DIRECTOR GENERAL ADJUNTO ALAN WM. WOLFF

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Excelencias,
Señoras y señores:

Buenas tardes. Me sumo al Embajador Haqjo para darles la bienvenida a este panel que tiene lugar paralelamente a la histórica primera reunión del Grupo de Trabajo sobre la Adhesión de Sudán del Sur.

He estado presente en la reunión de esta mañana, que he seguido con atención. He percibido el sentimiento de orgullo y logro que emanaban la delegación de alto nivel llegada de Juba y los Miembros de la OMC y el ímpetu que transmitían. Esta tarde me complace mucho contar con la presencia del Excmo. Sr. Aggrey Tisa Sabuni, Negociador Jefe, como orador principal. También es un placer para mí ver a la Embajadora Kadra Ahmed Hassan de Djibouti y a la Embajadora Zorica Maric Djordjevic de Montenegro, que se cuentan entre los grandes "Amigos de Sudán del Sur" desde que en diciembre del año pasado se celebró en Djibouti el Segundo Diálogo Regional sobre las Adhesiones a la OMC.

Como el Embajador Haqjo ha hablado de sus singulares lazos con Sudán del Sur, también a mí me gustaría referirme a los míos. Dos meses después de ocupar el cargo de Director General Adjunto de la OMC en octubre de 2017, participé en la Conferencia Ministerial de Buenos Aires (Argentina). Tuve el privilegio de ser testigo de la aprobación por parte de los Ministros de la OMC de una solicitud de adhesión a la OMC presentada por una nación muy joven, Sudán del Sur, que entonces tenía seis años de edad. Ese fue un momento memorable de la Conferencia de Buenos Aires, en una reunión igual de notable. A mi juicio, el mensaje que Sudán del Sur, con su determinación de integrarse en la economía mundial, transmitió al mundo fue contundente.

Desde entonces he conversado en varias ocasiones con delegaciones de alto nivel de Juba, en particular con el Ministro de Justicia, el Ministro de Educación y, claro está, altos funcionarios encargados de cuestiones comerciales. En el Foro Público de la OMC que se celebró en octubre de 2018, tuve el privilegio de moderar una mesa redonda sobre el tema "Comercio para la paz: La integración de Estados frágiles en la economía mundial como camino hacia la paz y la resiliencia". El Excmo. Sr. Deng Deng Hoc Yai, Ministro de Educación General e Instrucción de Sudán del Sur, que participaba como ponente, suscitó la simpatía de un gran número de asistentes a los que explicó las razones por las que Sudán del Sur -como país menos adelantado y que salía de un conflicto- tenía la determinación de adherirse a la OMC. Estaba plenamente convencido de que el proceso de adhesión de Sudán del Sur a la OMC ayudaría al país a mantener una paz y una estabilidad sostenibles. Sus observaciones son un oportuno recordatorio de las razones por las que los padres fundadores establecieron el sistema multilateral de comercio después de la Segunda Guerra Mundial.

La iniciativa "Comercio para la paz a través de las adhesiones a la OMC" ha permitido estrechar los lazos entre la comunidad comercial y los defensores de la paz en Ginebra en los últimos meses. La iniciativa se puso en marcha en Buenos Aires, con el establecimiento del Grupo g7+ sobre Adhesiones a la OMC.

El Grupo fue establecido por ocho países menos adelantados y vulnerables que durante mucho tiempo han padecido conflictos e inestabilidad: tres Miembros de la OMC (Afganistán, Liberia y Yemen) y cinco Gobiernos en proceso de adhesión (Comoras, Santo Tomé y Príncipe, Somalia, Sudán del Sur y Timor-Leste). En su Declaración Ministerial, el Grupo se comprometió a utilizar el proceso de adhesión a la OMC y la condición de Miembro para promover la consolidación de la paz y el desarrollo sostenible, y para facilitar las adhesiones a la OMC.

Fue un placer para mí asistir a la inauguración de esta iniciativa, y desde entonces he seguido la labor del Grupo. Sus esfuerzos dieron lugar a una serie de actividades bajo el tema "Comercio para la paz", celebradas en otoño del año pasado, que contaron con la colaboración de la Geneva Peacebuilding Platform. También me invitaron a intervenir en el Foro de París sobre la Paz que se celebró en noviembre de 2018, donde puse de relieve la función de la OMC en el apoyo a la paz sostenible.

En diciembre de 2018, tuve la oportunidad de asistir en Djibouti al Segundo Diálogo Regional sobre las Adhesiones a la OMC para los Países del Gran Cuerno de África, titulado "Comercio para la paz a través de las adhesiones a la OMC". Todos los participantes en el programa de Djibouti coincidieron en que la adhesión a la OMC era un elemento importante en los planes de recuperación posteriores a un conflicto de los Estados frágiles, ya que les permitía establecer marcos creíbles de política económica y comercial y promover la transparencia y la buena gobernanza. Reconocieron que la iniciativa "Comercio para la paz" era un medio importante por el cual el sistema multilateral de comercio podía contribuir a los esfuerzos encaminados a consolidar la paz en el Cuerno de África y otras partes del mundo. En ese contexto, se pidió formalmente a la OMC que siguiera definiendo su función en la contribución a esos esfuerzos, en particular mediante una mayor cooperación entre la comunidad comercial y los defensores de la paz.

El panel de hoy forma parte de ese esfuerzo. No se me ocurre un ejemplo mejor de "Comercio para la paz" que la presencia hoy aquí en la OMC de Sudán del Sur. Con su firme determinación de llevar adelante el proceso de adhesión -a menudo complejo y difícil-, Sudán del Sur pone de manifiesto las posibilidades de la iniciativa "Comercio para la paz" allí donde la paz sigue siendo frágil. Una de las razones más convincentes para ser optimistas con respecto al sistema multilateral de comercio es que los países afectados por conflictos, como Sudán del Sur, ven en la OMC lo que los fundadores del sistema multilateral de comercio vieron cuando este se creó en 1947, a saber, un camino hacia el crecimiento económico, que los conducirá a una mayor estabilidad a nivel nacional y aumentará sus posibilidades de instaurar y mantener la paz. La actitud de Sudán del Sur aquí hoy es un recordatorio oportuno de este beneficio fundamental del sistema multilateral de comercio.

Les aseguro en nombre de la Secretaría de la OMC que tenemos la intención de desempeñar plenamente nuestra función, es decir, ayudar a los Gobiernos en proceso de adhesión a la OMC y a los Miembros a utilizar el comercio como instrumento para consolidar y mantener la paz. Una vez más, expreso mis más sinceras gracias a la delegación de Sudán del Sur, que se ha comprometido a trabajar en colaboración con los Miembros de la OMC a fin de que el "Comercio para la paz" se haga realidad.

Muchas gracias.

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