OMC: NOTICIAS 2015

CONSEJO GENERAL

> Resumen de la reunión del Consejo General


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“Pase lo que pase esta semana, es esencial que los Miembros sigan comprometidos y se centren en lograr resultados. Cuando llegue septiembre, los Miembros deben estar preparados para ponerse a trabajar de inmediato en las cuestiones de fondo, no de procedimiento”, dijo el Director General. Si los Miembros pueden llegar a un entendimiento común sobre lo que desean lograr, a principios del otoño, “tendremos grandes probabilidades de conseguir resultados significativos en Nairobi”.

 

Discurso del Director General Roberto Azevêdo

Gracias Sr. Presidente.

Desde la última vez que informé al Consejo General, el 5 de mayo, se ha mantenido una intensa actividad para preparar el programa de trabajo del PDD.

Nuestra labor ha continuado desarrollándose siguiendo las vías que definí al comienzo del año, a saber:

  • La labor de los grupos de negociación, apoyada por los Presidentes de los grupos. Esta es la vía principal, en ella se basa todo lo que hacemos, y es aquí donde se tiene que concretar el programa de trabajo.
  • Las consultas que celebro con los Miembros en diferentes configuraciones sobre diversas cuestiones, incluidas reuniones de la sala W.
  • Las reuniones convocadas por los propios Miembros, a algunas de las cuales se me ha invitado y he asistido.

También he seguido celebrando consultas con Ministros y dirigentes, en las siguientes ocasiones:

  • En mayo, en la reunión de los Ministros de Comercio del APEC.
  • En junio, en la reunión ministerial informal convocada en paralelo a la reunión de la OCDE en París, y en la Cumbre del G-7 celebrada en Alemania.
  • En julio, en el Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio y en la cumbre de las Naciones Unidas sobre financiación para el desarrollo celebrada en Addis Abeba.

Además, la semana pasada hubo una reunión de Ministros de Comercio de países africanos en Nairobi, convocada por la Unión Africana. No pude asistir porque estaba celebrando consultas aquí en Ginebra, pero me aseguré de que asistiera a la reunión una delegación de la OMC, presidida por el Director General Adjunto Shark. Fue una gran satisfacción para mí que tuviera lugar esa reunión, porque es un signo más del alto grado de compromiso de los Miembros africanos, y creo que eso es algo muy importante. De hecho, tengo el enorme agrado de dar la bienvenida a la Secretaria de Gabinete Amina Mohamed, que está de nuevo con nosotros hoy, y que, estoy seguro, nos ofrecerá más detalles sobre esa reunión en breves momentos.

Desde la reunión de mayo del Consejo General también he convocado tres reuniones de la sala W: el 1º de junio, el 17 de junio y el 8 de julio. En ellas informé a los Miembros sobre todas las consultas que había celebrado y sobre los progresos realizados en la preparación del programa de trabajo.

En todas esas ocasiones expresé mi preocupación por el hecho de que, pese a la intensa y activa participación de los Miembros, no se estaban haciendo suficientes progresos en relación con los puntos sustantivos, particularmente con respecto a las cuestiones determinantes. Seguía habiendo diferencias significativas en muchas esferas.

Lo cierto es que, pese a la disposición a explorar enfoques diferentes y a considerar propuestas o ideas, todavía hay muchos Miembros que no han tenido la voluntad de avanzar hacia la convergencia. Los progresos han seguido siendo muy limitados.

Por eso, en la última reunión de la sala W, celebrada el 8 de julio, dije claramente que, a mi juicio, dada la situación en que nos encontrábamos entonces, era muy poco probable que lográramos el programa de trabajo sustantivo y “claramente definido” antes de que finalizara el mes.

También dije claramente que la cuestión no era el tiempo disponible, sino que había que tomar las decisiones políticas difíciles que eran necesarias para desbloquear la situación. Insté a los Miembros a que siguieran trabajando, pero también a que empezaran a tener en cuenta todos los desenlaces posibles, incluida la hipótesis de cómo avanzar sin un programa de trabajo.

Al mismo tiempo, anuncié mi intención de convocar una reunión del CNC el 24 de julio y de presentar al Consejo General un informe completo sobre la situación en la presente reunión.

Sin embargo, después de hablar con las delegaciones y reflexionar un poco más, decidí que debíamos posponer la reunión del CNC hasta el 31, a fin de disponer del máximo tiempo posible para seguir trabajando hasta la expiración del plazo.

Permítanme, por lo tanto, que les diga cuál es la evaluación que hago en este momento. He hablado sobre la situación con muchos participantes, incluidos los Presidentes, y creo que, pese a todos nuestros esfuerzos, mi anterior opinión sigue siendo válida.

Como he dicho en varias ocasiones, el proceso tiene que seguir siendo impulsado por los Miembros. Los Miembros no deben esperar de mí, o de los Presidentes, que les propongamos un programa de trabajo para que debatan sobre él.

El programa tiene que venir de ustedes.

He alentado a los Miembros a que presenten ideas y propuestas nuevas que ayuden a forjar un consenso. Y lo han hecho. Percibo una disposición a tener un diálogo más creativo y abierto que antes. No solo por parte de uno o dos Miembros, sino de muchos, muchos Miembros; de hecho, de la mayoría de ellos.

Es algo muy positivo. Celebro particularmente las iniciativas que hemos comenzado a ver estos últimos días.

Sin embargo, en la situación actual, seguimos sin tener un programa de trabajo.

Y, aun en el marco de ese diálogo más abierto, sigue habiendo claras diferencias conceptuales en lo que concierne a las expectativas. Por ejemplo, veo que hay una gran disparidad entre lo que los Miembros están dispuestos a poner sobre la mesa y lo que pretenden obtener a cambio. Ese es el caso de muchos de ellos, incluidos algunos de los principales actores.

Por lo tanto, queda mucho, mucho camino que recorrer.

Faltan solo tres días para que expire el plazo establecido, por lo que me parece difícil, pese a los esfuerzos que han hecho recientemente algunos grupos, que la situación pueda cambiar lo suficiente en el tiempo de que disponemos.

En cualquier caso, es esencial que sigamos trabajando y poniendo el máximo empeño.

La semana pasada se reunieron varios grupos de negociación, en concreto los grupos de negociación sobre la agricultura, el AMNA y los servicios. El Grupo de Negociación sobre las Normas se reunirá mañana para examinar dos comunicaciones nuevas. El jueves se reunirá el Consejo de los ADPIC en Sesión Extraordinaria.

En la reunión del CNC del viernes, los Presidentes informarán plenamente a los Miembros sobre las reuniones.

Por mi parte, sigo celebrando consultas. El viernes pasado tuve una reunión con un grupo de delegaciones para examinar de manera horizontal cuestiones relacionadas con el acceso a los mercados en las esferas de la agricultura, el AMNA y los servicios.

También celebraré reuniones para retomar algunas otras cuestiones relacionadas con la agricultura -en concreto, la ayuda interna y la competencia de las exportaciones-, así como para abordar las esferas de las normas, el desarrollo y las cuestiones relacionadas con los PMA.

Además, se me ha invitado a participar en nuevas consultas celebradas por los Miembros.

En la reunión del CNC del viernes les informaré, junto con los Presidentes, sobre todas esas reuniones.

En la reunión del CNC no tendremos más opción que afrontar la realidad de lo que hayamos podido conseguir hasta entonces. Eso no quiere decir que se vaya a determinar definitivamente lo que se podrá lograr en Nairobi, o en el PDD en general; de lo que se trata ahora es principalmente del programa de trabajo.

En la hipótesis de que no tengamos un programa de trabajo el viernes -y esa no es la única situación posible, puede haber sorpresas-, habrá sin duda un sentimiento de decepción, de que habremos perdido una oportunidad de establecer una hoja de ruta clara para avanzar. Pero no debemos permitir que eso nos haga caer en la inacción. Eso no puede ser un obstáculo. Tendremos que redoblar nuestros esfuerzos y trabajar para lograr resultados sustantivos antes de Nairobi.

De hecho, pase lo que pase esta semana, es esencial que los Miembros sigan comprometidos y se centren en lograr resultados sustantivos. Cuando llegue septiembre, los Miembros deben estar preparados para ponerse a trabajar de inmediato en las cuestiones de fondo, no de procedimiento.

Aunque todavía no hemos avanzado, con nuestra amplia participación hemos creado las condiciones que pueden permitirnos avanzar.

Si a principios del segundo semestre logramos concretar un entendimiento común, creo que tendremos grandes probabilidades de conseguir resultados significativos en Nairobi. Sea cual sea el resultado esta semana, cuando volvamos después del verano esa tiene que ser nuestra principal prioridad.

Nairobi está aproximadamente a 6.000 kilómetros de Ginebra, a vuelo de pájaro.

En septiembre tendremos que dejar de hablar sobre cómo podemos hacer el viaje, y dar el primer paso.

Gracias por su atención. Con esto concluye mi informe, señor Presidente.

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