Observaciones introductorias del Director General
Muchas gracias, Embajador Major. Me complace
enormemente presentar al Órgano de Examen de las Políticas Comerciales mi
segundo informe sobre la crisis económica y financiera y sobre los hechos
ocurridos recientemente en relación con el comercio. Quisiera dedicar algunos
minutos a hablar sobre los últimos acontecimientos y luego hacer una breve
presentación de mi informe.
Desde la última vez que nos reunimos en este mismo Órgano, la economía mundial
ha seguido deteriorándose. El Banco Mundial estima que el crecimiento económico
mundial disminuirá este año un 1,7 por ciento. Las estimaciones de la OCDE
sitúan esa disminución en un 2,7 por ciento. En la OMC hemos previsto que el
comercio mundial se contraerá un 9 por ciento. Y hay otros muchos indicadores
que esbozan un panorama pesimista. En efecto, navegamos por aguas muy
turbulentas, y la fuerza de las olas que golpean el barco de la economía
mundial no tiene precedentes. Lamentablemente, no podemos saber cuándo ni cómo
podrá este barco mundial llegar finalmente a un puerto seguro. Hace dos
semanas, el G20 decidió trazar un rumbo común para llegar a buen puerto, y
parte de esta ruta común se llama “evitar el proteccionismo y el aislacionismo
nacional”.
Esta es una crisis mundial que requiere soluciones mundiales. Vemos que ninguna
economía en el mundo es inmune a los efectos de las turbulencias actuales. Por
lo tanto, no debemos olvidar que los países en desarrollo, alejados de los
centros financieros mundiales, también sufrirán las repercusiones de la crisis,
y que la mayoría de ellos carecen de los medios financieros para ayudar a sus
poblaciones.
Como saben, he participado en la reunión del G20 celebrada en Londres. Puedo
decirles que todos los líderes de las mayores economías del mundo, sin
excepción, son conscientes de la situación y entienden perfectamente las
posibles repercusiones para todo el mundo. Acojo con satisfacción el consenso
alcanzado por el G20 para evitar el proteccionismo y apoyar las corrientes
comerciales mundiales proporcionando ayuda para financiar el comercio. El
compromiso del G20 de destinar 250.000 millones de dólares EE.UU. a financiar
el comercio demuestra la capacidad de la comunidad internacional para atender
las necesidades mundiales urgentes contribuyendo a restablecer el comercio como
motor del crecimiento económico. El G20 también reafirmó sus compromisos en
relación con la ayuda para el comercio, que es un complemento esencial de
nuestro programa de apertura del comercio.
No tengo la intención de repetir lo que ya se explica en el informe. Preferiría
escuchar sus opiniones al respecto. No obstante, permítanme únicamente destacar
su principal idea. Como ya he dicho antes, la crisis económica ha seguido
empeorando en todo el mundo y desde septiembre de 2008 se ha observado un
aumento en todo el mundo de las presiones proteccionistas, impulsadas por
peticiones de protección de los empleos y las empresas nacionales. En esas
circunstancias resulta especialmente importante evitar toda política que
restrinja el comercio.
El ejercicio de vigilancia llevado a cabo por la Secretaría muestra que no hay
indicios de una recaída inminente en un proteccionismo de gran intensidad que
conlleve un recurso generalizado a la restricción del comercio y la adopción de
medidas de retorsión. Las normas comerciales multilaterales establecidas en el
marco de la OMC siguen constituyendo un sólido bastión, y una póliza de seguros
única, para impedir que tal cosa ocurra.
Sin embargo, debemos mantenernos atentos y evitar dar respuestas nacionalistas
a la crisis, que sólo desviarían los problemas hacia nuestros vecinos con el
riesgo de que volviesen a surgir. La experiencia nos ha demostrado que el
proteccionismo no protege. Por el contrario, el peligro radica hoy en día en un
aumento progresivo de las restricciones que pudiera estrangular lentamente el
comercio y menoscabar la eficacia de las políticas encaminadas a potenciar la
demanda mundial y restaurar el crecimiento sostenido en todo el mundo.
De hecho, el informe da algunos ejemplos del reciente deterioro de la
situación. El principal riesgo es que los gobiernos sigan cediendo el paso a
las presiones proteccionistas, aunque sea gradualmente y temporalmente,
mientras la situación económica mundial continúe deteriorándose. Esto afectaría
a todos los países. Pero los países en desarrollo, cuyo crecimiento depende de
las exportaciones, serían los que más sufrirían las consecuencias de que los
gobiernos restringiesen el comercio para sobrevivir a la crisis mundial.
Los Miembros de la OMC deberían reiterar su enérgico llamamiento a que se
oponga resistencia al proteccionismo en todo el mundo. Los líderes del G20
reafirmaron este mes su compromiso de resistir al proteccionismo y lograr una
conclusión ambiciosa y equilibrada de la Ronda de Doha para el Desarrollo.
En efecto, la mejor contribución a la reactivación del crecimiento económico en
todo el mundo es la conclusión de las negociaciones del Programa de Doha para
el Desarrollo (PDD), que es uno de los paquetes de estímulo colectivos más
adecuados. Una conclusión ambiciosa y equilibrada de la Ronda de Doha para el
Desarrollo, más necesaria ahora que nunca, podría dar lugar a recortes
arancelarios de al menos 150.000 millones de dólares anuales que podrían
beneficiar directamente a los consumidores. Y, como he dicho muchas veces,
concluir las negociaciones del PDD es el medio más seguro de que disponemos
para proteger los intereses comerciales de cada uno de nosotros y el sistema
multilateral de comercio frente a la amenaza de un brote de proteccionismo.
Permítanme ahora volver a mi informe al Órgano de Examen de las Políticas
Comerciales. La última vez que nos reunimos, el 9 de febrero de 2009, muchos de
ustedes plantearon cuestiones muy pertinentes y formularon observaciones de
gran utilidad sobre la mejor manera de aumentar la calidad de mis informes
sobre la crisis económica y financiera y sobre los hechos ocurridos
recientemente en relación con el comercio. He tomado buena nota de todas sus
preocupaciones y he reflexionado sobre los sabios consejos que han dado a la
Secretaría muchas personas, entre ellas los Presidentes saliente y entrante del
Órgano de Examen de las Políticas Comerciales y el Presidente del Consejo
General.
Estoy convencido de que el segundo informe, que se puso a disposición de todos
los Miembros y los gobiernos observadores el 26 de marzo de 2009, responde a
las preguntas y preocupaciones planteadas en nuestra última reunión. Incluye
una gama mucho más amplia de medidas comerciales y relacionadas con el comercio
y ha mejorado sustancialmente la exactitud de la información que se facilita al
respecto.
Es posible que el informe siga teniendo lagunas y que sea necesario hacer
algunos ajustes. Nuestro objetivo es seguir mejorando su calidad, para lo que
contamos en gran medida con la participación activa y la ayuda de todas las
delegaciones. Sólo con su contribución podemos garantizar la exactitud y
actualización de los informes. De hecho, desde la publicación del informe,
algunas delegaciones se han puesto en contacto con la Secretaría para
proporcionar más aclaraciones sobre las medidas de las que se informa. Estos
nuevos elementos se reflejarán en los próximos informes.
Valoro muy positivamente las numerosas contribuciones de varias delegaciones al
ejercicio de vigilancia. El 18 de febrero envié un fax a todos los Miembros y a
los gobiernos observadores invitando a las delegaciones a que informasen a la
Secretaría sobre las medidas comerciales o relacionadas con el comercio
adoptadas desde septiembre de 2008. Respondieron a mi fax 24 delegaciones, lo
que es muy alentador, aunque sigue siendo una cifra muy inferior al número
total de países y economías afectados. No creo que sea necesario mencionar a
esos países, pero se agradece su contribución. Sobre la base de esta
información, y utilizando también otras fuentes públicas y oficiales
pertinentes, la Secretaría elaboró una lista de medidas comerciales y
relacionadas con el comercio sin entrar a juzgar su repercusión en el comercio
ni su compatibilidad con los compromisos asumidos por los Miembros en el marco
de la OMC.
Asimismo, en un segundo intento de garantizar la exactitud de la información
compilada, la Secretaría envió a todas las delegaciones afectadas sus listas
respectivas para que las verificasen. Más del 85 por ciento de las delegaciones
respondieron a esta solicitud, lo que, desde luego, resulta muy alentador. La
participación activa de tantas delegaciones es un reconocimiento de la enorme
importancia otorgada a este ejercicio de transparencia y merece ser destacada.
Espero con interés las opiniones de los Miembros y los gobiernos observadores
sobre la mejor manera de proseguir y consolidar este ejercicio en beneficio de
todos los Miembros. Me complace oír en la declaración que acaba de realizar el
Embajador Major que los Consejos y Comités de la OMC han avanzado
considerablemente a todos los niveles en el examen de las disposiciones
vigentes en materia de notificación y transparencia y que se está estudiando la
introducción de mejoras.
En aras de la transparencia, y fieles a la práctica que seguimos en relación
con los informes de examen de las políticas comerciales, no publicaré mi
informe en nuestro sitio Web hasta que no hayamos tenido la oportunidad de
examinarlo en la presente reunión.
> Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.