Declaración del Director General Pascal Lamy
Reunión informal del Comité de Negociaciones Comerciales,
22 de junio de 2011

Permítanme darles la bienvenida a esta reunión informal del CNC.

Recordarán que, en la última reunión del CNC el 31 de mayo, acordamos que yo entablaría nuevas consultas a fin de tener una idea más clara de cuáles son nuestros objetivos para diciembre.  También acordamos reunirnos el 9 de junio para presentarles mi informe sobre esas nuevas consultas y examinar juntos las próximas etapas.  En un fax posterior, de fecha 7 de junio, les informé de que varios Miembros me habían indicado durante las consultas que sería productivo dedicar un poco más de tiempo a nuestro proceso, sobre todo para posibilitar las consultas con las capitales.  Estuve de acuerdo con ello y decidí posponer la reunión del CNC hasta hoy.

Quisiera ahora informarles sobre las consultas que he mantenido desde la última reunión del CNC.  Como convenimos, en las dos últimas semanas he celebrado más consultas con varios de ustedes, individualmente y en grupos, para tratar de aclarar qué es posible y qué no es posible de aquí a diciembre.  El objetivo de mis consultas ha sido tratar de facilitar la convergencia para precisar los parámetros de la labor que tenemos por delante hasta diciembre.

Aquí en Ginebra me reuní con delegaciones de grupos que representan al amplio conjunto de los Miembros, y en particular con el G-7 y el G-90.  Fuera de Ginebra, asistí a la Conferencia de Asia del Foro Económico Mundial / Examen Regional de la Ayuda para el Comercio, en Yakarta, y participé en un almuerzo ministerial organizado por la Ministra Mari Pangestu.  Fue una provechosa y oportuna ocasión para calibrar el nivel de apoyo y la preocupación que suscita la Ronda en esta región clave.  Puedo decirles que son grandes y verdaderos.  Ayer también celebré una reunión de Sala Verde.

De todos mis contactos se deduce claramente que el nivel de adhesión política al objetivo de la conclusión satisfactoria de la Ronda de Doha, incluso a nuestras aspiraciones colectivas para este año y más allá, sigue siendo fuerte.  Además, el compromiso de los Miembros por preservar la credibilidad del sistema multilateral de comercio se mantiene inquebrantable.  Asimismo, para los Miembros, el desarrollo continúa ocupando el lugar central de las negociaciones.

Sin embargo, también es obvio que tenemos que aclarar urgentemente lo que podemos y lo que no podemos hacer de aquí a la Conferencia Ministerial de diciembre, de forma que podamos ponernos a trabajar sin más demora.  Ciertamente, el tiempo no corre a nuestro favor, y tenemos que definir de forma rápida, honesta y realista los límites de nuestra labor para las 13 semanas laborables que más o menos nos quedan, si no queremos seguir a la deriva con los consiguientes daños para la credibilidad.

Las consultas que he mantenido en el último par de semanas han mostrado que, en general, los Miembros están dispuestos a trabajar intensamente desde ahora hasta el final de año con la idea de lograr resultados a tiempo para la Octava Conferencia Ministerial.

Es evidente que ustedes no podrán llegar a un consenso en diciembre sobre todas las esferas comprendidas en el Programa de Doha y, por consiguiente, no podremos tener una visión definitiva de la ambición y el equilibrio.  Eso sólo será posible al final de la Ronda.

También está claro que un debate sobre los resultados de diciembre no puede ser una negociación de un “todo único” dentro del “todo único” que es el mandato de Doha.  Lo que tratamos de hacer no es ni más ni menos que establecer un proceso de negociación para lograr un conjunto de resultados de conformidad con el párrafo 47 de la Declaración de Doha.

A fin de facilitar un resultado que los Miembros menos adelantados están esperando desde la Conferencia de Hong Kong en 2005 y que incluiría el acceso libre de derechos y de contingentes y las normas de origen conexas, un avance en la cuestión del algodón y la exención para los servicios, he estudiado la posibilidad de lo que se llamaría un paquete “PMA plus”.

En mi opinión, aunque se trata sólo de una lista indicativa, ese paquete podría incluir cuestiones como la facilitación del comercio, la competencia de las exportaciones, el mecanismo de vigilancia del trato especial y diferenciado, un avance en las subvenciones a la pesca y un avance en los bienes y servicios ambientales.  Reitero que no es una serie exhaustiva de cuestiones y que esto no impide que se trabaje en otras cuestiones que puedan arrojar resultados para fin de año.  Es algo que está claramente en manos de los Miembros.  De hecho, yo espero que trabajemos con gran ahínco para avanzar en el mayor número posible de temas antes de finales de año, como muestra de la credibilidad de las negociaciones que aún habrán de celebrarse sobre el resto de los temas.

Me parece que podríamos describir la actitud de las delegaciones con las que he celebrado consultas como constructiva pero cautelosa.  Si se abordan por separado, cada una de las cuestiones que he mencionado tiene sus propios problemas, pero también se tiene la sensación de que cuando se consideran los vínculos entre ellas -y algunos Miembros lo están haciendo-, puede que haya algún margen de maniobra.  En otras palabras, creo que las delegaciones piensan que merece la pena tratar de seguir adelante y examinar más a fondo esas cuestiones y comprobar si se puede lograr un equilibrio aceptable.

De mis consultas también se desprende muy claramente que tenemos que considerar la labor que se hará en el marco del PDD después de la Octava Conferencia Ministerial.  Como han dicho muchas delegaciones, será preciso establecer una visión común del proceso posterior a la Ministerial para impulsar las negociaciones sobre los temas que sigan pendientes, incluido el bloque de cuestiones de acceso a los mercados en las esferas del AMNA, la agricultura y los servicios.

En lo que se refiere al proceso inmediato, sugiero que los Grupos de Negociación se centren en algunas de las cuestiones específicas que he tratado de identificar.  Los Presidentes y yo celebraremos consultas sobre el mejor modo de proceder, en función de las cuestiones de que se trate.  En las reuniones del CNC se examinará la situación general y se asegurará la transparencia.  Tengo asimismo el propósito de complementar lo anterior con reuniones de grupos más pequeños de geometría variable, a nivel de Embajadores, y también con reuniones de Sala Verde para alentar y facilitar el movimiento.  Como es habitual, recomiendo firmemente que los Embajadores sigan participando plenamente a lo largo de todo el proceso y en cada uno de sus aspectos.

También tendremos que seguir examinando nuestros progresos y estar preparados para evaluarlos de manera realista.  Soy muy consciente de los peligros que entraña el deambular hacia la Ministerial con un puñado de cuestiones sin resolver.  No obstante, a este respecto, la evaluación dependerá en gran medida de ustedes y de la convergencia que puedan alcanzar.  Se acabó el tiempo del debate:  ahora tienen que negociar.

En definitiva, nos espera una gran cantidad de trabajo y de desafíos sin ninguna garantía de éxito.  Pero, a mi parecer, vale la pena intentarlo, y es nuestro deber hacerlo.