplicadas dentro de las fronteras, los obstáculos burocráticos, los procedimientos aduaneros, las formalidades y la falta de claridad en las normas que reglamentan diversos aspectos del comercio constituyen algunos de los principales obstáculos para el comercio internacional.

Se consideran de hecho obstáculos importantes que requieren la adopción de medidas prioritarias en el marco del Plan de Acción de la Unión Africana para el fomento del comercio intraafricano. La opinión en general es que un acuerdo de la OMC sobre facilitación del comercio sería muy positivo para afianzar las reformas tan necesarias que, con el tiempo, mejorarán la eficiencia comercial de todos los Miembros de la OMC.

Sé que a ustedes les preocupa el equilibrio interno del proyecto de Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Y les insto a que consideren qué solución pragmática podría haber.

En este contexto, vale la pena recordar el enfoque novedoso del trato especial y diferenciado que se propone en el proyecto de Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, a saber, el concepto de designación por los Miembros de los compromisos que van a asumir en el marco de la sección II.

El hecho de que ustedes puedan decidir individualmente qué compromisos entrarán en vigor, y en qué momento, es sumamente importante y no debe pasarse por alto.

Soy consciente de las preocupaciones que existen acerca de la forma de hacer frente a las necesidades de asistencia técnica y financiera para apoyar la aplicación de las medidas propuestas. Esto guarda relación con la cuestión de cómo hacer frente a las situaciones en que esa asistencia no llega.

Les aliento a continuar las deliberaciones sobre estas cuestiones con los Miembros para ver la forma de llegar a una conclusión mutuamente satisfactoria.

Con ese fin, tal vez quieran facultar a sus negociadores para que consideren todas las opciones posibles, incluida la manera de proporcionar a los países africanos una evaluación honesta e independiente de su adquisición de capacidad de aplicación, así como mayor flexibilidad para los países menos adelantados.

La OMC ha colaborado con muchos países africanos para determinar, de manera confidencial, cuál es la situación en lo que respecta a las medidas de facilitación del comercio y dónde están las deficiencias, para así aclarar cuáles son las necesidades de los países.

Los Miembros deben reflexionar de manera creativa sobre la manera de aprovechar los resultados de estas evaluaciones de las necesidades como un marco de referencia de apoyo a la aplicación.

También quiero aprovechar esta oportunidad para señalar a su atención y aplaudir la reciente declaración de los directores del Banco Mundial, el FMI y los bancos regionales de desarrollo, incluido el Banco Africano de Desarrollo.

En ella se comprometieron a dar prioridad a la financiación para apoyar la aplicación de un Acuerdo de la OMC sobre Facilitación del Comercio.

La reciente solicitud de propuestas para el Fondo Africano para el Comercio del Banco Africano de Desarrollo es muy oportuna. Los aspectos de la facilitación del comercio en que se centran algunos de los proyectos que podrían financiarse, como la creación de puestos fronterizos de ventanilla única, la modernización de los sistemas aduaneros y portuarios, el establecimiento de corredores y la mejora de la gestión de las fronteras, recuerdan mucho a las medidas de facilitación del comercio que se están negociando en la OMC. Es una iniciativa muy oportuna y positiva.

Paso ahora a referirme a los aspectos de las negociaciones relativos al desarrollo.

En esta esfera, los Miembros están en las últimas etapas de la definición del mandato, el alcance y las funciones del Mecanismo de Vigilancia del trato especial y diferenciado. Este Mecanismo neutral y basado en pruebas estará centrado en el trato especial y diferenciado, y les permitirá señalar las dificultades con que se ha tropezado en la aplicación para su examen por los Miembros.

El hecho de que las deliberaciones en el marco del Mecanismo de Vigilancia puedan traducirse en recomendaciones, incluidas recomendaciones para el inicio de negociaciones sobre disposiciones relativas al trato especial y diferenciado, es importante, pues les ofrece la posibilidad de corregir las deficiencias que existan.

Por último, en lo que concierne al paquete para los PMA, los Miembros están en las etapas finales del examen de la propuesta sobre las normas de origen, en que se establecen directrices para los países que otorgan preferencias que pueden aplicarse al acceso preferencial a los mercados para los PMA.

Los países menos adelantados también han presentado su propuesta sobre la aplicación de la exención en la esfera de los servicios en que se detalla un proceso para después de Bali que pondrá en marcha el proceso de aplicación.

Asimismo, hemos venido celebrando consultas sobre otras cuestiones, como el acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes, y tengo la esperanza de que podamos llegar a un resultado que aporte un valor añadido. Quiero alentar a los Cuatro del Algodón a que den a conocer cuanto antes sus posiciones a los Miembros.

Esta es la situación en que nos encontramos hoy.

Sé que no es necesario reiterar la importancia de este paquete o la urgencia de la tarea que tenemos ante nosotros.

Sin embargo, quiero reiterar que el programa para después de Bali, sobre el cual todos queremos hablar, no podría existir sin un resultado positivo en Bali. Tenemos que lograrlo.

El éxito en Bali reviste una importancia crítica para permitir que la OMC vuelva a ocupar el lugar que le corresponde en el centro del escenario mundial, gestionando la estabilidad económica mundial mediante el establecimiento y la elaboración de normas para el comercio mundial.

Todos conocemos la otra opción: los acuerdos comerciales regionales. Sin embargo, estarán de acuerdo conmigo en que un enfoque multilateral tiene mayores beneficios para todos. Creo que los países africanos resultan mucho más beneficiados con el sistema multilateral de comercio.

Necesitamos por eso una OMC fuerte, y un paso urgente que hay que dar para lograrlo es un buen resultado en Bali.

Para concluir, excelentísimos Ministros, reitero mi llamamiento para que hagan todo lo que esté a su alcance para asegurar el éxito de Bali. El Director General les ha escrito a todos ustedes y les ha solicitado su apoyo político para lograr el éxito en Bali. Estoy seguro de que todos responderán positivamente a ese llamamiento.

Muchas gracias.

 

Discurso del Director General Adjunto Agah en la
Reunión de los Ministros de los países ACP
9 de octubre de 2013

Excelentísimos Ministros,

Distinguidos Embajadores,

Delegados,

Señoras y señores:

Es para mí un gran placer hacer uso de la palabra en esta sesión de apertura de la Reunión de los Ministros de los países ACP encargados del comercio internacional.

Les transmito los saludos del Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, que habría querido estar aquí en persona, pero ha debido atender otros compromisos. Sin embargo, como ustedes recordarán, sí participó en las reuniones preparatorias celebradas en Ginebra el 25 de septiembre, donde pudo intercambiar impresiones con sus embajadores y expertos.

La OMC tiene una relación de larga data con los países ACP, y las dos entidades tienen mucho en común. Ambas abogan por un comercio libre y abierto y están convencidas de la importante función que puede desempeñar el comercio en el desarrollo económico. Creo que esta reunión es prueba de la importancia que atribuye el Grupo ACP al sistema multilateral de comercio. El Grupo ACP es uno de los grupos mejor coordinados en la OMC, y ello le ha permitido influir en distintas posiciones de negociación. Quiero por eso detenerme un momento a felicitar al Embajador Wayne McCook por la forma eficaz en que dirige este grupo.

Me presento hoy ante ustedes con un llamamiento a su voluntad política para lograr que Bali sea un éxito. Con apenas 38 días laborables por delante hasta la Conferencia de Bali, los embajadores y altos funcionarios de sus países han estado trabajando intensamente en distintas configuraciones. Hemos logrado progresos, pero queda mucho por hacer. Ustedes, los excelentísimos Ministros, tendrán que poner todo su empeño para asegurar el éxito del sistema multilateral de comercio.

Permítanme dedicar unos momentos a explicar el contexto de lo que está en juego. Y en este sentido, quiero recordarles el contexto económico global en el que nos encontramos y la forma en que el éxito en Bali contribuiría a avanzar de manera estable hacia una recuperación mundial. Permítanme subrayar que el resultado contrario, es decir, la falta de éxito en Bali, crearía nuevas turbulencias, y ninguno de nosotros deberíamos preferir esa opción.

La OMC revisó recientemente a la baja sus estimaciones de crecimiento del comercio mundial. Para 2013, prevemos una tasa de crecimiento de apenas el 2,5%, más cerca del 2,3% registrado en 2012 que del 3,3% previsto en abril. Para 2014, se prevé una aceleración de ese crecimiento, pero también en este caso la tasa se ha revisado a la baja al 4,5%, en lugar del 5,0% previsto anteriormente. Como cabe suponer, estas revisiones a la baja del crecimiento del comercio van acompañadas de una ligera disminución de las estimaciones del PIB mundial.

Sin embargo, no todas son malas noticias. Se están empezando a ver brotes de recuperación del comercio. Por ejemplo, las economías desarrolladas están comenzando a mostrar signos de recuperación; la demanda de importaciones en los países en desarrollo se ha mantenido y sigue compensando la caída de las importaciones en las economías desarrolladas. Se está observando una cierta aceleración del comercio, pero la tasa de crecimiento sigue estando por debajo del 5,4%, que fue la tasa media de los 20 últimos años.

Desde luego, son muchos los motivos de esta revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento del comercio mundial. Hasta cierto punto, es el resultado de las perturbaciones macroeconómicas. Sin embargo, el aumento constante de las medidas proteccionistas también está entre los factores que impiden la recuperación.

Si bien en el último informe de la OMC sobre las medidas comerciales del G-20 se estimaba que los efectos comerciales acumulados de las restricciones a la importación impuestas desde octubre de 2008 representaban alrededor del 0,2% del comercio de los países del G-20, esto no debe llevarnos a pensar que el proteccionismo ha dejado de ser una amenaza. El proteccionismo sigue siendo una grave amenaza para el comercio mundial y es cada vez más complejo, al no basarse ya en los aranceles, las subvenciones a la exportación y otros instrumentos tradicionales de política comercial que todos nos hemos acostumbrado a ver. El nuevo rostro del proteccionismo comercial mundial se presenta en forma de reglamentos complejos aplicados dentro de las fronteras que aprovechan las zonas grises de los Acuerdos de la OMC.

Con este telón de fondo, la conclusión del Programa de Doha para el Desarrollo es ahora más importante que nunca. Debemos poner fin a las repetidas demoras en su conclusión. La demora en la conclusión de la actual ronda de negociaciones ha llevado a una desvinculación entre las disciplinas y las prácticas comerciales, que con frecuencia menoscaba los beneficios de la liberalización logrados en rondas anteriores. Las funciones de vigilancia y de solución de diferencias de la OMC han sido cruciales para mantener a raya el proteccionismo, pero es necesario reactivar urgentemente el pilar normativo de la OMC para cerrar las brechas por las que se filtran las medidas proteccionistas.

El éxito en Bali será así una prueba crucial de fe en el sistema multilateral de comercio, que permitirá que la OMC vuelva a ocupar su lugar central en la gestión de la estabilidad económica mundial mediante la actualización de las normas que rigen el comercio mundial.

No necesitamos convencer al Grupo ACP de las razones por las cuales el sistema multilateral es la solución óptima para la liberalización y la reglamentación del comercio. Hemos visto la proliferación de acuerdos de libre comercio y hemos visto también que los participantes pequeños, como los países ACP, que siguen en los márgenes del comercio mundial, han quedado de lado.

Bali es por eso un primer paso necesario en lo que puede considerarse como la reanudación de nuestros esfuerzos colectivos para seguir haciendo frente a los obstáculos al comercio; y, como ya hemos visto, los esfuerzos más difíciles sólo pueden encararse en un contexto multilateral.

Si bien es posible que las cuestiones actualmente sobre el tapete para Bali no aborden directamente todas nuestras preocupaciones relativas al acceso a los mercados y la reglamentación, no dejan de ser importantes. De hecho, la aprobación ministerial de estas cuestiones enviará el mensaje político crucial que se necesita para volver a situar el sistema multilateral de comercio en el lugar que le corresponde en la gestión de la estabilidad económica mundial.

Voy a dedicar ahora unos momentos a algunas de ellas.

En la agricultura, los Miembros están tratando de encontrar medios que permitan a los países en desarrollo responder a sus necesidades en materia de seguridad alimentaria. El G-33, del cual también forman parte algunos miembros del Grupo ACP, ha liderado este debate, y se están elaborando los parámetros para una solución. Los Miembros están concentrando sus esfuerzos en lo que puede calificarse como un arreglo basado en la "debida moderación", que les permitirá, de manera provisional, satisfacer sus necesidades en materia de seguridad alimentaria mientras continúan las negociaciones sobre la reforma de la agricultura. Los Miembros están tratando también de introducir disciplinas para la administración de los contingentes arancelarios que, como ustedes saben, es un instrumento fundamental en la gestión del comercio mundial de productos agropecuarios.

En tercer lugar, los Miembros están considerando la viabilidad de una aportación inicial en relación con la Decisión Ministerial de Hong Kong de 2005 de eliminar las subvenciones a la exportación para 2013. En términos generales, se están haciendo progresos, pero no se ha llegado todavía a ningún acuerdo, y queda muy poco tiempo. Espero que el Grupo ACP, que ha sido siempre un ferviente defensor de la reforma de la agricultura, vea la oportunidad de esta medida gradual, pero importante, en el panorama más amplio de la reforma del comercio mundial de productos agropecuarios.

Quiero referirme ahora a la facilitación del comercio. Como saben, las numerosas medidas aplicadas dentro de las fronteras, los obstáculos burocráticos, los procedimientos aduaneros, las formalidades y la falta de claridad en la reglamentación de diversos aspectos del comercio son algunos de los principales obstáculos que dificultan el comercio internacional. En general se considera que un acuerdo sobre facilitación del comercio sería útil para afianzar las reformas tan necesarias que, con el tiempo, mejorarán la eficiencia comercial de todos los Miembros de la OMC.

Sé que han expresado ustedes algunas preocupaciones acerca de la sección II del proyecto de Acuerdo sobre Facilitación del Comercio; en particular, la necesidad de un firme compromiso con respecto a la prestación de asistencia técnica y financiera para su aplicación. Sé que el Grupo ACP ha presentado algunas propuestas a este respecto, y les aliento a proseguir las conversaciones con los Miembros para ver cómo se puede concluir concretamente esta cuestión. Por nuestra parte, hemos tratado de asegurar que los trabajos se organicen de manera tal que se tengan en cuenta los intereses de todas las delegaciones, especialmente las más pequeñas, y que haya un equilibrio en la asignación de tiempo para las deliberaciones sobre la sección I y la sección II, con la esperanza de permitir así que los Miembros puedan avanzar en ambas cuestiones.

Permítanme asimismo señalar el enfoque novedoso del trato especial y diferenciado que se propone en el proyecto de Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. El hecho de que ustedes puedan decidir individualmente qué compromisos entrarán en vigor, y en qué momento, es sumamente importante y no debe pasarse por alto. La OMC ha colaborado con muchos de los países ACP para determinar, de manera confidencial, cuál es la situación en lo que respecta a las medidas de facilitación del comercio y dónde están las deficiencias, para así aclarar cuáles son las necesidades. Los Miembros deben reflexionar de manera creativa sobre la manera de aprovechar los resultados de estas evaluaciones de las necesidades como un marco de referencia de apoyo a la aplicación. Les aseguro que el Director General, en su calidad de Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales, está decidido a encontrar los medios de resolver esta cuestión pendiente.

Como saben, también estamos trabajando sobre cuestiones relativas al desarrollo y, en esta esfera, los Miembros están en las últimas etapas de la definición del mandato, el alcance y las funciones del Mecanismo de Vigilancia del trato especial y diferenciado. La flexibilidad de que están dando muestras todas las partes es alentadora y espero que la pronta conclusión de esta cuestión deje margen para ultimar otras cuestiones sobre el tapete para Bali.

En relación con el paquete para los PMA, los Miembros están manteniendo conversaciones técnicas sobre la propuesta relativa a las normas de origen presentada por los países menos adelantados. Están también a la espera de más propuestas sobre la aplicación de la exención en la esfera de los servicios, el acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes, y el algodón. Sólo quiero señalar que no tenemos mucho tiempo, y aliento por eso a los PMA, muchos de ellos integrantes también del Grupo ACP, a que den a conocer cuanto antes sus posiciones a los Miembros. Todos sabemos que no podemos dejar que Bali no depare ningún resultado para el segmento más débil de la comunidad comercial mundial.

En conjunto, diría que el camino está cada vez más despejado y que los Miembros tienen una idea cada vez más definida de las cuestiones pendientes. Pero no nos queda mucho tiempo. Tenemos apenas 38 días laborables para llegar a un consenso. Los embajadores y expertos en Ginebra están trabajando intensamente. Necesitamos ahora el apoyo de ustedes en calidad de Ministros.

El Director General se ha dirigido por escrito a todos ustedes y les ha solicitado su apoyo político para lograr el éxito en Bali. Estoy seguro de que todos responderán positivamente a ese llamamiento.

Muchas gracias por su invitación y su atención.

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